Revista Diapasón

Entradas

Es bastante conocido que diversos estilos musicales: el Blues, el Country, el Jazz y hasta el Rock and Roll nacieron en los Estados Unidos; aunque es menos sabido que en esa misma tierra tiene origen la Canción Protesta.

Comenzó a gestarse durante el Siglo XIX, alrededor de los cultos religiosos donde se entonaban cánticos e himnos al unísono por los fieles, con la esperanza de un futuro mejor.

3 febrero, 2022 / Escrito en diapason

Posteriormente, en eventos cívico-religiosos, se añadía al canto de los asistentes el batir de palmas, bailes y gritos. El atractivo de estas prácticas no pasó desapercibido a los sindicalistas que las aplicaron a sus reuniones, componiendo letras que  describían la vida de la clase trabajadora en las minas, fábricas o granjas con innumerables horas de trabajo en condiciones miserables y peligrosas a cambio de salarios de hambre. Acompañaban sus letras de conocidas melodías procedentes del folklore popular; las entonaban con espíritu decidido y confianza en conseguir mejorar sus vidas mediante la unión organizada. Las composiciones se publicaban en hojas y folletos por los sindicatos. Eran obras de personas nativas o inmigrantes, a veces anónimas, mujeres, hombres, de raza blanca, negra o etnias diversas. Las miles de estas canciones publicadas, todas juntas, podrían contar la historia del movimiento sindicalista norteamericano. Nacidas desde finales del Siglo XIX, unas cuantas de ellas se han trasmitido de unas generaciones a las siguientes demostrando su valor.

La primera figura en este estilo de la que tengo noticia es la de “Aunt” Molly Jackson. (1880-1960), mujer que nació y creció en un entorno minero. Desde muy pequeña conoció  el activismo sindical y la cárcel con diez años de edad. Pronto enviudó de su primer matrimonio con un minero y volvió a casarse con otro minero pasando a ser activista en la United  Miner  Workers  y comenzando a escribir canciones: “I am a Unión Woman”, “Kentucky Miner`s Wife”, “Poor Minery Farewell” o “Ragged Hungry Blues”. Los textos que componía denunciaban a la clase patronal por los abusos cometidos con los obreros.   En Noviembre de 1931 se implicó en las actividades del Comité Dreiser, una organización pacifista de carácter internacional que actuó en contra del fascismo durante los años 30. Aunque la organización estaba dominada por comunistas, muchas personas de ideologías diferentes fueron miembros o simpatizantes,  entre ellas personalidades de talla mundial. Durante la década de los años 30, “Aunt” Molly Jackson actuaba en compañía de principales artistas del  folk norteamericano.

Sarah Ogan (1910-1980) hermanastra de la anterior, aunque es menos conocida tiene varias significativas canciones, entre ellas “I Hate the Company Bosses”, también conocida como “I Hate the Capitalist System” y “I Am a Girl of Constant Sorrow”. En sus canciones cuenta vivencias, describiendo situaciones terribles como la muerte por carencias de vitaminas de su madre, por tuberculosis de su marido o por pura hambre de una hija. También desgrana distintas emociones como la ira ante la pobreza y la explotación de las personas, la afirmación de la autoayuda, el consuelo de la religión, el placer del amor, la paz de la muerte.

El primer cantante del que tengo referencia es un emigrante sueco que llegó a Estados Unidos en 1901. Se llamaba Joseph Hillstrom, conocido por “Joe Hill”. Militante en I.W.W. “Industrial Workers of the World” el primer sindicato norteamericano que planteó la unión de los trabajadores en sus acciones con independencia de su género, raza o cualificación profesional. Componía canciones de estrofas pegadizas acompañadas por melodías populares que hablaban sobre la miseria en la que vivían los trabajadores, la explotación por los patronos y la traición de los esquiroles. Joe Hill decía que un libro podía ser bueno pero casi nunca se leía más de una vez, mientras que una canción aprendida de memoria se podía repetir continuamente. Nunca fueron grabadas sus canciones interpretadas por él. Llegó a componer 53 canciones que fueron editadas por el sindicato I.W.W. en los folletos que publicaba con letras compuestas por activistas, llamado “Libro Rojo de Canciones”. Sus composiciones tuvieron gran importancia para cohesionar a la clase trabajadora formada por inmigrantes de lenguas diversas y escasos conocimientos del idioma inglés, aunque las suyas sí las entendían. Partidario de la incorporación de las mujeres a las luchas obreras dedicó una canción titulada “The Rebel Girl” a la mujer proletaria. Acusado de un crimen que no cometió y después de un largo y escandaloso proceso judicial en el que no se demostró la culpabilidad, lo fusilaron en 1915 entre grandes protestas a escala mundial. Dejó dicho “No lloren por mí”. ¡Organícense! Basada en su vida existe una película, “Joe Hill” realizada en 1971 por Bo Widerberg.  Un disco reúne algunas de sus canciones interpretadas por Joe Glazer,  titulado: “Songs of Joe Hill”. Fue editado en nuestro país por FolkwaysDial/Discoplay.

Otra personalidad fundamental fue Woody Guthrie, nacido en Oklahoma en 1912. Allí vivió una infancia difícil mientras aprendía antiguas canciones populares cantadas por negros, inmigrantes o vagabundos y conocía la discriminación racial y la marginación. En la adolescencia, después que murieran padre, madre y hermana, se echó a los caminos con la música por compañía. Recaló en Texas donde formó una familia y fue granjero. En los años treinta, a causa de los desastres climáticos, decidió marchar rumbo a otras tierras dejando a la familia y sumándose a un éxodo multitudinario agravado con la Gran Depresión Económica que envolvía el país. Con lo puesto y sin dinero, compuso canciones que hablaban de los sufrimientos de trabajadores y campesinos, vendió periódicos, fue pintor rotulista y cantante ambulante. Empezó a ser conocido por sus actuaciones en locales y  emisoras de radio, al tiempo que escribía en una columna de opinión del periódico comunista “Daily Worker”, aunque nunca se afilió a dicho partido político. Al principio de los años cuarenta se hizo activista del Sindicato I.W.W. (Industrial Workers of the World ) grabando entonces su primer disco titulado ”Dust Bowl Ballads”(1940) en el que contó las penalidades de los campesinos del Medio Oeste afectados por las tormentas de polvo cada vez más dañinas, su propia experiencia  vivida. Un año más tarde fundó con Pete Seeger “The Almanac Singers”, un grupo de base folk, aunque las letras de sus canciones también hablaban en contra de la guerra y el racismo, promoviendo la unión de los trabajadores como filosofía. La formación estuvo activa un par de años, grabó varios discos y su primer concierto en Nueva York fue un acto benéfico a favor de los republicanos españoles en el exilio. Por entonces compuso una de sus más famosas canciones “This land is your land” Escribió su biografía de granjero errante en “Con destino a la Gloria” (1943). De este libro se rodó una película “Bound for Glory”(Esta Tierra es mi Tierra) en 1976 dirigida por Hal Ashby que obtuvo dos Oscar.

A la llegada de la Segunda Guerra Mundial dejó claro su antifascismo rotulando  en su guitarra la frase: “This machine kills fascists”. Acababa de publicar en el periódico la canción “Talking Hitler’s Head of Blues”. Decía de los líderes fascistas que eran “un grupo de gánsteres conjurados para atacar el mundo entero”. Combatió voluntario en la Segunda Guerra Mundial y compuso más de tres mil canciones, muchas todavía no editadas. A finales de los años cuarenta enfermó, siendo diagnosticado en principio de esquizofrenia y alcoholismo, pero finalmente se descubrió que había heredado de su madre la Enfermedad de Huntington que afecta al sistema nervioso, conocida como “Baile de San Vito”. Internado en el hospital recibió las visitas de artistas para quienes era un referente, entre ellos Bob Dylan que firmaba sus primeras interpretaciones con el nombre de Blind Boy Grunt. Se dice que cuando falleció Woody  Guthrie en el hospital en 1967, Bob Dylan heredó su guitarra.

También gran figura de la Canción Protesta fue Pete Seeger (1919-2014). Músico de estilo Folk comprometido con la Defensa de los Derechos Humanos. Fundador con Woody Guthrie del grupo  ”The Almanac Singers” en 1940, compuesto además por Millard Lampell y Lee Hays, agregando artistas ocasionales. Se caracterizó ésta formación, como he citado antes, por sus canciones antibelicistas, en contra del racismo y por la unión de los trabajadores.

Pete Seeger fue perseguido por el Comité de Actividades Antiamericanas y en 1961 condenado a doce meses de prisión, además de estar vetado más tiempo en los medios de comunicación. En 1962 el Tribunal de Apelaciones anuló la condena que él ya había cumplido. Pete es un principal causante de cambiar el concepto de la música folk como patrimonio de guardadores de antiguallas, a ser considerada una música que sintoniza con los deseos y las esperanzas de gran cantidad de personas que quieren mejorar la sociedad y el mundo. El comentarista de uno de sus discos decía: “Pete Seeger es una persona que todavía cree en cosas como la libertad del individuo, su derecho a expresarse y en la dignidad del ser humano. Y tiene el horrendo hábito de decir la verdad, lo que molesta a casi todos”. Es el idealismo lo que le hace participar en mil y una causas durante los años sesenta: la oposición a las pruebas atómicas, las protestas contra la Guerra del Vietnam, la reivindicación de los Derechos Civiles de la población negra, los Derechos de los Pueblos Indios y de otras minorías y posteriormente la Cuestión Ecológica. Pete Seeger creía en el poder benéfico de su música y al igual que Woody Guthrie en su guitarra, él inscribió en el banjo, su instrumento: “Ésta máquina cerca al odio y le fuerza a rendirse”. La toma de posesión de Barack Obama, en 2009, como Presidente de EE.UU terminó con la canción de Woody Guthrie “This Land is Your Land” tocada y cantada en el escenario por Bruce Springsteen y Pete Seeger.

Durante la década de los años 60 realizó una importante labor de difusión para la Canción Protesta la revista “Broadside Magazine”. Fundada en 1962 por la folklorista, cantante, acordeonista y ocasional miembro de “The Almanac Singers”,  Agnes Cunnighan y su marido, Gordon Friesen. Tenía su sede en el apartamento del matrimonio, situado en el Greenwich Village, centro de la bohemia y el vanguardismo neoyorkino y lugar donde comenzó la lucha por el reconocimiento de sus derechos la comunidad LGTBI. La revista tenía un formato de impresión sencillo pero original, mezclando notaciones musicales, textos con máquina de escribir, ilustraciones a mano, fotocopias de noticias; proporcionaba un collage visual imitado después frecuentemente por otras publicaciones. El matrimonio recibía en su apartamento a cantautores, grabando sus canciones directamente en un magnetófono:  Agnes trascribía sus letras y cifrados para guitarra, mientras que su marido, Gordon,  realizaba los comentarios a publicar. De la revista editaron 178 números, conteniendo las letras y cifrados de más de 1.000 canciones. La publicación, casi clandestina, nunca superó los 5.000 ejemplares de tirada, pero tenía un público fiel y coleccionista. El número 6, de Mayo de 1962 es considerado el ejemplar más valioso, conteniendo la canción  “Blowin in the wind” pocos días después de que Bob Dylan la compusiera. Se editaron tres libros con la recopilación de los temas musicales de más importancia publicados en la revista “Broadside”.

Toda una generación de artistas desfilaron por la revista.  Dejaron su contribución de grabaciones entre otros artistas: Pete Seeger, Tom Paxton, Phil Ochs, Peter La Farge, Buffy Saint Marie, Janis Lan, Arlo Guthrie, Nina Simone, Blind Boy Grunt (Bob Dylan). En el año 2.000 se puso a la venta una caja de 5 CD`s recogiendo las grabaciones realizadas para “Broadside” por los más importantes artistas del género, independientemente de los LP`s editados con anterioridad  por Folkways Records, editora donde se concentra gran parte de grabaciones de la Canción Protesta Estadounidense hasta los años sesenta. Dirigida por Moses  Asch, emigrante de origen polaco que fundó su primera discográfica  en 1939 llamada Asch Records. Ingeniero de sonido, recopiló  grabaciones de Woody Guthrie, Pete Seeger, The Almanac Singers, Cisco Houston y otros artistas del mismo estilo que surgieron a partir de los años 60: Phil Ochs, Pete La Farge, Michael Cohen.

El catálogo Folkways editó gran cantidad de grabaciones de música Folk, Blues, Jazz y diversos Sonidos de la Naturaleza hasta más de 2.000 títulos, conteniendo cada disco un encarte interior con anotaciones al respecto de la grabación y las letras de las canciones. En España se editó parte del catálogo por la realización de un convenio entre Folkways Records con Discoplay y la empresa Dial Discos, poniéndose a la venta por encima de sesenta títulos de LP’s durante el año 1984.

Los nombres de gran significación a partir de los años 60 corresponden a Joan Báez (1941) y Bob Dylan (1941). Joan era hija de una profesora de Literatura y de un importante Físico mexicano-estadounidense que rechazó por convicciones personales implicarse en programas para desarrollar ingenios bélicos-atómicos y ocupar puestos lucrativos en la industria armamentística. Joan, quizás influida por esas actitudes y dotada de una potente y aguda voz próxima a soprano, abandonó la carrera de “bel canto” que había iniciado y se dedicó a la música Folk en principio. Pronto pasó a ser activista política, participando en 1963 en la Marcha sobre Washington al lado de Martin Luther King; se implicó en la oposición a la intervención estadounidense en la Guerra de Vietnam, en la lucha contra la discriminación sexual y racial y en el apoyo al Tercer Mundo. Fue encarcelada en varias ocasiones y vigilada por el FBI durante largos períodos de tiempo. Sus primeras grabaciones contenían muchos temas de Bob Dylan, por entonces su pareja sentimental entre 1963 y 1965. Pocos años después ya componía sus propios temas. Joan Báez, activista en el Movimiento por los Derechos Civiles, convirtió en su himno la versión que hizo Pete Seeger de un antiguo góspel ”We Shall Overcome” y fundó entidades como “Humanitas” (Organización Pro Derechos Humanos) y el “Instituto para el Estudio de la No Violencia” según las enseñanzas del Mahatma Ghandi. En el campo musical destacó la creación conjunta con Ennio Morricone de la Banda Sonora del film “Sacco y Vanzetti” (1971) rodado por Giuliano Montaldo cuyo tema central “Here´s To You” fue otro himno de la lucha por los Derechos Civiles.

Por su parte Bob Dylan se dio a conocer como cantante folk en la Universidad, abandonando los estudios en poco tiempo y marchando a Nueva York en donde se dedicó a cantar en los cafés del Greenwich Village, relacionándose con los cantantes folk y contestatarios que por allí actuaban. Sus canciones iniciales contaban historias en forma de baladas que ponían de relieve las injusticias de la sociedad   ”The Death of Emmett Till”,”Ballad of Hollis Brown” “The Lonesome Death of Hattie Carroll”. O directamente daban el punto de vista de Dylan sobre algún o algunos aspectos de la sociedad de ese momento, como sus antibelicistas temas “John Brown” o “Whit God Our Side”. Denunciaba la manipulación de las personas en “Only a Pawn in Their Game” la deslocalización de la minería en “North Country Blues”, el desinterés social ante el fracaso y miseria de las personas en “Only a Hobo” o la rebeldía de otros individuos que habían estallado ante el maltrato que sufrían en “Maggie`s Farm”. Después de que las grabaciones iniciales tuvieran poca repercusión, es en 1963 con su disco “The Freewheelin Bob Dylan” que incluía “Blowin in the Wind” cuando alcanzó repercusión mundial. En 1965 introdujo una serie de cambios, electrificando los instrumentos, modificando el  estilo y la temática por lo que pasó a ser figura de la música Pop y Folk-Rock y eso ya sería materia para otra historia.

Al mismo tiempo, la Canción Protesta se extendía por otros países del mundo, donde nuevas voces denunciaban injusticias y cantaban la esperanza de un futuro mejor para todos los seres humanos.

JUSTO SORIANO ALIAGA.

Ayer estuve en casa del fundidor y encargué una cadena. ¡No te alejes de mí! Una cadena. Y estuve toda la noche llorando porque me dolían las muñecas y los tobillos y, sin embargo, no la tenía puesta.”

Federico García Lorca, El público (1930).

Escrito en diapason / 27 enero, 2022

Quien conoce la música (¿contemporánea?) de los siglos XX y XXI se hará una idea aproximada de lo que puede contener este artículo. Pero, para quienes no sepan a qué me refiero, me voy a aventurar a explicar el término. Al tratar de describirlo, me dejaré muchas músicas en los márgenes e incurriré en (pretendidas) ambigüedades, pero espero no ser demasiado criticada por ello. Habrán podido imaginar, por mi precaución, que se trata de un tema no exento de polémica.

Por música contemporánea de los S. XX y S. XXI nos referimos, en un ámbito musical relativamente académico, a esa música compuesta durante estos siglos (hay quienes la sitúan especialmente a partir de la Segunda Guerra Mundial; otros a partir de 1945, fecha de la muerte del compositor Anton Webern, al que muchos consideran su precursor) y con cierta intención de vanguardia y de cambio. Habrán notado que no he querido mojarme mucho. Se hace prácticamente imposible delimitarla más porque, si por algo se caracteriza, es por la multitud de estilos, corrientes estéticas y de pensamiento, etc. que se suelen cobijar bajo este término paraguas.

Algunas de estas músicas, en ocasiones, son complejas y difíciles de entender para algunos oídos poco acostumbrados. O eso se dice. Otros, sin embargo, piensan que la música no ha de ser entendida, sino escuchada y/o vivida. Yo les voy a proponer un breve viaje por estas músicas de la mano de Lorca, poeta en el que muchos compositores relativamente recientes se han inspirado para crear sus propias obras. Si no están acostumbrados a escuchar estas músicas estoy (casi) segura de que les soprenderá. Por otra parte, quienes estén un poco más familiarizados con estas músicas, estoy (casi) segura de que les apasionará este viaje. Juzguen ustedes mismos. Allá vamos.

En 2012 el entonces director artístico del Teatro Real de Madrid, Gerard Mortier, encargó a Mauricio Sotelo (Madrid, 1961) una ópera sobre la obra El público de Lorca. Cuenta el propio Sotelo que cuando Gerard Mortier la habló de ella le dijo “amo esta obra, es una obra maravillosa, pero, sinceramente, no la entiendo. Mauricio, tú tienes la misión de revelarnos esta obra maravillosa a mí y a nuestro público”. Finalmente, Sotelo nos reveló esta obra el 25 de febrero de 2015, un año después de la muerte de Mortier, con libreto de Andrés Ibáñez y dirigida por Pablo Heras-Casado. Contó con un variado reparto en el que encontramos a Andreas Wolf, Arcángel, Jesús Méndez, Rubén Olmo, Thomas Tatz, José Antonio López, Antonio Lozano, Gun-Brit Barkmin, Erin Caves y Isabella Gaudí. La puesta en escena es de Robert Castro y la escenografía de Alexander Polzin. Musicalmente hablando, en esta obra el compositor mezcla la orquesta con sonoridades electrónicas; todo eso fusionado con el flamenco, ámbito en el que, según sus propias palabras, lleva investigando más de 25 años. Esto aparece explícitamente representado por los caballos (que simbolizan la pulsión sexual), interpretados por dos cantaores y un bailaor.

Cristóbal Halffter (Madrid, 1930), compositor al que le debemos la magnífica frase “en el arte la imaginación y la sensibilidad no basta, hace falta una técnica”, recogida en la serie documental “Imprescindibles-Cristóbal Halffter, libertad imaginada”, también compuso inspirándose en el poeta. Destacamos Elegías a la muerte de tres poetas españoles (1975), que consta de tres movimientos, el primero la elegía a Antonio Machado, el segundo a Miguel Hernández y el tercero a Federico García Lorca. En este último movimiento, de una fuerza sobrecogedora, para una enorme orquesta donde destaca la fuerza de los metales, Halffter emplea la aleatoriedad controlada, que es una manera de componer en la que el compositor realiza una propuesta más o menos abierta, dejando una parte del resultado final al azar, generalmente otorgándole ciertas licencias a los intérpretes.  Cuenta que cuando la dirigió con la Orquesta Filarmónica de Berlín y les explicaba a los intérpretes que tenían que tocar de manera independiente uno le dijo: “maestro, llevamos 250 años intentando tocar juntos y usted nos pide ahora que toquemos separados, pues nos va a costar”.

En otra obra Halffter también se inspira en algunos versos de Lorca. Esta es su segundo concierto para violonchelo No queda más que el silencio (1885). Donde los tres movimientos de los que consta la obra se titulan con versos del poeta: “I. El grito deja en el viento una sombra de ciprés”, “II. Vine a este mundo con ojos y me voy sin ellos”, “III. Si muero, dejad el balcón abierto”.

Pero no solo compositores españoles han encontrado una fuente de inspiración en Lorca. Destacan en este ámbito Luigi Nono (Venecia 1924- Venecia, 1990) y George Crumb (Charlestone 1929).

El italiano compone sus Epitafios a Federico García Lorca entre 1951 y 1953obra que consta de tres movimientos: “I. España en el corazón”, “II. Y su sangre ya viene cantando” y “III. Memento. Romance de la Guardia civil española”, está escrita para orquesta, voces solistas y coro. En el primero de ellos toma un texto de Pablo Neruda, pero en el segundo y en el tercero se basa en textos del propio Lorca. El segundo movimiento se titula con un verso del poema “Llanto por al muerte de Ignacio Sánchez Mejías” y el tercero toma el texto del poema homónimo.

George Crumb, compositor estadounidense, ha tomado en muchas ocasiones textos que reproduce explícitamente en sus obras, plasmando en estas obras, además, rasgos característicos de la música española como el uso de voces de cantaores y arabescos. Como obras más representativas en las que emplea textos del propio Federico podemos destacar: Night of the four moons (1969), Ancient voices for children (1970), Federico’s little songs for Children (1986). Obras de cámara construidas cuidando cada detalle, desde las relaciones formales, de los gestos, de los intervalos hasta las cualidades tímbricas de cada sonido y del propio texto lorquiano.

Los textos de Lorca reflejan una sensibilidad sublime y especial y eso ha sido, en términos generales, lo que los diferentes autores que se han inspirado en él han tratado de inducir a sus obras, aunque cada uno con un estilo diferente.

Esther Pérez Soriano.

Me llamo Elena Martínez Serrano y pertenezco a la banda “Asociación Amigos de la Música de Yecla” desde el 2003. Hice todos mis años de estudio en la escuela y como casi todo alumno, llegó el día en el que entré a la banda.

Escrito en diapason el 20 enero, 2022

En esa época, tenía 15 años y desde entonces aquí estoy, ¡¡ya hace casi 20 años!! y claro, durante todos estos años he ido creciendo y pasando por diferentes vivencias, pero siempre teniendo claro que, aunque ya no seguía con los estudios de mi instrumento (terminando todos los años en la escuela y primer año de conservatorio) “FLAUTA Y FLAUTIN” la banda, no me la dejaba. Está claro que pasamos por épocas en las que por el trabajo, salud u ocupaciones podemos ir más o menos a los ensayos, pero yo por mi parte, siempre he podido sacar un hueco para mi querida banda (como yo le digo).

Durante todos estos años podría contaros miles de conciertos y experiencias vividas en la banda, disfrutando de la música en diferentes lugares y sitios del mundo, pero quiero centrarme en estos últimos años en los que he tenido dos hijos que a día de hoy tienen 6 y 3 años. Con mi primer hijo estuve ensayando y yendo a todos los conciertos casi hasta el último momento antes de tenerlo. Mi último concierto fue en VALENCIA, julio del 2015, un certamen, estando embarazada de 8 meses, ahí fue mi despedida hasta que pasado un tiempo en el que ya te estabilizas con el pequeño y la familia, volví a ensayar y tocar. Con el segundo, igual, estuve ensayando hasta el último momento y… ¡¡¡¡hasta me fui embarazada a KERKRADE 2017 (Holanda)!!!!, no podía perderme esa experiencia que vivimos, que nunca se me olvidará, siempre en contacto con mi marido y mi hijo que se quedaron en España, siguiéndonos la pista por las redes . Todo esto es, gracias a Ángel (Director de la banda) que siempre que le he dicho que me la dejaba por cualquier motivo, él, me ha dado ese tiempo para poder centrarme en lo que conllevaba ese momento y enseguida estar de vuelta con las pilas recargadas, y por supuesto, GRACIAS a mi marido que es el que se queda con los peques en todos los ensayos y va a verme cuando puede a todos los conciertos.

Siempre he pensado que por ser madre y tener hijos no podía dejarme mis aficiones y por eso, mi frase favorita en la que me simboliza a la hora de seguir con mis metas es:

Si quieres, puedes y si tienes una afición en la vida y te gusta, tienes que luchar por ella y seguir disfrutándola”

Elena Martínez Serrano.

Flautista Banda Sinfónica AAMY.

¿ No os pasa que escuchas una frase…

«ERA COMO EL SOL A LA MAÑANA LUNA BLANCA EN SOLEDAD»

… Y pamm, un sin fin de imágenes inunda tu mente?

Sabemos que la música nos hace liberar en nuestro cerebelo dopamina, lo que nos hace estar enganchada a ella, el arte de mezclarla con poesía hace que nuestra mente dibuje escenas en las que nos vemos o vemos reflejadas a otras personas.

Escrito en diapason / 13 enero, 2022

Existen un sin fin de frases de canciones, que carecen de sentido propio, pero que nos hacen sentir miles de emociones a la vez.

«LUCHA DE GIGANTES CONVIERTE EL AIRE EN GAS NATURAL»
«EN LOS MAPAS ME PIERDO, POR SUS HOJAS NAVEGO»

Descomponemos palabra por palabra y nos hacemos una viñeta de nuestros propios sentimientos.

Cuando me siento feliz y enamorada me gusta escuchar canciones románticas y alegres.

«CON SOLO UNA CARICIA, ME PIERDO EN ESTE MAR»
«YO AÚN NO TE CONOZCO, Y YA TE ECHABA DE MENOS»

Pero es cuando me encuentro en esos peores momentos de la vida, desamor, estrés, rabia o simplemente bajón, cuando necesito más que nunca escuchar esas letras para poner mis pensamientos en orden.

Hay canciones, frases, sonidos o simplemente palabras que me ayudan a sobrellevar esos duros momentos.

«NO SE SECAN AL AIRE, CICATRICES DE AMOR»
«SALTE A UN VACÍO, DONDE SIGO ESTANDO EN PIE»
«DEJÓ DE SER O SERÁ, PORQUE EL DIABLO ES COMO ES JUEGA  CONTIGO AL ESCONDER»
«NO SE RESTAR, TU MITAD A MI CORAZÓN»

Utilizamos estas frases para expresarnos en redes sociales, necesitamos mostrar a los demás nuestros sentimientos, pero a la vez,  nos puede la vergüenza de hacerlo  directamente,  por lo que utilizamos estas canciones como modo de comunicación.

«RECHAZASTE SER LA FLOR PARA MI VIDA, POR SER SOLO UN PÉTALO EN LA DE ESE TIPO»
«COMO TE ATRVES A VOLVER, Y A TUS CENIZAS CONVERTIR EN FUEGO»
«TODO ARDE,SI LE APLICAS LA CHISPA ADECUADA»

Incluso los grandes compositores utilizan estas frases en sus propias composiciones.

«CANTAS, DE SOBRA SABES QUE TU ERES LA PRIMERA, Y YO QUE A SABINA LE BAILÉ MÁS DE UNA LETRA, HOY ME CUIDO EL ALMA EN LOS BRAZOS DE OTRO NOMBRE»
«Y ASI PASAN LOS DÍAS DE LUNES A VIERNES, COMO LAS GOLONDRINAS DEL POEMA DE BÉCQUER»

Por eso me ha fascinado siempre el mundo de la composición y desde mi posición de amateur, también he intentado hacer esta pequeña Magia en mis canciones.

«SUEÑO CON VOLVER, A CAMINAR DESCALZA POR TU PIEL»
«RESPIRO PROFUNDO Y CAMINO HACIA TI, MIS LATIDOS ME MARCAN EL RITMO A SEGUIR»

Nos pasamos una quinta parte de nuestra vida escuchando música, las canciones se han convertido en un modo de interacción social para el ser humano, por su facilidad de detallarnos un sin fin de información y sentimientos, nos hace estar felices, tristes, cambiar de cometido o simplemente desconectar y relajarnos.

Es por todo esto que le debemos tanto a las canciones.

Me despido de vosotros esperando haber sido capaz de contagiaros un poco de mi pasión por la composición, me encantaría saber que muchos de vosotros habéis leído estas frases en el relato y las habéis entonado cantándolas.

Solo me queda deciros:

«THE SHOW MUST GO ON»

Beatriz González Arellano.

Alumna de Canto Escuela de Música AAM Yecla.

¿Qué relación podríamos hallar entre una ópera alemana, una canción popularizada en los 50’ por Louis Armstrong (entre otros), Rubén Blades con su “Pedro Navaja” y una ópera-balada Barroca? Son casi 300 años de diferencia, pero todo gira en torno a una historia que se repite una y otra vez.

Los protagonistas de este artículo tienen distinto nombre, pero aun así todos ellos no son más que un mismo personaje a través de un largo recorrido por la historia de la música.

Escrito en diapason, 30 diciembre, 2021 

El primero que apareció fue Macheath, allá por 1728, dándose a conocer por primera vez en Londres a través de una “ópera-balada” escrita por John Gay y cuya música se atribuye a J.Ch. Pepush. La obra lleva el título de The Beggar’s Operaque se traduce como “La ópera del mendigo” o “La ópera del vagabundo”, y nos cuenta la historia de Macheath, un asaltador de caminos que trabaja para la banda de Peachum, padre de Polly, con la que Macheath se había casado en secreto. Cuando Peachum se entera, decide entregarlo a las autoridades. Macheath es arrestado y trasladado a la prisión de Newgate, donde se encuentra con Lucy, hija del carcelero y ex-amante suya, y aunque sigue rencorosa le ayuda a escapar, pero pronto es arrestado de nuevo. Al regresar a la cárcel es condenado a muerte, y mientras Polly y Lucy suplican por el indulto, aparecen cuatro mujeres más que aseguran ser también sus esposas, a lo que Macheath responde que ante tal situación, prefiere ser ahorcado. Es entonces cuando se corta la escena (algo poco habitual en la época) y aparecen dos personajes, que ya habían aparecido al principio, diciendo que para que la ópera no se convierta en tragedia, tiene que acabar con un final feliz. Entonces se retoma la escena final y Macheath es perdonado y declara su amor a Polly.

 

Kurt Weill y Lotte Lenya.

Fue 200 años después cuando esta historia, que a priori puede parecer bastante sorprendente y “moderna” para una ópera Barroca, inspiraría a Bertolt Brecht para escribir el libreto de su ópera Die Dreigroschenoper o “La ópera de los tres peniques”, a la que Kurt Weill puso música. Y en ella encontramos la canción conocida como “Die Moritat von Mackie Messer”, algo así como la “balada de Mackie Navaja”.

La canción original, con letra en alemán, nos habla del personaje Mackie y de algunos de sus crímenes. En este enlace pueden escucharla cantada por Lotte Lenya, mujer de Kurt Weill:

Años después, Lotte Lenya grabó una versión con el famoso trompetista Louis Armstrong, pero en esta ocasión con una sonoridad mucho más jazzística y bajo el título de “Mack the Knife»:

Ella Fitzferald, Bobby Darin, Robbie Williams, Sinatra, Tony Bennet, Miguel Ríos… son otros de los numerosos artistas que han versionado la canción de Mack, pero fue el panameño Rubén Blades, junto con Willie Colon, quien la hizo más “suya”, adaptándola a sus ritmos latinos allá por 1978, convirtiendo a Mack the Knife en Pedro Navaja, haciendo a su vez que esta se convirtiera en uno de los mayores éxitos de la historia de la salsa. Observen como en la siguiente versión comienza cantando el tema de Mackie y luego lo enlaza con su “Pedro Navaja”:

 

En ella nos describe a Pedro Barrios, conocido como Pedro Navaja, (sombrero de ala ancha, largo gabán, diente de oro…) en una noche en la que se dispone a atracar y matar a una mujer prostituta, que luego descubriremos que es conocida como Josefina. Pero la historia da un giro  cuando Pedro se acerca a ella, y, tras apuñalarla, la mujer le dispara con su revólver, cayendo herido de muerte al suelo, acabando la canción con un borracho que se encuentra con los 2 cuerpos y recoge “el revólver, el puñal y los pesos” y desaparece en la noche cantando el coro de la canción…

…La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…

Y fue precisamente con “Sorpresas”, canción que Rubén Blades estrenó en 1985, con la que nos cuenta toda una trama con nuevos personajes y una investigación policial en la que se descubre que Pedro Navaja en realidad sigue vivo (mala hierba…).

Paula Soriano Ibáñez.

Armonía

  1. f. Unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes, pero acordes.

  2. f. Mús. Arte de formar y enlazar los acordes.

Estas son dos de las acepciones que podemos encontrar en la RAE si buscamos el término armonía.

23 diciembre, 2021 / Escrito en diapason

Quizá no sean plenamente clarificadoras, o al menos, no nos transmitan la profunda importancia de esta palabra y el impacto que ha tenido en la música occidental, pero lo cierto es que en casi cualquier estilo musical o época en la que podamos pensar, se han aplicado y desarrollado los fundamentos de esta conjunción de sonidos convertida en disciplina con el paso de los siglos.

Cierto es que las reglas están para romperse y que gracias a este principio, los preceptos artísticos evolucionan y originan nuevas formas de expresión y/o cambios en el lenguaje que adaptan los sistemas establecidos a los gustos del momento. Pero no es menos cierto que para conseguir moldear nuestro elemento de trabajo (música, escultura, pintura, etc.) debemos entender cómo está formada esa materia prima que vamos a manipular, debemos conocer el medio en el que nos estamos moviendo.

Esto es, pues, el estudio de la armonía: no sólo es saber formar un acorde, si no saber cómo se comporta ese acorde dentro de una progresión; no sólo es saber ponerle nombre a un conjunto de sonidos, es saber cómo crear tensión con ellos para luego resolverla; no sólo es aprender unas normas que puedan parecernos, en ocasiones, anticuadas, es entender esas normas para aplicarlas o romperlas (según nos interese) y de esta manera hablar nuestro propio lenguaje. En definitiva, hablar música.

Pero ¿qué ocurre con aquellos músicos que sólo quieren tocar un instrumento y consideran que estas cuestiones teóricas están reservadas exclusivamente para los compositores?

Es innegable que a partir de la imitación, la repetición y la práctica se pueden alcanzar buenos resultados dentro de la interpretación.

¿Entonces?

Sería como recitar a Shakespeare a partir de la imitación, la repetición y la práctica, pero sin saber inglés.

Diego Corraliza Azorín.

Profesor Guitarra Escuela de Música AAMY.

Hoy, en la sección “Desde el Aula” de la Revista Diapasón, conocemos más de cerca la labor pedagógica de Pedro Ángel López Sánchez, profesor de flauta travesera en la Escuela de Música de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla.

Escrito en diapason – 16 diciembre, 2021

Esto es lo que nos ha contado:

P.- Formas parte del claustro de profesores de la Escuela de Música de Yecla desde el año 1999 impartiendo Flauta Travesera, por ello, ¿qué  destacarías de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla en cuanto a labor social, actividades y valores que transmite?

R.- Realmente considero a la Asociación parte de mi familia. No conozco otra entidad sin ánimo de lucro que realice una labor social y educativa de tanto calado hacia una población.

He conocido a muchos alumnos, músicos de la banda, directivos y personal de la Escuela, sin lugar a duda, se transmite en el ambiente la pasión por la música y la complicidad de todos ellos.

P.- ¿Qué aspectos destacarías de la Flauta Travesera en cuanto a sonido y características en general?

R.- La flauta es un instrumento solista, tanto en banda como orquesta, quizás sea uno de los factores por los que tanta gente ha optado por este instrumento. La capacidad técnica y las diferentes posibilidades sonoras son su gran atractivo.

P.- ¿Qué consejos o buenos hábitos de estudio sueles recomendar a tu alumnado?

R.- Cualquier instrumento debe ser estudiado diariamente o con una habitualidad. Aquí no vale el “atracón” de última hora. Quizás es lo justo, el que trabaja diariamente ve recompensado su esfuerzo.

Como decía T. Wye; tiempo, paciencia y trabajo inteligente.    

P.- Y en el aula, ¿cómo es el día a día en las clases y cómo sueles enfocar el trabajo con el alumnado?

R.- Les hago ver que lo más importante es el estudio en casa. Es habitual en mi trabajo visionar vídeos de partes solistas de flauta o música clásica en general. Mostrarles hasta dónde se puede llegar si hacen un estudio constante. Y no me refiero a que sean profesionales, si no a cómo se puede llegar a disfrutar tocando un instrumento.          

P.- Por último y bajo tu punto de vista, nos gustaría que citaras a grandes flautistas de diferentes estilos y nos recomendaras algunas de sus obras o interpretaciones para poder verlas en los siguientes vídeos y aprender un poco más con ellas.

R.- Destacaría a flautistas como James Galway, Patrick Gallois y Emmanuel Pahud.

Creo que son los flautistas de referencia de los últimos años y con los que he crecido escuchando.

Aquí van algunos ejemplos:

Muchas gracias Pedro por tu amabilidad y por dejarnos conocer de tu mano un poco más, este instrumento.

Cecilia O.

Colaboradora AAMY.

 

Como ya hemos comentado varias veces en esta sección, dentro de este género musical existen varios tipos de pasodobles: pasacalles, zarzuelas, baile, marchas, tunas, concierto, festeros, regionales, canción, etc., cuya diferencia, además de sus características técnicas musicales, radica principalmente en el motivo u origen de su composición, para qué y porqué se compone dicha obra por parte del autor.

Escrito en diapason – 9 diciembre, 2021

El pasodoble puede ser parte de una zarzuela, incluso como ya vimos, de una ópera; puede estar pensado para ser cantado como canción, formar parte de una banda sonora, ser compuesto para desfilar en una fiesta determinada; interpretado durante los festejos taurinos, estar dedicado a una ciudad, región, comarca o a sus habitantes, costumbres y tradiciones, e incluso ser escrito para homenajear a un colectivo o a una persona en concreto.

La obra de la que vamos a hablar en este artículo es una mezcla de varios de los motivos anteriores, puesto que a su vez es una obra dedicada a una persona, escrita para homenajear a un colectivo como es una banda municipal y que se ha convertido en un pasodoble utilizado para desfilar en diferentes fiestas, especialmente en el levante español, y muy concretamente en las fiestas de Moros y Cristianos, aunque no solo en estas.

Se trata del pasodoble “Francisco Bravo”, del maestro Manuel Carrascosa, obra dedicada al músico villenense y fundador en el año 1922 de la actual Banda Municipal de Villena.

Familia Bravo-Gracia en el año 1903. Francisco Bravo y su esposa Consejo aparecen en el centro de la última fila. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Este es uno de los motivos por los que hoy hablaremos de dicho pasodoble, puesto que en el próximo año se cumplirá el Centenario de la banda de la vecina localidad de Villena, pero no el único, pues este pasodoble-marcha, sin saber muy bien porqué, y de una forma no escrita, -sencillamente se ha ido tocando año tras año-, se ha convertido también, en una de las bandas sonoras tradicionales de  las Fiestas Patronales de Yecla, puesto que es interpretado de una forma natural en varios momentos importantes de dicha festividad.

Francisco Bravo Gracia, nace en Villena el 1 de noviembre de 1876. Su familia era de clase media y con cierta holgura económica, dado el trabajo artesanal del padre, que por tradición familiar eran canteros y marmolistas, pero donde no existía ningún  ambiente musical.

Inicia sus estudios de primaria en la escuela de “La Tercia”, y con 9 años de edad comienza con su enseñanza musical de la mano de su primer maestro, el aguileño, Francisco Díaz Romero, fundador en 1887 de la “Juventud Musical Villenense” con la que el joven Francisco realizó su primera actuación con el oboe durante las fiestas de 1888.

En 1892, y tras la dimisión de Díaz Romero, toma el relevo hasta el año 1898 el alcoyano Camilo Pérez Laporta, prestigioso músico y compositor. Si importante fueron las enseñanzas de Díaz Romero, el magisterio de Pérez Laporta fue fundamental para que el joven Francisco descubriera su verdadera vocación musical.

Banda “Juventud Musical Villenense” 1988.  Director: Francisco Díaz Romero. Francisco Bravo es el cuarto de la tercera fila por la izquierda. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

En el año 1900, tras unos años difíciles en el que a punto estuvo de desaparecer la banda, Francisco Bravo, animado por sus compañeros, y a propuesta del Ayuntamiento se hace cargo de la dirección de la banda que en aquel momento estaba integrada por 18 músicos, puesto por el que no recibiría ningún tipo de retribución durante más de 11 años.

Se casó en 1902 con la villenense Consejo Crespo Marco, que tenía estudios musicales y una bonita voz de soprano, y con la que, y para poder mantener a su familia, impartían clases de música en su propio domicilio, encargándose Consejo del solfeo; academia a la que asistían cada vez más niños, y que luego ingresaban en la banda que llegó a contar por esta época con cerca de 45 miembros.

En 1909 organiza en el Teatro del Circulo Artístico, junto al maestro José Serra Dalmau, un extraordinario homenaje en honor a Ruperto Chapí, por el éxito obtenido con el estreno de «Margarita la Tornera». Formando parte unos pocos días después en la comitiva oficial, desde Villena se desplaza a Madrid para asistir a los funerales del compositor.

A partir del año 1911 el Ayuntamiento de Villena le asignaría un sueldo de 40 pesetas, que tuvo que complementar con la enseñanza en la academia que tenía en su domicilio. Tras unos años, la falta de apoyo, de estímulos, de ilusión, hicieron que la banda fuera a menos poco a poco hasta su desaparición en 1920.

Año y medio estuvo la ciudad de Villena sin banda de música, teniendo que ser contratadas para las fiestas las de las localidades vecinas de Caudete, Sax, Benejama o Biar, hasta que, y por iniciativa del alcalde Pedro Menor García, en el año 1921 se toma la decisión de crear una banda de música formada por niños de entre 8 y 14 años, para lo que se pone al frente a Francisco Bravo.

Banda Municipal de Música de Villena en 1922 año de su fundación. Director Francisco Bravo Gracia.  (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Este sería sin duda el mayor reto al que se enfrentó el maestro, puesto que había que crear una nueva banda de música desde cero. En junio de 1921 se puso en marcha la academia para formar a los futuros músicos, con la ayuda de su esposa Consejo, ciento sesenta niños educandos se matricularon en la misma. El 5 de septiembre de 1922 fue la presentación oficial de la joven Banda Municipal de Villena, compuesta por 65 componentes y que el próximo año celebrará su Centenario.

Francisco Bravo Gracia, fue además de un gran docente, un excelente instrumentista, llegando a ser un virtuoso del oboe, pero tocando también con cierta desenvoltura el piano. Su labor  como compositor es menos conocida, estando actualmente la mayoría de su obra desaparecida. Se sabe que compuso bastantes pasodobles del que sólo nos ha llegado hasta hoy el titulado “Julito”, dedicado a su hijo, así como polcas, mazurcas y demás bailables de la época, y por supuesto varias marchas moras.

Falleció en Villena el 24 de noviembre de 1934.

Sus hermanos también eran músicos. Julio tocaba la trompeta, Mario el fliscorno y Silverio era percusionista, los tres llegaron a pertenecer en algún momento a las bandas que dirigió el hermano mayor.

Varios de sus hijos estudiaron música. Francisco, el mayor, tocaba la flauta y también el piano, y era además compositor. Sucedió a su padre tras su muerte por un breve tiempo como director de la Banda Municipal. Julio era pianista y maestro concertador de la «Coral Ilicitana» de Elche. Su hija Boni también tocaba el piano, aunque sólo en las veladas de la familia.

Francisco Bravo Gracía. 1930. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

El Ayuntamiento de Villena, como reconocimiento a toda una vida en pro de la música en la ciudad, siendo alcalde Pascasio Arenas, rotuló una calle con su nombre. Asimismo como homenaje al maestro Bravo, el buñolero Manuel Carrascosa, director durante más de 40 años de la Banda Municipal en Villena,  le dedicó un pasodoble de ritmo airoso, con el nombre de “Francisco Bravo” que fue estrenado el 5 de septiembre de 1941.

Del autor Manuel Carrascosa García, del que hablaremos con más amplitud en esta sección en próximas entregas, -puesto que fue un prolífico compositor sobre todo de música festera-, destacamos que nació en Buñol el 17 de noviembre de 1911, siendo nombrado director de la Banda Municipal de Villena en 1939, dirigiendo la misma hasta el día de su jubilación en 1978.  En el año 1965 el Ayuntamiento de Villena le concedió el Título de Hijo Adoptivo de la ciudad. Falleció en Villena  el 10 de mayo de 1997. Por acuerdo del Pleno Municipal sus restos mortales fueron trasladados en 2013 al  Panteón Municipal de Personas Ilustres de Villena, ubicado en el Cementerio Nuevo.

Manuel Carrascosa García. 1977. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Es autor de numerosas composiciones, de las que una gran mayoría son pasodobles y marchas dedicadas en gran parte a las comparsas de Moros y Cristianos de Villena, y que son consideradas por estas como su obra oficial. De todo su catálogo vamos a destacar, por la gran resonancia que tiene en su ciudad adoptiva, el pasodoble “La Morenica”.

Y como ya dijimos al inicio de este artículo, hemos elegido el pasodoble “Francisco Bravo” por ser una obra dedicada al fundador de la Banda Municipal de Villena, agrupación que el próximo año 2022 celebrará su centenario, como un granito de arena dentro de los actos de homenaje a nuestros compañeros y amigos villeneros.

“Francisco Bravo” pasodoble. Guion del director.

Además, y coincidiendo con las fechas en las que durante más de tres siglos y medio se celebran las fiestas patronales de Yecla, puesto que como ya indicamos este pasodoble se ha convertido, por costumbre, -pues no está reflejado en ningún documento escrito-, en una de las obras que los músicos que acompañan a las Mayordomías de nuestras fiestas, interpretan durante ciertos actos del protocolo que marca las ordenanzas de las festividades en Honor a la Purísima Concepción, Patrona de Yecla.

A continuación podremos visionar un vídeo, realizado como homenaje al maestro Manuel Carrascosa, y donde se puede escuchar su pasodoble “Francisco Bravo” interpretado por la Banda Municipal de Música de Villena dirigida por Pedro Ángel López Sánchez.

Fuentes:

– Archivo Banda Municipal de Villena.

– Archivo de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla (AAMY).

– http://www.villenacuentame.com/

 

José Miguel Ibáñez Lax.

Si nos acogemos a la definición más convencional de la palabra “música”: sucesión de sonidos ordenados en el tiempo (Oxford Dictionary), a priori es indudable que es una explicación correcta y categórica, pero al mismo tiempo es simplista. ¿Las experiencias musicales se completan con las emociones producidas solamente por esos sonidos? ¿No necesito ningún elemento más? ¿Sólo puedo escuchar?

Escrito en diapason – 2 diciembre, 2021

Entre los años 60 y 70 surgió un nuevo tipo de arte escénica aplicable a otras disciplinas artísticas: la performance. Dentro del ámbito musical, la performance incluye como medio de expresión los sonidos a parte del dramatismo, creando así una dependencia interdisciplinar en la que la música no se entendería sin la actuación y la actuación no se entendería sin la música. Con el paso de los años, este concepto ha ido evolucionando, creando distintas variantes como el teatro musical o la música para medios audiovisuales.

Como todos podemos saber, en esta última década ha habido un boom en el uso de las nuevas tecnologías debido a su abaratamiento y al desarrollo de una cultura audiovisual en la sociedad actual. Como consecuencia, gran parte de los compositores actuales (jóvenes y no tan jóvenes) se ven atraídos e interesados por utilizar las herramientas del humano contemporáneo para la creación de sus obras, alejándose en cierta parte del instrumento tradicional. De esta forma, resolviendo las cuestiones anteriores, tanto creador como intérprete como oyente se ven sumergidos en una experiencia artística que va más allá de lo sonoro; necesitamos una imagen, un vídeo, un espacio para poder dar sentido a la escucha. Por lo tanto, no sólo escuchamos, como diría Michel Chion, compositor francés, en su libro L’audio-vision (1993): “estamos audioviendo”.

Además, este concepto se puede llevar mucho más atrás en el tiempo sin necesidad de acogernos al arte multimedia. En otros contextos como, por ejemplo, un concierto de piano de música clásica parece una obviedad que el único elemento para conseguir el deleite sea el sonido porque este tipo de obras no necesitan ningún apoyo adicional, pero esto no es del todo cierto. Cuando escuchamos, nos vemos obligados a crear imágenes en nuestra cabeza que nos acompañan en esa sucesión de sonidos, el espacio en el que nos encontramos también es determinante para producir más o menos emoción. Por otro lado, es un factor importante la gestualidad del intérprete, que nos va a ayudar a entender mejor la dirección musical. Este concepto se describe muy bien en el libro El gesto expresivo del pianista: “La gestualidad potencia el canal de comunicación, el flujo de emociones y sensaciones que se establece entre el intérprete y el público, un proceso mágico que se puede denominar el espíritu del directo” (Albert Nieto, 2016). Por medio de las grabaciones, una canción, una obra nos produce distintas sensaciones según el lugar y el estado anímico en el que nos encontremos. Reafirmando lo anterior, no sólo estamos escuchando, estamos audioviendo. El ser humano está en constante pensamiento, necesita ver para poder escuchar y viceversa.

Por otro lado, los compositores desde aproximadamente el siglo XIX hasta la actualidad tienen la necesidad de reflejar su individualidad, con mayor o menor grado, en sus obras y, para ello, se aferran a algo más grande para determinar sus emociones personales y hacerla, en la medida de lo posible, más entendible y cercana al oyente. Es decir, buscan recursos más allá de lo sonoro, como un poema o un texto, un cuadro, una historia, una imagen o un vídeo. Por estas razones, el compositor actual ve cada vez más complicado escribir música totalmente pura, teniendo a su fácil alcance tantos recursos, elementos u otras disciplinas artísticas con las que poder coger ideas y trabajar en sus creaciones. Esto no sólo se puede referir a los compositores, todas las personas necesitamos apoyarnos en algo mayor a nosotros para evolucionar y moldar cada vez más concretamente la respuesta a quién soy yo.

Para terminar, me gustaría decir, en relación a la temática del artículo, que una de las cosas más mágicas de la composición es el de poder transmitir, mediante los sonidos ordenados en el tiempo, un mayor grado de emoción sobre los actos más mundanos, afirmando que existen. Escribir sobre algo que no suena, pero se siente.

 

Juan Manuel Palao Pérez

Empleado de la Caja de Ahorros del Sureste de España, en 1964 Antonio Gonzálvez Albertos, fue trasladado a Villena para desempeñar el puesto de Interventor en la oficina de la localidad, y pese a haber tenido una experiencia laboral muy grata en Calasparra, fue a su nuevo destino ilusionado, tanto por la categoría de la plaza, como por encontrarse dicha ciudad muy próxima a su pueblo natal, Yecla.

Escrito en diapason – 25 noviembre, 2021

Desde el inicio de sus días en Villena la familia formada por Antonio, su esposa Tomasa y sus dos hijos mayores, Juan Carlos y Mª Dolores, a los que pronto se unirían sus hermanos Pedro y Conchi, supo participar como una familia más en la sociedad villenense, asumiendo y participando de sus costumbres y de sus instituciones, de sus anhelos, sus problemas y sus satisfacciones, y lo supieron hacer sin olvidar nunca sus orígenes.

En el desarrollo de su trabajo en la Caja de Ahorros, unos periodos como Interventor, y otros como Director, Antonio tuvo ocasión de relacionarse con numerosos villeneros, pero también lo hizo como vecino de las dos fincas que habitó la familia durante su estancia en Villena en la calles Joaquín María López y General Mola (hoy calle Navarro Santafé), o en su condición de miembro de las Asociaciones de Padres de Alumnos del Colegio Salesianos, del Instituto Hermanos Amorós y de las Carmelitas (asociación de la que fue Secretario cuando se proyectó y decidió la construcción del actual colegio).

Y a otros muchos vecinos de Villena conoció en su día a día, como socio del Casino Villenense y del Círculo Agrícola Mercantil, como socio protector de la comparsa de Moros Viejos, o como miembro que fue durante varios años, del jurado de los premios que otorga la Junta Central en las fiestas de Moros y Cristianos, fiestas que vivía con tanta alegría, como devoción profesaba a la Virgen de las Virtudes, a la que en numerosas ocasiones visitaba con su mujer hasta bien poco antes de su fallecimiento.

Antonio y Tomasa durante los días de Fiestas de Villena en su domicilio de la calle José María López (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Antonio Gonzálvez fue un villenero más, pero nunca dejó de ser yeclano; lo fue tanto como el que más, y así lo demostró a lo largo de toda su vida. En Yecla quisieron Antonio y Tomasa que nacieran sus cuatro hijos a pesar de residir en otras poblaciones, y aquí mantuvieron siempre una vivienda donde acudían cada vez que tenían oportunidad, ya fuera en el Chicharra, en autobús o en el coche de algún pariente, y finalmente, cuando pudo ser, con vehículo propio. Antonio fue durante muchos años “yeclano ausente”, pero en realidad nunca tuvo tal condición, pues siempre estaba presente en su pueblo, cuando podía, físicamente, y cuanto no podía, con el pensamiento.

Fiestas de la Virgen 1968. Antonio Gonzálvez junto al Maestro Carrascosa, director de la Banda Municipal de Música de Villena (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Por eso, al tiempo que era parte de la sociedad villenera, nunca abandonó su yeclanía, participando con gran sentimiento e intensidad, entre otras, en dos de los hechos colectivos o instituciones más arraigadas en la sociedad yeclana, las Fiestas de la Virgen  y el Yeclano, C.F. Antonio fue toda su vida seguidor incondicional del Yeclano, en los buenos momentos, y en los malos también, como cantan ahora los de la peña “Curvabar”. Y fue también “tiraor” desde su más pronta juventud hasta que las fuerzas ya no le acompañaron. Desempeñó el cargo de Cronista de las Fiestas en el mandato de D. Salvador Muñoz, y fue el inspirador y promotor del acto del Beneplácito tal y como en la actualidad se desarrolla, desde que fuera instaurado por la Asociación de Mayordomos y el Excmo. Ayuntamiento siendo Presidente el Sr. Muñoz y Alcalde de la ciudad, D. Domingo Carpena.

Antonio Gonzálvez en el Acto del Benepláctio del año 2001, junto a su hijo Juan Carlos Gonzálvez (Foto archivo Juan Carlos Gonzálvez)

Pero si, junto a la Virgen del Castillo algo llevaba Antonio en el corazón, ese algo era la Escuadra de la Retaguardia “Los Luna”, Escuadra de la que por razones familiares, fue miembro refundador, y a la que dedicó muchísimo esfuerzo y trabajo y muchísimo amor, que (es justo reconocerlo y agradecerlo) fue correspondido por la Escuadra, que con el tiempo lo nombró Socio de Honor y lo distinguió con el Premio Capitán Mora, premio éste que él mismo contribuyó a crear en su día.

Día de la Bajada. 7 de diciembre de 1991 (Foto archivo Juan Carlos Gonzálvez)

Cuando sobre el año 1990, la Escuadra de “Los Luna” decidió adoptar una composición musical que pudiera sonar a su paso en los diversos desfiles de las Fiestas de la Virgen, Antonio pensó enseguida en una de esas amistades que hizo en Villena, el Maestro Carrascosa, que fue Director durante más de cuarenta años de la Banda de Música Municipal de la vecina ciudad, y autor del afamado pasodoble “La Morenica” y de muchos otros pasodobles y marchas moras dedicadas a las comparsas de Villena. Antonio Gonzálvez comentó el proyecto D. Manuel Carrascosa, que de inmediato pensó en componer un pasodoble, acaso por ser eso lo acostumbrado en las comparsas de cristianos de Villena. Sin embargo, lo que “Los Luna” buscaban no era tanto un pasodoble, como un himno al uso de los que identifican a las Escuadras de las Fiestas de la Virgen, himno que finalmente compusieron con gran acierto Juan J. Ruiz Molina y Alfonso Hernández Cutillas, autores de la música y letra, respetivamente.

Dedicatoria del Maestro Carrascosa a Antonio Gonzálvez. Diciembre 1968 (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

La cosa no quedó ahí sin embargo, pues el Maestro Carrascosa decidió entonces dedicar a su amigo Antonio ese pasodoble que quizás tenía ya en la cabeza, pasodoble de honda inspiración yeclana en el que se pueden escuchar, enlazados con singular maestría, los sones más reconocibles de nuestro folklore.

Programa Acto Homenaje a D. José Ortuño Ortuño. Teatro Regio de Yecla. 1 de julio de 1983 (Archivo AAMY)

Este es el pasodoble “Antonio Gonzálvez”, que podemos oír y visionar el día de su estreno bajo la batuta del inolvidable Maestro, que tuvo lugar en el Teatro Concha Segura de Yecla, el 1 de julio de 1983, en un acto de homenaje al músico yeclano D. José Ortuño, y que es interpretado en numerosas ocasiones por la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla por constituir una de las piezas musicales más representativas de nuestra ciudad.

VIDEO DEL ESTRENO DEL PASODOBLE: 7 DE JULIO DE 1983