Jesús Rodríguez Azorín
Catedrático de Trompeta del Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba.
A lo largo de la historia de la trompeta no habrá un intérprete de este instrumento que haya tenido una mayor repercusión para las generaciones posteriores que Jean Baptiste Arban.
Su famoso Método Completo de Trompeta, escrito en 1864, es todavía hoy en día una referencia para el mundo de la pedagogía de la trompeta, siendo utilizado en, prácticamente, la totalidad de los conservatorios, universidades y escuelas de música de todo el mundo.
Vamos a conocer, en primer lugar, algo más sobre la figura de este maravilloso intérprete y pedagogo, para después comentar algunos detalles sobre su filosofía de enseñanza del instrumento, establecida a través de su extenso método de trompeta.
J. B. Arban nace en Lyon (Francia) el 28 de febrero de 1825. Ingresó en el Conservatorio Superior de Música de París en la clase de trompeta de François Dauverné en 1841, a la edad de 16 años. Durante sus años en el conservatorio, simultaneó sus estudios con la realización de varios viajes a Londres para atender diversos compromisos profesionales en esta ciudad. Debido a estos compromisos, “solamente” obtiene el Segundo premio en el Concurso de interpretación del Conservatorio de París en 1844. No quedando satisfecho Arban con este resultado, solicita su participación al año siguiente y, esta vez sí, obtiene el Primer Premio en dicho concurso.
Tal y como nos muestra Daniel Kelly en su artículo The competition solos of J. B. Arban (ITG Journal, 2006), durante los siguientes 10 años (de 1845 a 1855), Arban realiza el servicio militar y participa en todo tipo de proyectos musicales como compositor, arreglista, director e intérprete. Unos años antes, un invento había revolucionado las posibilidades técnicas y expresivas de la trompeta: la invención del sistema de pistones que permitía, por primera vez en la historia de este instrumento, interpretar todas las notas de la escala cromática. La adaptación del sistema de pistones a la corneta, la convirtió en un instrumento ágil, versátil, expresivo y muy adaptado a los pasajes virtuosos y espectaculares que eran muy del gusto de esta época. Desde 1848 ya se tiene noticias del desarrollo de este instrumento, realizado en colaboración entre el propio Arban y el constructor de instrumentos Adolph Sax. Con la explosión de la corneta como instrumento solista, Arban inicia una carrera impresionante, actuando en las principales salas de conciertos de toda Europa.
Uno de los lugares donde la música de Arban era más apreciada fue en Rusia, donde Arban realiza cuatro giras de conciertos durante los veranos de 1873 a 1876. Tal era la popularidad de Arban en este país que en San Petersburgo se construyó un edificio con su nombre que, además, estaba situado en el llamado “Jardín de los conciertos de Arban”.
Un hecho relativamente poco conocido es la visita en diversas ocasiones de Arban a España, concretamente para realizar varios conciertos en Madrid entre 1865 y 1870. La Tesis Doctoral de Miguel Ángel Navarro Evolución de la Enseñanza del clarín y el cornetín de pistones en Madrid en el siglo XIX, nos muestra cómo fue la estancia de Arban en nuestro país en aquellos años. Los conciertos de Arban en Madrid solían celebrarse entre los meses de mayo y agosto y, para ellos, el maestro Arban reforzaba a los músicos locales con algunos de los mejores intérpretes de su orquesta de París. Tal era la fama de J. B. Arban que sus recitales contaban con un lleno absoluto como se puede ver en las crónicas periodísticas de la época. Su repertorio estaba compuesto por polkas, mazurcas, valses y todo tipo de obras donde se podía apreciar el virtuosismo de sus arreglos y su propia capacidad como intérprete con la corneta de pistones.
En lo que se refiere a su carrera como profesor, en mayo de 1857 fue nombrado profesor titular en la Escuela Militar de París. Fue durante este periodo cuando escribió su famoso método. En 1868, mientras continuaba como profesor en esta Escuela Militar, solicita al director del Conservatorio de París la incorporación de la corneta a los estudios del conservatorio, alegando el impresionante interés que despierta este instrumento en el público de la época. En enero de 1869 se incorpora Arban como profesor de corneta en el Conservatorio de París, compaginando estas clases con su actividad como concertista y director. Tras un breve periodo en que abandonó el conservatorio para atender sus múltiples compromisos profesionales, vuelve a este centro en 1880 para iniciar su segundo periodo como profesor de corneta y dedicarse exclusivamente al desarrollo de la corneta como instrumento y a su enseñanza. Arban murió el 8 de abril de 1889 en París.
Aunque las composiciones de Arban abarcan todo tipo de piezas para corneta solista y piano y diversas obras de carácter didáctico (como L´art de chanter y L´art de phraser, por ejemplo), toda su producción musical queda eclipsada ante la magnitud de su célebre método Grande méthode complète pour cornet à pistons et de saxhorn, escrito como hemos dicho, hacia 1864, según diversas fuentes.
En esta extensa obra se trabajan todos los fundamentos de la mayoría de aspectos técnicos y musicales que necesita conocer el intérprete de trompeta. Entre los apartados del libro podemos destacar los ejercicios de emisión del sonido, sincopas, ligados, escalas, notas de adorno, intervalos, arpegios, cadencias y el doble y triple picado. Además, en la última parte de este libro aparecen estudios característicos de gran dificultad y una selección de obras basadas en temas y variaciones que requieren de una gran musicalidad y virtuosismo.
Desde la época de Arban hasta nuestros días, la técnica de la trompeta ha evolucionado mucho, incorporando nuevos elementos técnicos, como la ampliación de la flexibilidad, el registro pedal y sobreagudo, el bending, el estudio de la boquilla, etc. A pesar de esto, un gran número de aspectos básicos de su obra se mantienen plenamente vigentes hoy en día. Es el caso de sus ejercicios sobre la emisión del sonido (establecida en sus Primeros estudios), el trabajo general de la técnica (como vemos en sus páginas dedicadas a las escalas, arpegios e intervalos), la práctica del doble y triple picado (que todavía hoy en día sigue siendo la principal fuente de aprendizaje de cualquier estudiante) o los estudios y obras del final del libro (que continúan siendo incluidos en las programaciones de todo el mundo en los últimos cursos de nivel medio o en grado superior).
Multitud de pedagogos de la trompeta han realizado todo tipo de ediciones, transcripciones para otros instrumentos e incluso ampliaciones y modificaciones de esta colosal obra, como es el caso de autores como Clint McLaughlin o Eric Bolwin. Es increíble que una obra con más de 150 años de existencia, todavía forme parte obligada del material de estudio de cualquier trompetista amateur o profesional en la actualidad.
Las obras que aparecen en la parte final del libro de Arban han sido grabadas por la mayoría de intérpretes de renombre de todo el mundo. Es el caso de Maurice André, Winton Marsalis, Serguei Nakariakov, Allen Vizzutti, etc. La obra con la que cierra su método, el famoso Carnaval de Venecia, es todo un reto para cualquier intérprete y se incluye en la actualidad de manera habitual en los programas de concierto para trompeta y piano, en ocasiones como bis, para acabar el recital de una manera brillante y espectacular.
Por último, me gustaría comentar de qué manera se produjo la incorporación del Método de Arban en la enseñanza de la trompeta en España. Los brillantes conciertos interpretados por Arban en Madrid supusieron un gran impacto en la vida musical de la ciudad. Su capacidad de virtuosismo con el instrumento, especialmente su ágil interpretación del doble y triple picado, supusieron un antes y un después en lo que se refiere a las posibilidades interpretativas de la corneta de pistones. Animado por sus éxitos en la capital de España, en 1865, Arban presenta al director del Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid su método completo como material didáctico para que pueda ser incorporado a las clases. Tras ser analizada dicha obra por una comisión de expertos formada por seis profesores del centro, se aprueba su incorporación como material didáctico apto para la enseñanza y se autoriza su publicación.
Como curiosidad diré que uno de los integrantes de esta comisión que aprobó el método de Arban era D. Hilarión Eslava, autor del célebre Método de solfeo con el que yo mismo y mis compañeros de la escuela de música de Yecla, nos iniciamos en el estudio de la música con el maestro D. José Ortuño hace ya “algunos” años.