Murcia es tierra de Bandas de Música. En muchos de nuestros pueblos existe un empeño constante por mantener y fomentar esas ejemplares agrupaciones musicales que reúnen cada semana a todo tipo de personas que comparten un objetivo común: disfrutar de la música. Esa pasión por la música las convierte en verdaderas filarmonías que luchan por reivindicar los valores de un colectivo con una larga trayectoria divulgativa y cultural en nuestra sociedad. Posiblemente las bandas de música sean de las pocas redes sociales, no digitales, que aún mantienen el contacto directo entre personas, en su mayoría jóvenes, tan necesario en una sociedad cada vez más individualizada.

En algún momento de su trayectoria musical, la mayoría de las bandas se plantean la posibilidad de participar en un certamen de bandas de música, un conocido evento en el que diferentes agrupaciones musicales compiten ante un jurado y una audiencia para mostrar sus habilidades y talento musical.

Plantear la participación en un certamen a los miembros de una banda de música con un enfoque bien estructurado y convincente es imprescindible para incitar a sus componentes a involucrarse en esa emocionante aventura. Ante todo, se debe expresar de forma muy clara la información sobre el certamen, los recursos necesarios, el nivel de compromiso tanto individual como grupal y los beneficios por participar. También es importante animar a los músicos a expresar su opinión y a comprometerse con el proyecto, abordando cualquier preocupación o inquietud que puedan tener al respecto. La clave es la comunicación clara, la planificación meticulosa y el enfoque en el desarrollo colectivo.

Esta decisión requiere una profunda reflexión por parte de músicos, director y junta directiva, sobre los pros y los contras, así como sobre el nivel de compromiso que cada uno está dispuesto a ofrecer para preparar ese gran evento musical.

Uno de los aspectos más valiosos de participar en un certamen de bandas es la motivación, ya que todos los miembros cooperan en aras de un objetivo común. El trabajo en equipo es fundamental en una banda de música, y los certámenes proporcionan un entorno ideal para desarrollarlo. La necesidad de coordinarse y apoyarse conjuntamente en la preparación e interpretación de las obras otorga destrezas que van más allá de la música y que son aplicables en diversos aspectos de la vida personal y profesional.

Otra ventaja muy destacable es la mejora del desarrollo técnico tanto de los músicos como del propio director. Participar en un certamen requiere una disciplina rigurosa y un alto nivel de exigencia, y es precisamente esa búsqueda de la excelencia musical la que puede originar nuevas y creativas formas de interpretar la música.

También es una oportunidad de visibilidad y reconocimiento: los certámenes ofrecen una plataforma para que las bandas sean vistas y escuchadas por una audiencia más amplia, incluidos potenciales patrocinadores, y pueden aumentar el prestigio de una banda y sus integrantes, especialmente si se obtiene alguno de los premios ofrecidos. En definitiva, estos concursos suponen un intercambio cultural en los que podemos apreciar y valorar la interpretación de diferentes ideas y estilos musicales, difundiendo la música de banda y su apreciación entre el público en general.

Más allá de los premios, de la intensa competitividad, la presión por destacar y las posibles críticas negativas, los certámenes de bandas de música constituyen auténticos retos para los músicos, directores y directivas que ven recompensada su participación en el desarrollo y crecimiento artístico de su agrupación musical.

Nicolás Gálvez, profesor del Conservatorio de Música de Murcia.

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