Esta primera edición de “Appassionata – Concurso Internacional de Música para Aficionados” tiene como objetivo promover a los músicos no profesionales a escala internacional. 

Este proyecto único es la iniciativa de  Bertrand Lavrenov  para la organización sin fines de lucro Han-Lavrenov. Los directores del proyecto son  Bertrand Lavrenov  y  Kephren Baiwir , dos músicos belgas profesionales.

El concurso permitirá a cualquier músico aficionado, sea cual sea su edad o su nacionalidad, actuar y defender su proyecto en un escenario. Ahora, más que nunca, es fundamental fomentar y apoyar el sector de las artes, así como la docencia y la educación. Este evento dinamizará la educación artística al ofrecer propósito y reconocimiento a sus participantes.

El concurso “Appassionata” tiene como objetivo reunir a personas (respetando las instrucciones de seguridad en la fecha del evento) que tienen una pasión común por la música. Esto permitirá a los actores del proyecto enriquecer su experiencia al compartirla. El concurso organizado según criterio profesional es una oportunidad para que todos los músicos amateurs que participan vivan un momento estimulante e inolvidable desde dentro.

Los participantes que intervengan en solitario o en grupo serán juzgados tras su actuación musical de quince minutos como máximo. El objetivo del concurso es promover y no discriminar a sus participantes. Es por ello que el jurado compuesto por reconocidas personalidades juzgará a los músicos de forma independiente entre sí. Entre otras cosas, juzgará la calidad de la interpretación así como la originalidad del proyecto.

Todos los participantes recibirán un certificado de participación y varios extras ofrecidos por la organización sin fines de lucro Han-Lavrenov y sus patrocinadores. Además, los ganadores recibirán un diploma de ganador del premio y posiblemente uno de los siguientes premios; sesiones de grabaciones en un estudio profesional, sesiones de fotos con un fotógrafo profesional, vales para equipo musical, la oportunidad de actuar en concierto con solistas de renombre internacional, premios honoríficos, etc.

Interesado por el evento? ¡Consulte la página https://en.appassionatacompetition.com/ para obtener más información!

Hace unos días subía en el ascensor que une el Casco Viejo de Bilbao con la calle Solokoetxe, hablando con un ascensorista que estudia violonchelo y con el cual siempre comento partituras, solistas que vienen al Euskalduna… Una compañera de viaje me dice: “Es usted el director de la banda, ¿verdad? Qué bien que sigan tocando y haciendo conciertos. No sabe cuánto se lo agradecemos…”. Salí del ascensor camino del ensayo pensando que somos afortunados de poder hacer lo que hacemos. Tal vez seamos un bien material y, posiblemente, de necesidad para cierta parte de la sociedad.

Ayer, el Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, declaró a las Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. En un principio me he sentido contento como músico de banda y como valenciano. Sin embargo, no he podido dejar de pensar en las bandas de otros territorios con la misma tradición que la nuestra, el mismo tejido social y educativo, con las mismas problemáticas que las bandas que rodean nuestra tradición más autóctona. Humildemente creo que el Ministerio de Cultura ha perdido una oportunidad para reconocer el valor de las bandas de música en general, de darle el lugar que merecen por historia y por realidad, sobre todo después de un período tan difícil como el que estamos viviendo y en el cual la cultura está luchando por sobrevivir.

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El fenómeno bandístico de nuestro estado empezó a gestarse entre finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Mientras en Europa los movimientos de Harmoniemusik se convirtieron en grupos de viento de moda, amenizando igual salones aristocráticos como serenatas callejeras, procesiones religiosas o protocolos, la crisis económica en los cuerpos de música militares españoles, dio origen a la aparición de bandas de milicianos. Estos grupos de músicos eran iniciados, en su mayoría, por músicos militares retirados que al volver a sus núcleos de población, empezaron a organizar bandas de música que imitaban ceremonias y funciones de los grupos militares. Durante el siglo XIX, estas bandas evolucionaron de forma diversa, tanto en el ámbito estructural como en el social. Desde Galicia a Andalucía, pasando por ambas Castillas, Cantabria, Asturias, Euskadi, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, Madrid, Extremadura, Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares, Canarias… la realidad bandística es un fenómeno sociocultural de una riqueza extraordinaria al cual siempre se le ha dado la espalda y se le ha juzgado con estereotipos anticuados y nada justos con su historia, en ocasiones de manera intencionada y en otros casos por pura ignorancia.

Ahora que las bandas valencianas han sido declaradas Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, confiemos que tal consideración se amplíe al resto de bandas de nuestro estado y que sirva de ayuda para visibilizar las necesidades del colectivo. Tal vez con este emolumento distintivo sea más fácil adecuar la situación de las escuelas de música de nuestras bandas, ofreciendo sueldos dignos para su profesorado, reconociendo su labor educativa y su dignidad para recibir la vacuna COVID igual que los profesores de conservatorios y de educación general. Seguro que después de tan importante condecoración las bandas de música que están teniendo problemas con sus partidas presupuestarias, recibirán ayudas para el pago de alquileres y gastos varios de sus sedes. Si el estado reconoce que somos patrimonio inmaterial, es momento que los Auditorios y Festivales subvencionados con fondos públicos adecuen sus programaciones con actuaciones de bandas con la misma regularidad con la que se programan otras formaciones artísticas y en igualdad de condiciones. Si realmente las bandas ya se consideran importantes para la cultura actual, es hora de generar proyectos educativos que ayuden a conocer su historia, a publicar sus obras originales, a grabarlas, a difundirlas, a crear currículos de formación en los cuales los futuros músicos profesionales vean en las bandas una salida laboral y artística de igual consideración que las orquestas sinfónicas, los grupos de cámara o los ensembles más diversos. Tras esta definición sería adecuado normalizar la visibilidad de las bandas en los medios de comunicación, no solo en su ámbito popular y/o tradicional, sino en su heterogénea vertiente artística y en su propuesta idiomática para el mundo de la creación musical contemporánea.

Después de una noticia tan singular para las bandas, confiamos en que nuestros representantes vean en estas instituciones musicales y sociales, un patrimonio único y diferenciador, en donde conviven distintas generaciones, se trabaja por un objetivo común, y se educa en la tolerancia y en el respeto por el papel que cada uno ejerce en la tarea colectiva. Invertir en las bandas de música es toda una inversión de futuro. El auténtico patrimonio de las bandas, sea o no inmaterial, son las mujeres y los hombres que las forman, con historias distintas, con credos diferentes, que hablan diversos idiomas y que piensan de formas muy diversas. La música sirve de amalgama a tal diversidad, y se convierte en alimento artístico de primer orden.

Esperemos que ser bien inmaterial no frene el flujo de materiales necesarios que permitan seguir funcionando a las bandas de música sean de donde sean.

José R. Pascual-Vilaplana

Cocentaina, 31 de marzo de 2021

Fuente: https://www.pascualvilaplana.com/

Artículo original

ESMAR abre sus puertas virtuales para que podáis conocer de primera mano tanto el centro, como a los profesores y todo el universo de opciones formativas que ESMAR pone a vuestra disposición.

Sábado, 17 de abril de 2021 · De 10:00 a 14:00 h.

El evento online GENERACIÓN ESMAR constará de:

  • Presentación ESMAR: Carles Subiela, presidente de la Junta Directiva
  • Conoce ESMAR: Manuel Tomás, director académico, nos presenta el modelo innovador de ESMAR, y responderá a las diferentes cuestiones de funcionamiento, matriculación o cualquier otra duda.
  • ConVersa ESMAR: Profesores de ESMAR responden a los alumnos interesados para orientarles de cara a sus futuros estudios en el centro.
  • Generación ESMAR: Estudiantes de nuestro centro de diferentes especialidades compartirán sus experiencias.

Inscripción –> https://www.esmarmusic.com/

por Esmar | 1 abril, 2021 | Actualidad

 

En la música procesional, Manuel Font de Anta fue uno de los principales compositores que, aun con poco repertorio para este estilo.

Dio mayor color y potenció la expresión artística a una música que durante el primer periodo del siglo xx  se establecía con un carácter muy solemne y triste.

Escrito por diapason – 28 marzo, 2021

Manuel Font de Anta

Manuel Font de Anta proviene de una saga de músicos importantes comenzada por su abuelo José Font Marimont, que fue director de la Banda del Regimiento de Infantería “Soria nº9” de Sevilla, toda una gran institución, y el primero en componer una marcha para la Semana Santa de Sevilla, “La Quinta Angustia”. El padre de Manuel, Manuel Font Hernández de la Herranz, fue el fundador de la Banda Municipal de Sevilla, violinista y compositor y buen instrumentador. El hermano de Manuel, José Font de Anta, estudió en Bruselas y fue violinista y compositor. Ambos hermanos eran uña y carne, pero la popularidad estuvo más del lado de Manuel.

Manuel, nace en los primeros días de diciembre de 1889 en el seno de una familia de grandes músicos, como ya hemos mencionado anteriormente. Estudió música con su propio padre y con Vicente Ripollés y Eduardo Torres, Maestros de Capilla de Sevilla y también con el afamado compositor Joaquín Turina. Años después se trasladó a Nueva York para continuar sus estudios  con otro compositor afamado como Jean Sibelius y en París conoció a Manuel de Falla. Independientemente de la música procesional, Manuel fue un gran pianista y director de orquesta y como no, compositor de otro tipo de repertorio musical como obras para piano, canciones para cantantes como por ejemplo Pastora Imperio, Sinfonías o Zarzuelas durante su etapa en Madrid. Dato a destacar es que en 1929 compuso el pasodoble para la inauguración de la Plaza de España de Sevilla por la Exposición Iberoamericana.

Estando Manuel en Madrid, por trabajo, junto con su hermano José en su casa, llegó una carta junto a un tarjetero chino de su padre, Manuel Font Hernández. En el tarjetero chino había dentro cuatro fotos pequeñas de la imagen de la virgen de la amargura y en el papel había escrita una pregunta tajante:

“Ya que a mí me lo niegas, ¿serías capaz de negárselo a ella?”

Este es el momento en el que el padre, le encarga la marcha “Amarguras” a los hijos pero éstos al ser unos reputados músicos no podían hacer frente a este encargo. El padre, en última instancia les envía a los hijos este tarjetero y esa pregunta a la desesperada con el fin de que se rindieran y le escribieran la marcha. El detonante fueron claramente las cuatro fotos de la imagen de la virgen lo que hizo que se compusiera esta marcha.

Hay una cierta incertidumbre en cuanto a la autoría de la marcha “Amarguras”. En el año 1922 se registró a nombre de José Font de Anta una gran cantidad de partituras, porque éste estaba encargado de ello. La historia está más en el lado de José por que se entendía que Manuel, su hermano, en ese momento, era un exitoso compositor que llevaba una vida más ajetreada que José y José, por el contexto de la obra, pudo haber aportado más dramatismo ya que acababa de llegar de Bruselas a casa de Manuel por la pérdida de una mujer, hija de uno de sus profesores, con la que había mantenido relaciones, pero se enteró de que ella falleció en un bombardeo por la guerra que acechaba por aquel entonces y peor todavía es que José se enteró de que su pareja murió con un hijo suyo que no había nacido y que también murió. Por otro lado, el actual director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, D. Francisco Javier Gutiérrez Juan demuestra que la marcha es de Manuel Font de Anta. El día del registro, los hermanos habían hablado y fue cuando José fue va al registro. El motivo fue que tenían que registrarlas cuanto antes porque les iban a editar la música y así poder cobrar los derechos. En el momento del registro, José, tuvo que poner su nombre y firma para poder hacerlo y dejar constancia de ello.

Francisco Javier Gutiérrez Juan, nos aporta una nueva justificación más  como por ejemplo que la  marcha “Soleá, dame la Mano” se estrenó en Marzo de 1922 cuando no es correcto, porque en 1918 hay prensa que notifica que ya se estrenó la marcha de Manuel Font de Anta, por lo que, otro dato más nos dice que aquel registro que hizo José, es incorrecto en cuanto a autoría se refiere.

La marcha queda firmada por Manuel Font de Anta el 14 de Marzo de 1919. Fue compuesta primeramente a piano y fue el padre de éste, Manuel Font Hernández, quien como buen compositor la instrumentó y la dejó como la conocemos hoy en día y que en 2019 hizo los cien años de edad.

Es de obligado recordatorio hablar de la marcha “Amarguras” de Manuel Font de Anta. Hay infinidad de artículos o incluso videos de programas de televisión o de particulares en los que hacen una referencia clara a esta marcha con una premisa muy concreta y es que; Amarguras” es considerada el Himno de la Semana Santa de Sevilla. Afirmar esto en una de las capitales donde la Semana Santa es una referencia donde mirar, es realmente sorprendente, pero cuando la propia marcha se interpreta siempre en el pregón de la Semana Santa de Sevilla, cuando es la música que cierra la Semana Santa sevillana con la entrada en su templo de la Virgen de la Aurora, incluso ha traspasado fronteras por su interpretación por la Orquesta Sinfónica de Londres o cantada por cantaores como Enrique Morente, son palabras o hechos suficientes como para afirmarlo con rotundidad.

Manuel Font de Anta, murió asesinado por brigadistas republicanos tres meses después del inicio de la Guerra Civil Española (1936-1939). Manuel tenía un hijo vinculado con la Falange al que fueron a buscar a casa y con la misma se llevaron a ambos para fusilarlos en una tapia, aunque el hijo pudo escapar. Los restos de Manuel están en el cementerio de Sevilla.

Aquí tenéis el enlace para que podáis escuchar la marcha de la que hemos hablado en este artículo:

Roberto Puche Rubio.