Fuente: https://www.diariovasco.com/ FCO. JAVIER AGUADO GOÑI Urretxu.

Tras una mirada fugaz hacia el pasado podemos encontrarnos con facilidad la presencia de agrupaciones musicales en Urretxu, lugar donde la música y los músicos cuentan con un peso específico notable, un valor sociocultural inestimable. En la historia contemporánea de la música en Urretxu otro día nos podremos centrar en muchos de sus aspectos y de sus personajes más relevantes, desde quienes la enseñaron a quienes construyeron artísticamente instrumentos, desde quienes triunfaron más allá de nuestras montañas a quienes consiguieron triunfar entre nosotros recibiendo el cariño y el reconocimiento popular.

Hoy nos trae aquí la reciente noticia de la formación de una Federación Vasca de Bandas de Música en la que se encuentra la Banda del Taller Iparragirre Balerdi de Urretxu.

La llegada de la pandemia vino a cebarse cruelmente con todos nosotros, confinados en nuestras casas quien más y quien menos ocupó sus horas ociosas con música y quien más y quien menos tuvo la oportunidad de bellos gestos de vecindad escuchando tocar algún músico en momentos determinados del día. Una compañía gratificante y un gesto intelectual generoso que desde el aislamiento nos estimulaba el ánimo.

Todos evolucionamos durante 2020 pero los músicos no profesionales fueron situados fuera de cualquier expectativa de actividad y las bandas de música no fueron la excepción. El tiempo pasa y nadie da respuesta a un colectivo cultural, patrimonio indudable de nuestra sociedad y nuestra cultura.

Finalmente surge la iniciativa mencionada que los hace visibles y les lleva a sostener una primera reunión con Gobierno Vasco. En nuestra comunidad se censan unas cincuenta bandas.

«Ahora nos tienen en cuenta»

Jesús Castillejo, director de la Banda del Taller Iparragirre Balerdi de Urretxu, forma parte de la junta directiva como representante territorial, habiendo sido nombrado presidente Aritz Labrador, director de la banda de Zornotza. La Federación viene a cristalizar un deseo durante mucho tiempo expresado en el sector y la actual situación de pandemia que ha dejado en shock a 50 agrupaciones musicales en la Comunidad Autonómica Vasca ha precipitado algo que no terminaba de llegar. «Defender y cuidar el patrimonio cultural vasco con el deseo de reivindicar el gran aporte social, cultural, pedagógico y artístico que representan», expresaron el día de su presentación como capítulo de intenciones esencial e inmediato. «Es que ni siquiera depende de los Ayuntamientos», explica Jesús Castillejo, director de la Banda del Taller en Urretxu, «y en el Gobierno Vasco han agradecido tener conocimiento de la situación actual de las bandas de música. Ahora nos tienen en cuenta, pues hemos elaborado un protocolo sanitario específico muy elaborado habiéndonos fijado en países como Japón, Austria, Corea del Sur…».

«No queremos tocar a cualquier precio», explica Castillejo, «tal vez por desconocimiento se han hecho afirmaciones que no son exactas, como que contaminamos con los instrumentos de viento, la voz contamina muchísimo más».

Con los protocolos sanitarios que se han elaborado es seguro ejercitar ensayos presenciales y recuperar las actividades perdidas. «El daño no es irreparable, estamos a tiempo de salvar de su desaparición a un buen número de bandas, un patrimonio que nos caracteriza desde tiempo inmemorial. Por mucho que se trabaje por internet, la clase presencial es imprescindible, el factor de socialización que supone actuar en grupo es indudable, los músicos están necesitados de tocar y tenemos que evitar en ellos el desánimo y el paso del tiempo es crucial para toda una generación que puede renunciar a su actividad, tenemos una gran responsabilidad cultural», explica Castillejo.

Como los deportistas

Los músicos necesitan ensayar, practicar, «somos como los deportistas, hemos de ejercitar nuestra musculatura y pulmones, así como nuestro cerebro, aspectos que son esenciales y que nos pueden alejar de una correcta interpretación».

Además las bandas de música son el crisol en el que se forjan los estudiantes de escuelas de música y de músicos de toda procedencia, allí tienen cobijo y desarrollo.

Sí, esa es la expresión correcta, puesto que en 1985 y un grupo de músicos veteranos fueron convocados por el Ayuntamiento de Urretxu para conocer su opinión sobre la posibilidad de formar un taller de música y recuperar de alguna manera la ancestral tradición que en la villa había existido con su banda de música. El ciclo anterior se había cerrado con Urrestarazu, el último director de la banda municipal.

El taller de música ofrece al vecindario la posibilidad de practicar un instrumento, se enseña a manejarlo y poder practicar lo aprendido juntos con los otros miembros poniendo color y alegría en el pueblo en fechas determinadas del año.

Taller musical que también contó en su dirección con el añorado Ramón Esnaola. Al cumplirse sus primeros diez años de andadura, más de 60 alumnos habían pasado ya por el taller, que ya contaba con un local, con instrumentos y uniformes para las actuaciones.

El año 1992 resultó crítico para el proyecto por un parón presupuestario. Lejos de cruzarse de brazos, en complicidad con los padres de los componentes del taller y los propios participantes se creó una comisión que negoció y volvió a obtener la atención debida por parte de la comisión municipal de Cultura. Esto supuso un replanteamiento y una mejora de la actividad.

En la actualidad su director, Jesús Castillejo, es el máximo representante. «Empezar a practicar en el taller no implica edad, pues se puede descubrir o retomar la práctica musical con cualquier edad, tenemos personas desde los diez años, hasta gente que supera los setenta». «Personalmente estoy volcado con la banda del taller, porque mantenemos el espíritu inicial y hemos conseguido crecer y sonar muy bien, en medio de un excelente ambiente de puertas abiertas tanto a los chicos y chicas que se incorporan tras sus clases de Musika Eskola, como a quienes no quieren dejar de tocar aquello que aprendieron».

Proyectos

Ahora con la Federación se ha creado un espacio de diálogo que nos da visibilidad ante las instituciones, hemos abanderado 20 agrupaciones, esta iniciativa, las que estábamos legalmente constituidas y llegarán en cascada el resto hasta el medio centenar existente. Hay proyectos como potenciar el rico tejido de bandas, conectarlas, compartir proyectos como la Banda federal Vasca, una Banda Joven Vasca, recuperación de partituras antiguas vascas, publicaciones, grabaciones y actuaciones e intercambios.

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