COVID-19

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Vamos a dedicar nuestra tercera entrega a un pasodoble que ya solo con su nombre nos indica qué inspiró a su autor a componerlo, qué motivó su escritura ya quién va dedicado.

Nos referimos a una obra que, para todos los yeclanos, con tan solo escuchar su primer compás, nos recuerda a nuestra tierra y, desde hace ya algunas décadas, a nuestras Fiestas Patronales, las cuales este año, debido a la pandemia del COVID-19, no se van a poder celebrar. Nos referimos al pasodoble “Corazón Yeclano”, compuesto por nuestro paisano Octavio Juan Palao.

Fuente: 2 diciembre, 2020 – Escrito por diapason

Como ya comentamos en el primer artículo de esta sección, existen diversos tipos de pasodobles: de concierto, taurinos, marchas, festivos, regionales, canción, etc.). Entre los pasodobles considerados regionales, por supuesto, hay tanta variedad como regiones: gallego, asturiano, andaluz, vasco, valenciano, catalán, aragonés… Ejemplos de ello son «Aires gallegos», «Viva la jota» y «Sabiñán» de Pascual Marquina, «Los de Aragón» de José Serrano, «Islas Canarias» de José María Tarridas, «Iscar en Fiestas» de Eugenio Gómez, «La Kermés de las Vistillas» de José María Martín Domingo, «Puenteareas» de Reveriano Soutullo, «Santander» de Ernesto Rosillo,…

Por su abundancia merecen un capítulo aparte los pasodobles andaluces y los falleros o valencianos. Entre los primeros se encuentran, entre otros, «Al son de mi pasodoble» y «Cuna cañí» de Bolaños y Ángel Ortiz de Villajos, «En er Mundo» y «Talento» de Juan Quintero, «Recuerdos» de Eugenio Gómez, por citar algunos. Y entre los valencianos «L’entra de la murta» de Salvador Giner, «El Fallero» de José Serrano, «El Socarrat» de José Terol Gandía, «La Entrada» de Quintín Esquembre, o «Les fogueres de San Chuan» de Luis Torregrosa García.

Este tipo de pasodobles se caracterizan o porque se inspiran en el folclore típico de cada una de las regiones de nuestro país o bien por estar dedicados a alguna ciudad, comarca, fiesta o simplemente a los habitantes de una zona determinada, resaltando el carácter que los identifica como sociedad.

“Corazón Yeclano”, aunque sería difícil de encuadrar dentro de un estilo o de otro, quizás al estar dedicado por el autor a nuestro pueblo, al carácter que nos identifica como yeclanos, entraría dentro de la categoría de pasodobles de concierto. Pero, a la vez, se podría incluir dentro de los denominados regionales o, incluso con más certeza, a los locales u obras dedicadas específicamente a una ciudad concreta, en esta ocasión a Yecla.

Sea como fuere y tras su utilización como sintonía por las diferentes emisoras de radio locales, sobre todo a partir del año 1979 durante los programas emitidos por Radio Yecla y dirigidos por Francisco Ortin “Koki”, con motivo de la conmemoración del 25 Aniversario de la Coronación de la Purísima Concepción, patrona de Yecla, este pasodoble se convirtió en una melodía que nada más empezar a sonar las primeras notas todos los yeclanos lo relacionamos con dichas fiestas decembrinas de nuestra ciudad.

Este año no vamos a poder celebrar dichas fiestas debido a la crisis sanitaria motivada por el COVID-19, por lo que desde la revista Diapasón,  y concretamente desde esta sección dedicada al género del pasodoble, queremos aportar nuestro pequeño grano de arena para que esta situación sea más llevadera.

 

Fiestas de la Virgen de Yecla. Declaradas de Interés Turístico Nacional.

Octavio Juan Palao:

Nació en Yecla el 2 de julio de 1911. Fue hijo del eldense Luis Juan Fernando y la yeclana Josefa Palao Muñoz. Los primeros estudios musicales los recibió de su madre y de su tía materna Pilar Muñoz. Su primer profesor fue D. Marcos Ros, director de una de las bandas de música coexistentes en nuestra ciudad en aquella época, concretamente de la Banda de Música “La Primitiva”, donde ingresó a la edad de seis años como flautistay y ocupó en poco tiempo el puesto de flauta primera.

Cuando tenía 11 años, su familia se trasladó a Elda, donde continuó su formación musical con el profesor Enrique Albiñana, director de la Banda “Santa Cecilia” de esa ciudad. Octavio formó parte también de esta banda y actuó como flauta solista desde su incorporación a la misma.

En 1929 viajó a Madrid para continuar con sus estudios en el entonces denominado Real Conservatorio de Música y Declamación, lugar en el que cursó las especialidades de Flauta y Armonía con los profesores Francisco González y Benito García de la Parra (finalizando con las máximas calificaciones) y Composición con Conrado del Campo.

Durante su estancia en la capital de España ingresó como voluntario en el ejército. En un primer momento formó parte de la Banda de Música del Regimiento de Infantería “WAD-RAS”, dirigida por Pablo Cambronero, y dos años después obtuvo plaza en la banda más prestigiosa de la época tanto del ejército como en el resto del panorama bandístico español: la Banda del Segundo Regimiento de Zapadores Minadores de Ingenieros, conocida también popularmente por “la Banda de Ingenieros”, que estaba dirigida por el afamado director y compositor Pascual Marquina.  Bajo su dirección actuó como solista en multitud de conciertos no solo en Madrid, sino también en otras capitales y ciudades españolas. Durante un concierto realizado en Madrid al que asistieron Joaquín Turina y Gerardo Diego, el compositor y crítico Julio Gómez comentó en un artículo que “el flauta solista de la Banda de Ingenieros alcanzó en su instrumento las más altas cimas del virtuosismo”.

Octavio Juan Palao, año 1936

En el año 1935 se trasladó a Alicante al haber obtenido por oposición la plaza solista de la Banda Municipal, dirigida por el también flautista Luis Torregrosa García, trabajo que compaginó con la dirección de la Banda Filarmónica Alteanense, el puesto de solista en las Orquestas de Cámara y Sinfónica de Alicante y el puesto de profesor del Claustro de Profesores del Conservatorio del Casino de la capital alicantina. Todas estas labores profesionales las reanudaría en 1939, tras finalizar la Guerra Civil.

En 1940 ganó por oposición la plaza de flauta de primera en la Banda de la Escuela Naval Militar, desde donde pasó posteriormente al Tercio Sur de San Fernando, lo que compaginó con su actuación como solista en la Orquesta de Cámara de Jerez de la Frontera, dirigida en aquella época por Germán Beigdeber.

El año 1948 se presenta a las oposiciones al Cuerpo Técnico de Bandas de Músicas Civiles, donde obtiene el puesto número tres. El número uno de dicha promoción la obtuvo Moisés Davia, director de la Banda Municipal de Madrid.

En 1954 ingresa en la Banda del Tercio de Levante de Cartagena, puesto en el que permaneció hasta su jubilación el año 1969.

Tras su jubilación y tras rechazar varias ofertas para dirigir importantes bandas de fuera de la Región de Murcia, decidió permanecer en ella e incorporarse como flauta solista a la Banda de Música de la Diputación Provincial de Murcia, dirigida por Francisco Cebrián, donde permaneció hasta dar por finalizada su actividad musical en el año 1984.

Octavio Juan Palao (Yecla 1911-Murcia 1999)

Además del pasodoble “Corazón Yeclano”, Octavio Juan Palao es autor de un gran número de composiciones tales como un ciclo de canciones sobre textos de poetas españoles y un buen número de partituras de música para banda, entre las que destacan los pasodobles “Músicos de Marina”, “Solera Jumillana” o “Semblanza Cartagenera” y las marchas lentas de procesión “Profundo Recuerdo” y “Eres tú Bendita”.

En el año 1990, durante la segunda parte del acto del Pregón de Fiestas de Yecla, la Asociación de Mayordomos de la Purísima Concepción de Yecla rindió un justo y merecido homenaje a Octavio Juan Palao, interpretándose por la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla en primer lugar “SUMY”, del maestro D. José Ortuño, y posteriormente “Corazón Yeclano” dirigido por el propio autor.

El músico director y compositor yeclano falleció en Murcia el 25 de febrero de 1999 a la edad de 87 años.

Guión partitura “Corazón Yeclano” (1952)

Corazón Yeclano:

Es un pasodoble de los denominados “de concierto” compuesto el año 1951 y que fue revisado con posterioridad en Cartagena en 1979.  Fue escrito durante la estancia del autor en la ciudad de San Fernando porque sentía añoranza de su patria chica.

Según palabras del propio del autor: “comienza el pasodoble con unos compases de introducción al primer tema que intenta reflejar el porte tenaz y vibrante del alma yeclana, tras el cual se escucha el diseño de unos cantos infantiles que dan paso, de nuevo, a la primera idea. Una breve preparación lleva al “trío”, construido sobre un canto de vagas reminiscencias árabes, que quieres ser noble generoso como todo CORAZÓN YECLANO”.

El día 2 de febrero de 1952 Octavio Juan escribe una carta a D. Ricardo Tomás y Soriano, alcalde de Yecla, en la que le informa de que, debido al cariño que procesa a su querido pueblo, ha compuesto un pasodoble titulado “Corazón Yeclano” que ofrece a la Excelentísima Corporación Municipal de la ciudad de Yecla con el deseo de que sea aceptado. Además, comunica que, adjunto, envía el material para banda de música del mencionado pasodoble.

En pleno del Ayuntamiento de Yecla, en sesión permanente celebrada el día 5 de febrero de 1952,  en el apartado cuatro del orden del día, se da a conocer por el señor alcalde la carta dirigida al músico Octavio Juan Palao que textualmente decía: “Enterados los señores componentes de esta Comisión, acuerdan complacidos aceptar la producción del músico yeclano, el señor Juan Palao, con el mayor agrado, expresando la gratitud de este Ayuntamiento hacia el mismo por la dedicatoria y envío del pasodoble, acordándose que se toque por vez primera el próximo 1 de abril con motivo del Día de la Victoria e invitando a su autor para que venga a esta dicho día a presenciar el estreno”.

Y así fue. “Corazón Yeclano” sonó por primera vez dicho día 1 de abril de 1952 en el templete del Parque de la Constitución por la Banda Municipal de Música de Yecla.

Seguidamente les ofrecemos la versión interpretada por la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, y que forma parte del disco compacto “La Música en las fiestas” editado en la década de los años 90 del pasado siglo, por la Asociación de Mayordomos de la Purísima Concepción de Yecla.

– HERNÁNDEZ CUTILLAS ALFONSO. “Música y músicos yeclanos”. Pag 368 y a la 372. Depósito Legal: -MU-2874-2008. Edición Asociación de Amigos de la Música de Yecla 2008.
– En línea: http://www.elrincondelpasodoble.com/historia.html
– Archivo Asociación de Amigos de la Música de Yecla, sección pasodobles, números 6 y 7 “Corazón Yeclano).
– En línea: https://revistadiapason.com/octavio-j-palao-flautista-de-honor-de-la-banda/

José Miguel Ibáñez Lax.

La Concejalía de Cultura y Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Yecla, informan que ante la situación sanitaria actual han decidido aplazar el V Concurso de Composición “Fiestas de la Virgen” Modalidad Pasodoble-Marcha, para el próximo año 2021.

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La situación actual en la que nos encontramos de crisis sanitaria por la pandemia originada por el Covid19, y que ha motivado la toma de medidas restrictivas en todo nuestro país, ha sido el motivo por el cual las autoridades municipales de Yecla han tomado la decisión de aplazar este Concurso musical.

El mismo está organizado por el Ayuntamiento de Yecla con la colaboración de la Asociación de Mayordomos de la Purísima Concepción y la Asociación de Amigos de la Música de Yecla.

Si la situación lo permite les informaremos sobre el V Concurso de Composición “Fiestas de la Virgen” a principios del próximo año 2021.

El Comité Organizador del Certamen Regional de Bandas de Música ‘Villa Mota del cuervo’ ha decidido aplazarlo dado la situación sanitaria.

Tras el confinamiento del mes de marzo, el Comité Organizador del Certamen Regional de Bandas de Música “Villa Mota del cuervo” cambió el formato del certamen para que éste se pudiese celebrar. Se cambió: la fecha, la sección y la obra obligada.

Desde el inicio de la segunda ola, la Región de Castilla La-Mancha se ha mantenido en unos niveles de incidencia acumulada que hacían soñar a: Instituciones públicas, Comité Organizador y Bandas de Música la celebración del evento, pero, desde el 7 de octubre, toda la Región se encuentra en nivel 2 y tras prorrogarse la Resolución del 5/11/2020, las autoridades sanitarias han comunicado que el protocolo de seguridad presentado por el Comité Organizador, es un documento viable para otra situación epidemiológica, pero no para la actual. La Resolución del 15/11/2020 estará vigente hasta el próximo 27 de noviembre (una semana antes del 5 de diciembre) e impide celebrar eventos de este tipo.

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Cuenca y el Ayuntamiento de Mota del Cuervo han apoyado la celebración del certamen hasta el último minuto y han comunicado al Comité Organizador, que el certamen se celebrará el próximo año, cuando sea totalmente seguro para todos los agentes implicados.

El Comité Organizador quiere agradecer a todas las instituciones públicas y privadas por creer y por apoyar el Certamen. Las bandas de Castilla-La Mancha, necesitan un espacio competitivo de estas características, para generar experiencias y mejorar el nivel musical de estas formaciones y sin el apoyo de la administración pública, sería imposible organizar un evento de estas características. El Certamen Regional de Bandas de Música “Villa Mota del cuervo” en tan solo 6 ediciones, se ha ganado el respeto del mundo bandístico en nuestro país.

Por último, y no por ello menos importante, el Comité Organizador, no encuentra los adjetivos o mejor dicho, la literatura se queda corta para agradecer el: comportamiento, la fe, la actitud y la perseverancia de todas las bandas inscritas en esta edición. Durante estos meses, el Comité ha intentado sortear todas las dificultades, en algunos momentos pensó en tirar la toalla, pero la ilusión y el aliento de todas las bandas inscritas, nos dieron fuerzas para llegar hasta al día de hoy. Este año no habrá Certamen, pero volverán en 2021.

Fuente: https://www.nuestrasbandasdemusica.com/

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La irrupción de la COVID19 ha supuesto un auténtico tsunami a nivel planetario, un suceso global que ha cambiado de manera repentina nuestras vidas, nuestras rutinas, nuestras costumbres, además de amenazar seriamente nuestras vidas y la de nuestros seres queridos.

Por otra parte, todos los entornos laborales y las diferentes profesiones han tenido que experimentar cambios y adaptaciones importantes. Empezando, claro está, por los profesionales de la Sanidad que están soportando sobre sus espaldas la atención sanitaria a la ciudadanía con riegos importantes para sus vidas. He leído que ya son cerca de 77.000 los profesionales contagiados. Los aplausos a las veinte horas estuvieron más que justificados. Pero no son los únicos, también están realizando esfuerzos muy significativos los profesionales de la educación. Y aquí quería llegar.

Nuestro sistema educativo y sus responsables han tenido que realizar transformaciones muy profundas en apenas quince días. Hemos cambiado más en tres meses que durante todo el último siglo, exagerando un poco, claro. Organizar todas las enseñanzas de manera telemática de un día para otro y “aguantar el tipo” puede considerarse un esfuerzo titánico al que han contribuido, sin duda, los responsables políticos y técnicos de las administraciones educativas, las direcciones de los centros escolares y el conjunto del profesorado. Naturalmente, también el resto de miembros de la comunidad educativa, pero mi reflexión se centra, en esta ocasión, en la respuesta profesional.

Un esfuerzo que va adaptándose a la misma evolución de la pandemia, pues si complicado ha sido organizar las diferentes enseñanzas a distancia, más complicado está siendo adecuar el funcionamiento de los centros a la “nueva realidad”. Por simplificar, se trata de garantizar en plena pandemia el funcionamiento normalizado y presencial de los centros educativos mitigando y evitando los riesgos de contagio. Algo así como la cuadratura del círculo. Y lo curioso es que se está consiguiendo; el nivel de contagio y de brotes en el ámbito escolar es bastante reducido. De momento. Por todo ello, creo sinceramente que las direcciones escolares y sus equipos directivos están realizando un trabajo excepcional en unos contextos muy complicados. Y me explicaré.

En primer lugar, han asumido una enorme  responsabilidad. Las administraciones educativas han estado raudas al anunciar que la responsabilidad para redactar y aplicar los planes de contingencia y gestionar los casos y los brotes correspondía a las direcciones escolares. Aquí sí que se les ha dado rápidamente autonomía. Sobre las espaldas de estos profesionales ha recaído la mayor parte de la  responsabilidad.

Y es lo suyo, vaya por delante. Cuando se cree en un modelo de dirección relevante y con capacidad ejecutiva hay que ser consecuentes. A las duras y a las maduras. Lo que duele es que solo sea para “las duras”. ¡Lástima que esta autonomía no la tengan en otros ámbitos, donde las administraciones se resisten a ello!

Sigamos. No sólo responsabilidad, nuestras direcciones escolares han tenido y están teniendo que realizar un ingente trabajo añadido, mucho trabajo. He sido director doce años de un centro público y convivo con una directora también. He vivido y sigo viviendo en primera persona las dificultades y el trabajo extraordinario que han tenido que realizar todos durante los meses que dura la pandemia.

De momento  este año, muy pocas vacaciones, pues el virus no ha descansado tampoco y las resoluciones de las autoridades educativas se sucedían también en julio y agosto. Además, la preparación del curso en septiembre en estas condiciones ha supuesto, imagino que para la mayoría, un trabajo continuado e intenso durante el verano.

Las nuevas tareas son muchas: Señalizar el centro, redactar planes de contingencia, organizar entradas escalonadas, modificar las programaciones didácticas, informar a la administración de los casos y de los brotes, cambios organizativos para adaptar el funcionamiento administrativo a la nueva realidad, conocer y manejar la nueva normativa y suma y sigue… Una gran cantidad de nuevas funciones.

Más responsabilidad, más trabajo y añadamos algo nuevo: Más conflictos que asumir. Unas circunstancias tan serias provocan miedo, ansiedad y preocupaciones en todos los sectores educativos (profesorado, padres/madres, etc.). Es lo normal. Y aunque el comportamiento del profesorado y del resto de los sectores educativos está siendo ejemplar, los nuevos conflictos no se pueden evitar en colectivos tan numerosos.

Para más inri, mucha responsabilidad y pocas competencias. Deben afrontar un reto descomunal con muy pocas herramientas: Un jefe de personal que no tiene competencias en la gestión de personal,  un líder pedagógico con poco margen para elaborar un proyecto educativo (a diferencia de los colegios privados), un responsable de gestión que no tiene prácticamente margen de maniobra para conseguir recursos extraordinarios. Vaya, para salir corriendo.

Nuestro modelo de dirección escolar es una anomalía en todo el mundo (junto a Portugal). En el resto de países, desde la China popular hasta la América capitalista, los directores gozan de más competencias y son auténticos profesionales, es decir, tienen una dirección profesionalizada. Aquí, este modelo profesional de la dirección nos recuerda al cuerpo de directores del franquismo. Por ello, una gran parte de los sectores educativos lo rechazan y consideran que “lo nuestro” es más democrático y participativo: Complejos del pasado. Y falso, porque son muchas las direcciones que acaban siendo nombradas por la administración por falta de candidatos; así que, de participación, no vamos muy sobrados.

Pensamos que no hay nada más democrático que un director/a con atribuciones y competencias para ejecutar los acuerdos tomados democráticamente en los órganos de gobierno colegiados. Esto, algunos lo venden como autoritarismo, pero cuando nadie manda ya se sabe… Lo dejo aquí, no quiero venirme arriba.

Así que, o todo el resto del mundo está equivocado, cambiará su modelo y nos seguirá en esta “senda democrática”, o somos nosotros los que caminamos en dirección contraria al sentido común. Más bien me inclino por esto último.

Creo que llegará el reconocimiento de la sociedad a los profesionales de la educación en su conjunto, pero jamás valoraremos lo suficiente a las direcciones de los centros escolares. Y no creo que lo hagamos de manera pública y notoria, no queda bien todavía reforzar a los directores/as.

Y esto me hace pensar, ¿por qué los directores/as son una figura poco simpática? Miren los Simpson, uno de los personajes más patéticos es, sin duda, el director del colegio de Springfield, Seymour Skinner, el estereotipo de alguien preocupado por las reglas y por amargarle la vida al pobre Bart Simpson. Casi igual de siniestro que la figura  del cazador en los cuentos de Walt Disney.

Bueno, es lo que hay. Pese a todo, ahí siguen trabajando y dando muestras de un compromiso colosal por el sistema educativo público. Nadie saldrá nunca a los balcones para aplaudir a estos profesionales; incluso en algunos centros educativos, no recibirán el apoyo y aliento de sus propios compañeros/as (en la mayoría, sí). Pero son necesarios, muy necesarios y en estos momentos lo han demostrado y lo están demostrando. Gracias y enhorabuena a todos estos profesionales. Se merecen también un aplauso unánime de todos nosotros.

Manuel Tomás Ludeña

La epidemia del coronavirus que ha asolado el mundo entero y que ha tenido una especial virulencia en nuestro país, además de una tragedia, ha supuesto un cambio radical en la sociedad y, por supuesto, en la música.

Los músicos, tanto docentes como intérpretes, han tenido que adaptarse a la nueva situación.

La primera consecuencia que ha tenido para los profesores de música ha sido la proliferación de las clases online. No cabe duda de que hay una grandísima diferencia entre dar clases de forma presencial y online.

Fuente: Escrito por diapason – 5 noviembre, 2020

En las clases por vídeollamada el alumno no puede apreciar la calidad de sonido del profesor, cuestión ésta muy importante para el aprendizaje de un instrumento puesto que la imitación del sonido nos permitirá desarrollar una sonoridad relajada, flexible y musical, y esto es muy difícil de apreciar a través de una clase no presencial, ya que la calidad del audio no tiene nada que ver con la de una clase real.

Otro inconveniente que surge en las clases online es la dificultad para interactuar con el alumno. El profesor no puede tocar un dúo con él ni, incluso, ponerle el metrónomo, puesto que el retardo que se produce en el sonido dificulta el sincronizar la interpretación musical en conjunto. Además, a la hora de mostrar algún ejemplo de ejercicio técnico o musical a los alumnos se pierde mucho tiempo mientras tienes que mostrar alguna partitura en Pdf a través de la pantalla. El solo hecho de realizar alguna anotación en la partitura, que antes era un proceso rápido e intuitivo, se convierte en una odisea al tener que dar instrucciones a través de la pantalla.

Para intentar paliar estos inconvenientes, los profesores recurren a un esquema más estático de enseñanza: primero toca el alumno y, a continuación, el profesor explica las correcciones pertinentes o toca los pasajes él mismo. Este proceso se repite varias veces hasta que la interpretación de la pieza va mejorando, aunque las interactuaciones entre profesor y alumno se ven reducidas al máximo.

Por supuesto, el impartir clases online es mucho más difícil para los niños más pequeños y también para los grupos de alumnos. Mantener la atención de todo un grupo, sobre todo en edades tempranas, es una tarea muy difícil a través de la pantalla del ordenador o la Tablet. Además, es bastante difícil recurrir a la interpretación conjunta de todo el grupo por el tema ya mencionado del retardo en el sonido.

En el caso de las clases de instrumento a los alumnos más mayores, las clases no presenciales pueden ser más provechosas, especialmente cuando la materia a trabajar es muy específica. Por ejemplo, para mostrar una rutina de ejercicios a los alumnos, para explicar cómo trabajar una obra, etc. De hecho, con esta pandemia, un gran número de profesionales (pertenecientes a orquestas profesionales, sobre todo), han realizado numerosas aportaciones a través de YouTube o de otros canales, sobre diferentes prácticas instrumentales o grabaciones musicales, así como la realización de clases online.

A pesar de todos estos inconvenientes, no cabe duda de que las clases online han permitido a las escuelas de música y conservatorios continuar con su actividad, cosa que no se ha podido hacer en muchos otros trabajos. Dependiendo del número y la edad de los alumnos, así como del tipo de enseñanza musical de la que estemos hablando, las clases se han podido seguir con mayor o menor éxito, pero han permitido al alumnado continuar con sus estudios y a los centros educativos mantener una actividad con la que han podido mantener su función educativa y social.

Mientras el mundo de la docencia musical ha podido de alguna manera capear el temporal que ha supuesto la epidemia de coronavirus, para los músicos dedicados a la interpretación, ha supuesto una autentica hecatombe. Desde los grandes concertistas e intérpretes de todo tipo de música, hasta las orquestas y bandas profesionales o las agrupaciones musicales de todo tipo (bandas, coros, orquestas de música ligera, etc.), todos han sufrido una parálisis total de su actividad a nivel de ensayos y conciertos, ya que sin el público la música no puede existir.

Los músicos de las orquestas y bandas profesionales están aprendiendo a utilizar la mascarilla, a tocar separados de sus compañeros e incorporar todas las precauciones a su trabajo habitual de tocar música de conjunto. Estos músicos han tenido que adaptarse e incorporar otras actividades de manera online, como clases particulares, realización de arreglos musicales, agrupaciones virtuales, autopromoción en redes sociales o, en el caso de algunas orquestas profesionales, conciertos en streaming tanto de pago como en abierto.

También para las bandas no profesionales, ha supuesto un parón total en su actividad musical y una merma importante en los ingresos generados por las actuaciones y conciertos, con el consiguiente perjuicio para el mantenimiento de sus actividades de formación de músicos y de dinamización de la cultura de tantos pueblos y ciudades.

Además, y al igual que en otras muchas profesiones, la vuelta a la actividad se prevé muy lenta y volver a alcanzar un nivel similar al anterior a la pandemia, en lo que se refiere a conciertos y actividades musicales, se ve ahora mismo como algo muy lejano.

Durante todo el período de confinamiento, una de las cosas que nos ayudó a sobrellevar este difícil período fue la Cultura. Los conciertos desde los balcones, el cine, las series, la música de todo tipo, etc. Ahora, esos mismos artistas necesitan de todos nosotros para volver a realizar lo que mejor saben hacer.

Al igual que en muchos otros campos de nuestra vida cotidiana, necesitamos recuperar, con precaución, pero con determinación, la vida social y cultural que tan importante es para las relaciones humanas y el enriquecimiento personal.

Jesús Rodríguez Azorín

Catedrático de Trompeta del Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba.

“Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados”. El inicio de El amor en los tiempos del cólera (1985) de Gabriel García Márquez es, sin duda, una transparente alegoría de cómo la sencillez de una situación nos puede evocar todo aquello que amamos. Siempre hay una almendra amarga en mitad del deleite, y no sabemos cuando nos puede tocar. Hace sólo un año, no hubiéramos imaginado que llegaríamos a anhelar poder hacer nuestro trabajo con la normalidad que creíamos establecida. Ahora es el simple calor de nuestro hogar quien nos acerca a los anhelos perdidos, a aquellos que tal vez nunca consideramos como necesarios, aquellos por los que nunca luchamos y que, a pesar de ello, ahora se convierten en nuestras más grandes victorias. De repente, un terrible virus ha sido el elemento generador para el reseteo de nuestra vida.

Sin embargo, dentro y fuera del período especial que nos ha tocado vivir, seguimos sin encontrar un reconocimiento y valoración de la cultura como actividad esencial para la vida. La heurística aplicada a disminuir riesgos de contagio ha llevado a situaciones límite a diferentes sectores de la cultura: músicos sin conciertos, actores sin funciones ni proyectos, artistas plásticos sin posibilidad de exponer sus obras, disminución o cancelación de encargos, reducción de aforos en teatros y cines, técnicos de espetáculos sin trabajo … En contraposición viajamos en aviones, trenes y metros repletos de gente, compartiendo espacios más pequeños que un auditorio o un teatro, y sin ninguna distancia de seguridad. Esta controversia que puede entenderse dentro del método empírico del ensayo y error aplicado en situaciones desconocidas, nos hace reflexionar, desde el más puro sentido común, sobre la situación que nos ha tocado vivir. Tal vez, el hecho de que la cultura sea ninguneada en muchos casos, sin aplicársele métodos de salvaguarda coherentes y dignos, sea el resultado de una educación general destinada a formar profesionales especialistas con grandes lagunas en el campo de la ética. Tener grados, másteres o doctorados, debería proporcionar valores más allá de las capacitaciones profesionales adquiridas. El conocimiento que no abre visión y que no contextualiza su uso en el mundo que nos rodea, es sólo materia de erudición sin contacto con la realidad.

Cuando se utilizan campañas publicitarias en las cuales se utilizan frases del tipo: “Papá, mamá, dejo los estudios para centrarme en la música”, se evidencia que una estrategia de marketing puede dejar aflorar la más cruel y desnuda ignorancia. Se supone que quienes hayan diseñado semejante spot tendrán una formación específica en al ámbito publicitario, sin embargo, parece que adolecen de la más mínima sensibilidad para pensar que pueden ofender a los que hemos estudiado música. O, simplemente, ignoran que dedicarse a la música supone un estudio comprometido, entregado, constante y que exige un gran esfuerzo vital. Más allá de lo anecdotario del tema, no deja de ser una prueba más de tan desconocido como es nuestro oficio y de la vigencia de los estereotipos que perduran sobre él.

Se avecinan o, más bien, ya nos invaden tiempos difíciles en los cuales, los trabajadores del ámbito cultural, habremos de reivindicar nuestra utilidad para que no se nos enmarque en el ostracismo de lo prescindible. La precaución y la prevención no pueden ser el alimento del miedo sino de la concienciación de una realidad nueva a la cual todos debemos enfrentarnos con lógica y con compromiso. Es más, aplicándose normativas de seguridad eficaces y específicas, se podría mantener el tejido cultural dentro de nuestro sistema económico, conservando un sector ya de por sí denostado que siempre ha sido destinatario de recortes en momentos de crisis. En estos meses tras la pandemia hemos asistido y/o participado en actividades culturales adaptadas desde todos los ámbitos, artísticos y protocolarios, a la nueva realidad. Y todo por sobrevivir, por seguir ofreciendo calidad cultural a pesar de la situación tan anómala en la que se desarrolla la vida actual.

En el ámbito musical, muchas bandas y orquestas han estado trabajando desde el primer momento, adecuando su actividad a la normativa de seguridad recomendada para reducir el riesgo de contagio. El esfuerzo de los profesionales de estas formaciones y de sus equipos organizativos y administrativos es una clara evidencia de que sí se puede mantener una actividad cultural segura. No es tiempo de grandes fastos culturales (aquellos que muchas veces hubieran sobrado), sino que es momento de poner de manifiesto la necesidad de la presencia cultural en nuestras vidas con sencillez, pero con total normalidad.

Tras el confinamiento, el pasado mes de junio volví a dirigir. El sonido de los aplausos era diferente, como más cálido, de más duración e intensidad y con una clara y evidente empatía. Desde el escenario vi ojos de felicidad que intuían muecas de complicidad tras las mascarillas. Después de los conciertos, mucha gente se acercaba para darnos las gracias. Y con ello, los momentos de tensión vividos en los ensayos con la preocupación por cumplir la distancia de seguridad o por si estábamos haciendo las cosas bien, parecían disiparse. Sí, hemos tenido y tenemos miedo, pero un miedo que no ha sido capaz de acabar con el entusiasmo por hacer el trabajo que tanto nos gusta. Y es que aquello que amas se convierte en elemento resiliente contra la adversidad. No es momento de heroicidades, pero he de reconocer que la profesionalidad con la que me he encontrado en mi trabajo, tanto por parte de los músicos como de los equipos técnicos y organizativos, es del todo esperanzadora y reconfortante. Así lo ha manifestado el público que ha venido a escucharnos, un público entregado que, con sus aplausos y comentarios, nos ha agradecido el poder ofrecerles nuestro trabajo. Hace unos días, tomando un café con unos compañeros en el descanso de un ensayo, se nos acercó una señora a la mesa y me dijo: “Disculpen…, son de la Banda Municipal, les he reconocido… Muchas gracias por su trabajo. No saben cuanto bien nos hace…”. A veces, momentos como éste, compensan todo esfuerzo y preocupación por reivindicar nuestro trabajo. La sensibilidad de muchas personas como esta señora existe y, en ocasiones, es ignorada por quienes se levantan en adalides de “lo necesario”. Confiamos en que no se ignore la necesidad que la sociedad tiene de un alimento cultural, básico y fundamental para una vida en equilibrio.

Y ahora, a estudiar, precisamente porque soy músico y no puedo dejar de hacerlo. No hay otro camino para aprender y para ser. Y aunque pueda encontrarme con alguna almendra amarga, insistiré en encontrar aquellas que no lo son, pues su sabor eclipsa el resabio de las otras. Y si alguien no lo entiende, que no deje de estudiar …

José R. Pascual-Vilaplana

Bilbao, 31 de octubre de 2020

Fuente: https://www.pascualvilaplana.com/

Artículo original: La Música en los tiempos de la Pandemia

Las bandas de música serán uno de los platos fuertes de la programación del fin de semana del 17 y 18 de octubre del ciclo ‘Cultura popular en los Ateneos’. 

La Banda FCSM & Banda de Música del Colegio Padre Manyanet actuará el sábado 17 de octubre el Fomento Hortenc ( 21h ) y al día siguiente domingo la Banda Sinfónica de Barcelona al Aliança del Poble Nou ( 18h ).

La cultura es segura y las nuevas restricciones presentadas con el objetivo de frenar la Covidien-19, no afectan a la programación de estos conciertos, a los que el público tendrá que presenciar con mascarilla. Para asegurar la distancia de seguridad y el aforo, las entradas, aunque son gratuitas con taquilla inversa, se deben reservar para los siguientes enlaces:

Concierto Contrastes de la Banda FCSM & Banda de Música del Colegio Padre Manyanet de Barcelona -Fomento Hortenc, sábado 17 de octubre a las 21h -, para adquirir su entrada gratuita, haga clic aquí.

Concierto Con nombre de mujer de la Banda Sinfónica de Barcelona -la alianza de Poblenou domingo 18 de octubre a las 18h -, para adquirir su entrada gratuita, haga clic aquí.

‘Contrastes’ del Colegio Padre Manyanet de Barcelona

La propuesta de la Banda FCSM & Banda del Colegio Padre Manyanet de Barcelona presenta un viaje por los diferentes estilos que en el transcurso de la historia las bandas de música se han adaptado a los gustos musicales del momento con pasodobles, canciones, valses, bandas sonoras y música rock. La banda, nacida en 1968 en el barrio de las Cortes, ha sido durante mucho tiempo la única banda juvenil de la ciudad. Cabe destacar la implicación de la formación en el calendario barcelonés festivo: participando en la cabalgata de Reyes, en las fiestas de Santa Eulalia, el Corpus y la Merced.

Contrastes será un concierto que homenajea desde las raíces de la banda como pueden ser los pasodobles, hasta la música arreglada de bandas sonoras que serán muy reconocibles por el público. El espectáculo, sábado 17 de octubre a las 21h el Fomento Hortenc, es gratuito con taquilla inversa, por lo que el público, al finalizar el acto podrá hacer una donación voluntaria.

‘Con nombre de mujer’ de la Banda Sinfónica de Barcelona

Con este concierto la Banda Sinfónica de Barcelona reivindica la importancia de la mujer en el mundo musical como integrante de las formaciones, como arreglista, compositora, protagonista de las historias … Con este eje la Banda interpretará piezas musicales de géneros y épocas diversas.

La Banda Sinfónica de Barcelona nace en el año 2019 bajo el cobijo de la Asociación Musical andresense, creada en 2015 con el objetivo de promover los valores de la música como vehículo de solidaridad, cultura, educación, convivencia e integración. El concierto Con nombre de mujer, del domingo 18 de octubre a las 18h en el Casino la Alianza del Poblenou, será gratuito y con taquilla inversa.

La programación para este fin de semana del ciclo Cultura Popular los Ateneos también incluye el espectáculo Somos del Esbart iris en el Santos teatro, domingo 18 de octubre. Puede consultar y reservar entradas para los diferentes espectáculos del ciclo, todos ellos gratuitos, con entrada inversa, haciendo clic aquí .

Artículo por: Pedro Rodríguez Navarro

No hay un acuerdo científico sobre las causas de la extinción de los dinosaurios. Pero la mayor parte de expertos ve plausible la hipótesis del impacto del meteorito. A nosotros no nos ha caído un meteorito, pero si una pandemia global.

No voy a contaros nada nuevo sobre el SARS-CoV-2, bastante información y desinformación hay sobre el tema. Mi intención es compartir algunos pensamientos con vosotros.

Antes de la pandemia ya estábamos viviendo cambios sociales a un ritmo muy acelerado. Los que queríamos permanecer actualizados teníamos la necesidad de adaptarnos a todo lo que estaba sucediendo. Globalización, movilidad, tecnología y comunicaciones, startups… Cada cambio venía para quedarse y quedarse anclado en el pasado era un síntoma negativo, se percibía como algo parecido a quedarse rezagado. El conservadurismo más recalcitrante cada vez ha estado peor visto en nuestra sociedad o al menos estaba lleno de connotaciones negativas.

La pandemia está acelerando mucho más estos cambios, lo que se esperaba para los próximos diez años están sucediendo en diez meses. A principios de marzo, con el confinamiento, fui de los muchos que pensamos que esto sería un bache, un accidente, un mal sueño de una noche de primavera, un mes de abril perdido… Las noticias sobre las vacunas o el éxito en doblegar la primera curva invitaban a pensar en esa dirección. Pero a día de hoy,

¿ALGUIEN PIENSA QUE TODO VOLVERÁ A SER COMO ANTES? A MÍ, YA NO ME LO PARECE. Clic para tuitear

Los cambios en los hábitos laborales con el teletrabajo o los cambios en los hábitos de compra con la imposición del online, son bastante llamativos y profundos como para pensar que han venido para quedarse definitivamente. Aquello de cualquier tiempo pasado fue mejor puede estar más vigente que nunca, sobre todo, cualquier tiempo sin coronavirus. Pero aferrarse a ese tiempo implicaría quedarse anclado en el pasado.

Y mientras sucede todo esto no puedo evitar pensar en nuestras sociedades musicales y nuestra querida cultura de bandas de música, donde también incluyo orquestas y coros. ¿Queremos adaptarnos a los profundos cambios que estamos viviendo? O por el contrario queremos negarlos y, ¿quedarnos aferrados al pasado? Aferrarse al pasado parece una actitud temeraria, una postura que no conduce a nada. Tarde o temprano la mascarilla pasará, pero los nuevos hábitos permanecerán. Con el tiempo que llevamos con estos hábitos algunos ya empiezan a convertirse en costumbres y las costumbres permanecen.

Pienso en voz alta o, mejor dicho, pienso en voz escrita. Nadie quiere formar parte de la manada de dinosaurios cuando impacta el meteorito. Por eso necesitamos que la innovación vaya calando en nuestras actitudes para poder ir adaptándonos a las nuevas necesidades. Reuniones de Juntas directivas online, ¿podemos aprovechar esto para captar más miembros para las juntas directivas? ¿puede servirnos para ampliar nuestra red de colaboradores y con ello incrementar todavía más el mayor recurso que tenemos, el voluntariado? ¿Deberíamos formar nuevas y mayor número de agrupaciones con menos integrantes?, ¿formaciones reducidas ajustadas a las circunstancias actuales? ¿deberían los compositores empezar a componer mayoritariamente para grupos de pequeño formato? ¿qué tipo de composiciones nos aventura este futuro?, ¿qué arreglos? Las nuevas disposiciones con músicos o cantantes a metro y medio de distancia, ¿alguien puede asegurar que desaparecerán? ¿no hay nada aprovechable en las nuevas disposiciones de músicos sobre el escenario? ¿nadie quiere explorar nuevas sonoridades derivadas de ello? No se trata de parchear, se trata de empezar a buscar respuestas estables con la mirada fijada en que la supuesta “nueva normalidad” puede ser la “futura rutina”, termino que creo más ajustado a lo que se nos viene encima y que no he visto utilizar todavía.

En este páramo de desgracias en que se ha convertido 2020 también hay sitio para la esperanza. El ámbito cultural está siendo seguro. Los museos, las bibliotecas, los cines, los teatros o los auditorios no están siendo lugar de contagio. Es muy buena noticia. Hay que perseverar en ello manteniendo todas las medidas implantadas para combatir el virus y sentirnos seguros, mejorándolas si cabe cada día. Esta coyuntura positiva hay que aprovecharla para estabilizar nuestra actividad y relanzarla hacia el mañana, hacia el futuro. A los pesimistas de siempre (por llamar de alguna manera a esos que nada aportan y solo ven la parte vacía de la botella) les diría que piensen que los estadios de futbol se mantienen vacíos mientras nosotros ya podemos disfrutar de espectáculos, aunque sea con aforos reducidos. Tenemos la iniciativa.

Por supuesto que hay que seguir con el principio de cautela. Pero al mismo tiempo tenemos la obligación de ir pensado en fórmulas que consigan que todos esos meteoritos que se alinean en el horizonte no supongan una amenaza para la música y podamos continuar esquivándolos.

Debemos preservar este legado de más de doscientos años de tradición y bagaje etnológico, para poder regalárselo a las generaciones venideras como nuestros mayores nos lo regalaron a nosotros. Sabemos que no fue fácil y que nuestros ancestros tuvieron que lidiar con las penurias y escasez material, con guerras, dictaduras y cambios constitucionales e inestabilidad social y política, la España de los últimos dos siglos sin ir más lejos.

Hoy ya nos hemos dado cuenta que para nosotros tampoco será fácil. Cada generación enfrenta sus propios problemas y el nuestro es el de una emergencia sanitaria sin parangón en la era reciente situada entre dos crisis económicas, la de 2008 a 2014 y la que se aventura para 2021. a ¿2028?

Nuestro reto será acomodar nuestra herencia musical a todos estos cambios que la emergencia está produciendo en nuestra sociedad, al igual que nuestros antepasados se adaptaron a los suyos.

Es responsabilidad nuestra y de cada una de las personas que configuramos este ecosistema no anclarnos al pasado con la sola esperanza de la vacuna. La innovación será la que nos permita mantener la iniciativa en la rutina futura.

Fuente: Por  https://www.radiobanda.com/ – 

El presidente de la Federación Catalana de Sociedades Musicales nos habla del estado de las bandas, sus preocupaciones y la reacción del Gobierno tras las últimas restricciones que provocaron cancelaciones de conciertos.

Fuente: https://xarxanet.org/

La cultura será declarada como un servicio esencial. Así lo pidió el presidente de la Generalitat Quim Torra a la consejera de Cultura, Mariàngela Villalonga , para evitar el cese de la actividad cultural en una situación como la actual. Las últimas restricciones del Gobierno generaron algunas dudas sobre la posibilidad o no de ejercer actividades culturales, lo que provocó una serie de cancelaciones. Después de una carta de la Academia Catalana de la Música , la reacción ha sido rápida.

Una de las entidades que forman parte de esta organización, Federación Catalana de Sociedades Musicales , ha sido una de las más afectadas por estas cancelaciones de conciertos. Hablamos con su presidente, Josep Parés sobre las bandas de música y la labor de la Federación:

¿Cuál es el trabajo de la Federación Catalana de Sociedades Musicales?

Lo que hacemos desde la Federación es coordinar y acompañar todas las bandas de música. En este momento tenemos unas 54 bandas federadas en Cataluña. Intentamos conjugar con las bandas una serie de actividades que ellas proponen y, en muchos momentos, como este, actuamos casi como promotores también.

Simultáneamente hacemos una serie de actividades en las que aglutinamos todas las bandas. Cada año hay Encuentro de Bandas donde acuden todas las bandas de Cataluña. También organizamos el Festival de Bandas, en el auditorio de Barcelona, ​​con la actuación de tres de ellas, todo organizado por la misma Federación y siempre a coste cero para las entidades.

El Festival de Bandas se suspendió por la pandemia. Hay nueva fecha?

Efectivamente, este año se tuvo que suspender, pero trabajamos a ver si lo podemos recuperar el próximo año, en 2021.

También tenemos un concurso de composición anual, en el ámbito internacional, así como otras actividades permanentes, como por ejemplo referente a la formación. En definitiva, hacemos de acompañantes de las bandas para salir adelante y defender nuestros intereses colectivos.

Qué afectación ha tenido la pandemia?

Al mismo momento en que se declaró la pandemia, lo que hicimos es, inmediatamente, suspender todo, cualquier actividad, supongo que como muchos otros sectores. Por lo tanto, desde marzo hasta mayo, ha está todo paralizado, no hemos podido hacer nada. Ni siquiera hacer cosas previas para que arranque, como por ejemplo los ensayos. Las bandas de música no pueden actuar si previamente no ensayan, y no pueden plantear ningún proyecto porque no están afinadas.

Y cuál fue la reacción de la Federación?

Desde el primer momento vimos claro que teníamos que trabajar para la reanudación durante este tiempo. Proporcionamos a todas las entidades un kit sanitario, con termómetros de infrarrojos para tomar la temperatura, gel para las manos, mascarillas, objetos para limpiar los aerosoles que se quedan dentro de los instrumentos, etc.

Y simultáneamente, generamos un protocolo de actuación que recoge desde la distancia que deben estar los músicos en el escenario, hasta cómo utilizar las mascarillas y como se incorporan en el escenario, tanto en los ensayos , como en los conciertos. Esto costó muchísimo. Formamos parte de la European Music Council que aglutina a muchas actividades de los sectores musicales de Europa, ya través de ellos conseguimos que nos llegaran estudios médicos y técnicos para dar validez y reforzar el protocolo.

Las bandas han podido volver a su actividad?

Algunas están activas, otros no, por diferentes razones. La mayoría intentando ensayar para reanudar la actividad. Aquellas que tienen que ensayar en espacios cedidos, que son espacios municipales, o que directamente son bandas municipales, donde los ayuntamientos lo han paralizado todo, están paradas. No son la mayoría, pero son muchas. Sin embargo, tenemos bandas activas, que están realizando conciertos en diferentes lugares, aunque nos hayan suspendido casi todos.

Con las últimas medidas decretadas por el Gobierno de la Generalitat ha habido un poco de confusión y algunas actividades culturales se han suspendido.

Se transmitieron algunas expresiones que llevaban a error oa dudas, y en una situación como la que estamos, ante las dudas, automáticamente se cierra todo. Los ayuntamientos suspendieron actividades y se cancelaron muchos conciertos.

Teníamos claro que el PROCICAT había validado que en actividades en las que tenemos un protocolo en marcha, no había ninguna dificultad para realizar la actividad. Pero como esto no lo había entendido todo el mundo, la Academia Catalana de la Música, en la que nosotros formamos parte activa, pidió una reunión con el presidente de la Generalitat y envió una carta donde se especificaba la situación y se le manifestaba que lo que se estaba transmitiendo desde el gobierno llevaba a unas interpretaciones que provocaban algunas dudas.

¿Cuál ha sido la respuesta?

El presidente dispuso que la consejera de Cultura y todo el equipo del Departamento de Cultura se reunieran con la Academia. Se han acordado una serie de mesas bilaterales para hablar de qué podemos hacer de aquí en adelante. También se ha publicado una resolución donde se especifica que las actividades culturales, conciertos y actos de fiestas mayores que cumplen los protocolos acordados por PROCICAT no están sometidas a las últimas restricciones.

Por nuestra parte, hemos enviado un comunicado a todas las bandas informando de esta situación y informándoles que nos reconocen como sector esencial en el ámbito de Cataluña.

Se han desvanecido las dudas?

Completamente. Se ha reaccionado correctamente por parte de la Generalitat, del presidente Quim Torra, de la Directora General de Cultura Popular María Ángeles Blasco, y la consellera Mariàngela Villalonga, ha sabido estar a la altura. Estamos satisfechos y tendremos que luchar para que todo esto acordado se pueda llevar a cabo.

Aparte de ésta, qué otras preocupaciones os hacen llegar las bandas?

Básicamente quieren poder tener su actividad normalizada, con todas las restricciones que nos marcamos. La segunda gran preocupación sería la de las escuelas de música. Hay entidades con bandas que tienen alguna escuela de música. Estas tienen, además, el añadido de que en cuanto a enseñanza no se acaba de aclarar si va a un lado u otro y las normas van variando cada día. Y la tercera es la supervivencia, los temas económicos.

La pandemia ha afectado su supervivencia?

La suerte que tienen las bandas más pequeñas es que, en el ámbito de costes fijos, básicamente tienen el gasto del director. En la Federación de Sociedades Musicales hay una parte que son amateurs, pero otra parte que son profesionales. En este caso, al estar absolutamente legalizados todos, tienen más gastos.

En todo caso, sea como sea, hay muchas dificultades para que las bandas se nutren de las fiestas mayores, los conciertos, los acuerdos que hemos llegado con la Diputación de Tarragona, o el Ayuntamiento de Barcelona, ​​por poner dos ejemplos, con los que se consiguen unas compensaciones económicas que les permiten tener posibilidades de desarrollarse. Ante eso hemos actuado directamente como promotores de conciertos.

publicado el  por 

El presidente y componentes de la Junta Directiva de la Federación Balear de Bandas de Música nos explican la preocupación de las bandas de música federadas por la actual situación debido a las estrictas medidas de seguridad impuestas a las bandas por el Gobierno de las Islas Baleares, a debido a la Covid-19. Los actuales componentes de la junta directiva son: Juan Carlos Julià, presidente; Jordi Vanrell Alcalde, vicepresidente; Tomeu Garau, secretario; Gema de las Heras, tesorera; Joan Serra, asesor; y vocales, María de los Ángeles Paniagua y Albert Sierra.

La actual situación provocada por la Covid-19, ha afectado mucho al mundo de la Cultura, y por tanto, también a las bandas. Pensad desde la federación poder reactivar las bandas?
Es imposible desde la Federación de Bandas poder ayudar a reactivar el sector bandístico con las medidas tan poco meditadas y acertadas que nos ponen desde el gobierno. Pero lucharemos para hacer frente a estas medidas y que la normalidad vuelva a las bandas.

Cómo afectan las restricciones por el Coronavirus a las bandas?

Hay un malestar general en las bandas debido a las medidas publicadas en el BOIB de día 13 de julio de 2020, unas medidas excepcionales de prevención para hacer frente a la crisis sanitaria a causa de la Covid-19. En el punto 1.9 se establecen las medidas referentes a las bandas de música donde, entre otras medidas, limitan las actividades de las bandas con un máximo de 30 músicos, y reducir el número de músicos a 30 hace que, siendo músicos amateurs las bandas tengan más dificultades a la hora de poder ofrecer un repertorio con condiciones dignas. Todos los músicos se sacrifican todas las semanas yendo a los ensayos a cambio de su tiempo libre para después, a causa de estas medidas, no poder tocar el día del concierto, lo que podría terminar en bajas de sus miembros a las bandas y, esperamos que no, en la disolución de algunas ”

¿Qué ha supuesto el confinamiento para las bandas?
Para las bandas el confinamiento ha supuesto dar pasos atrás, ya que cuando han vuelto empezar han encontrado que la “maquinaria estaba oxidada” y, además, alguna baja. Insistimos en que las bandas están formadas por gente amateur, niños y personas adultas, que necesitan de la parte social de las bandas, del contacto con gente que los motive, de sus profesores.

Cuántas bandas hay federadas en estos momentos?
Somos 33 bandas federadas.

Juan Carlos, como presidente, consideras que las bandas deben continuar o detener actuaciones …?
Quizás sería una posibilidad ya que nos sentimos despreciados, pero las bandas no se detendrán porque sería la muerte de muchas bandas. Además, las bandas son muy importantes y ayudan a la cultura y fiestas de sus pueblos.

Ha tenido a la Federación alguna respuesta conjunta de lo que quieren todas las bandas?
Claro que sí. Las Bandas están totalmente concienciadas en funcionar de una manera segura por sus integrantes y así lo han hecho desde el fin del confinamiento. Lo que piden es poder funcionar con el protocolo que se elaboró, por parte de la Federación, para devolver a la normalidad. Una normativa que ha demostrado ser segura (no ha habido casos de la Covidien a las Bandas de nuestras islas) apoyada por unos informes técnicos que se han presentado al Consejo y al Gobierno y que es la misma que utilizan las Bandas de Cataluña y Valencia, lugares donde tienen muchas más Bandas y más numerosas y que tampoco han tenido casos de Covid en su entorno.

Está prevista ninguna nueva negociación con el Gobierno de las Islas Baleares, en cuanto a la limitación del número de componentes que pueden actuar?
Tuvimos una reunión con la delegada de Cultura, Catalina Solivellas y tres técnicos del gobierno, donde pudimos conseguir que pudiera haber rotaciones de músicos. Pero hay más medidas de las que no estamos de acuerdo como por ejemplo, las que nos dictan la distancia entre músicos, sobre todo en conciertos en interiores de teatros, auditorios, por lo que estamos pendientes de una nueva reunión, esta vez con la consejera Pilar Costa.
Queremos decir también que estas medidas son las más estrictas de todo el estado español. ”

La Federación … está de acuerdo con estas nuevas medidas de seguridad que limitan a 30 el número de músicos que pueden actuar conjuntamente?
No, por lo que lo que pedimos es que no se limite el número de músicos a 30 sino que se limite el número de músicos según el lugar donde se llevará a cabo el concierto con todas las medidas sanitarias adecuadas. Y en segundo lugar, que no se ponga la distancia en el interior de 3 metros, sino a la misma distancia que en el exterior. Si lo que preocupa es la concentración de partículas en suspensión, ya buscaremos las medidas adecuadas para hacer seguro el concierto (descansos para ventilar la sala, equipos de recirculación de aire, filtros HEPA los aires acondicionados …)

¿Qué consecuencias habrá de cara a las bandas con estas medidas?
Como decía antes, lo que más nos preocupa son las posibles bajas de músicos por falta de motivación, ya partir de ahí, desmotivación de las Juntas y directores y la desaparición de las Bandas.

Las orquestas profesionales, pueden ser más de 30 componentes?
Si hacemos caso de lo que dice el BOIB todas las normas son iguales para todos.

Como veis el futuro de las bandas?
Ahora mismo es complicado, los meses que hemos estado parados han afectado negativamente al funcionamiento de las bandas. Ya era complicado tener los jóvenes animados y esta situación ha hecho que algunos se hayan dado de baja. Las restricciones no ayudan a poder funcionar con normalidad. Ahora que hace buen tiempo pueden ensayar en el exterior pero de cara al invierno si estas medidas no se cambian peligrará el funcionamiento de la vida normal de las bandas.

Y el futuro de las Escuelas de Música como ha veis?

Todo dependerá de los medios de los que disponga cada una. Habrá escuelas que puedan invertir en formación del profesorado para adaptarse a la nueva situación, podrán seguir haciendo su trabajo con “normalidad”. Sin embargo, dentro la enseñanza musical hay cosas que se pueden hacer online, pero hay muchas otras que son prácticamente imposibles. Formar a los más jóvenes (niños) es casi imposible. Y asignaturas, como por ejemplo, de conjunto musicales igualmente. Todo es, y posiblemente y será más complicado. Esto afectará, pensamos que mucho, en las escuelas de música. También hay que decir que no para todos la enseñanza de música es una prioridad. Además, si las familias empiezan a tener problemas económicos, los recortes principales siempre serán hacia este tipo de enseñanza.

Una gran motivación e ilusión por los jóvenes músicos son los Certámenes de Bandas de Música, es decir, poder ir a fuera a competir. ¿Por qué la Federación Balear de Bandas no ha organizado ningún Certamen de Bandas en nuestras islas, cuando casi todo el Estado las federaciones de bandas lo hacen?
Esta es una pregunta compleja con una respuesta que tiene diferentes argumentos. En primer lugar, hay que decir que ahora mismo hay una veintena de certámenes organizados de manera regular en el país. La gran mayoría de ellos están en la comunidad valenciana, que como bien es sabido tiene una gran tradición. No sólo de bandas, sino también de certámenes. Además, en las últimas décadas han surgido otros certámenes como el de Pontevedra (Galicia), Azuaga (Extremadura), Mota del Cuervo y Dosbarrios (La Mancha) y algunos más. Por tanto, no es cierto que casi todas las federaciones organicen este tipo de competiciones. Por otra parte, hay que distinguir entre los que son certámenes regionales y los que son certámenes nacionales. Entre los regionales podemos destacar los provinciales de Alicante, Valencia y Castellón que tienen mucha participación de las bandas locales y que luego confluyen en una segunda fase que es el certamen autonómico. En todos estos casos la participación es exclusiva para las bandas del territorio. El segundo caso, los concursos nacionales, están abiertos a todas las bandas del territorio español. Aparte de todo esto, está el Certamen Internacional de Valencia, que como su nombre indica tiene un alcance mayor.

La junta de la Federación, ve la posibilidad de organizar algún Certamen?
En la junta de la federación ha tantear y se ha hablado de la posibilidad de organizar algún concurso de este tipo, se ha hablado con las juntas de las bandas y se ha hablado con muchos de directores, y si nunca se ha llegado a efectuar ha sido sobre todo por la falta de interés por parte de la gran mayoría de bandas, a quienes no les interesa o no quieren convertir sus proyectos musicales con competiciones. La mayoría de nuestras bandas tienen una agenda de actuaciones bien cargada y esto sólo supondría aumentar la presión sobre los músicos. Iniciar un proyecto así es complicado tanto por la infraestructura como por la logística, y también para la economía de la Federación y no creemos que pudiera ser un proyecto de continuidad. Seguro que podríamos organizar uno, pero no podríamos organizar uno cada año. Basta ver que las bandas interesadas en Certámenes que han salido fuera a realizarlo son muy pocas. Sin embargo, tienes razón cuando dices que puede servir de elemento de motivación y de ilusión, y esperamos que llegue un día en que las circunstancias sean las adecuadas para un acto de este tipo. De momento, la Federación tiene otros proyectos (campus de verano, Banda federativa y encargo de obras) que pensamos que son prioritarios. ”

La banda de Son Servera fue la banda pionera en Mallorca en la organización de un Festival de Bandas y este año con medidas de seguridad especial a celebrado la 28ª edición. ¿Qué opina de la continuidad que ha tenido el Festival?

El Festival de Son Servera, efectivamente, fue el primero en realizarse y no fue hasta unos años después de que la Federación comenzó a organizar su ciclo de festivales. Aunque la junta ha cambiado y no podemos hablar por los que la constituían antes, es muy posible que los primeros festivales realizados en Son Servera sirvieran de modelo por lo que después hizo la Federación. Lo que está claro es que a día de hoy, el Festival de Son Servera es un referente dentro del movimiento bandístico de Mallorca, no sólo por que fue el primero, sino también porque se han efectuado 28 ediciones consecutivas y casi lo deben haber asistido la mayor parte de las bandas de Mallorca, además, otros de fuera de las Islas. Todo ello, sumado a él el marco incomparable de la Iglesia Nueva de Son Servera, que ofrece un espacio bellísimo para los conciertos y que presenta una acústica muy buena. En la Federación no podemos más que estar orgullosos de la continuidad de un proyecto de este tipo y agradecidos tanto al Ayuntamiento de Son Servera como las respectivas juntas que han estado al frente de la banda organizadora, por su esfuerzo y su compromiso con la Federación y con el mundo de la Banda en Mallorca.

28º Festival de Bandas de Música de Son Servera

banda serverina y concejal Hace Fang Dong P1150841

Veteranos Banda de Música Local de Son Servera que participaron en la 1ª edición del festival y siguen activos. Ensayo Banda Federación.

Veteranos 1er festival que continuamos a la banda

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Presidente federación con el clarinetisa internacional Pascual Martínez


Fuente: http://card.cat/