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Día Internacional del Jazz
Se celebra: 30 de abril de 2020
Proclama: UNESCO
Desde cuando se celebra: 2011
El 30 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Jazz. Se pretende concienciar sobre la importancia del jazz como herramienta educativa y de promoción de la paz, el dialogo y la cooperación entre pueblos de todo el mundo.
Fue decretada por la UNESCO con el objetivo de dar a conocer un movimiento musical de gran valor educativo, así como un recurso que puede contribuir al intercambio cultural, al diálogo y la cooperación entre los pueblos a nivel mundial.
¿Qué es el jazz?
El jazz es un género musical cuya raíz proviene de la cultura afroamericana. Tuvo sus inicios en el siglo XIX en los Estados Unidos y hoy, se encuentra expandida alrededor del mundo. Su principal característica, es que es un tipo de música donde la improvisación a la hora de interpretar marca la diferencia y no se adapta de manera estricta al uso de partituras.
El rol de la persona que ejecuta esta clase de música es más creativo y participativo. El músico es capaz de plasmar todas sus habilidades y talentos musicales para crear una verdadera obra maestra.
Principales ventajas del jazz
La música siempre ha representado para los seres humanos un importante medio de comunicación, que aporta grandes beneficios. En este sentido y de acuerdo establecido por la ONU, el jazz es una forma expresiva y auténtica de que los pueblos del mundo conozcan y compartan sus culturas, así como otras valiosas ventajas, que se detallan a continuación:
Los grandes músicos de jazz a través de la historia
A través de los años, han existido grandes músicos de jazz que ha dejado un importante legado para las nuevas generaciones. Es un estilo musical muy peculiar, que cada vez gana más adeptos en todo el mundo. Aquí te mostramos tan sólo una pequeña lista de aquellos que han pasado a la historia por sus bellas canciones y composiciones inolvidables.
Charlie Parker
Uno de los más grandes saxofonistas y compositores de jazz. Perteneciente a la generación de los años 50, este gran músico dejó muchos temas, que en la actualidad son interpretados por otros músicos reconocidos a nivel internacional.
DukeEllington
Gran director de orquesta y afamado pianista. Dejó un vasto repertorio de canciones y llegó a producir un gran número de álbumes.
Thelonious Monk
Gran pianista y compositor. Considerado como uno de los grandes representantes del jazz.
Billie Holiday
Una gran cantante de jazz norteamericana, que todavía sigue teniendo una gran influencia en todo el mundo. Con una voz y un estilo único, que la convirtió, según los entendidos en una de las grandes cantantes de jazz de todos los tiempos.
Ella Fitzgeral
La mejor cantante femenina de este género. Comenzó su carrera muy joven y tuvo la oportunidad de compartir escenario con grandes cantantes como Louis Armstrong y Duke Ellington.
Películas con las cuales aprenderás todo sobre el fascinante mundo del jazz
Si quieres ser un verdadero amante del jazz, entonces aquí te compartimos un listado de las más emblemáticas que han sido llevadas a la pantalla grande.
¿Cómo celebrar el Día Internacional del Jazz?
Aunque lo más probable es que este 2020 no se lleven a cabo encuentros o presentaciones en vivo para celebrar el Día Internacional del Jazz debido a la pandemia del coronavirus, que azota al mundo, existen otras maneras de no dejar pasar esta importante fecha.
A través de las distintas redes sociales, se puede compartir información sobre este interesante tema, ya sea publicando algún video, imagen o información de eventos que se hayan realizado en años anteriores, para que las personas, de una manera simbólica, puedan disfrutarlo desde la comodidad de su hogar con sus familiares. No te olvides de incluir la etiqueta #DíaInternacionaldelJazz.
La Vida Confinada
José R. Pascual-Vilaplana
Cocentaina, 22 de abril de 2020
www.pascualvilaplana.com
La calle está vacía. El ruido del silencio resulta del todo agobiante. La distancia física (que no social) entre la gente, nos ha proporcionado un ambiente de frialdad para el alma, una especie de soledad emocional de consecuencias imprevisibles y de las cuales aún no somos conscientes. La cotidianeidad ha dejado de ser conocida; lo que creíamos normalizado o habitual se ha convertido en un recuerdo, y en muchos casos, en un anhelo. Más que estar inmersos en un estado de alarma, parece que estamos dentro de un estado de fragilidad en el cual desconocemos todo aquello que pensábamos tener controlado, un tiempo de absoluta incertidumbre en el mañana y en el cual hemos vuelto a evidenciar la debilidad de nuestra existencia.
Siempre está bien volver al ser humano, aunque sea en un momento tan duro y difícil para tanta gente. Al hecho de infectarse y de, en el peor de los casos, morir, se ha añadido la escalofriante soledad que ha envuelto los últimos días de aquellos que nos han dejado. Tal vez en este momento irremediable que a todos nos tocará vivir, se vuelve imprescindible la necesidad de estar con alguien, de sentirte querido y de saber, que, aunque hagas el último viaje solo, tienes siempre una mano cercana que te acaricia hasta el último aliento. Solos se han ido y solos se han quedado aquellos que querían despedirse, con un dolor agrio, con una pena punzante.
El rostro de nuestros mayores ha cambiado. La mayoría de ellos nacieron en mitad de una situación de penuria económica y vital, en donde la supervivencia no era una heroicidad, sino más bien una necesidad. Y ahora que concluían su experiencia vital, vuelven a vivir una situación que les descoloca y les trastorna. Los que nos ayudaban a cuidar a los nietos, ahora no pueden verlos. Y si tienen opción de mirarlos a través de una pantalla, intentan esconder las lágrimas para no afectar a los pequeños de la casa. La responsabilidad que la vida les ha enseñado ahora les hace tragarse la emoción en beneficio de los demás. Eso es lo que llaman generosidad. Cuando miras los ojos a nuestros mayores en medio de esta pandemia, puedes observar el rostro del miedo. Pero si ellos se dan cuenta de tu percepción, tienen la gentileza de actuar y transformar la situación para protegerte. Saben cual es su papel y no dejan de representarlo por muy difícil que sea la escena. La naturaleza de los progenitores es así de limpia.
Estas semanas pasadas solía encontrarme, en las salidas esporádicas, a un conocido que trabaja con ambulancias. Hace días que no le veo. Una amistad común me ha dicho que está confinado en casa, pues ha dado positivo. Cómo cambia el significado de la palabra “positivo” cuando se trata de una enfermedad. En este caso, el virus llega a un chico joven, con una hija pequeña, y que estaba trabajando por la salud de los demás. Los héroes de esta situación son gentes como él, que un día decidieron trabajar por la sanidad y ahora se han convertido en nuestros resortes para la esperanza con una entrega total y devota, con una responsabilidad de la cual podemos aprender todos los demás. La misma responsabilidad que tienen todos aquellos que abren sus tiendas para abastecer de alimentos a las casas confinadas o la que demuestran las fuerzas de seguridad que intentan controlar esta desconocida y terrible situación. En cambio, esta responsabilidad ha desaparecido de todos aquellos que aprovechan la situación para ganar votos o fama inocua e inoperante con el “yo ya lo decía”. Si tuviesen razón, al menos deberían mostrar decencia y no enarbolar el trofeo de la victoria hasta que haya desaparecido el recuento diario de víctimas.
Las actividades del confinamiento van desde las rutinas caseras más cotidianas, hasta las experiencias culinarias más diversas, las organizaciones de antiguos desórdenes, los ejercicios gimnásticos más inverosímiles o los cortes de pelo hechos con más voluntad que con maña. A las ocho salimos a aplaudir con los vecinos para agradecer el trabajo de todos aquellos que están sacrificando su vida para hacer que la de los demás continúe con una mínima dignidad. Se escucha música de compañeros que amenizan el momento, a veces somos nosotros quienes compartimos música desde casa. Después hacemos una tertulia entre los balcones y comentamos películas, libros, conciertos y todo aquello que estamos disfrutando en el confinamiento. La cultura se convierte en bálsamo de la tristeza y en trampa de soledades. Hoy me he levantado como siempre muy temprano, y al ver el calendario me he acordado que, hace cuarenta años, fui a tocar por primera vez a las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoi con la Banda de Muro, mi pueblo. Aquel veintidós de abril, a las seis de la mañana, estábamos en la Plaza de la Bandeja mi padre y yo vestidos de músicos para ver arrancar la primera diana. La corbata nueva, el uniforme grueso de estilo militar, el bombardino colgando y unos zapatos nuevos y relucientes eran el bagaje de un niño de nueve años que cuando acabó la diana estaba reventado de cansancio, pero feliz de haber vivido una experiencia única. Ni el frío viento que nos acariciaba al cruzar los puentes de la ciudad de Alcoi, ni el rigor de llevar el paso en la banda, ni la repetición insistente de aquellos melodiosos pasodobles habían eclipsado la magia del momento. Veía el rostro de los festeros y de aquellos que aplaudían desde las aceras, y con ello empecé a entender eso que llaman la catarsis.
Los músicos, como el resto de artistas, somos el recurso idóneo para combatir la monotonía y para enriquecer la vida con momentos irrepetibles. Todo el mundo habla de la utilidad del arte en tiempo de confinamiento. Esperemos que, al acabar este periodo especial, no se nos olvide. Cuando dentro de unos meses las bandas de música que han dejado de tocar en las fiestas (Fallas, Moros y Cristianos, Semana Santa, romerías varias…) y en sus temporadas de conciertos, así como los coros, grupos de música tradicional, etc. vivan momentos de dificultad económica, esperemos ver balcones llenos de gente que los apoyen, planes estructurales de ayudas específicas para el sector por parte de nuestras instituciones o de las entidades bancarias que entre todos ayudamos a reflotar en su momento. Seguro que los canales mediáticos que utilizan miles de actuaciones musicales grabadas gratuitamente a infinidad de variados grupos musicales, tendrán la generosidad de compartir con éstos los ingresos de publicidad que generan las emisiones repetidas de tales eventos. Quiero confiar en el sentido común de aquellos que hacen la cultura grande empezando por respetar la cultura pequeña, la que es más cercana a la gente, la que se produce con entrega y dedicación de miles de personas en nuestros pueblos y la que hace sentirnos orgullosos del lugar donde un día abrimos los ojos. Decía García Márquez: “…me niego a admitir el fin del hombre…”. Debemos confiar en la humanidad, conviene pensar que nada pasa sin dejar huella y que hay que aprender de lo que vivimos y vivir con lo que aprendemos.
Y ahora a seguir estudiando. No podemos dejar de hacerlo, pues en cuanto podamos compartir de nuevo nuestro trabajo, los artistas deberemos estar listos para continuar con la función: “The Show must go on”. Somos afortunados de disfrutar de lo que hacemos y de sentirnos felices cuando lo mostramos a los demás. Ahora estamos confinados y privados de libertad para movernos, pero nunca nada ni nadie podrá interrumpir la libertad de imaginar y de crear, pues vivimos y creemos en la utopía sostenible de nuestra tarea artística, la que nos compromete y nos alimenta las ganas de vivir. No confinemos a la razón y dejemos que nos muestre la vía más adecuada para seguir caminando en mitad de esta triste realidad que nos envuelve. La solidaridad auténtica nace de la sencillez y del sentido común: no se trata de repartir sólo lo que nos sobra, sino de compartir lo que tenemos.
Muchos ánimos a todos y a seguir bien.
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Entrevista a Sergio Presciutti, músico en busca de un nuevo intercambio cultural
dothegap Team
Sergio Presciutti es un artista argentino que vive en Barcelona. Actualmente, desarrolla su carrera como DJ y productor pero, para llegar hasta aquí, ha llevado a cabo un gran crecimiento personal en el que el viaje y el intercambio cultural han jugado un gran papel.
Si quieres conocerlo, aprender con su historia y descubrir su propuesta de intercambio cultural, ¡sigue leyendo!
Hemos leído en tu biografía que naciste en Buenos Aires, pero que no diste el salto como DJ hasta el año 2005 ya en Barcelona. Tras ello, marchaste a Berlín persiguiendo sonidos más minimal. ¿Qué importancia ha tenido el contexto cultural para ti respecto a tu crecimiento como músico? ¿Y en otros ámbitos de tu vida?
Ese fue siempre un factor fundamental, pero del cual fui consciente una vez pasado el tiempo y creo que así es como en general nos suele suceder. Así es como solemos aprender de todas esas experiencias que de algún modo siempre nos dejan huella.
Yo nací y crecí en Buenos Aires, una megápolis donde la pasión y la locura son características de nuestra cultura. Allá casi todo es pensado a lo grande, lo multitudinario; incluso la música que se escucha tiende, en general, a lo masivo. Incluso, necesitamos muchas cosas materiales para poder vivir felices.
Cuando empecé a viajar, me di cuenta de que realmente no hay nada mejor que la liviandad para poder moverse con facilidad. Esto me llevó incluso a deshacerme de legados familiares ligados a lo laboral y a reencontrarme con la música. Aunque desde muy pequeño fui un melómano y formé parte de grupos musicales, me costó implicarme directamente en ella, pero intuía que sería un camino largo y bastante solitario.
Sin dudas el contexto social en Barcelona me aportó una libertad que en mi país no sentía. Viviendo en Alemania entendí que no hace falta ser súper popular si realmente sientes lo que haces y haces lo que amas, ya que eso tarde o temprano da sus frutos. En el momento en que decidí mudarme a Berlín prometí no salirme del camino, ¡más allá que luego tuviese que improvisar algunos desvíos! (Risas) Todo lo que fui aprendiendo en la vida lo apliqué para mi música y viceversa.
También sentí, con el tiempo, que en realidades como las de países latinoamericanos es más fuerte el legado familiar: ya sea por contar con un futuro laboral más seguro o bien por algo culturalmente inmerso en economías tan inestables. Lo cierto es que ese contexto no me dio tanto margen como para poner delante lo que realmente me apasiona.
Gracias a tus viajes, partiendo de un gran interés por la música electrónica, te has lanzado a profundizar en sonoridades más propias del folklore. ¿Cómo se ha producido este redescubrimiento?
Eso sucedió casi por accidente, en el camino de aprender música. Ya de regreso por Buenos Aires y después de unos años tomando clases de piano, me di cuenta que la guitarra es un instrumento ideal para que acompañe en el viaje. Comencé a tomar clases con un guitarrista del mundo del folklore argentino y eso me llevó a descubrir estilos, como la zamba o la chacarera, y a redescubrir otros géneros, como la bossa nova brasileña o el carnavalito boliviano. Fue un camino de ida. Me encontré fascinado al estudiar nuestros ritmos folklóricos, de una riqueza única: al entender su raíz afroamericana fui consciente del vínculo que mantiene con las otras rítmicas del resto del mundo.
Respecto a la cuestión anterior, ¿cómo combinas este aproximamiento tanto a la música electrónica como a la más arraigada en cada cultura? ¿Surge de tu propia visión como músico y persona?
Creo que surge más de mi visión como persona, lo que puedo aportar a la música electrónica desde una mirada latinoamericana sumado a algunos conocimientos de folklore. Como en tantas otras cosas de la vida, busco llegar a un equilibrio, lo cual suele ser siempre bastante subjetivo, y por eso termina siendo algo puramente intuitivo aprendido de la experiencia.
Hoy estoy particularmente enfocado en mi labor como DJ, que me encanta y que además supone entretener a la gente en un ámbito de baile. Entonces, la música que compongo tiene más que ver con eso, apuntada a lo rítmico, pero siempre con sentimiento.
En tu propuesta de intercambio cultural, destacas el proceso como la clave del enriquecimiento de quienes participéis mucho más que el resultado final. ¿Cómo imaginas esta actividad? ¿Nos podrías explicar alguna experiencia similar que ya hayas vivido?
He trabajado, por un lado, con vocalistas y sobre bases, reversionando canciones de folklore popular o bien temas modernos de artistas contemporáneos en donde el cambio estilístico juega un papel más importante que la creación en sí.
También tuve experiencias muy buenas grabando instrumentos como el violín, en donde el músico inicialmente improvisa sobre una base compuesta en conjunto previamente. Pero es luego, a partir de eso, que armamos toda la historia, muchas veces sin un plan exactamente estipulado. Es en esos casos que ya solo el proceso mismo resulta súper rico.
De ahí que considero que en estas experiencias de colaboración o intercambio artístico es fundamental el momento de creación, hasta tanto más que el resultado en sí.
¿Qué le dirías a un músico o aficionado a la música para animarle a vivir un intercambio cultural?
Simplemente, que se dejen llevar si sienten que esa experiencia puede ser un momento único, ya que muchas veces se está inmerso en la rutina, girándole a la rueda. Mientras tanto, nos pasan por al lado un montón de posibilidades para romper el círculo que ni siquiera somos capaces de verlas, y que sin haberlo pensado terminan por encauzar nuestras vidas.
¡Muchas gracias por tu tiempo, Sergio!
Vivir una experiencia de intercambio cultural como la que propone Sergio es una gran oportunidad para todo amante de la música y de su inmensa riqueza. ¿Te gustaría vivirla junto a él o proponer tu propio intercambio? Regístrate en dothegap.com.
Cosomuval organiza una jornada de presentación de la plataforma de gestión de formaciones musicales Glissandoo
Las 27 entidades que forman la Coordinadora de Sociedades Musicales de la ciudad de Valencia (Cosomuval) conocerán los detalles de esta aplicación a través de una presentación virtual este jueves 30 de abril a las 19:30 horas
Valencia, 28 de abril de 2020.
La Coordinadora de Sociedades Musicales de la ciudad de Valencia (COSOMUVAL) ha organizado para este jueves 30 de abril a las 19:30 horas una jornada virtual en la que tendrá lugar la presentación de Glissandoo, una plataforma de trabajo y colaboración nacida en Valencia diseñada específicamente para facilitar las tareas de dirigir, gestionar y coordinar una agrupación musical.
Ensayos o conciertos, control de asistencia y distribución de partituras son algunos de los aspectos que se pueden administrar a través de esta plataforma.
Asimismo, Glissandoo va más allá de la pura gestión y pretende ayudar a cohesionar los grupos humanos que integran las formaciones musicales, potenciando el sentimiento de comunidad y pertenencia.
Según el presidente de la Coordinadora Miguel Hernández, “la propuesta nos parece muy interesante y útil para gestionar nuestras bandas, orquestas, coros, etc por lo que hemos creído conveniente darla a conocer a nuestros asociados para que, si lo estiman oportuno, la incorporen a su gestión. Aunque precisamente ahora los conciertos están suspendidos o aplazados, creemos que hay que aprovechar este impasse para seguir mejorando nuestras organizaciones y que cuando volvamos a compartir la música con nuestro público todo esté a punto”.
COSOMUVAL
La Coordinadora de Sociedades Musicales Federadas de la ciudad de Valencia (COSOMUVAL) nació en 1983 a iniciativa de seis entidades musicales de la ciudad. Actualmente está formada por 27 sociedades que agrupan un total de 2200 músicos activos. En sus escuelas de música se imparte enseñanza musical a más de 4300 educandos y se da trabajo alrededor de a 300 profesionales. Además, estas sociedades aglutinan a más de 12500 socios.
Pero las sociedades musicales no solo están compuestas por bandas de música, la mayoría de ellas disponen de Banda Juvenil, Conjunto Coral, Grupos de Cámara, Conjuntos de Jazz, etc., y hasta algunas de Orquesta Sinfónica.
Durante los años 2008 y 2009, coincidiendo con el XXV Aniversario de su fundación, la Coordinadora impulsó diversos actos como la Fira de les Bandes en los Jardines de Viveros, o el Concierto Conmemorativo del XXV Aniversario, que tuvo lugar en el Palau de la Música de Valencia, a cargo de la Banda Sinfónica de la Coordinadora, compuesta por músicos de todas las sociedades musicales de la Ciudad y dirigida por Onofre Díez Monzó.
Desde diciembre de 2011 su presidente es Miguel Hernández Ferrer.
23 APARATOS para ENTRENAR tu MÚSICA
23 APARATOS/ACCESORIOS o de TODO + 1
IEEEP Artistas Deportistas ¿Qué pasa?
¿Conocéis la mayoría verdad?
Hoy os adjunto 23 APARATOS que os vendrán genial para vuestras vidas artísticas.
¡Algunos son muy evidentes!
POR CIERTO…
El ATRIL está mejor situado en OBLIGATORIOS (un desliz).
Hay artistas que se lo apoyan en botellas y otras cosas de estar por casa… 😅
De APARATOS hay muchos por descubrir, pero os dejo a vosotros indagar más 😘
Conferencia internacional WASBE de Praga (República Checa) aplazada hasta 2022
Con renuencia, pero con todas las mejores intenciones para el futuro, anunciamos que la Conferencia WASBE, programada para julio de 2021 en Praga, se ha pospuesto hasta el 19 y 23 de julio de 2022.
Nuestras razones para tomar esta difícil decisión se basaron en dos preocupaciones primordiales:
Un evento internacional, que por su propia naturaleza debe tener en cuenta la seguridad y protección de los asistentes, también debe garantizar que se hayan realizado todos los pasos adecuados para ese fin. Esos pasos ya se están abordando con este aplazamiento, ya que permitirá a todos los organizadores, expositores y participantes el tiempo necesario para prepararse para un evento verdaderamente extraordinario en 2022.
Las fechas y lugares para 2022 ya han sido asegurados por el Comité Organizador Local, The Prague Concert Company, nuestros socios para la conferencia. Las fechas límite para la presentación de presentaciones, presentaciones y participación en la Orquesta del Viento Juvenil de WASBE (WYWO) se retrasarán un año. Sin embargo, continuaremos nuestra planificación y los preparativos para la conferencia durante este tiempo, para asegurarnos de que nuestra reunión sea una gran celebración de la comunidad musical mundial que se reúne nuevamente.
James Ripley
Presidente de WASBE