Artículos de opinión personal

Fuente: valenciaplaza.com

30/12/2023 – VALÈNCIA.

En 1886 l’Ajuntament de València organizó por primera vez el Certamen de Bandas de Música. Una innovación cultural que, con el transcurrir de los años, cambió para siempre el ecosistema musical en la Comunitat Valenciana y consiguió unas transformaciones culturales, sociales y económicas profundas y relevantes. 

El Certamen ha venido desarrollándose durante los últimos  135 años, y solo se ha visto afectado por pandemias, dificultades económicas extremas y, por supuesto, por la Guerra Civil Española. Fundado antes que la propia Banda Municipal de València (1903) y pocos años después del Conservatorio de Música de València (1879), se convirtió en catalizador del movimiento asociativo valenciano que se fue gestando y consolidando durante todo el siglo XIX.

Por suerte, disponemos de investigaciones y estudios que relatan la historia del certamen y de sus protagonistas y que describen con exactitud el desarrollo del mismo. Poco se puede añadir al respecto. No obstante, queremos reflexionar y poner el enfásis sobre los beneficios que el citado certamen ha aportado al conjunto de la sociedad valenciana y mucho más ahora que el Ajuntament de València, presidido por María José Catalá, ha anunciado importantes mejoras para la próxima edición.

No es fácil innovar en el terreno cultural. Las políticas que se desarrollan en este ámbito siempre son bienvenidas y cada vez se valoran más. De todos son conocidos sus beneficios para mejorar nuestra sociedad y para garantizar los derechos culturales de la ciudadanía. Un modelo económico basado en la cultura proporciona unos beneficios integrales difíciles de superar. Los estudiosos de la economía de la cultura pueden dar más argumentos.

València es tierra de músicos, sus agrupaciones musicales civiles son conocidas desde muchos años en todo el mundo. Es más, la práctica musical forma parte de la identidad del pueblo valenciano y desde hace décadas exportamos talento al resto del mundo. Todo ello, gracias a nuestras valiosas sociedades musicales, que han proliferado por la totalidad de la geografía valenciana. Muy conocido, no hace falta insistir

Esto no hubiera sido posible sin  el Certamen de Bandas de València. Esta es la idea que queremos proclamar aquí. Proporcionó un  escenario en el cap i casal para que las bandas de las poblaciones valencianas pudieran actuar y mostrarse más allá de sus ámbitos locales, estimuló económicamente estas asociaciones y, sobre todo, insufló la pasión por mejorar y por aumentar la calidad de las mismas. Sin el Certamen, jamás se hubiera conseguido incrementar la excelencia de nuestras agrupaciones hasta las cotas inimaginables que llegarían despúes. Un nivel de excelencia que incentivó, además, la calidad de nuestros intépretes, directores y compositores que encontraron en el Certamen el estímulo necesario para mejorar y competir. Muchas de las figuras valencianas indiscutibles del panorama musical mundial saben lo que es participar en el certamen de Valencia. Hablamos de Gustavo Gimeno, Francisco Coll, Álvaro Albiach, Vicente Zarzo, Francisco Salanova, etc.

Además, la historia reciente y la singularidad de poblaciones como Llíria, Cullera y Buñol tampoco se entenderían sin el Certamen de Valencia. En estas poblaciones encontramos dos bandas de música que históricamente han concurrido juntas a estes Certamen originándose una sana rivalidad que ha propiciado y estimulado la calidad de las mismas. Es lo que la investigadora Josefa Cucó califica como dualismo sociológico donde dos grupos humanos se reafirman uno contra otro mediante un mecanismo de rivalidad y emulación. El Certamen de Valencia fue el marco adecuado para el desarrollo de esta rivalidad.

En el terreno cultural los beneficios también son indiscutibles. En una edición del Certamen de Valencia participan más de veinte agrupaciones que aglutinan alrededor de mil músicos. Se organizan cuatro conciertos a los que asisten más de seis mil personas y generan un movimiento de participación en las respectivas poblaciones de un impacto difícil de cuantificar pero de gran magnitud. Preparar un certamen exige muchas horas de ensayo. Por encima de todo, la pasión y la ilusión por ganar y mejorar, y se crea un círculo virtuoso que moviliza a miles de personas cada año en la Comunitat Valenciana. Se trata de un gran espectáculo de la música para Banda.

También es verdad que los Certámenes generan ganadores y perdedores, algunos puristas de salón dirán que se trata de algo arcaico y cargado de atavismos, pero funciona y ha funcionado durante ya más de un siglo. Ahí están los resultados. El Certamen ha generado la creatividad necesaria de los compositores valencianos que han encontrado en él el escenario para escribir magníficas obras para Banda. También ha mejorado la calidad en el ejercicio de la dirección musical y ha consolidado el crecimiento económico de las sociedades musicales que han necesitado la obtención de recursos extraordinarios para concurrir con todas las garantías al Certamen. ¡Casi nada!

Y no digamos los beneficios intangibles de colocar a Valencia en el centro de la música de viento en el mundo. Al Certamen, desde los primeros años, han asistido las mejores bandas de música del panorama internacional y ha generado un turismo musical parecido al que se puede encontrar, salvando las distancias, en Bayreuth o Viena. Sin embargo, no hemos sacado pecho de todo ello.

Tenemos la suerte de contar en la actualidad con una alcaldesa que sabe lo que es el Certamen, concurrió de joven con su Banda y experimentó la pasión y la ilusión que miles de jóvenes músicos han vivido en sus años de juventud. Nadie tiene que explicarle nada. Una de sus primeras medidas ha sido encargar a sus colaboradores un gran impulso a este proyecto. En ello estamos.

Para finalizar, queremos concienciar a las sociedades musicales valencianas para que participen en este y otros certámenes, todos los músicos valencianos estaremos siempre en deuda con él. Pongamos a València en el panorama musical mundial exibiendo esta gran fortaleza y conociendo en profundidad los beneficios obtenidos durante estos ultimos años. Es de justicia.

Manuel Tomás Ludeña
Coordinador de Estrategias, Estudios y Proyectos del Ayuntamiento de València

Se acaba de publicar el nuevo Decreto que regulará las escuelas de música y de las artes escénicas en la Comunitat Valenciana.

Un texto de importancia capital para el ecosistema musical valenciano y en particular para nuestras queridas sociedades musicales, titulares de la mayoría de ellas.

Manuel Tomás · 14 febrero, 2022 

Hay mucho en juego: Un modelo educativo acertado, la propia subsistencia de las citadas sociedades musicales y sobre todo, atender a las necesidades formativas y culturales de miles de músicos valencianos. Este Decreto afectará en menor o mayor medida a un colectivo que aglutina alrededor de un millón de personas.

Y no solo eso, debido a la incardinación de “lo musical” aquí, también está en juego aspectos tan importantes como la empleabilidad de miles de jóvenes músicos, el desarrollo económico de  nuestro territorio y algunas políticas de carácter social muy relevantes como la despoblación y la cohesión social.

Cuestiones generales

En términos generales, hay que aplaudir el esfuerzo en el terreno de la ordenación académica realizado por la administración educativa. El último Decreto, ahora derogado, fue publicado en el 2013. Es una buena política mantener actualizado permanentemente el marco normativo a las transformaciones, cada vez más rápidas, que experimentan las sociedades actuales. Primer cuestión positiva.

La segunda. No es un texto sectario ni “de parte”. Los argumentos expuestos en la exposición de motivos se agradecen, sobre todo para alguien como el que suscribe, que ha tenido responsabilidades en anteriores administraciones. Miremos lo expresado en la exposición de motivos:

“El Decreto 91/2013, de 5 de julio, del Consell, por el que se regulan las escuelas de música de la Comunitat Valenciana, supuso, en su momento, un avance a la hora de formular un modelo educativo propio,
singular y de calidad para la enseñanza no formal de la música. En este sentido, la regulación que propugna el presente decreto, en consonancia con lo propuesto por el Decreto 91/2013…….”

Nada de sectarismos, el nuevo Decreto entiende la importancia de lo que pasó en el 2013 y pretende profundizar en el camino que se abrió entonces. Un Decreto que para “más inri” fue trabajado y pactado en ua comisión paritaria administración/FSMCV que se reunió muchas veces y  negoció con intensidad.

Como es de bien nacidos ser agradecidos y en justa correspondencia, nos gustaría poner en valor el esfuerzo técnico del Servicio de Enseñanzas de Régimen Especial y de sus profesionales, un servicio creado en el 2012 y que despúes de casi diez años de actividad cuenta con personal formado y con conocimientos suficientes. Lo han demostrado en la redacción de este Decreto. Enhorabuena.

Pero vayamos a realizar un análisis más detallado. Hay mucho que decir, dejaremos algunos aspectos para otros artículos y nos centraremos en lo más relevante. Porque el Decreto es profundamente transformador, innovador y si me permiten arriegado y valiente. Puro “Rock and Roll”. Algo que puede generar polémica pues incluye algunas cargas de profundidad de bastantes megatones.

Escuelas de Artes Escénicas

En general, se incluye en la regulación la posibilidad de configurar escuelas de artes escénicas, es decir se puede avanzar hacia un modelo más integrado y abierto donde se combinen las enseñanzas del teatro y el circo, además de la música y la danza (estas últimas siempre juntas de la mano desde 1990).

Nos parece positivo, se abren posibilidades para muchas escuelas que quieran adentrarse en este terreno. Y quienes quieran quedarse solo en música lo pueden hacer. Solo alguna pega, si proliferan las escuelas de artes escénicas se deberá aumentar la cantidad en subvenciones y ayudas, de lo contrario “saldremos a menos” en el reparto. Y ya anunciamos el verdadero talón de Aquiles del nuevo Decreto, la pasta gansa.

Avances en el terreno pedagógico y organizativo

En el terreno pedagógico, como muy bien expresa el Decreto, felizmente se profundiza en un tipo de centro diferente al modelo “conservatorio” con una clara finalidad de atender a la formación del aficionado y normalizar la relación entre sociedad y educación musical. El nuevo Decreto esto lo hace de maravilla. Y me explico.

El primer obstáculo era sortear la restringida regulación de la Ley Valenciana de la Música que, al incluir las asignaturas de Instrumento y Lenguaje musical como enseñanzas mínimas, obliga a las escuelas de música a organizarse (e identificarse) como un conservatorio elemental. Un lastre que nos acompaña siempre. El decreto del 2013 lo sorteó, pero “la pirueta” del actual es antológica, de las que marcan época. Comprueben ustedes:

“En relación con el concepto de enseñanzas mínimas que se menciona en los apartados anteriores, se refiere al conjunto de conocimientos y habilidades que se tienen que adquirir en estas escuelas con carácter general. Dentro de su autonomía, las escuelas estructurarán las enseñanzas mínimas teniendo en cuenta que la oferta formativa debe favorecer la globalización de los aprendizajes para facilitar así que los procesos de enseñanza resulten efectivos en el contexto de lo que es una enseñanza de tipo no formal.”

¡Las enseñanzas mínimas no se entienden como asignaturas sino como conocimientos y habilidades! Aquí, como diría Maquiavelo, el fin justifica los medios. Todo sea por la autonomía de las escuelas de música. Totalmente de acuerdo.

Y lo mejor del Decreto en el terreno organizativo, el artículo 15 que establece el Programa de Aprendizaje como la forma básica de organizar la enseñanza en las escuelas de música. Un gran avance que posibilita huir de los esquemas tradicionales de las enseñanzas formales, organizadas historicamente en cursos y asignaturas. No obstante será necesario formar al profesorado y los directores a qué organicen las escuelas mediante Programas de Aprendizaje.

Además, cuando habla de la evaluación, remata la cuestión:

“El concepto de promoción y permanencia no será aplicable a estas  enseñanzas.”

Normal y lógico. Fuera ya las calificaciones en unas enseñanzas que no expiden titulaciones ni existe un curriculo oficial básico que integrar y cumplir.

Prosigue el Decreto más adelante hablando de Evaluación abriendo la posibilidad de evaluaciones externas con consecuencias para obtener ayudas y subvenciones:

“Esta evaluación se entiende como una rendición de cuentas de las escuelas en relación con la calidad de las
enseñanzas que ofrecen y podrá tener efectos directos en su financiación”.

Otra bomba según mi juicio. Y no podemos estar más de acuerdo. Cuando se obtienen recursos públicos una exigencia democrática elemental es someterse a evaluación y control. Ahora bien, si me permiten la maldad, sorprende que lo que ahora se pretende hacer con los centros de titularidad privada, la propia administración no quiera hacerlo en sus propios centros públicos, donde la palabra evaluación externa genera urticaria. Pero claro, las sociedades musicales y  el profesorado de las escuelas de música no tienen sindicatos potentes que rechacen con fuerza las “veleidades neoliberales”. No tienen a ningún “primo de zumosol” que salga en su defensa. Ni siquiera los centros concertados de enseñanza general que reciben muchos más recursos públicos soportan tal evaluación externa. O todos tirios o todos troyanos, pero no seamos nosotros las hermanitas pobres de la caridad pues duele la desconfianza.  Juzguen ustedes

Y siguen las innovaciones, la pandemia ha dejado su huella también en el Decreto. Aquí lo tienen:

Las escuelas de enseñanza artística no formal de música y de artes escénicas podrán implementar estrategias de formación híbrida presencial o semipresencial con apoyo telemático”.

Muy bueno y oportuno, pasando por la izquierda a las enseñanzas de los conservatorios, incluidos los conservatorios superiores que no tienen autonomía, por muy superiores que sean, para impartir enseñanzas en formato telemático a diferencia de las Universidades. Con esta medida, las escuelas de música tienen una oportunidad de crecimiento y de innovación muy grande, ahora solo falta que aprendamos a explotarla. Más necesidades de formación y más inversión en equipamiento, pues el Decreto sube el nivel de las plataformas digitales aplicables. Piticlín, piticlín..

Las titulaciones y requisitos del profesorado

Sigamos viendo más aspectos. Respecto a las titulaciones y a la formación y capacitación del profesorado, se sigue permitiendo la docencia en estos centros con el Título Profesional de Música. No hay más remedio, lo dice la Ley Valenciana de la Música. Pero hay avances. Ahora se necesita el título  expedido en la especialidad instrumental correspondiente  para impartir la propia especialidad. Es decir que un profesor con el título de Clarinete no puede dar clase de Trombón. Es de perogrullo pero necesario. Aunque no cerremos todas las puertas, una escuela de música en una zona rural despoblada con pocos recursos y poco alumnado puede necesitar que se flexibilice esta medida.

Aunque hay un aspecto que los redactores del Decreto no han tenido en cuenta: En el plan LOE, los títulos de música de las enseñanzas superiores son genéricamente de Interpretación ( u otra especialidad como Pedagógía), no hay un título diferenciado para cada itinerario instrumental. Un error de la LOE que ahora deberá ser tenido en cuenta para aplicar lo que establece el Decreto. Es decir, un trombonista y un clarinetista tienen el mismo título de Interpretación, a secas.

Y ahora viene otra bomba nuclear del Decreto: El profesorado debe disponer de formación pedagógica y didáctica que acredite sus competencias docentes, con una duración mínima equivalente 60 créditos. Es decir, si se toma como referencia de medida los créditos ECTS serian necesarios un total de 1.500 horas de formación. Si se toma como medida la formación acreditada en los CEFIRE’s, serían necesario un total de 600 horas de formación. Prácticamente un Máster. Brutal

Piensen ustedes que, hoy en día, no se exige este requisito para impartir la docencia en los conservatorios de música profesionales. Ya estamos otra vez cargando las tintas sobre los más modestos.

Ningún inconveniente cuando de mejorar la formación inicial del profesorado de escuelas de música se trata, siempre lo hemos propugnado. Pero se debería concretar más y establecer medidas transitorias y de acompañamiento para que no se distorsione el sistema ni los derechos adquiridos del profesorado. Pues según lo establecido en el decreto, es  un requisito obligado  a partir de ya para todo el profesorado actual y son casi 5.000. A falta de ver la concreción del Decreto, lanzamos las siguientes reflexiones:

  1. Lo lógico hubiera sido establecer un periodo transitorio para que el actual profesorado lo obtenga
  2. Se debería convalidar este requisito a aquellos que tengan una dilatada experiencia docente en escuelas y conservatorios de música. Por ejemplo, si acreditan 600 horas de experiencia docente.
  3. La organización de esta formación, desde el Servicio del Profesorado de la Conselleria no será tarea fácil. Aunque es verdad que la propia FSMCV y algunas entidades privadas pueden contribuir a ello, como pasa con el resto de enseñanzas.

Bravo por la exención de este requisito a los titulados de  las especialidad de Pedagogía de las enseñanzas superiores de música. Era de justicia. Aunque depués lo descafeinamos:

“Así mismo, estarán exentas (de la formación pedagógica) las personas que disponen del Título Profesional de Música o de Danza que puedan acreditar haber cursado asignaturas optativas de perfil pedagógico”.

Una oportunidad para los conservatorios porofesionales que se van a prestar a organizar asignaturas optativas con estos contenidos. Pero claro, equiparar una optativa de las enseñanzas profesionales a una formación de 60 créditos no parece muy equilibrado, la verdad.

El ejercicio del liderazgo educativo

Respecto al ejercicio del liderazgo, el nuevo Decreto avanza. Y está muy bien. La calidad educativa de cualquier sistema, centro o proyecto, reside, en primer lugar en el profesorado. En segundo lugar en la calidad en el ejercicio de la función directiva.

El Decreto obliga a incorporar la figura del director (ya lo hacía el anterior) y a exigirle una formación específica de 130 horas. No está mal. Es un curso superior. A estos sí se les da un periodo transitorio  para la obtención de este requisito.

Necesitamos buenos líderes que organicen correctamente la escuela, que impulsen las innovaciones necesarias y transformen estos centros en la línea establecida por el Decreto. No será fácil. Sin la formación adecuada de un cuerpo de élite, el Decreto no se aplicará. Aquí se debe insistir y mucho, es un aspecto clave. Más trabajo para el Servicio de Formación del Profesorado y la FSMCV. Como verán ustedes, la factura sigue subiendo, ya veremos al final lo que cuesta.

Además, nos parece muy acertado que el director tenga el título superior de música y forme parte del Claustro. De esta manera se asegura que los directores sean profesionales de la educación musical capaces de liderar un proyecto de carácter educativo y no como ha ocurrido en otros lugares de España donde se eligieron gestores culturales para dirigir las escuelas de música municipales con resultados muy pobres.

Y ahora un detalle muy bonito: Las escuelas de música se verán representadas en los Consejos Escolares Municipales. Muy bien, más normalidad educativa, nada de sentirse especiales.

Condiciones laborales del profesorado

Y ahora viene otra bomba nuclear. A cuenta del horario del profesorado en lo que respecta a las horas complementarias.

“Las horas complementarias del personal docente serán determinadas proporcionalmente a partir de las horas de docencia directa que tiene cada docente.

  1. La distribución de horas del personal docente se realizará respetando a lo largo del curso la planificación inicial y teniendo como referencia el calendario escolar y la proporcionalidad de horas establecida en la normativa aplicable a las enseñanzas artísticas de tipo formal”.

Madre del amor hermoso. También tenemos la esperanza que la concreción del Decreto aclare las incertidumbres que esto genera.

Para que me sigan, en las enseñanzas formales de los conservatorios públicos, la jornada laboral de un profesor es de 37,5 semanales, distribuidas de la siguiente manera: 18 horas lectivas de docencia directa con el alumnado, 12 complementarias (tutorías, guardias, asistencia a reuniones, etc..) y 7,5 de estudio y preparación de clases.

En las escuelas de música, debido a la escasez de recursos, en la mayor parte de ellas se contratan y pagan solo las horas de docencia. La cosa no da para más. Si no interpeto mal, ahora, un profesor que tenga el horario completo debe trabajar unas doce horas complementarias más.

Imagino que esta medida no estará en contradicción con los Convenios Laborales aplicables y la Abogacia de la Generalitat y el Consell Jurídic Consultiu habrán asegurado su legalidad. El profesorado de las escuelas de música ni son funcionarios ni personal al servicio de las administraciones públicas, son trabajadores cuya actividad está regulada por la legislación laboral y no la administrativa. Posiblemente todo va a quedar en una declaración de intenciones. Los especialistas en derecho laboral dirán.

Pero más allá de estas dudas,  se trata de una mejora laboral que agradecerá el profesorado pero que nuestras sociedades musicales a duras penas podrán asumir a no ser que reciban más ayudas para ello. De  lo contrario deberán repèrcutir  el gasto extraordinario sobre las cuotas que paga el alumnado.  A ver que dicen las sociedades musicales y la propia FSMCV al respecto, la que mejor actúa defendiendo a las sociedades musicales; la organización más parecida a la patronal del sector. Como pueden observar, la cuenta sigue subiendo…

Sobre la financiación

Para finalizar, la gran decepción. Ningún avance en la financiación, una simple remisión a la Ley Valenciana de la Música que en este terreno sigue durmiento el sueño de los justos y la habitual regla de no incremento de gasto; la Conselleria de Educación debe con sus propios medios atender lo nuevo.  Y eso que la cuenta va subiendo conforme se lee el Decreto. En definitiva: ¡Aquí le regalo un Ferrari pero usted  se lo debe pagar!

Un reforma de este enorme calado debe ser sustentada con más recursos. Los 11.300.000 euros de la Orden de subvenciones deben ser incrementados sustancialmente, de lo contrario, el decreto quedará en papel mojado.  Somos conscientes que la cantidad destinada actualmente cubre una buena parte de los gastos y déficits de las escuelas de música pero perpetúa el modelo actual. Si se pretende avanzar en un modelo de mucha más calidad y exigencia, van a ser necesarios compromisos más firmes de financiación y no solo confiarlo a la línea de subvención que tiene una capacidad limitada para generar transformaciones profundas. Pues las sociedades de música no tienen la seguridad que la linea de subvención se mantendrá estable y no se minorará en función de los ciclos económicos y por ello, no se animan a mejorar las condiciones del profesorado ni a realizar inversiones importantes.

Ni siquiera las escuelas de música en territorios con problemas de despoblamiento obtienen un guiño especial en este sentido. No hubiera costado nada poner que estas gozarán de especial tratamiento para su financiación y abrir la posibilidad a que la Agència Valenciana Antidespoblament  pudiera echar una mano.

¡Qué lástima! Con la gran cantidad de fondos europeos que estamos recibiendo, destinar unos pocos al desarrollo de este proyecto, sacaría de la precariedad laboral a más de cinco mil profesores/as, ayudaria a sostener y mantener a nuestras sociedades musicales y por encima de todo, mejoraría la calidad educativa para atender las necesidades formativas del conjunto de la población.

En conclusión, un gran avance en el terreno educativo y la mejora integral de las escuelas de música.  Un innovación en la línea correcta. Pero al mismo tiempo, una precio elevado para su implementación sobre las espaldas de las sociedades musicales. Bastante cargadas ya y con las fuerzas muy justas. Esperemos que se tomen las medidas adecuadas para la financiación. Seguro que así será, más tarde o temprano.

Manuel Tomás Ludeña

Socio fundador de LIMES3

La publicación en noviembre del Real Decreto 984/2021, de 16 de noviembre, por el que se regulan la evaluación y la promoción en la Educación Primaria, así como la evaluación, la promoción y la titulación en la Educación Secundaria Obligatoria, el Bachillerato y la Formación Profesional ha causado una honda preocupación en los conservatorios profesionales de todo el país, y también una perturbación para muchos alumnos y sus familias.

Fuente:  ·  

El motivo: El citado Real Decreto complica, y mucho, el llamado comúnmente Bachillerato Musical, que se obtiene si superas las asignaturas comunes del Bachillerato en cualquier instituto español y los cursos 5º y 6º en cualquier conservatorio o centro autorizado de nuestro territorio.

Esta potente acción, impulsada por primera vez en 1992 por la famosa LOGSE, era una medida muy efectiva para facilitar la simultaneidad de las enseñanzas de Música y las enseñanzas de bachillerato y aligerar las elevadas cargas lectivas que padece nuestro alumnado. Iba dirigido mayoritariamente a aquellos que quisieran cursar las enseñanzas superiores de Música y dedicarse profesionalmente a la Música.

Para este perfil de alumnado, la solución era ideal porque les evitaba una carga lectiva de doce horas semanales que podían dedicar al estudio individual y autónomo que requiere la práctica musical de carácter profesional.

Para los conservatorios también era una acción de enorme prestigio, según mi opinión, ya que equiparaba en cierta manera nuestras enseñanzas y titulaciones con una modalidad de Bachillerato. Compárese con la utilidad y el prestigio del Título de Enseñanzas Profesionales de Música y se verá. Pero esto es otro tema.

Gracias a ello, durante los últimos treinta años han sido muchos los/las alumnos/as  que finalmente han optado por este tipo de Bachillerato ya que, como todos sabemos, les ahorra muchos esfuerzos innecesarios.

También es verdad que este Bachillerato ha tenido, además de sus luces, alguna que otra sombra. La primera de ellas, imputable a nosotros, al profesorado de los conservatorios, que jamás fuimos capaces de orientar adecuadamente al alumnado y mostrar claramente sus ventajas. Añadimos, además, el desconocimiento que, en muchos institutos, se tenía y se sigue teniendo al respecto. ¡Cuántas veces, como director de conservatorio, tuve que dar a conocer a mis compañeros directores de instituto este Bachillerato vigente desde 1992! Ni sabían que existía.

La segunda de estas limitaciones es las restricciones para acceder a la Universidad si finalmente el alumnado desiste de ir a los conservatorios superiores. El mismo alumnado y sus progenitores han dudado en escogerlo por no cerrarse opciones para ingresar en la Universidad en caso de no tener plaza en un conservatorio superior,  o bien por un cambio de idea a última hora. Una vez me dijo un padre: “Si mi hijo pierde el dedo en un accidente, entonces qué hace con este Bachillerato…” No comment.

Evidentemente, este Bachillerato está pensado para aquellos convencidos en cursar enseñanzas superiores de Música y dedicarse profesionalmente a la Música. Pero, como en la vida todo puede pasar, las dudas, a mi entender exageradas, le restaban prestigio. Así y todo, con las limitaciones descritas, cumplió su función  y ayudó a mucho alumnado.

Con la LOMLOE nos las prometíamos felices. En otro artículo en este mismo blog, celebramos la redacción de este Bachillerato en el texto de la Ley Orgánica. Aún a riesgo de quedar como ingenuo, transcribo lo que dije hace algunos meses. Maldita hemeroteca.

“Otra medida que nos ha gustado mucho ha sido la nueva regulación del Título de Bachiller para el alumnado que cursa simultáneamente las enseñanzas de Música y las materias comunes del Bachillerato. Ahora se dice claramente que los alumnos que obtengan este Bachiller lo harán en la modalidad del Bachillerato en Artes. Ésta es la mejora. Simple y efectiva.

Este tipo de Bachillerato ya se implantó en 1990 con la LOGSE, pero tenía un problema por su indefinición. Era una especie de “pegote”, no era una modalidad propiamente dicha y planteaba problemas para aquellos que lo tenían y decidían no cursar las enseñanzas superiores o ir a la Universidad. De hecho, solo lo cursaban aquellos alumnos que estaban muy convencidos de seguir los estudios superiores de Música en un conservatorio superior. A la mínima duda, el alumnado se decantaba por otra modalidad de Bachillerato con el consiguiente exceso de carga lectiva, doce horas más. Para salir corriendo.

Ahora ya no es así. Esta medida provocará directamente una mayor confianza del alumnado y de sus familias, facilitará también la comprensión de esta modalidad dentro del sistema educativo. Y sobre todo facilitará a nuestro alumnado el acceso a otros itinerarios formativos superiores. Y no solo eso, también se incrementa el prestigio de nuestros conservatorios profesionales cuyas enseñanzas son homologables ahora a las del Bachillerato, algo que puede ser poco comprendido entre el sector, siempre proclive a sentirse “diferente”.

¡Qué inocencia la mía! Desconocíamos las pretensiones del Ministerio de Educación al respecto. Pero vayamos a ver “el cuerpo del delito. Aquí lo tenemos. El citado Real Decreto que desarrolla la LOMLOE, en su artículo 21.3,  nos dice:

“3. También podrán obtener el título de Bachiller en la modalidad de Artes quienes hayan superado las Enseñanzas Profesionales de Música o de Danza, y las materias (comunes) establecidas en el apartado 1 de este artículo, que son:

  1. Filosofía.
  2. Historia de España.
  3. Lengua Castellana y Literatura I y II y, en su caso, Lengua Cooficial y Literatura I y II.
  4. Primera Lengua Extranjera I y II.”

Y las correspondientes a la citada modalidad conforme al apartado 2:

“Modalidad de Artes: Fundamentos del Arte I y II.”

Aquí tenemos el origen de nuestros males. La bomba de relojería reside en incluir dos asignaturas de la modalidad de Artes. Y lo explicaremos. Vaya por delante que la intención ha sido buena pero, por lo visto, los responsables no conocen con profundidad nuestras enseñanzas. Vamos por partes:

Creo sinceramente que la intención era buena. Sin duda, con esta regulación eliminan dos asignaturas comunes, la Historia de la Filosofía y la Educación Fisica y las sustituyen por Fundamentos del Arte I y II. Una decisión más adecuada desde el punto de vista  curricular. Sin ánimo de molestar al profesorado de Educación Físca e Historia de la Filosofía, parece más adecuado para formar músicos que estos aprendan  Fundamentos del Arte. Pero ahí no está peligro.

Este Bachillerato ya no se podrá cursar en todos los institutos. La inclusión de una asignatura de la Modalidad de Artes obliga al alumnado a elegir un instituto que imparta esta modalidad. Y como son muy pocos, muchos no podrán hacerlo. Esta es la diferencia. Antes nuestro Bachillerato se podía cursar en cualquier instituto español. Ahora solo en aquellos que tengan autorizada la modalidad de Artes. ¡Descubierta la puntilla!

Por poner un ejemplo, en la Comunitat Valenciana tenemos un total de 472 institutos públicos y privados (según los datos del Registro de Centros). Y de estos, solo 69 imparten la modalidad de Artes. Las cifras hablan por sí solas. Además, encontramos comarcas enteras y áreas geográficas extensas sin un instituto con esta modalidad.

Evidentemente, el alumnado de nuestros conservatorios que no tenga a su alcance un instituto con la modalidad de Artes directamente ni se planteará elegir esta opción con el perjuicio que esto supone. ¡Nada más y nada menos que volver a la década de los 80 con el anterior Plan 66! Un retroceso en toda regla.

Nos consta que son muchos los que han intentado sin éxito que el Ministerio rectificara. Por lo que nos comentan, en la Comunitat Valenciana se propone una solución parcial (mejor dicho, un parche) como es permitir que se curse la asignatura de Modalidad (Fundamentos del Arte I y II) a distancia. Bueno, algo es algo.

A mode de ejemplo, tengo un sobrino en esta situación estudiando primer curso de Bachillerato en Madrid, en su instituto de siempre. Pues bien, la dirección ya le obliga en cumplimiento de la legalidad una vez iniciado el curso, a que cambie de modalidad o de instituto, a uno que imparta la modalidad de Artes. ¡Menuda agresión en toda regla y, para más inri, una vez iniciado el curso! Aquí lo tenemos… Más claro, agua.

Además, hay aspectos que chirrían desde el punto de vista jurídico. No sé hasta qué punto el Real Decreto se está excediendo, los expertos en legislación dirán.

La LOMLOE dice claramente en su artículo 37.4:

También podrán obtener el título de Bachiller en la modalidad de Artes quienes hayan superado las Enseñanzas Profesionales de Música o de Danza y las materias comunes del bachillerato.

Y el artículo 50.2 establece:

El alumnado que finalice las enseñanzas profesionales de Música o de
danza podrá obtener el título de Bachiller en su modalidad de Artes en las
condiciones establecidas en el apartado 4 del artículo 37 de esta Ley.

Y nada más, la Ley Orgánica (LOMLOE) es taxativa, las asignaturas comunes y punto. ¿Cómo un Real Decreto puede enmendar la Ley, contradecirla e incluir asignaturas de Modalidad? ¡Que alguien nos lo explique, por favor!

En la Comunitat Valenciana, la Conselleria d’Educació está trabajando en una nueva normativa que simplifique el currículo oficial de las enseñanzas profesionales de Música. Una medida muy lógica y aceptada por el sector.  ¡Maldita la gracia que se nos libere de carga lectiva de nuestro propio currículo y que se incremente por el Bachillerato! Lo que ganamos por un lado lo perdemos por el otro.

Esperemos que se encuentre una solución. Mientras tanto, el alumnado que sueña con ser músico profesional tendrá un obstáculo importante en su trayectoria. O lo que es peor, como el título de enseñanzas profesionales no es necesario para concurrir a las pruebas de acceso a las enseñanzas superiores, a ver si el alumnado que quiere ser músico profesional abandona las enseñanzas profesionales y se prepara por su cuenta para acceder a las enseñanzas superiores sin pasar por las enseñanzas profesionales. Una opción cada vez más habitual. Llegado a este punto, el prestigio de las enseñanzas profesionales de Música estaría bastante afectado.

Esperemos que, de una manero u otra, se pueda resolver esta cuestión. Seguro que sí.

Sin ninguna duda, el trabajo que desarrollan las sociedades musicales en la actualidad es amplio, diverso y de gran repercusión en la cultura de nuestra Región

Escrito en https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/ el Martes, 14 diciembre 2021

Se mantienen sus escuelas de música, su pilar fundamental, siendo como ya hemos dicho en multitud de ocasiones, la única posibilidad que los ciudadanos tienen para poder acercarse e iniciarse en el mundo de la música; se sustentan sus agrupaciones musicales (Bandas, Coros, Grupos de Cámara, etc.); se realizan actos culturales, conciertos de diversos estilos, festivales, certámenes, ciclos de conciertos, publicación de libros, edición de discos compactos, cursos de formación, encuentros sociales, etc.

Aparte de la implicación de sus miembros en los actos lúdicos, festivos y culturales de sus localidades, participando en actividades organizadas tanto por los organismos públicos como por entidades privadas: Semana Santa, Moros y Cristianos, Carnavales, Ciclos culturales, Fiestas Patronales, de barrios, etc.

Esto está muy bien, y es una realidad innegable, lo que sucede es que a veces por diversos motivos, somos incapaces de DIFUNDIR todo lo que estamos haciendo, llegar al gran público, estar TODOS unidos en la divulgación de lo que generamos, crear expectación en los medios de comunicación, y sobre todo y es algo que siempre que se me ha pedido mi opinión he remarcado mucho: CREER FIRMEMENTE EN LO QUE HACEMOS.

Esta gran labor social y cultural lo lleva a cabo, (según fuentes del informe sobre el impacto económico y sociocultural de las bandas asociadas a la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia -FBMRM- realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena -UPCT-) un colectivo social. No olvidemos que nuestras cerca de 50 sociedades se componen de socios, de más de 29.000 personas; cerca de 5.000 músicos entre miembros de las bandas titulares, juveniles e infantiles; escuelas de música con cerca de 8.000 alumnos/as, con sus respectivas familias, y más de 320 profesores.

Por eso es necesario el ir implicando cada vez más, a los medios de comunicación de nuestras localidades, a los regionales, y porque no, a los nacionales. Con su ayuda, conseguiremos que poco a poco el ingente trabajo que desarrollamos desde las Asociaciones Musicales llegue a más y más personas. Es una tarea compleja, pero a nosotros eso no debe de asustarnos, acostumbrados como estamos a superar retos más complicados.

Soy consciente de que en cada localidad se está empezando ya a trabajar con los medios locales, siempre que existan; como ejemplo pondré el de mi ciudad, que es el que más conozco, y donde tenemos presencia actualmente en el semanario Siete Días Yecla, con una doble página al mes; Teleyecla Radio con el programa semanal “Diapasón Radio”; con el espacio mensual “Damos la nota”; elperiodicodeyecla.com, con una entrada en su zona de blogs a nuestra revista digital, y con el resto de medios que cubren cualquier noticia generada desde nuestra Asociación.

Pero necesitamos llegar a muchas más personas, introducirnos dentro de la sociedad, que sepan que existimos, que conozcan todo lo que hacemos y lo que generamos. Por eso es tan importante que se estén realizando colaboraciones como las que, desde la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia, se han puesto en marcha a través de espacios en diversos medios de la Región, o simplemente porque ya se estén empezando a preguntar quiénes somos, y de los que subrayamos:

En Onda Regional de Murcia, se emite dentro del programa “La Gramola”, que dirige el periodista Miguel Massotti, el espacio semanal “A bombo y platillo”, donde se van descubriendo todas la Sociedades Musicales de Murcia, y se habla de las noticias más importantes que generan las mismas o la propia Federación.

La televisión autonómica 7 Región de Murcia, dentro de su espacio “Clásica en la 7” lleva ya varios años grabando y emitiendo desde el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas de Murcia, la mayoría de los conciertos del ciclo “Bandas en el Auditorio”.

Existen varios portales en internet como Murcia.com, donde suelen insertar todas las noticias generadas desde las bandas de música.

La revista digital Diapasón que edita la AAM Yecla, inserta una entrada semanal donde se incluyen colaboraciones de cualquier tipo relacionadas con la música y sobre todo con el mundo de las bandas, con participación de músicos, compositores, directores, gestores, padres, socios, etc.

Y como no, destacar la labor que se desarrolla desde este blog incluido en La Verdad digital, uno de los grandes medios informativos de nuestra Comunidad Autónoma.

Yo no soy ningún especialista, sólo soy un apasionado de la música y miembro desde hace más de 45 años de una de las asociaciones que componen la Federación murciana, pero desde hace más de 30 años estoy implicado en la promoción de dicha entidad.

Por eso, y después de esta experiencia, creo que es tan importante lo que les he remarcado antes sobre la difusión y la unidad de todo el colectivo en la promoción de nuestro trabajo, e insisto mucho en lo de TODOS, puesto que aunque cada sociedad, cada alumno, cada músico, cada directivo, cada socio, pertenezcamos a una localidad diferente, luchamos por lo mismo, no somos adversarios, no somos rivales, puesto que la banda de cada pueblo, siempre será la banda de cada pueblo, aunque luego exista la lógica y sana competencia, pero que al final siempre peleamos por lo mismo, la MÚSICA.

Por eso a veces es muy importante, y más ahora en este mundo globalizado, y donde las redes sociales tiene tanta repercusión, que cuando aparezca en cualquier medio de comunicación o en internet, alguna noticia o evento relacionado con una de las bandas federadas todos marquemos el famoso “like” del me gusta, que compartamos, que comentemos, que entre todos creemos y creamos en nuestras BANDAS.

Y como conclusión, y siempre bajo mi humilde opinión, me gustaría recalcar porqué estas dos actitudes: DIFUNDIR y estar TODOS unidos, son tan necesarias, puesto que si logramos despertar el interés entre los medios de comunicación, suscitar expectación entre los ciudadanos de nuestra Región, trasmitir lo que hacemos y generamos correctamente, conseguiremos que poco a poco seamos un referente para toda la sociedad Murciana y sobre todo para los gobernantes de nuestra Comunidad.

Todos sumamos, todos somos Música, todos hacemos Banda, todos somos Federación.

José Miguel Ibáñez Lax.

El próximo domingo 14 de noviembre en Camarena (Toledo) tendrá lugar la Asamblea Extraordinaria de la Federación Regional Castellano-Manchega de Sociedades de Música para la renovación de cargos de la Junta Directiva.

11/11/2021 Alcázar de San Juan (CR)

Asamblea que llega tarde, ya que fue solicitada por quien firma éste artículo y varios representantes de Bandas asociadas por Burofax, Correo Certificado y finalmente por e-mail a la atención del Presidente de la Federación, según marcan los Estatutos hace meses. No recibiendo otra respuesta más que “en el momento en el cual las pautas de vacunación de la Covid19 estén por encima del 70% de vacunados y la Asamblea pueda realizarse presencialmente se realizaría”, todo ello sin ajustarse a los propios plazos que marcan los Estatutos de la Federación.

De un total de 198 Bandas que figuraban en la web de la Federación hace unos meses, sorprendentemente en la convocatoria SOLO figuran 27 y algunas de ellas de reciente creación, afiliación o alguna que aun estando al corriente del pago de las cuotas no aparece en el listado de la convocatoria. Al restante numero de Bandas se las han dado de BAJA supuestamente por no estar al corriente con el pago de las cuotas de la Federación, pero… ¿Se les ha notificado correctamente dicha situación a éstas Bandas y se les ha preguntado por qué han llegado a éste descontento?

El domingo tenemos la oportunidad de VOTAR POR EL CAMBIO, de poder RENOVAR una Institución que lo único que hace es emitir certificados a las Bandas que se presentan a Certámenes de Bandas y poco más.

La Candidatura que represento y que pide el voto al resto de Bandas que tienen derecho a ejercer su voto en la Asamblea, está dispuesta a renovar, actualizar, mejorar y dar visibilidad a una Federación que tanto por el numero de Bandas de la Región como por la calidad de sus músicos necesita de una Junta Directiva dispuesta a velar por los intereses de las Bandas, ilusionar de nuevo a las que se han marchado de la Federación e invitar a las que aun no han formado parte de ella para conformar una Federación fuerte, unida y que realmente se interese por las necesidades de las Bandas, ya sean grandes o pequeñas, de una punta o de otra.

La ilusión por poder ejercer un voto se multiplica aún más cuando ese voto es para poder realizar un cambio tan necesario como la responsabilidad que asumimos los miembros de la candidatura en representar los intereses de todas las Bandas de la Región.

Los que me conocéis sabéis bien mi forma de trabajar y la involucración con todos los proyectos en los que formo parte, éste PPROYECTO, la RENOVACIÓN DE LA FEDERACIÓN es tanto para mí como para todas las Bandas que estamos esperando éste cambio un punto de inflexión para CAMBIAR lo que hay o “seguir como estamos”. NOSOTROS VOTAMOS POR EL CAMBIO, Y TU?

Jorge Román Bustamante, Candidato a presidir la Federación Regional Castellano-Manchega de Sociedades de Música. Presidente de la Asociación Banda de Música de Alcázar de San Juan (CR).

Hay varios pasos que nuestras entidades y por tanto sus directivos deben dar para intentar que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) puedan llegar a formar parte de su vida asociativa en un futuro no lejano (el 2030 está más cerca de lo que parece).

El primer paso: la formación. Conocer el origen y el contenido de la Agenda 2030 o analizar el estado actual de cada ODS y sus metas facilita la posterior apropiación e integración. Es necesaria una formación adaptada a los intereses de los participantes, de tal forma que se exploren las conexiones entre los distintos ODS.

Una segunda parte ha de ser la apropiación. Apropiación significa “hacer una cosa suya” y para hacer una cosa nuestra antes debemos conectar con ella, creer en ella y que nos motive de tal manera que queramos incorporar-la en nuestra vida profesional pero también personal.

Finalmente, la integración. Entender los principios generales involucrados miso de incorporar los principios y va-lores de los ODS, no hace falta seguir adelante. Y ese compromiso debe contar con el respaldo expreso de los dirigentes de la entidad.

Diagnóstico

Tenemos que pararnos a pensar un poco y ver dónde estamos y hacia dónde vamos en relación con los ODS, viendo cuales son más cercanos a nuestras actividades. Y seguro que nos damos cuenta de que algún camino llevamos ya andado.

Integración en la gestión

Es necesario integrar los ODS en la gestión de nuestras entidades fijan do objetivos que contribuyan al cumplimiento de aquellos que hemos identificado en los pasos anteriores. Y para acercarnos a esos objetivos tendremos que hacer lo que tantas veces hemos hecho: ver que acciones ponemos en marcha para lograrlos. Y ejecutarlas, claro está.

Evaluación

Si asumimos la expresión “lo que no se mide no se gestiona” pues sencillamente la tenemos que aplicar también en todo esto. Y evaluar nos servirá, entre otras cosas para analizar el esfuerzo y ponerlo en relación con los logros, contrastar el antes y el después, corregir errores, motivar para futuros logros y también para rendir cuentas a nuestros asociados sobre lo que hemos hecho.

Comunicar las acciones realizadas

El aforismo, Lo que no se comunica, no existe, atribuido a Marshall McLu-han (profesor de literatura inglesa, crítica literaria y teoría de la comunicación) resume a la perfección este punto.

En concreto, sería bueno elaborar una memoria sobre lo realiza-do y conseguido, y por supuesto deberemos darlo a conocer a los medios de comunicación para lograr su difusión entre el público. Con ello a lo mejor hasta ayudamos a otras entidades a seguir este camino.

No podemos finalizar este resumen apresurado sin hacer una somera mención a las metas (los 17 ODS se desglosan en 169 metas) de los ODS más directamente relacionados con la cultura (que desgraciadamente son pocas).

La meta 4.7 destaca la necesidad de que la educación promueva una cultura de paz y no violencia y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.

La meta 8.2 aborda la diversificación de la economía, que debería incluir la estimulación de las industrias creativas.

La 8.9, tiene como objetivo “Diseñar e implementar políticas para promover un turismo sostenible que cree empleos y promueva la cultura y los productos locales”.

La 11.4 llama explícitamente a la acción del sector cultural, y es la meta que la mayoría de nosotros conocemos: “Redoblar los esfuerzos para proteger y salva-guardar el patrimonio cultural y natural del mundo”

Por su parte las metas 8.9 y 12.b buscan “Elaborar y aplicar instrumentos para vigilar los efectos en el desarrollo sostenible, a fin de lograr un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales”.

El análisis que cada uno de nosotros hagamos de la relación entre estas u otras metas y el fin social de nuestras entidades nos ayudará a darnos cuenta de que efectivamente las sociedades musicales ya estamos contribuyendo (en la mayoría de los casos me atrevo a decir que de manera espontánea y no consciente) al cumplimiento de los objetivos de des-arrollo sostenible de la Agenda 2030.

Ahora se trata de ser conscientes de ello para así poder jugar un papel relevante. Pero obviamente este recorrido no lo podemos hacer solos. Si definimos la gobernanza participativa como compartir la responsabilidad, entonces debemos concluir que esta responsabilidad se puede compartir en muchos niveles diferentes y de muchas formas diferentes.

Convoco desde aquí a todos los actores implicados para que cada uno desde el lugar que ocupamos trabajemos en común con el fin de acercarnos y contribuir al cumplimiento de estos objetivos.

Con ello contribuiremos a que la cultura sea de verdad un motor de desarrollo social y económico. 

Luis Vidal Domínguez es tesorero de la CESM, músico y economista.

Artículo publicado en versión papel de Las Bandas

⇒ Ir a Cultura, sociedades musicales y agenda 2030 (I)

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L’empresa “Consolat de Mar”, fundada i impulsada per Carles Subiela, ha rebut la distinció al Mèrit Empresarial i Social de la Generalitat Valenciana. Un premi, sense dubte, molt merescut després d’una dilatada trajectòria aportant valor i ajudant als músics i a les societats musicals de la Comunitat Valenciana.

Són moltes les persones que hui celebren este Premi: Joves que han pogut comprar un instrument musical per complir els seus somnis de ser músics, agrupacions musicals de tot el mon que, gràcies a Carles, han adquirit un equipament per iniciar un projecte social i musical a les seus poblacions, etc… Es pot dir que Consolat de Mar ha inundat de música moltes parts del món on regnava el silenci i la foscor.

Carles va vendre un tractor per viatjar a la Xina començant una vida de pel·lícula. Ara diguem a esta gent emprenedors. Carles ho va ser quan encara no s’estilava. La seua visió va  aconseguir que els instruments musicals, eines molt cares des de sempre, pogueren estar a l’abast de qualsevol economia. Amb la seua llavor, la pràctica musical es va democratitzar i superar barreres insalvables.

Tots sabem que la música a la Comunitat Valenciana, mitjançant les societats musicals, és una manifestació de caràcter rural, popular i en mans dels sectors socials més desfavorits. Des de sempre, la pràctica musical ací ha representat una possibilitat de promoció social per a molts músics humils. Consolat de Mar va marcar una fita en esta tasca al resoldre un gran problema: El preu excessiu dels instruments musicals. La peça que faltava fins aleshores.

També de la seua mà, els músics i les agrupacions valencianes han visitat la Xina exportant el seu talent, sent encara més conegudes i contribuint a la projecció de la Comunitat Valenciana per terres orientals. Com ell sol repetir: “Sempre fent país”.

Però encara hi ha més. Amb tot açò podria haver-se aconformat. Però Carles sempre va més enllà i Consolat de Mar està contínuament desenvolupant una gran tasca solidària regalant instruments i col·laborant en qualsevol concert i festival musical; la seua presència és obligada en tots els actes musicals que se celebren pel conjunt de la geografia valenciana. Consolat de Mar i Carles són els amics dels més necessitats. A més d’emprenedor, un “mecenes” sense ser poderós econòmicament però amb molta, molta generositat i il·lusió. Quasi res!

Per açò i molt més, els amics i amigues de Carles es compten per milers perquè és una bona persona, sensible, culta i tolerant. Conversar amb ell és sempre un plaer. Els teus problemes i les teues alegries són seus també. Molt ferm en les seus pròpies conviccions però al mateix temps molt respectuós amb les conviccions dels altres, un cas difícil de trobar hui en dia on imperen sectarismes de tot tipus i actituds intolerants.

Sempre disposat a convidar a una paella a tot el mon, reparteix somriures i bon humor. Molt orgullós del seu poble (Benaguasil) i de la comarca del Camp de Túria, pot este dissabte, el dia de la festa de tots els valencians, replegar eixa distinció amb l’orgull del treball ben fet i amb l’admiració de la família, els amics i de tots el músics de tot el món.

Enhorabona Carles, tens moltes paelles a pagar i a celebrar durant els pròxims mesos!

Manuel Tomás Ludeña

El pasado 10 de junio tuve la ocasión de participar en el Foro de economía comarcal Ciudades creativas para el desarrollo social organizado por Levante-EMV, patrocina do por Power Electronics y que contó con la colaboración activa de Lliria City of Music y Denia City of Gastronomy y en el que participaron los alcaldes de Llíria, Manuel Civera, y Dénia, Vicent Grimalt, la diputada en el Congreso por el PSPV-PSOE y especialista en turismo, Ana Botella, Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, la secretaria autonómica de Economía Sostenible, Rebeca Torró, el CEO de Power Electronics, David Salvo, el presidente de la fundación Balearia, Jose Manuel Orengo, el diseñador Francis Montesinos y yo mismo como representante de la Confederación Española de Sociedades Musicales (CESM).

Este artículo resume las ideas que expuse en este Foro en el que participe por invitación expresa del entonces alcalde de Llíria Manuel Civera, a quien aprovecho para agradecer a través de estas líneas su firme apuesta por apoyar todas las acciones de la CESM.

Es una evidencia que sin creatividad no hay progreso, pero dado mi perfil (músico aficionado, directivo de la CESM y economista) centraré mi exposición en los aspectos de la creatividad ligada a la gestión. Lo que podríamos llamar “la gestión creativa”.

En demasiadas ocasiones he tenido que expresar mi opinión en el sentido de que la administración pública suele ofrecer respuestas a nuestras demandas que he calificado de Insuficientes, Incorrectas, Injustas, y la peor: Inexistentes. Las 4 íes como yo las llamo. Y que frente a ello nuestro sector tenía que combatir con las 4 ces: Cumplimiento de la norma, Comunicación, Creatividad y Cohesión.

Toca hoy pues hablar de la C de creatividad en la gestión entendida como la identificación y el aprovechamiento de las oportunidades que en cada momento se pueden presentar en las entidades que dirigimos.

Y si hablamos de oportunidades, todos tenemos ante nosotros un ineludible reto que es también una enorme oportunidad: La agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Tal y como denuncia Alfons Martinell, profesor emérito de la Universidad de Girona y director de la Cátedra Unesco Políticas culturales y cooperación lamentablemente, a pesar de los aportes del sector cultural al proceso de elaboración de la Agenda, ésta no incorporó un ODS específico que situara a la cultura como elemento imprescindible para el desarrollo sostenible, pese a su importancia en los contextos contemporáneos. Sin embargo, tras la indignación inicial del sector cultural, han surgido estrategias de incorporación de la cultura a este plan de acción universal. Desde hace un tiempo, son numerosas las voces que reclaman que la cultura sea considerada una esfera más al abarcar todos los ámbitos de la actividad humana y constituir una de las principales fuentes de valores, cohesión social, bienestar, riqueza y participación de una sociedad.

Cultura sostenible

El capítulo 1 Hacia una cultura sostenible ofrece información básica sobre la Agenda 2030 y demuestra cómo este marco de acción puede ser una oportunidad para el sector cultural.

En el capítulo 2 Integrando el enfoque sostenible en el sector cultural se plantean una serie de principios comunes que sirven de referencia y punto de partida, y se ofrece un mapa de todos los actores de la cultura implicados en lograr un desarrollo sostenible. Ese marco teórico compartido y la identificación del ecosistema sobre el que tenemos influencia es el paso previo a la acción. Además, se dedica un apartado al papel funda-mental de la administración pública para hacer posible esta transición hacia la sostenibilidad.

En el capítulo 3 Pasar a la acción se propone, a modo de checklist, un listado de medidas que pueden llevar-se a cabo en distintas áreas, desde la programación o la gestión hasta los espacios físicos donde se desarrolla la actividad cultural.

Y por último, en el capítulo 4 se ofrece una selección de casos de estudio que ilustran proyectos culturales que ya están alineados con la Agenda 2030.

La lectura de este documento puede servir por tanto para que cualquier lector interesado pueda iniciar una aproximación a este tema y le será de gran ayuda si comparte el objetivo de integrar la Agenda 2030 en el sector cultural.

Pero si hablamos de la Agenda 2030 y por tanto de desarrollo sostenible, es necesario que conozcamos el verdadero significado de esta expresión:

El Informe Bruntland define al des-arrollo sostenible como “el proceso capaz de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas”.

Y esta sostenibilidad se estructura en cuatro dimensiones que a su vez son básicamente las que le dan sentido a los 17 objetivos de desarrollo sostenible que contiene la Agenda 2030. Estas dimensiones son:

La dimensión medioambiental

El medio ambiente y el desarrollo no son retos separados: el desarrollo no puede subsistir con una base de re-cursos ambientales que se deteriora; el medio ambiente no puede ser protegido cuando el crecimiento ignora el precio de la destrucción ambiental.

La dimensión social

Busca proteger y fomentar el bienestar de las personas y una vida digna y de calidad sin exclusiones.

La dimensión económica

Se trata de lograr un mayor equilibrio entre nuestros modelos de producción y consumo y la capacidad de reproducción de los ecosistemas.

La dimensión cultural

Constituye una de las principales fuentes de valores, cohesión social, autoestima y participación de una sociedad.

Y ahora que ya podemos al menos intuir que la cultura y la sostenibilidad no son conceptos inconexos, ¿Qué podemos hacer para embarcar a las instituciones, asociaciones y agentes culturales, industrias creativas en la difusión de los ODS y de la Agenda 2030?

Luis Vidal Domínguez es tesorero de la CESM, músico y economista

Artículo publicado en versión papel de Las Bandas

⇒ Ir a Cultura, sociedades musicales y agenda 2030 (y II)

Siempre me han cautivado los versos del Premio Nobel Vicente Aleixandre:

“…Recordar es obsceno, / peor: es triste. Olvidar es morir…”

(de Poemas de la consumación, 1968)

El olvido es, en la mayoría de las ocasiones, una especie de muerte de la que no se es consciente. En la terrible enfermedad del Alzheimer, los enfermos viven con lagunas en sus recuerdos, como si algunas determinadas carpetas de su disco duro se hubieran borrado para siempre. Para ellos nunca existieron. Recuerdo como mi abuela materna, en sus dos últimos años de vida, dejó de reconocerme como su nieto. Decía que yo era hijo de una amiga suya y que no sabía por qué estaba siempre en su casa. Aquella mujer con la que compartí tantos bellos momentos disfrutando de su bondad, de su cercanía, de su sabiduría vital y de su eterna ternura, ahora me negaba su condición de abuela. Fue difícil de asimilar, sobre todo cuando este olvido inicial se convirtió en una degeneración física paulatina y dolorosa. Una sensación de impotencia te absorbe de forma cruel cuando observas el declive vital de alguien a quien amas.

Y es que, tal vez el olvido no puede disociarse de un deterioro físico. Y por ello, trabajar la memoria nos pueda ayudar a conservar una mayor calidad de vida. En un mundo como el actual, inmerso en una pandemia de la que se creyó salir rápidamente y de la que aún no sabemos cuándo nos podremos librar, los olvidos son, como mínimo, símbolo de una incipiente degeneración. Hay quienes olvidan que no podemos bajar la guardia en los protocolos contra el contagio, enarbolando, en ocasiones, una absurda seguridad profiláctica. Sin embargo, también hay quien se olvida de vivir y por tanto reniega de buscar los medios para poder continuar manteniendo la dignidad vital en mitad de una situación que ha dado un vuelco radical a aquello que considerábamos la normalidad. Creo que ambos olvidos llevan inmerso una cierto miedo, una especie de comodidad temerosa de enfrentarse a lo desconocido. El ser humano tiene ante sí un reto de gran relevancia mediante el cual puede demostrar una potencialidad reflexiva y pensante que ayude a canalizar sus conocimientos en una mayor adaptabilidad a la realidad que le rodea.

Pero hay olvidos que pueden ser reconducidos con la sensatez de la reflexión. En todos los sistemas de mnemotecnia que he podido conocer se nos habla de la importancia y de la eficacia de la esquematización, la lógica y el razonamiento para poder mantener una memoria eficaz y productiva. Sin embargo, hay decisiones tomadas desde la comodidad y la falta de esfuerzo que olvidan aquello que realmente es evidente. En estos tiempos de pandemia asistimos a olvidos incomprensibles que perfectamente podrían ser subsanados. No se si son olvidos producidos por instalarse en el mínimo esfuerzo, por la inoperancia despreocupada o por pura y simple ignorancia. Sea cual fuere el motivo, hay que reivindicar que se puede vencer al olvido cuando éste no es producto de patología alguna. Desde junio de 2020 a agosto de 2021 he dirigido unos cuarenta y tres conciertos, la mayoría con aforos reducidos, otros por streaming. En las bandas municipales de Bilbao y Barcelona, hemos mantenido todos los conciertos de temporada, cambiando repertorios para adaptarlos al protocolo COVID que incluye tanto distancias físicas, como reducción de efectivos sobre los escenarios, duración de los programas (todos ellos sin pausa para evitar acumulación de público) … Ha sido un trabajo esforzado y comprometido de todos y cada uno de los músicos de las formaciones, además de los equipos de organización y gestión. Hemos tenido miedo, yo el primero. Pero hemos pensado en poner todo el esfuerzo para poder seguir ofreciendo nuestro trabajo con la mayor dignidad, adecuándolo a la situación pandémica a medida que ésta iba evolucionando. Y lo hemos logrado. No hemos suspendido ninguno de nuestros conciertos programados, actuando como si hubiéramos tenido una temporada pre-pandémica. El público que nos ha escuchado, bien en directo, o bien por redes, nos ha mostrado un calor tremendamente especial y sincero. Sin embargo, seguimos inmersos en el ostracismo del olvido. Seguimos sin tener noticias de las bandas de música a no ser aquellas que aparecen en el apartado de curiosidades, ambientaciones festivas y populares… El ámbito de la cultura musical y su difusión se reduce a los conciertos sinfónicos, al pop, al rock, al jazz, a la ópera, a la música contemporánea (como si las bandas fueran hologramas del pasado), a los musicales…. Hace unos meses, en varias noticias de radio y televisión anunciaban la presentación del nuevo presidente norteamericano. En varios titulares se podía leer, a modo de curiosidad apostillada: “el presidente se hizo acompañar de una banda de música”. Así, sin más explicaciones. En ninguna parte oí referenciar que la banda de música que lo acompañaba es una formación que forma parte del protocolo presidencial de los EEUU desde el 1798, año en el cual el presidente John Adams aprobó su fundación tal y como consta en el acta del congreso norteamericano fechada el 11 de julio de aquel año (hace ya 223 años). Tal vez sea porque en los programas educativos de ámbito general no se hace mención alguna de la existencia de bandas de música en la historia cultural, ni que esta banda a la que hago referencia, la “The President’s Own” United States Marine Band, es una de las formaciones sinfónicas más importantes del mundo, con temporadas de conciertos de un elevado nivel artístico, con una discografía mítica y fundamental para entender la evolución de la composición destinada para las bandas de música, y que tiene, entre sus directores invitados contemporáneos, a figuras como John Williams. Pero, según los medios, fíjate qué curioso, el presidente de un país tan importante, se hace acompañar de una banda de música, tan vulgar… Y es que la memoria de las bandas está plagada de olvidos, los cuales le han proporcionado una especie de mantra estereotipado que se repite entre generaciones.

A pesar de estos olvidos, seguimos y seguiremos. No nos queda otra. El trabajo siempre dignifica y en estos momentos tan especiales, aún más. El trabajo silencioso pero constante, el que produce activos de solidez, el que hay detrás de cada músico que con miedos y situaciones personales varias, ha dejado atrás todo para demostrar que su trabajo es útil en esta sociedad. Las bandas de música (algunas de ellas, no todas …) han sido reconocidas por el Ministerio de Cultura como Material Representativo del Patrimonio Cultural Inmaterial, pero al ser tan “etéreas” da la sensación que no existimos. En el olvido de este reconocimiento hacia el resto de bandas hay también una muerte lenta del respeto por su historia, por su presente y por su potencialidad futura.

El olvido puede ser ocasionado por una enfermedad o por un nocivo descuido. En el caso de las patologías mentales, existen tratamientos paliativos que aminoran su evolución o su intensidad. En el caso de la incultura, hay un remedio efectivo: el estudio y la formación. Y en este último caso, la voluntad de cambio y el compromiso son también dos vías de desarrollo de gran efectividad.

Hace unos días me encontré con una persona a quien hacía tiempo no veía y le pregunté por sus padres, pues tenía constancia de que ambos estaban diagnosticados con la patología de Alzheimer. Me dijo que ambos habían entrado en una fase de dependencia y que los estaba cuidando en su casa, ya que así era más cómodo para ella. Después de más de treinta años de casados, sus padres llevaban ahora unos veinte de divorciados. Y en estos momentos en los que ambos tienen Alzheimer, vuelven a vivir juntos: “Menos mal que se han olvidado el uno del otro y no se reconocen”, decía mi amiga, “antes de la enfermedad no se soportaban”. Lo que es la vida: un olvido patológico permite convivir ahora a dos personas que, sin él, serían incapaces de compartir nada. Decía Jorge Luis Borges: “…No hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón…. Ya somos el olvido que seremos…” (Elogio de la sombra, 1969).

El olvido alimentado por la comodidad, los estereotipos o la propia inoperancia, es un camino imparable hacia la desolación. La historia bandística comprende momentos fundamentales en la evolución cultural y social de nuestro mundo. En estos tiempos tras la pandemia, las bandas pueden y deben asumir de nuevo un papel motriz en la recuperación sociocultural de nuestra contemporaneidad. Trabajemos para no caer en el olvido de la memoria. Olvidar es morir…

José R. Pascual-Vilaplana

Trento (Italia), 3 de septiembre de 2021

Artículo original

https://www.pascualvilaplana.com/

Corría el año 1993 cuando, después de cruzar muchas cartas, se reúnen en Altea los responsables de las distintas Federaciones.

Definida en los Estatutos como:

Artículo 4º.-

La Confederación Española de Sociedades Musicales es una Entidad de ámbito estatal, que reúne a las Federaciones de las Comunidades Autónomas, regionales o provinciales, de carácter amateur. Tiene personalidad jurídica propia, gozando de plena capacidad para actuar, contratar y obligarse, de conformidad con la legislación vigente, para el desarrollo de las funciones y cumplimiento de sus fines.

Tiene el carácter de unión entre las federaciones independientes que la integran, y por su naturaleza cultural y prioritariamente musical, no persigue ningún fin lucrativo.”

10 junio, 2021 Escrito en diapason

 

 

 

 

 

 

Pero no fue en este año la primera vez que se hablaba de la creación de una organización nacional de sociedades musicales. Para concretar este hecho nos remontaremos a 1967.

Llíria el municipio escogido para celebrar los Festivales de España. Éstos estaban patrocinados por el Ministerio de Información y Turismo y la Unión Musical de Llíria fue la anfitriona y organizadora del programa de actos.

En este contexto, se estableció una ponencia el 10 de septiembre de 1967 bajo el nombre “Las bandas de música y sus problemas” con el objetivo de tratar las cuestiones que preocupaban a las sociedades musicales en aquel momento.

Una de las conclusiones fue:

“La creación de una Federación Nacional de Sociedades Musicales Amateurs”

De estas reuniones salió la decisión de formalizar la fundación de la Federación Regional Valenciana de Sociedades Musicales en 1968.

Sigamos, 25 años después se consumó la fundación de la Confederación Española de Sociedades Musicales (CESM).

En aquel 1993, durante los días 13 y 14 de noviembre, se reunieron el Presidente de la Federación Castellano Manchega, Don Alfonso Rodríguez; Presidente de la Federación Guipuzcoana, Don Juan Antonio Lecuona; Presidente de la Federación Balear, Don Josep Clement; Presidente de la Federación Catalana, Don Joaquín Urquizu; Presidente de la Federación Andaluza, Don Andrés Valero; Presidente de la Federación Gallega, Don Emilio Vázquez; Presidente de la Banda de Música de Teruel, Don José Martínez; Presidente de la Federación de Murcia, Don Isidoro Jesús Martínez; Presidente de la Federación de Asturias, Don José Antonio González y Presidente de la Federación de Valencia, Don Ángel Asunción.

“Tras varias reuniones maratonianas” según palabras que me confesó Ángel Asunción, se firmó el acta constitucional y redactaron los primeros Estatutos, con las siguientes Federaciones fundadoras:

De estas federaciones se disolvieron:

  • Federación de Bandas Civiles del Principado de Asturias
  • Federación Guipuzcoana de Bandas de Música/Guipuzkuako Banden Biltzarra

Con el paso del tiempo se formarían las Federaciones:

 

 

Los datos se acercan a los que pública el Ministerio de Cultura en su anuario 2019, donde dice que hay 1.485 bandas y que se reparten por comunidades de la siguiente manera:

Esto no quiere decir que todas las Federaciones están en la Confederación, ya que, aparte de las que se disolvieron, algunas la abandonaron, ya sea por motivos económicos, ya sea por otros motivos, aunque no se pierde la esperanza de que algún día estemos todos juntos otra vez.

En los primeros años de andadura de la Confederación, sus esfuerzos se centraron en dar a conocer la organización e intentar tener una línea de ayuda del Ministerio para poder cumplir con mayor facilidad sus fines, objetivo que se cumplió, con el paso de los años esa línea directa pasó a ser una ayuda del INAEM para realizar proyectos.

Y en una frase hecha que he adaptado: “Las Instituciones están por encima de las personas, pero son las personas las que dirigen las instituciones y con sus decisiones hacen que una institución sea buena o mala, esto que parece un trabalenguas, es la cruda realidad.”

Han habido muchos años que la Confederación se ha limitado hacer su Asamblea General, de 3 y 4 días, con sus respectivos Festivales de Bandas y hasta el año que siguiente, con las celebres y buenas frases de “se debería hacer”, “se habría que hacer”, “se tendría que hacer” y así pasaron demasiados años.

Recomendable la lectura del libro “XX Años de Historia” editado por la CESM, para entender de dónde venimos, si es que se quiere entender, claro.

Cuando una organización no ocupa el espacio que le corresponde, ese lugar es ocupado por otros y cuesta tiempo y recursos volver a recuperar el espacio perdido.

En el año 2016 me presenté a Presidente con un programa electoral concreto y con acciones concretas, como la reactivación de relaciones institucionales, crear un gabinete de comunicación, una web operativa, una base de datos nacional de Sociedades Musicales (SSMM), una mejora del marco normativo para SSMM, así hasta 14 puntos, en el primer año se habían cumplido 12 de ellos.

En el 2018 a raíz de una nota de prensa sobre la bajada del IVA a los instrumentos musicales, nos llevó a reunirnos con todos los grupos parlamentarios del Congreso de Diputados en Madrid y en 2020 que se apruebe en el Senado una Moción que Insta al Gobierno que revise el tramo de IVA aplicado a los instrumentos musicales. En el expediente presentado había una declaración institucional de una Diputación y el acuerdo de 10 ayuntamientos, que triste.

Pero la Confederación, ¿para qué sirve?

Para estar asociados y dar representación ante las instituciones estatales, donde se reivindica y pone en valor los tres apartados que más nos identifican al colectivo como son el educativo, el cultural y el social, porque en ocasiones, la respuesta que dan nuestros gobernantes a nuestras demandas es:

Insuficiente, Incorrecta, Injusta o lo que es peor, Inexistente

Frente a estas 4 I nosotros debemos ofrecer  Las 5 C.

  • La C de Confiabilidad: Desarrollo de la cultura del cumplimiento de nuestras obligaciones (pienso que solo quien cumple sus obligaciones está legitimado para exigir a los demás que cumplan las suyas).
  • La C de ser Creativos, explorando las escasas opciones que ofrece el actual marco normativo (Ej. declaración BIC, ley del Voluntariado, convenio colectivo, utilidad pública, ley de Propiedad Intelectual).
  • C de Comunicación: lo que no se comunica no se conoce.
  • La C de No Conformarse, reivindicando que el marco normativo mejore y reconozca nuestra aportación a la sociedad.

Y por encima de todas la C de CONVICCIÓN:

Debemos convencer a los nuestros, a nuestro entorno, al resto de la sociedad y a los políticos de la importancia de tratar como se merece lo que hacemos. Sin que se cree ese estado de opinión favorable no será fácil conseguir ni cambios normativos ni casi nada.

Las 4 I y las 5 C, son de mi amigo Luis Vidal, que se han convertido en una frase mantra de nuestras acciones.

De la 5 C, las que más hay que reforzar son No Conformarnos y estar Convencidos de lo que hacemos. Aquí dos ejemplos.

No Conformarnos

El año y pico de pandemia que estamos viviendo, ha desnudado por completo a muchas organizaciones y sistemas de gobierno, pero también ha puesto en valor otras.

Mientras duró el Estado de Alarma en 2020, solo había una voz, acertada o desacertada no es mi intención juzgarla, pero solo una voz y un solo interlocutor. Cuando empezó la desescalada, pasamos de una sola voz a 20, las 17 Comunidades Autónomas, las 2 Ciudades Autónomas y el Ministerio de turno, esto llevó a que cada Comunidad haya aplicado las mismas normas marcadas por el Ministerio, pero en diferentes tiempos y a diferentes colectivos.

Pero esto también ha ocurrido con las federaciones, donde cada una ha ido a su ritmo y a la voluntad de su Comunidad Autónoma.

Estar Convencidos.

Un ejemplo fue la solicitud que hizo la CESM al Ministerio de Sanidad para que se actualizara la Estrategia de vacunación frente a la covid-19 en España, con la inclusión de un subgrupo adicional (Grupo 6D) para los docentes y personal de las Escuelas de Música y Escuelas de Música y Danza dependientes de corporaciones locales o de entidades privadas sin ánimo de lucro y al mismo tiempo se instaba a las Federaciones que lo hicieran en su propia Comunidad.

Resultado, algunas lo habían hecho antes y no dijeron nada, otras lo hicieron como si fueran ellas las que lo pedian, otras nada y otras en su escrito ponían “como lo ha hecho la CESM al Ministerio”, juzguen ustedes mismos las diferencias de actuación.

La pandemia nos ha enseñado que juntos somos más fuertes y se pueden conseguir más cosas, si no siempre ganan los más famosos o los que más padrinos tienen.

Así y todo es una responsabilidad y un reto, si en los 5 primeros años de la Confederación se pudieron hacer muchas cosas, simplemente aplicando la frase de “Quien no conoce la historia está condenado a repetirla”, en mi presidencia ni chupipandi ni olvidar la historia, con unos pocos menos palos en las ruedas y estar más convencidos, se podrían conseguir los objetivos, ahora que cada cual analice sus acciones.

Si no estuviera la Confederación, se tendría que crear, pues como la tenemos, aprovechémosla.

Yo no me Conformo y estoy Convencido y ¿Tú?

Vicente Cerdá García
Presidente de la CESM