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Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia. 02/ junio de 2023

Las bandas de música forman parte trascendental del tejido cultural de la Región de Murcia y son a su vez, entidades imprescindibles para la formación cultural y musical de la ciudadanía. Estas formaciones tienen en la figura de la dirección musical uno de sus roles más importantes, incidiendo de manera directa en su desarrollo como entidades culturales mediante el liderazgo consensuado, sus dotes pedagógicas y musicales. Todo este conjunto de factores pueden situar en pocos años una pequeña banda en las cotas más altas de la calidad artística y formativa.

Aunque cada día el sector de las bandas de música está más profesionalizado, la formación continua a través de cursos y clases magistrales son una pieza clave para el desarrollo. Es por eso que la FBMRM convoca el II CURSO/CONCURSO INTERNACIONAL DE DIRECCIÓN DE BANDA DE MÚSICA 2023 “Bartolomé Pérez Casas” en homenaje a una de las batutas más prestigiosas nacidas en nuestra tierra. Este evento tendrá lugar en Bullas del 31 de Agosto al 3 de Septiembre.

En este curso podrán participar directores/as de bandas, orquestas u otras formaciones musicales con experiencia acreditable o poseedores del Título Superior de Música en Dirección y/o Composición. Los participantes tendrán la oportunidad de formarse el maestro Jan Cober, director titular de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, considerado en la actualidad la figura más preeminente en el ámbito de la dirección de bandas de música y siendo uno de los docentes más importantes de esta profesión artística.

Los directores/as seleccionados tendrán la oportunidad de ponerse al frente de la Banda Sinfónica de la FBMRM durante más de 30′ de podio. Esta banda de reconocido prestigio artístico y simbólica por la procedencia de sus componentes de todas las bandas federadas, ejercerá de banda en prácticas durante las sesiones del curso, dividido en un bloque teórico y otro práctico..

Por último, tras las clases y ensayos se seleccionarán a 5 directores/as que tendrán la oportunidad de dirigir a esta banda en los conciertos que tendrán lugar en dos sesiones el Domingo 3 de Septiembre, siendo la primera de ellas en Cartagena (12:00H) y la segunda de estas en el Auditorio y Palacio de Congresos Víctor Villegas de Murcia (20:00H). En estos conciertos la Banda Sinfónica de la FBMRM interpretará un programa escogido cuidadosamente por Jan Cober, quién ejercerá como director invitado de la Banda Sinfónica de la Federación en el año que cumple su 25ª Aniversario.

El plazo de inscripción y envío de toda la documentación permanecerá abierto desde el 2 hasta el 23 de junio, siendo publicados los resultados de selección el próximo 28 de Junio en esta misma página.

Convocatoria-CURSO-DIRECCION-FBMRM-2023-Jan-Cober Descargar pdf

Para más información consulte las bases o diríjase a:
fedbandasrmurcia@gmail.com o teléfono 601497443

No es ninguna novedad decir que en estos tiempos que nos ha tocado vivir, la cultura en general, y la música en particular, están siendo golpeadas tanto o más que otras actividades —llamadas— esenciales para el ser humano.

El mundo de las bandas de música no es ajeno a esta situación y, por la propia idiosincrasia de las mismas, lo sufre más profundamente.

Artículo de Víctor Cano Sánchez escrito en https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/ el Martes, 11 enero 2022

Siempre que hay una situación difícil en la vida, es un momento que invita a la reflexión y, como sucede con el ave Fénix, se debe renacer de las propias cenizas. Para crear unas bases sólidas, que le den sentido a un gran proyecto, hay que partir desde las raíces más profundas. De esta forma se podrá volver a germinar con la fuerza de la tradición, y se podrá mejorar el proyecto sumando la alegría de los nuevos tiempos, las nuevas motivaciones y las nuevas ilusiones.

Este año 2021 que acabamos de terminar ha sido duro pero, como todo en la vida, también ha tenido su parte positiva. El pasado mes de marzo presenté mi TFM en la Universidad Internacional de Valencia titulado José Yuste Costa (1873-1935). Una vida de servicio desde la política y la música en Blanca (Murcia). En este trabajo fin de máster he podido profundizar en la forma de vida de la época, la realidad de las bandas de música entonces, las escuelas de música y todo lo que giraba alrededor de ellas. Por supuesto, el grueso de la investigación es la figura de José Yuste y la Banda Municipal de Música de Blanca.

José Yuste fue un personaje capital en la primera mitad del siglo XX en Blanca, puesto que fue director de la banda de música del pueblo, concejal, síndico, teniente de alcalde e, incluso, alcalde accidental en algunos momentos. Como político luchó por elevar la cultura de los blanqueños y blanqueñas. Fue el artífice de las nuevas Escuelas Graduadas —siendo alcalde accidental—, propuso conceder la medalla de oro al maestro Antonio Molina González y se empeñó en traer a la afamada Banda de la Misericordia de Murcia, lo cual consiguió en el año 1922. En distintas publicaciones dejó patente su idea de educar el gusto musical en este pueblo trayendo más veces bandas de prestigio.

El maestro Yuste estudió piano en el conservatorio de Málaga, acabando sus estudios con la calificación de sobresaliente con distinción en el año 1894 —recordemos que la creación del conservatorio en Murcia fue en 1917—. A partir de ese momento fue profesor, concertista, director y compositor hasta su fallecimiento en 1935. Dirigió la banda de música de Blanca durante un total de 29 años desde el año 1899 hasta el 1935, en tres periodos diferentes. El maestro dimitió por diferencias con los responsables del ayuntamiento en dos ocasiones, lo que da muestras que no todo en su vida fue un camino de rosas.

En el archivo municipal de Blanca, en las actas de los plenos del ayuntamiento, hay numerosas alusiones a circunstancias relacionadas con la banda de música en esos años. El 4 de abril de 1924, por ejemplo, recoge el acta estas palabras: «se dio cuenta de que la Banda de Música no podía actuar en la próxima Semana Santa y las fiestas de San Roque por la falta de instrumentos. Dado que contratar a una banda, como en años anteriores, resulta caro y no resolvía el problema, se acordó comprar los instrumentos más precisos y de mayor urgencia».

Otro ejemplo de ellas, en la sesión supletoria del dos de marzo de 1932 se acordó el pago de una factura de arreglo de instrumentos por importe de 117’50 pesetas y «se acordó que, en lo sucesivo, se abstenga el Director de la Banda D. José Yuste Costa, de mandar a arreglar instrumentos ni pedir música sin ponerlo con antelación en conocimiento de la Corporación». Y como estos ejemplos podemos encontrar muchos más. También, por la prensa de la época, conocemos alguna plantilla de músicos que tocaron en esos tiempos, así como la forma de trabajo de los músicos, que eran todos alumnos del maestro.

Mirando hacia atrás y viendo las dificultades que había para adquisición y reparación de instrumentos, el hecho de que no hubiese profesores de instrumento especialistas en la época, la dificultad para escuchar alguna otra música de calidad en directo, la imposibilidad de estudiar música en el conservatorio —al menos hasta 1917— y todas las penurias económicas asociadas a ese tiempo en un pequeño municipio eminentemente agrícola, debemos de sentirnos afortunados. Además, paradojas de la vida, el propio maestro José Yuste, sufrió en sus propias carnes una pandemia, la llamada gripe española. Su hijo Antonio, de 18 años, falleció en el año 1918, en plena segunda ola.

José Yuste asumió el liderazgo musical en Blanca desde el año 1900 hasta su muerte en 1935. Sin importarle todas las dificultades en el camino, él consiguió estabilizar una banda de más de 30 músicos, fue organista de la iglesia, compuso una zarzuela, muchas obras para banda, música litúrgica e hizo gran cantidad de arreglos de zarzuela para la banda de música de Blanca.

En definitiva, para todos los que estamos hoy ligados a este maravilloso mundo de la cultura en general, y de la música en particular, nos debe servir de inspiración para conseguir nuestros dos grandes objetivos: la mejor formación de todos l@s alumn@s de nuestras escuelas de música y la excelencia en nuestras actuaciones con nuestras bandas, de forma que podamos emocionar al público que nos sigue. Éste es el nuevo reto que nos plantea 2022, renacer desde las raíces para llegar a florecer con más fuerza y más belleza que nunca.

Fig. 1 Banda de música de Blanca hacia 1933. Fuente: Foto cedida por Ángel Ríos.

 

Hoy recordamos la figura de Bartolomé Pérez Casas, sin duda alguna importantísimo y reconocido músico, compositor y director de orquesta proveniente de nuestra Región de Murcia.

https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/, Martes, 2 noviembre 2021, 20:06

Nació en Lorca en el seno de una familia humilde en el año 1873 y a muy temprana edad comenzó a dar sus primeros pasos en la música de la mano de dos de sus familiares: su abuelo, Juan Casas, y su tío, José María Casas. Estos contaban ya con una trayectoria y un rol musical relevantes en Lorca. De hecho, su abuelo fue director de la banda de la Hermandad de Labradores y en 1854 cumplió su objetivo de que la agrupación que dirigía pasase a ser banda municipal, coexistiendo esta agrupación con otras en ese momento en la ciudad.

Con tan solo 9 años Bartolomé ya formaba parte de la banda de Lorca con el requinto. Unos años más tarde su tío José María, consciente de las facilidades que presentaba su sobrino para la música, lo alentó para que se trasladara a Madrid a estudiar en el conservatorio. Poco después, en 1890, regresó a la Región de Murcia para cubrir una plaza de requinto en la Banda de Música del Tercer Regimiento de Infantería de Marina, en la portuaria ciudad de Cartagena, donde también contrajo matrimonio con Angelita Ros Castelo. Debido a sus deberes castrenses y mientras estos se prolongaron en el tiempo, Pérez Casas no pudo continuar presencialmente en el conservatorio, por lo que se vio obligado a estudiar por correspondencia y de manera, además, autodidacta tanto Armonía como Composición con los profesores Cantó y Felipe Pedrell respectivamente. Será más tarde cuando tendrá la oportunidad de completar sus estudios superiores en el Conservatorio de Madrid.

En 1893 ganó por oposición la plaza de Músico Mayor en la Banda del Regimiento de Infantería de España nº48, lugar en el que estudió, de manera teórica y práctica, las peculiaridades y posibilidades que ofrecían los instrumentos de viento y de percusión que conformaban una banda militar. Los conocimientos adquiridos por Bartolomé durante esta etapa lo condujeron en 1897, superando con gran brillantez el proceso de las oposiciones, a alcanzar el puesto de director de música del Real Cuerpo de Alabarderos, formación que superó su nivel artístico bajo su batuta. Fue a partir de 1901 cuando comenzó a compatibilizar este trabajo con su labor de intérprete como violín 2º en la Orquesta del Teatro Real de Madrid.

Por otro lado, siguiendo la línea cronológica de su vida, cabe destacar que entre 1902 y 1903 compuso un Cuarteto en Re Menor con piano, la cual se estrenó en el Teatro de la Comedia. Pero fue en 1904 cuando fue galardonado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, junto a La vida breve de Manuel de Falla, por su suite murciana de carácter sinfónico titulada A mi tierra. Como se puede deducir de su título, dedicó su creación a Lorca, su tierra natal, y, según entendidos musicólogos, está enmarcada como una de las más grandes obras del nacionalismo español.

Fue en el año 1908 cuando, coincidiendo con la fundación que llevó a cabo de la Sociedad de Instrumentos de Viento, el rey Alfonso XII le encargó la instrumentación y armonización oficial de la Marcha Real, declarada como Himno Nacional de España por Decreto de 17 de julio de 1942, la cual se ha mantenido vigente hasta 1997. Según parece, la primera grabación de su instrumentación fue dirigida por él mismo e interpretada por la Banda de Música del Regimiento de Infantería Wad-Ras nº.53. A partir del Real Decreto del 10 de octubre de 1997, momento en que el Reino de España adquirió los derechos de autor de la Marcha Real (hasta ese momento pertenecían a los herederos de Pérez Casas), la versión sinfónica oficial pasó a ser la realizada por Francisco Grau, que es la que perdura hasta nuestros días.

En 1911 decidió solicitar su baja en el ejército para dedicarse a la docencia en el Real Conservatorio Superior de Madrid tras obtener plaza por oposición como catedrático de Armonía. Allí impartió clases hasta su jubilación a distinguidos músicos como Adolfo Salazar y Victorino Echevarría (antiguo director de la Banda Municipal de Madrid), entre otros.

En 1915 fundó y dirigió la Orquesta Filarmónica de Madrid, formada por profesores y músicos de la Banda de Alabarderos, cuyo objetivo era difundir y fomentar la música sinfónica. Tanto fue así que los conciertos que realizaron fueron los primeros de música sinfónica retransmitidos a través de la radio, en los que sonaban composiciones del momento como La Mer y La Valse de Debussy o el famoso Bolero de Ravel.

En 1925 la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando lo nombró Académico Numerario, cuyo discurso de ingreso trató sobre el tema “Los conciertos como signo de cultura musical en los pueblos”.

En el año 1938 fue nombrado director de la Orquesta Nacional de España y ocho años más tarde fue designado comisario general de la Música en el Ministerio de Educación Nacional, puesto que ocupó hasta el momento de su muerte en 1956.

Su ciudad natal condecoró a este lorquino ilustre con el nombramiento de Hijo Predilecto de la localidad. Además, una calle de la ciudad porta su nombre junto a una escultura que le rinde homenaje, así como un instituto de Educación Secundaria recibe también el nombre de tan grande músico.

Así, podemos afirmar a viva voz que Bartolomé Pérez Casas fue uno de los músicos murcianos más admirados en todos los círculos culturales de la época e indudablemente una de las figuras más importantes de todo el siglo XX.

A continuación, a través de este enlace, pueden acceder al catálogo de obras de Bartolomé Pérez Casas en la página de la Biblioteca Nacional de España:

https://datos.bne.es/persona/XX1024688.html

Webgrafía:

Real Academia de la Historia:

https://dbe.rah.es/biografias/5379/bartolome-perez-casas

Región de Murcia digital:

https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,82,c,373,m,1935&r=ReP-2248-DETALLE_REPORTAJESPADRE

https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,64,c,373,m,1871&r=ReP-27451-DETALLE_REPORTAJESPADRE

http://www.perezgarrido.com/

La Banda Sinfónica de la Federación de Bandas de la Región de Murcia retoma su actividad con dos conciertos después del parón ocasionado por la pandemia. Para esta ocasión, el director cartagenero Francisco J. Blanco Corbalán ha seleccionado, entre otras, la Fantasía, Op.14 -obra que estrenó como trompetista en 2008-. Los eventos tendrán lugar los días 4 y 12 de diciembre, en los auditorios de “El Batel” y “Víctor Villegas” de las localidades de Cartagena y Murcia.

Desde esta página web queremos agradecer el apoyo recibido por parte de la Federación de Bandas de la Región de Murcia y su agrupación más representativa a la música de Pérez Garrido a la misma vez que excusamos la ausencia del compositor al hallarse inmerso en una gira por Estados Unidos junto a la Banda Sinfónica de la Universidad de Wisconsin-River Falls y su participación en el Midwest Clinic de Chicago.

El Ayuntamiento de Murcia convoca este Certamen, que tiene la finalidad de fomentar y estimular la actividad musical y reconocer la labor y el esfuerzo que llevan a cabo las bandas de música como parte fundamental de nuestro patrimonio cultural, así como acercar a la ciudadanía la música en general y las bandas de música en particular.

Podrán participar las bandas de música españolas, no profesionales, e inscritas obligatoriamente en cualquiera de las federaciones de bandas pertenecientes a la Confederación Española de Sociedades Musicales (CESM).

Premios principales

1º Premio 2.500,00 euros

2º Premio 2.000,00 euros

3º Premio 1.500,00 euros

Premio a la Mejor Banda de la Ciudad de Murcia: 600,00 euros

Premio secundario fijo a la participación: 1.200,00 euros para cada una de las bandas participantes.

Premios extraordinarios

Premio Impacto Social en YouTube: 600,00 euros

Premio al Mejor Solista: 200,00 euros

Premio a la Mejor Dirección Musical: 300,00 euros

Plazo de inscripción

Comienza el 21/10/2021 y termina el 04/11/2021

Certamen

El XXX Certamen Nacional de Bandas “Ciudad de Murcia” tendrá lugar el día 12 de diciembre de 2021.

La sede de las actuaciones será el Teatro Romea de Murcia.

Bases Completas

Hablar de los archivos de las bandas de música es referirnos a una de las partes quizás más desconocidas y menos valoradas de las sociedades musicales, pero que a la vez son fundamentales para descubrir el funcionamiento, tanto de la parte artística como social de estas asociaciones, puesto que analizando su constitución se puede valorar históricamente desde qué obras se interpretaban en cada época, para quién se actuaba y porqué se realizaba.

Blog la Verdad/febandasrmurcia/ – Miércoles, 20 octubre 2021

La musicología española y los estudios históricos apenas han dedicado atención a las bandas de música y todo lo que las rodean, al considerarlas siempre una cuestión más popular que culta, sufriendo durante el siglo XX una fuerte marginalidad respecto a los mecanismos de distribución y circulación de la música en las grandes ciudades de nuestro país, unido a que estas entidades tuvieron un gran desarrollo durante el siglo XIX, un periodo complejo y hasta no hace mucho tiempo descuidado de nuestra historia musical, o a la vinculación general que se tenía de las bandas de música con fiestas y ceremonias populares, que si bien contaban con una gran relevancia social, les privaba de la consideración artística que dio prestigio a otras formaciones y estilos musicales durante tiempos pasados.

Por supuesto que cuando nos referimos a estos registros, no sólo lo hacemos enfocado, a pesar de su gran importancia, al archivo musical, sino también al que componen toda la documentación administrativa e histórica de cada entidad cultural.

La historia de la música, y por ende la de sus bandas de música, -yo me centraré en la de Yecla que es lo que más conozco-, se remonta a varios siglos de antigüedad, teniendo periodos donde han habido más de una banda de música que se han alternado con otros donde no ha existido ninguna, y vinculados sobre todo desde el siglo XIX a linajes familiares que han sido los que han transmitido e impulsado el amor por la música en sus ciudades, como por ejemplo los Ortuño en Yecla o la familia Santos en Jumilla.

Según un documento encontrado en el Archivo Municipal de Yecla, en el año 1869 hay constancia de la existencia de una banda de música, al frente de la cual estaba D. Francisco Antonio Martínez, quien por medio de una carta que remite al Ayuntamiento, alegaba que al bajar el presupuesto que se dedicaba a la enseñanza musical, ese año, el nivel de la academia, era inferior al de años anteriores, curiosamente un problema que con el tiempo se ha hecho crónico. Los primeros datos sobre la existencia en la comarca del Altiplano de bandas de música, con un formato semejante al actual se remonta a principios del siglo XIX, pero eso no quiere decir que antes de esta fecha no existieran formaciones o agrupaciones musicales con participación de músicos locales.

Según D. Miguel Ortuño, antiguo Cronista oficial de la Ciudad de Yecla, en los primeros años del siglo XVIII, ya hubo fiestas con participación de músicos. Estas fiestas eran un interesante precedente de las que ahora tanto abundan con el nombre de “moros y cristianos”, se celebraron en la festividad de San Roque del año 1608, con la denominación de “africanos y cristianos”, en donde cada bando tenía su capitán, su alférez y su sargento. No tuvieron continuidad, aún cuando en el siglo XVIII se intentó resucitarlas, esta vez con el nombre de “turcos y cristianos”; fue en septiembre de 1746, con motivo de la proclamación de Fernando VI como rey, destacando el aspecto musical que fue extraordinario, ya que no solo actuó la música de Yecla, aumentada con “violines, violón, bajo y chirimías”, sino que se reforzó con la Banda de Música de Onteniente, que trajo también “dulzainas y danzas de valencianos”.

Por dicho motivo, estos archivos, tanto de partituras como documentos, sean públicos, privados, eclesiásticos o de las propias sociedades musicales, son un tesoro que hay que recuperar, cuidar y poner en valor, promoviendo su estudio en profundidad y posterior catalogación, con el objetivo final de poner a disposición de estudiosos, investigadores y público en general, todos los recursos musicales de cada ciudad que se vayan descubriendo, y que además se deberían de ir complementando con información bibliográfica, discográfica y audiovisual.

Banda Municipal Yecla 1927.

Ni que decir tiene que además de toda la documentación histórica alojada en los archivos municipales, notariales, eclesiásticos, etc., habría que unir la gran cantidad de información no publicada en propiedad de las propias bandas, como son los archivos administrativos, los libros de actas, las partituras manuscritas, información sobre compositores locales y sus obras, las fotografías, los diplomas, los registros sonoros y audiovisuales, los instrumentos tanto en uso como antiguos, documentos y material que sin lugar a duda nos ayudaran a poder construir argumentos tanto históricos como científicos, y que se ha ido generando durante todos estos años de historia de la música en nuestra región.

Como ejemplo y centrándonos en el legado de las partituras, en la ciudad de Yecla nos encontramos con las obras de los miembros de la familia Ortuño, más concretamente con las de José Juan Ortuño Rubio, así como con todo el archivo de obras manuscritas que fue cedida por la familia de D. José Ortuño a la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, y de la que casi por casualidad, puesto que aún no se ha investigado a fondo, se descubrió una obra que fue grabada en el Cd “Huellas y Memorias” editada en Bassus Ediciones por Pedro Rubio Olivares, que resultó ser la obra más antigua del archivo yeclano, y que es una «Fantasía obligada de clarinete», una pieza compuesta alrededor de 1860, de autor anónimo, y con una instrumentación de reducidas dimensiones en la que todavía no aparecen los saxofones.

Concluyendo, para las sociedades musicales de la región de Murcia, sus archivos son un patrimonio que hay que estudiar y proteger, porque además de la importancia de la función actual, como base de todas las partituras que con el trascurrir del tiempo son interpretadas por sus bandas de música, -siempre supervisadas por el archivero, ese personaje al que siempre deberemos de estar infinitamente agradecidos por su encomiable trabajo- estos registros son el testigo de la historia de la música en cada uno de nuestros pueblos.

Cuidar, estudiar, proteger los archivos tanto municipales como privados de nuestras asociaciones no es un punto de llegada, sino un inicio del camino; una herramienta pensada para facilitar el trabajo a los investigadores e historiadores, mostrándoles la documentación que vayamos recuperando, poniéndola a su servicio, así como al de cualquier persona interesada en la historia tanto de la música como de cada una de nuestras localidades.

Es obligación de todos proteger este inmenso legado. Sé que los presupuestos de las Sociedades Musicales están muy limitados, por lo que espero y deseo que esta labor sea apoyada por quien corresponda, al igual que se ha hecho en otros lugares como la Comunidad Valenciana, y no se pierda toda esta información tan fundamental para preservar nuestra historia y a la vez afianzar nuestro futuro.

José Miguel Ibáñez Lax

Cuando me propusieron escribir unas líneas acerca del tema que nos ocupa; los festivales de bandas, fueron muchas las imágenes que en ese momento me vinieron a la mente.

Y es que, dentro de las actividades que una banda de música viene a desarrollar, los festivales de bandas representan una de las actividades más significativas, de más calado y provecho.

Blog La Verdad,  6 octubre 2021

Quienes formen o hayan formado parte de una asociación musical estarán de acuerdo conmigo que nos encontramos ante una actividad sumamente gratificante cuyos beneficios son innumerables, tanto en lo propiamente musical como en lo social.

Entre los objetivos fundamentales en los que se asienta una agrupación musical está el de ir progresando como conjunto instrumental, mejorar la calidad técnica de los músicos, descubrir y explorar nuevos repertorios y todo ello bajo el manto de una máxima: aprender y disfrutar con la música. Por otra parte, trabajar de forma continuada en una banda de música a través de los ensayos y otras actividades tiene un fuerte carácter socializador; compartimos con los demás un mismo centro de interés que une mucho, el compañerismo y la pertenencia al grupo rompe todo complejo de inferioridad, te conviertes en una parte imprescindible, nos ayuda a desarrollar aspectos tales como la empatía, el trabajo en equipo o te ayuda a dominar y mejorar tu técnica musical, entre otros.

Esta doble funcionalidad de una banda de música a la que acabo de hacer referencia – el desarrollo musical y social- se potencia de una manera muy importante cuando se decide participar en un festival de bandas.

Los músicos y el director tienen ante sí una tarea y responsabilidad añadida; encontrar un repertorio que permita trabajar determinados parámetros y así mejorar el nivel musical, tanto individual como del grupo, y por otro lado que este resulte atractivo y motivador para el músico que va a trabajar durante semanas con él, así como para el público al que irá dirigido. Un Festival de Bandas además conforma una actividad con un agente motivador para los músicos muy interesante. Cuando está prevista la realización de un festival, los músicos ya saben que tienen que aumentar su capacidad de esfuerzo, su nivel de exigencia y su disciplina asistiendo con más asiduidad a los ensayos y estudiar su partitura ante las diferentes indicaciones del director.

Además, el hecho de tener la oportunidad de salir del espacio habitual en el que desarrollas tu práctica instrumental y conocer otras bandas, otros lugares, es un añadido a los múltiples beneficios que implica la participación de un festival de bandas.

En lo social, el hecho de tener que tocar en otro municipio, ante un público distinto al que se está acostumbrado y tener que compartir actuación con otra banda de música hace que las relaciones de los músicos se estrechen entre sí, puesto que tienes la responsabilidad de ejecutar bien tu papel, estar compenetrado con el resto de los compañeros y compañeras y, en definitiva, se produce una suma de talentos en la que cada uno pone lo mejor de sí mismo, provocando que las relaciones sociales del grupo se fortalezcan.

Por otra parte, cuando dos o más bandas se unen para la celebración de un festival de bandas, se produce una amalgama de beneficios donde el músico es el más favorecido. Los Festivales de Bandas de Música ofrecen al músico la oportunidad de conocer múltiples pueblos y ciudades, de tocar en muchos teatros y auditorios, descubrir nuevo repertorio, conocer nuevas amistades y entablar cordiales lazos afectivos ya sea dentro de tu propia asociación como con las demás, en definitiva, compartir con otras personas una misma pasión y ese amor incondicional por la música que se siente es altamente reconfortante.

En mi caso personal, y estoy seguro que aquel integrante de una banda de música que lea estas líneas compartirá, el haber participado en festivales de bandas me ha brindado la oportunidad de conocer muchos de los pueblos y ciudades de la Región de Murcia así como de otras provincias, haber tocado en teatros que, por lógica general, no hubiese tenido la oportunidad de hacer, he compartido con mis compañeros de banda anécdotas y momentos que guardo dulcemente en mi recuerdo, me ha hecho crecer como músico y ha cultivado en mí valores muy importantes como el respeto, la capacidad de análisis y juicio crítico y el gusto por la estética musical.

En nuestra Región de Murcia, los festivales de bandas nacieron prácticamente de forma paralela a la creación de la mayoría de las actuales asociaciones musicales allá por principios de los años 80 y los años 90 del siglo pasado. Son muchas las poblaciones de nuestra Comunidad Autónoma que superan más de veinticinco y treinta ediciones de festivales de bandas a sus espaldas, siendo por tanto uno de los acontecimientos intrínsecos de una banda de música, profundamente enraizados, siendo por tanto un elemento imprescindible y básico de la actividad de una banda.

Tras el obligado parón que hemos vivido en los últimos dieciocho meses derivados de la pandemia, en el que la actividad general de nuestras bandas de música se ha visto muy perjudicada, he podido comprobar como nuestros festivales de bandas poco a poco vuelven a resurgir, realizándose con todas las medidas higiénico-sanitarias que imperan y lo hacen con las mejores condiciones, con más fuerza e ilusión que nunca demostrando así que la Cultura, nuestra Cultura, es segura.

Quiero concluir mandando un mensaje de ánimo a todas las directivas que tan mal lo han pasado y aún están pasando, para que, con el debido impulso y ayuda, retomen plenamente su actividad musical, se animen a retomar los festivales de bandas, tanto en sus municipios como a participar de otros. La música es necesaria, quienes aman la música, público o instrumentista, la necesitan. Trabajemos por la música de nuestros barrios, pueblos y ciudades. La música nos hace mejores como personas.

Diego Boluda.

El 1 de junio, la F.B.M.R.M. impulsaba una nueva iniciativa en la que a través de sus redes sociales (Facebook y Twitter) se ponía en valor y visibilizaba todavía más la labor que vienen desempeñando desde hace años las bandas federadas.

Con interpretaciones de obras creadas por compositores y compositoras de la Región de Murcia, enriqueciendo de esta manera la Cultura de nuestra Región, así como la educación musical y sociedad en general.

Lunes, 21 junio 2021

Afortunadamente hay “mucho y bueno”, por lo que tras realizar una selección de aproximadamente cincuenta vídeos, se ha mostrado la variedad y riqueza del colectivo bandístico (música festera, marchas procesionales, poemas sinfónicos, música tradicional, etc.), participando en él la mayoría de bandas federadas que cuentan con material audiovisual online, mediante sus propias interpretaciones a lo largo de los años; y contando además, con interpretaciones puntuales de la Unidad de Música del Tercio de Levante de Infantería de Marina y la Banda del Conservatorio Superior de Música de Murcia.

Por otro lado, la línea del tiempo es amplia y se han podido encontrar diferentes perfiles y edades de compositores/as (profesionales, amateurs y estudiantes, como por ejemplo: Javier Pérez Garrido, José Alberto Pina, David Beltrán, Juan José Beltrán, José Vicente Vivo, Diego Molina Piñera, Fernando Belijar, Elías Ibáñez, Roque Baños, Julián Santos, Ginés Abellán, José Vélez, Ignacio Sánchez Navarro, Ginés Carrión, Vicente Jiménez, Manuel Massotti Littel, Bartolomé Pérez Casas, Roberto Puche, Juan Manuel Palao, David Soriano, Esther Pérez, Adolfo Olivares Soto, Teo Ludeña, Gregorio García Segura o José Torres Escribano, entre otros.

Aunque ha sido una pequeña muestra y hay muchos más, la participación y apoyo en la difusión del proyecto, así como de las publicaciones en redes sociales ha sido positivo y podríamos decir que se han cumplido los tres objetivos principales de la iniciativa: hacer un pequeño homenaje a compositores y compositoras de la Región; difundir y poner en valor el repertorio bandístico (a veces menos valorado e incluso desconocido), y como se comentaba anteriormente, poner en valor y visibilizar la labor que vienen realizando a lo largo de los años las diferentes bandas federadas.

Muchas gracias a todos por el esfuerzo y enhorabuena por la labor que realizan tanto compositores, como directores, juntas directivas, profesorado, alumnado y músicos en general.

Cecilia Ortuño

Fuente: https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/

El catorce de marzo de dos mil veinte, la vida de las Bandas se confinó como el resto de nuestra sociedad española por la llegada del Covid-19, fue una realidad que sobrevino de un día para otro, aunque en el ambiente flotaba un rumor sordo, que paró la dinámica de nuestras vidas y actividades.

Esta realidad la asumimos adoptando como en las obras de arte, una adaptación al marco.

En la formación musical este hecho, requiere un esfuerzo adicional, la corrección postural, las interpretaciones, el lenguaje musical y las múltiples grabaciones realizadas, para que los profesores pudiesen continuar la formación y el contacto con el alumnado.

Murcia, miércoles 26 mayo 2021

Y como nuestra dinámica es interpretar o hacer música, pues hasta en pandemia los músicos, tradujeron con sus melodías, los gestos que permitían como siempre; compartir desde los balcones con el lenguaje universal, expresando los sentimientos, impotencias, temores… junto al dolor de las pérdidas en soledad.

Las olas se sucedían y llegamos a fin de curso, en este tiempo quedaron en el camino personas y alumnado, que por circunstancias también abandonaron las clases telemáticas.

Todos estábamos en una situación de readaptación, para que en lo posible; siguiésemos la actividad, con un gran esfuerzo a través de los medios telemáticos, permitieron la formación en los alumnos, profesores y las familias que han sido imprescindibles en la continuidad formativa.

Las Bandas según la situación de cada lugar, pudieron mantener con ilusión el sentimiento de las festividades que se realizaban en cada lugar, a través de su Música y con imágenes de celebraciones anteriores, se realizan interpretaciones de conmemoraciones locales, que evocaban a todos, esas jornadas tan especiales que permiten el encuentro festivo en poblaciones y ciudades.

La continuidad en la realidad, nos llevan a las directivas a recapitular la situación y plantear el nuevo curso con el pequeño paréntesis del verano. Pero la situación se repite con otra oleada, y ante este hecho, optamos por demandar ayudas a las administraciones locales y regional. Desde las corporaciones locales continúan apoyando, manteniendo convenios, en la medida de lo posible. Desde la Consejería de Educación y Cultura, se dio en dos mil veinte, una subvención de cien mil euros para la adquisición de Instrumentos a las Bandas Federadas de la Región de Murcia, junto al mantenimiento de la subvención a la Federación de Bandas. Esta subvención ha permitido la adquisición de ciento cuarenta instrumentos a las Bandas Federadas. Todo un paso hacia adelante en la formación e interpretación, nuestro agradecimiento al ICA y su director general Sr. D. Juan Antonio Lorca, que ha permitido adquirir a las bandas, instrumentos que en esta situación, no hubiese sido posible. Así como el mantenimiento de los Cicls de Bandas en el Auditorio, que tanto incentivan a las Bandas de Música.

La puesta en común realizada con las Bandas Federadas, pone de manifiesto, una situación de inicio en precario; y nos dirigimos en busca de apoyo para las escuelas de las Bandas, base del granero que permite el deleite de la música. Nos dirigimos a la Consejería de Educación y Cultura, en la entrevista Dña. Esperanza Moreno, D. Juan Antonio Lorca Director General del ICA y D. Carlos Albaladejo Director General de Enseñanzas de Régimen Especial, les expusimos la situación por la cual estábamos atravesando, y tras una exposición, se comprometieron a ver qué podían hacer. Días después la situación no parecía muy halagüeña, pero finalmente en una reunión telemática se libró una subvención de fondos Covid, que ha permitido realizar el Proyecto de Inclusión Musical IMUS para paliar el absentismo y abandono en las Escuelas de las Bandas de Música Federadas.

El proyecto va dirigido a alumnos de seis a dieciocho años, durante el curso 2020-21 entre los meses de diciembre a agosto.

IMUS trata de desarrollar desde la metodología de las escuelas de música, un nuevo acceso a la formación y promoción de personas con discapacidad y otras necesidades educativas; relacionadas con el absentismo escolar, precariedad, desestructuración familiar, personas mayores, entre otros; que permita fomentar la integración e inclusión social de personas, que viven en ambientes desfavorecidos y en situaciones de posible exclusión social.

El proyecto IMUS aborda a los Programas COMFAMUS, MUMUS e INSOMUS.

– El programa COMFAMUS (Compensación familiar) los alumnos de las Escuelas de Música de las Bandas de Música Federadas han recibido, una compensación en el pago de las cuotas mensuales, para ayudar a hacer frente a la difícil situación económica por la que están pasando muchas familias de la Región.
Mediante COMFAMUS, hemos conseguido combatir el absentismo escolar, atendiendo a más de 600 alumnos, que van a poder continuar con su formación musical durante este año académico.

– Programa INSOMUS en el marco de este programa se van a desarrollar más de 80 talleres, que propicien la inclusión social, utilizando la música como herramienta de comunicación y unificación, para facilitar la integración y la participación, junto a la potenciación de la expresión emocional y acercar la música a niños en una situación de riesgo y exclusión social.
Talleres de musicoterapia, diversidad emocional, música y movimiento, inteligencias múltiples, estimulación musical…

– Programa MUMUS: en este programa se pone la atención en la integración multicultural dentro de las Agrupaciones y de las aulas de las Escuelas de Música, proponiendo dinámicas en las cuales, los niños se acerquen a la música y a los instrumentos, enfocando el aprendizaje de éste, a través de actividades grupales.
Se enseñará música de diferentes lugares del mundo, e incluso cómo hacer instrumentos con material reciclado, utilizar nuestro cuerpo como un instrumento musical, talleres de percusión, introducción al jazz…

Con este proyecto queremos contribuir al desarrollo educativo y cultural integral de los alumnos y dotar de las potentes características que ofrece el aprendizaje musical, a todas las personas de nuestro entorno, especialmente aquellas que presentan necesidades educativas especiales relacionadas con el absentismo escolar, la precariedad o desestructuración familiar y cuyo acceso a estas actividades no hubiera sido posible sin estas ayudas.

Esta subvención está permitiendo acercar la música al alumnado de centros de Educación Especial, en las poblaciones de las Bandas o la incorporación de este alumnado, a los talleres realizados en las Escuelas de Música.

La Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia en sus treinta y siete años, aglutina a cuarenta y dos Bandas de Música de toda la Región, acogiendo en sus escuelas de música a diez mil alumnos, formados por más de trescientos veinte profesores. En las Bandas Titulares, Juveniles y Escuelas de música, cuenta con cinco mil músicos federados. Esta realidad formativa y cultural está sustentada en Asociaciones sin ánimo de lucro, constituyendo entre todos un cuerpo social cercano a las cincuenta mil personas.

Las Bandas y sus escuelas de música son un bien colectivo, inserto en una población y un espacio común de sociabilidad intergeneracional; de la cual son embajadores, donde se incentiva la práctica musical creativa y se difunde la promoción cultural.

Como parte de la Unión Europea fomentamos los recursos culturales y patrimoniales, proporcionando, una formación para toda la vida.

Ginesa Zamora Saura.
Presidenta F.B.M.R.M.

https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/

“Todos hemos tenido un año difícil, muy difícil. Sin embargo, seguimos creyendo en el mensaje de la Música.

Los músicos tienen en su poder flores en lugar de armas, flores que nos traen alegría, esperanza, paz, hermandad, AMOR. Por lo tanto, la Música no solo es importante por ser un entretenimiento, la Música no solo es una profesión, la Música es una MISIÓN.

Por eso hacemos este trabajo: para lograr a través de esa misión una sociedad mejor.

Pensemos que las nuevas generaciones se han visto privadas durante todo este año de la reflexión profunda y crítica por atender, casi exclusivamente, a la salud y por supuesto que la salud es lo primero y más importante, pero también importa la salud mental y la Música ayuda a ello.

Por eso, mi mensaje a los gobernantes, presidentes y primeros ministros de todo el mundo es: consideren siempre la cultura como uno de los elementos primordiales para tener una sociedad mejor en el futuro”.

Riccardo Muti. Transcripción del discurso realizado en el transcurso del Concierto de Año Nuevo en la Sala Dorada de la Filarmónica de Viena, 1 de enero de 2021

Fuente: https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/ – Martes, 23 febrero 2021

Como casi siempre, la mañana del primer día del año mantengo el mismo ritual: ver y escuchar el famosísimo Concierto de Año Nuevo, unos años con más atención y otros, los que quizás la Nochevieja ha sido más intensa, la escucha ha mermado por culpa de la somnolencia. Este año no era el caso puesto que por desgracia, la Nochevieja de 2020, no pasará a la historia precisamente por la cantidad de horas bailando al son de las canciones del momento o los repetidos “brindis” con cava catalán, por lo tanto, en esta ocasión, mi atención estaba plenamente dirigida hacia lo que, con cierta curiosidad, iba a ser el primer concierto del 2021; digo con cierta curiosidad porque tenía la duda de cómo sería ver a la orquesta más famosa en el auditorio más televisado de la historia -¡sin público asistente!- espectadores, por otra parte, de cierta élite y que en esta ocasión, se quedarían al igual que yo año tras año, sin poder asistir a este magnífico evento; lo cual, tengo que decir, me producía cierto placer puesto que de esa manera y por una vez, todos los oyentes del mundo íbamos a ver este Concierto en las mismas condiciones -al fin éramos todos y todas iguales-. Sin embargo, ese extraño placer se fue al traste cuando vi el primer plano del auditorio vacío; en ese momento me recorrió una enorme tristeza y desolación: no era justo escuchar esa maravillosa orquesta tocando para un montón de asientos vacíos, carentes de japoneses, chinos, rusos, alemanes, austríacos, españoles, franceses….. Aquello tenía un aspecto extraño, fantasmagórico y desolador; solo la maravillosa decoración floral del auditorio lo hacía bello y esperanzador. A la estética floral se unió esplendorosamente la dirección con la que el Maestro comenzó a dar forma a la música. Por mencionar una de las interpretaciones, retengo en mi cabeza los ecos de una en particular – ¡qué Poeta y Aldeano interpretaron dios mío!, ¡Qué solo de violonchelo! – Esta composición fue una obra que no hace muchos años formaba parte del repertorio bandístico. El resto del concierto, sencillamente, estuvo maravilloso. Muti fue “Il Capo” absolutamente.

Además de todo esto, resulta que un murciano era el coreógrafo de los típicos bailes que todos los años intervienen en un momento de la retrasmisión: ¡qué más se podía pedir!

Pues sí, se podía pedir más, todavía quedaba lo mejor de la mañana. Antes de los tradicionales bises se produjo el milagro; el Maestro, Riccardo Muti, con la experiencia y sabiduría de sus 79 años, agarró con fuerza el micrófono y lanzó a los cuatro vientos el deseo para el Nuevo Año. Su alocución hecha en un inglés fácilmente entendible y con una maravillosa claridad, retumbó, no solo en la vacía Sala Dorada si no que hizo vibrar las paredes de los salones de todas las casas del mundo. Conforme el Maestro iba diciendo frase tras frase, mi corazón latía cada vez más fuerte y no era una fuerza cualquiera, era una fuerza enérgica, de ánimo y de alegría. Al mismo tiempo, mis ojos se humedecían y mi piel se erizaba. Ya con su magistral dirección a lo largo del concierto y a través de los sonidos producidos por la Filarmónica Vienesa esa sensación había hecho su aparición, sin embargo, en este instante, el estremecimiento era distinto; tenía otro cariz. Por fin, alguien y no cualquiera; el Maestro Muti y ante millones de espectadores, decía lo que yo – y sospecho que mucha más gente- pensaba, pienso y pensaré. Les puedo prometer que hubo un momento que mi loca imaginación me hizo ver una especie de alucinación: escuchando a uno de los más prestigiosos directores del mundo veía en él miles de bocas y voces a la vez expresando un único pensamiento. Es como si telepáticamente todos los músicos del mundo hablaran a través de la voz del maestro. Es como si la humilde labor que los músicos realizamos día tras día apareciera de repente en un gran luminoso de letras de luz en un color pleno de esperanza, dejando un mensaje que debemos trasmitir todos los días de nuestra vida: ¡La Música construye una sociedad mejor y esa debe ser nuestra misión!

Pocos días después recibía la siguiente noticia: la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, su Escuela y su Banda eran reconocidas por el Ministerio del Interior como Entidad de Utilidad Pública. Casi cincuenta años de trabajo intenso se veían recompensados por el Gobierno de España, dos años después de iniciar el expediente se conseguía esa declaración. Resulta que el Maestro Muti tenía razón, resulta que los músicos tenemos la misión de hacer la sociedad mejor. Resulta que si trabajamos intensamente conseguiremos hacer entender a los demás que la Música es absolutamente necesaria. Resulta que si nos empeñamos, las asociaciones musicales, escuelas y bandas, con su labor sin ánimo de lucro, con su actividad altruista y sacrificada ayudan a mejorar el futuro y el presente de nuestra gente. Nuestros jóvenes y nuestros mayores tendrán una existencia más confortable y en definitiva más saludable. Nuestro cuerpo y alma andarán más felices por el camino de la vida.

Sigamos creyendo pues en nuestra MISIÓN. Continuemos luchando como hasta ahora por la MÚSICA. Ella debe seguir sonando en todos los rincones del mundo a pesar de esta traicionera y maldita pandemia. Esforcémonos al máximo en superar cualquier adversidad.

Ángel Hernández Azorín (2021)
Director de la Banda y Escuela de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla.
Director de la Banda “Asociación Jumillana de Amigos de la Música” de Jumilla.