La entidad nace con el fin de defender los derechos de la profesión, que se ha visto todavía más desprotegida y precarizada con la crisis del Covid-19
La crisis sin precedentes provocada por el Covid-19, que ha afectado de manera devastadora a la música en vivo, sumada a la falta de una regulación adecuada, ha dejado todavía más en evidencia la absoluta desprotección y precariedad de las y los músicos de todo el país.
Es por ello que doce asociaciones sindicales y profesionales de músicos, que representan a más de 7.500 artistas y autores/as de todo el estado, han decido sumar fuerzas mediante la constitución de la Unión de Músicos Profesionales. Una alianza fruto de una reclamación histórica del sector cuya constitución ha acelerado la crisis actual.
La UMP nace para hacer más presión y fuerza a la hora de defender los derechos de las y los músicos profesionales y ejercer de interlocutores ante el gobierno central, gobiernos autonómicos y municipales, así como ante entes sociales y empresariales, para conseguir un nuevo marco legislativo que refleje la realidad de esta profesión, mediante el desarrollo del Estatuto del Artista.
El pasado 17 de abril representantes de las asociaciones que ahora conforman la UMP presentaron sus reclamaciones ante los Ministros de Cultura y Hacienda, y han participado en la elaboración del documento que presenta las 52 medidas de las Artes Escénicas y la Música a raíz de la crisis provocada por el Covid-19.
Ahora exponen que todavía no saben si podrán acogerse a las ayudas para artistas que se aprobaron en el último Decreto Ley del pasado 5 de mayo, sumado al hecho de que aún quedan muchos músicos que no podrán acceder a ninguna ayuda «transversal». Por ello, exigen ayudas efectivas y una nueva legislación o se verán abocados a desaparecer como colectivo profesional.
La creación de la Unión de Músicos Profesionales representa un hito histórico para este colectivo. Y esperan que en las próximas semanas y meses se unan más asociaciones. Actualmente está formada por:
- Asociación de Músicos de Euskal Herria (MUSIKARI)
- Asociación Española de Grupos de Música Antigua (GEMA)
- Asociación Profesional de Músicos de Jazz y Músicas Creativas de Andalucia (ANDAJAZZ PRO)
- Asociación Profesionales de la Música de las Islas Canarias (PROMUSIC)
- Associació Catalana d’Intèrprets i Docents de Música Clàssica (ACIMC)
- Associació de Músics de Jazz i Música Moderna de Catalunya (AMJM )
- Associació de Músics de Tarragona (AMT)
- Associació Professional de Músics de Catalunya (MUSICAT)
- Autores de Música Asociados (AMA)
- Federación Estatal de Músicos de Jazz y Músicas Improvisadas (FMJAZZ)
- Músicas Ao Vivo Galicia (MAV)
- Societat de Blues de Barcelona (SBB)
Los principales objetivos de la Unión de Músicos Profesionales son:
– Defender los derechos de las y los músicos profesionales teniendo en cuenta las diferentes realidades profesionales de la música en todas sus formas estilísticas, ya sea como trabajadores por cuenta ajena, autónomos, creadores o autores, y de esta forma lograr una adecuada visibilidad ante la sociedad y las instituciones.
– Impulsar medidas concretas en materia laboral, de seguridad social y fiscal para conseguir un nuevo marco normativo bajo el espíritu del Estatuto del Artista aprobado por el Congreso de los Diputados.
– Trabajar en coordinación con el Gobierno, administraciones centrales, autonómicas y locales, así como de las agrupaciones empresariales y sociales del sector cultural. Es el momento de trabajar unidos y con empatía.
– Proteger y promover a los y las artistas y autores nacionales pidiendo para ello medidas legales para festivales, salas y auditorios que cuenten con cualquier tipo de financiación pública. Así como el desarrollo de ayudas directas a los músicos en materia de producción discográfica y movilidad interestatal de los artistas y bandas y un mínimo garantizado de programación preferencial en medios públicos y privados para la exposición de sus creaciones.
– Analizar de forma sistemática los avances que, para cualquier mejora en las remuneraciones, condiciones de trabajo, subvenciones, ayudas asistenciales, etc. se produzcan en el plano internacional y muy concretamente en el ámbito de la UE, para evaluar la conveniencia de extrapolarlas a nuestra realidad estatal.