En el Concierto Extraordinario de Santa Cecilia, celebrado el pasado domingo 1 de diciembre en el Teatro Concha Segura de nuestra ciudad, la Junta Directiva de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla decidió otorgar, la insignia de oro a dos músicos yeclanos, tras cumplir 75 años en el mundo de la música.

José Cano Medina y Ángel Hernández Castaño son todo un ejemplo a seguir. Si hablamos del presente y de la realidad musical en nuestra ciudad, no cabe duda que es toda una satisfacción contar a día de hoy con una Escuela de Música con más de 800 alumnos y una Banda Sinfónica tan numerosa. Pero esto no nace de la nada, nace del pasado y del buen hacer de muchas personas que amaban y aman la música, y han remado y remado en la misma dirección, transmitiendo valores de generación en generación.

Tanto en la Escuela como en la Banda, siempre intentamos aprender de los más veteranos, de sus experiencias y consejos. ¡Enhorabuena a los dos!

 Un poco más sobre ellos:

ÁNGEL HERNÁNDEZ CASTAÑO.

Nace en Yecla el 9 de mayo de 1935. Desde muy temprana edad siente atracción hacia la música a pesar de que nadie en su familia tenía relación con ella.

Aprende solfeo, Saxofón y Clarinete de manos de, como tantos otros, Pepe Ortuño, el Maestro; con el cual mantendría una gran amistad a lo largo de su vida.

Ángel ingresa de forma voluntaria en el ejército trasladándose a Cartagena donde a lo largo de cuatro años pudo tocar en la Banda del Tercio de Levante y donde aprendió de manos de su superior en la Banda, una gran técnica y destreza en el clarinete, compaginando esta actividad con la de tocar en distintas orquestas de baile para de esta manera, poder ganar algún dinerillo; el cual le vendría fenomenal para comprarse su primera bicicleta decente.

Fue, durante los primeros años de vida de la Banda de la Asociación de Amigos de la Música, clarinete principal y solista, tocando cuando hiciese falta el saxofón tenor o el saxofón alto; Ángel fue siempre el comodín para las necesidades que le demandara el director de turno. Alternó en algunos periodos, su labor musical con la de directivo de la asociación.

También ocupó la plaza de profesor en la Escuela de Música siempre que esta lo necesitó; especialmente en aquellos años en los que él y otros compañeros como Martín Andrés, Miguel Ortuño o Eduardo Menor, sin olvidarnos de sus predecesores Pepe Ortuño y Perico el Flauta,  impartían clases de forma totalmente altruista y desinteresada.

Gracias a ellos se pudo mantener esa precaria escuela hasta el momento en el que aquella y la actual se fusionaron siguiendo Ángel algunos años más como profesor de la misma y hasta el momento de su jubilación.

En la actualidad sigue como clarinetista en la Banda de Música de Yecla aportando a esta, experiencia y carisma. Su humildad y compromiso hacen de él un ejemplo a seguir por las generaciones venideras y no sería justo dejar de mencionar a su esposa Juana Azorín Ruíz puesto que sin su apoyo constante e incondicional, Ángel no hubiese podido ser lo que es.

JOSÉ CANO MEDINA

Nacido en marzo de 1934, es  hijo de Ernesto y Bienvenida y el tercero de sus cinco hijos.

Se inició en la música, como él mismo indica en una entrevista que le hicieron en la revista Diapasón nº 20 de octubre de 2006, por dibujar mal. Su madre quería que se apuntara a alguna actividad, lo que hoy llamaríamos extraescolares, y comenzó con el dibujo junto con su hermano Ángel pero al comprobar que carecía de aptitudes decidió cambiarlo por la música y acompañar a un amigo suyo Miguel Díaz “el Minuto”. Primero empezó con la trompeta pero viendo que no avanzaba le dijeron que probase otro instrumento. Su querido maestro Pepe Ortuño en agosto de 1944 lo llevó a casa de Pedro Marco Azorín, más conocido como “Perico el Flauta” y le dejó un instrumento llamado bombardino que estaba tocando Pedro de forma temporal pues no había nadie que lo supiera tocar. Fue tenerlo en brazos y comenzar a sacar sonidos que no había conseguido con la trompeta, con lo que se enamoró de dicho instrumento y ya no lo dejó hasta 1999, es decir, 55 años después.

Aunque el maestro Ortuño lo estaba preparando para salir en las Fiestas de la Virgen, salió por primera vez en la Banda de Música en noviembre de ese mismo año a la edad de diez años y con motivo de la bajada del Cristo del Santo Sepulcro por una rogativa que se hizo para pedir que lloviese.

Fueron unos años muy felices, en los que la Banda de Música tocaba tanto en Yecla como en pueblos cercanos. Ya en el año 1947 fueron a las fiestas de Elda como queda constancia en una foto en la que aparecen “el minuto”, Antonio Ortega “el Ñoño”, Miguel (el zapatero) y él mismo.

Pero a partir de 1955 hubo un gran bache musical, sólo interrumpido por las actuaciones que realizaban  por medio de la Orquesta PYA o la Orquesta Alcey en aquellas tardes de bailes y junto a su amigo Antonio Peña y algunos más decidieron formar pequeños grupos para tocar con las compañías de comedias, de variedades que venían a actuar a Yecla y necesitaban músicos locales.

Pero será a principios de 1974 cuando junto a Luis Chirlaque Milla, algunos músicos y otras personas amantes de la música decidieron reunirse para sacar del largo letargo en que estaba metido nuestro pueblo respecto a las actividades musicales. Sin apenas ayuda pero llenos de ilusión y con muchas ganas de trabajar se pusieron como objetivo resucitar la antigua Banda de Música de la que Yecla carecía desde finales de los años 50 para luego ir mejorándola y aumentándola. Por falta de actos musicales en nuestro pueblo acudían a todos los conciertos que había en las poblaciones cercanas. Y así fueron a Almansa, Villena, Valencia y Murcia entre otras. Y se dieron cuenta que para poder traer bandas y conciertos a nuestro pueblo debían de constituirse como entidad y así se fundó la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, porque un día un grupo de amigos que les gustaba la música decidieron vivir por y para la música.

Pepe Cano es por tanto miembro fundador de la Asociación e integrante de la gestora que se creó el 17 de octubre de 1974 para iniciar la formación de esta entidad. Tras la presentación de los Estatutos y el reconocimiento oficial como Asociación fueron solicitando actuaciones de orquestas, solistas, ballets, etc. para fomentar la cultura musical en Yecla.

Cuenta Pepe que el dinero para comprar  los  primeros 25 instrumentos lo consiguieron con un préstamo  la presentación de la escritura de su casa y la firma de dos personas más. Y en 1976 se creó la Banda de Música integrada por miembros de la antigua Banda Municipal y nuevos alumnos de la Escuela de la Asociación bajo la dirección de D. José Ortuño, haciendo su presentación oficial en el acto de inauguración de la feria de septiembre de ese año.

Como integrante de la Banda de Música ha participado en todos y cada uno de los actos en los que la Banda ha actuado, desde los conciertos escolares que se realizaron durante los primeros años para difusión de la música y la captación de futuros músicos entre los alumnos de los centros educativos hasta las zarzuelas , conciertos dentro y fuera de Yecla, certámenes, viajes a la ciudad de El Barco de Ávila, Valencia, Murcia, Toledo y los certámenes celebrados fuera de España tanto el de Italia como el de Holanda, eso sí siempre acompañado por su apoyo incondicional,  su mujer Carmen.

Pero Pepe no sólo ha sido y es músico sino que durante 8 años perteneció a la directiva de la Asociación desempeñando el cargo de Tesorero.

A principios del año 2001 Pepe tuvo que retirarse de la Banda por problemas de salud, y guardó el bombardino que durante más de 60 años había tomado entre sus brazos. Pasó unos años duros y tristes al ver que cuando desfilaba su querida Banda él no estaba ahí así que en lugar de quedarse lamentándose en un rincón y en un gesto digno de elogio y ejemplo de perseverancia y amor por la música decidió, una vez que la enfermedad se estabilizó retomar su vida musical cambiando de instrumento y pasando del metal a la cuerda. Y así en las Fiestas de Santa Cecilia del año 2005 y con 71 años cumplidos ingresó de nuevo en la Banda de Música tocando el Violonchelo junto a sus compañeros Pascual y Amadeo, siendo los primeros músicos con instrumentos de cuerda que entraron a formar parte de la Banda.

Pepe, padre de músico y abuelo de futuros músicos, y con 83 años, sigue participando en todo aquello que su edad y sus fuerzas le permiten y que es mucho, colabora fuera del ámbito de la banda pero no de la música, en amenizar las Navidades, junto a un grupo de músicos, a los alumnos del Colegio de la Esperanza y sigue siendo fiel tras más de 60 años a su cita año tras año en la procesión del Silencio del Jueves Santo y en la Soledad del Viernes dando la nota de entrada al entrañable Stabat Mater, eso sí con su querido bombardino.

Es su deseo que el fruto de aquellos ilusionados amigos que un día creyeron que Yecla podía y se merecía el disfrute de la música no se pierda. Y que las generaciones venideras sigan trabajando y disfrutando de una de la más bella de las Artes.

Es seguro y así lo ha hecho constatar Pepe en más de una ocasión que esa utopía que se gestó en la casa de unos de los primeros promotores también, La Zaranda con unos cucos y unos vinos, se visto superada hasta donde los fundadores no podían ni imaginar, y la Asociación es hoy un ejemplo de constancia y tesón y la alegría de muchos.

Como él dice, Pepe tiene tres familias. La suya propia. La familia de los Cursillistas y la familia de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla.

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