Los destornilladores, alicates, cinceles como muchas herramientas en la reparación de instrumentos musicales, pueden fabricarse a partir de varillas de acero con un contenido apropiado de carbón. Este acero, una vez preparado, cortado y dada la forma deseada, debe templarse, es decir, endurecerse modificando su dureza. De este modo, obtendremos un acero más resistente. A este proceso se le llama temple y resulta esencial no sólo para fabricar herramientas, hasta incluso para la fabricación de piezas para instrumentos musicales.
El proceso ha realizar sería el siguiente, se calienta la herramienta hasta lograr un color rojo cereza sin llegar al anaranjado; acto seguido se sumerge en agua, en agua con sal o en aceite, con el objetivo de templarla. El aceite tiene un templado más suave que el agua, lo cual es importante si tenemos un acero muy duro F9 (esto significa que a mayor numeración mayor dureza del acero que vamos a tratar) y precisará un templado más suave o viceversa.
Una vez templada la herramienta o la pieza realizada podemos proceder a realizar el revenido que significa la eliminación de tensiones producidas en el metal por el temple efectuado.
Para proceder al revenido del metal se realiza mediante la siguiente técnica, que es igualmente utilizada en joyería para recuperar metales que necesitan un mejor acabado, la técnica es la siguiente:
Previamente se deberá pulir la pieza para poder observar con claridad el color que tomará cuando le apliquemos nuevamente el fuego. Aplicamos color a unos tres centímetros de distancia de la punta de la llama, a la pieza que deseamos recuperar, hasta que esta pieza obtenga un color azulado, para después sumergirla en agua, es en este momento cuando este metal podrá ser trabajado con las limas de precisión para obtener las mejoras deseadas, debiendo saber que una pieza templada no podemos limarla de ninguna manera por el endurecimiento que tendrá el acero.
A continuación os daré unas tablas sobre las temperaturas aconsejables para el recocido de los metales:
Metal Temperatura de recocido en ºC
Cobre 600 – 700
Oro 600 – 750
Plata fina 300 – 700
Plata de ley sobre 750
El recocido y el decapado para la fabricación de herramientas de trabajo, así como piezas para instrumentos, son dos procesos muy utilizados comúnmente. No existe el uno sin el otro y se suele efectuar varias veces hasta conseguir la pieza y forma deseada.
El trabajo del metal por medio mecánico, conlleva un endurecimiento del mismo que implicará un recocido. El recocido genera una oxidación superficial, que deberá eliminarse con un decapado. Habitualmente el recocido se realiza con un soldador, procurando aplicar el calor de forma uniforme para recocer todo el metal por igual. Es aconsejable recocer sobre una superficie de carbón vegetal, pues se reduce la oxidación y se puedes ver mejor el color rojizo del recocido.
El decapado es el otro de los procesos para lograr un acabado ideal de piezas y herramientas, se trata de trabajar las superficies ya que al recocer una pieza, al contacto con el oxigeno una capa de óxido derivada básicamente del cobre de la aleación, ara quitar este óxido deberíamos sumergir las piezas en una disolución con agua y ácido sulfúrico y podemos calentar esta disolución para agilizar el proceso de decapado.
Comentaros que este proceso es muy peligroso por lo que no se debe realizar si no conocemos la técnica en profundidad.
Para finalizar comentar que con estas técnicas obtendremos unas buenas herramientas para el trabajo en la reparación y restauración e instrumentos musicales, pero deberemos pedir consejo siempre a nuestro técnico de confianza ante cualquier duda que nos plantee.