Siempre hubo mujeres que rompieron los moldes en las clases sociales más bajas, pero no por ello menos importantes.

Sus posibilidades eran mucho menores, su ambiente social mucho más simple… pertenecían a la vida rural, de pueblo…

No tenían la oportunidad de contactar con ciertos niveles culturales.

Fuente: Las bandas, 7 de agosto de 2022 por Manoli Aracil

La música que se aprendía en los conservatorios no estaba a su alcance, pero sí tenían otros medios de contactar:las bandas de música, aunque el problema de estas agrupaciones era que se vivía el mismo rol de los parámetros de la época, las mujeres no eran bien vistas si las aficiones estaban fuera del hogar, lejos de sus obligaciones femeninas.  Afortunadas eran aquellas que podían ir a la escuela y aprender las enseñanzas básicas.

Es muy complicado recopilar datos de aquellas mujeres que comenzaron a incorporarse en las bandas de música, pues el resurgimiento de estas agrupaciones, comenzaron en las décadas de los años 30 y 40, precisamente cuando la Guerra Civil asedió España, una época en la que todavía era más difícil la incorporación femenina en las actividades sociales. Si una niña quería pertenecer a un grupo social (siempre regentado por chicos) debía de obtener el permiso de su familia, una responsabilidad que la mayoría de los profesores no querían asumir.

Otra de las causas por los que las bandas de música se desarrollaron sin presencia femenina fue porque las señoritas acudían a los colegios de monjas para adquirir una buena posición y con ello, un buen marido. En estos lugares, el aprendizaje musical se destinaba al piano, instrumento que las familias no podían adquirir por su elevado coste y al que las religiosas tenían más acceso ya que los de viento eran menos útiles para los servicios religiosos. Estos colegios se mantenían de las donaciones que los menos adinerados no se podían permitir, igualmente, y por esta misma razón, las alumnas de estos colegios siempre eran las de más nivel económico.

Durante la República, las agrupaciones musicales recibieron subvenciones y la distinción entre géneros no impactaba en lo social, pero al llegar la guerra lo cambió todo y agravó más el pensamiento discriminatorio Clic para tuitear

a República impulsó la educación musical en las bandas de música

En tiempos de la República hubo un hecho que propulsó a que las niñas a aprender en las bandas de música. Ocurrió porque las agrupaciones musicales recibieron subvenciones y la distinción entre géneros no impactaba en el género social, pero al llegar la guerra todo cambió y la posguerra todavía agravó más el pensamiento discriminatorio, la dictadura aisló al género femenino, les privaba de la participación en muchas actividades, una de ellas, la música, ya que eran grupos generalmente de hombres y a ellas se las limitaba al papel de acompañantes, novias, esposas de los músicos. Sin embargo, la mujer que hoy protagoniza nuestra historia, por circunstancias afines, pudo aprender en el ambiente de pueblo, pues fue el deseo expreso de su padre antes de marchar a la guerra, algo que el director de la banda de su pueblo aceptó. Este director era el Maestro Fayos, con influencias republicanas que le convertía en un adelantado a la época al no distinguir lo femenino de lo masculino en cuestiones de aprendizaje musical.

Pilar Higón, nuestra protagonista, lo recuerda como un hombre muy estricto, pero muy inteligente, avanzado a su tiempo y por supuesto, un gran músico. Así que con tan solo siete años y tomada la comunión Pilar comenzó a dar clases con él.

Las tres pioneras del Certamen de València

El Certamen de València retoma su actividad en 1939

En el año 1939 València se encontraba en una situación de devastación total, en julio solamente hacía cuatro meses que había terminado la guerra, sin embargo, los Valèncianos estaban deseosos de seguir con su cultura musical. El Certamen de València había sido suspendido en los tres años de situación bélica, pero el entusiasmo del pueblo Valènciano hizo que en julio de 1939 se volviera a celebrar.

Las instituciones valencianas se preocuparon de notificar a las bandas de música que mandaran un informe de su situación ante la preocupación que el efecto de la guerra les hubiera podido causar. A través de este informe se podrían celebrar en cierta manera algunos festejos musicales en la Feria de Julio. Este detalle fue una gran motivación para los músicos, un gran empuje que les hizo de nuevo superarse.

Tres mujeres de Castelló de la Ribera

El resultado y las anécdotas fueron continuadas, incluyendo entre todo ello un hecho sorprendente para la época: en una de las bandas de música participantes, concretamente en la Agrupación de Castellón de la Ribera (Villanueva de Castellón) actuaron tres niñas, algo que dejó perplejo al público. El director tuvo el detalle, por cortesía de que subieran ellas primeras al escenario seguidas del músico más joven y tal fue el entusiasmo que los allí asistentes se pusieron en pie y comenzaron a aplaudir. Hemos podido escuchar audios en los que Pilar cuenta como ellas y sus compañeras no sabían muy bien lo que estaba pasando, pues eran demasiado jóvenes, tan solo tenían 15 años y el orgullo y la autoestima se elevaron ante aquella reacción por parte de los aficionados.

El día de El Corpus fue su primera actuación, un concierto en la Plaza de la Iglesia. Con tan solo 15 años, Pilar hizo de solista en la obra “El Regalo de Boda” de Soutullo y Vert Clic para tuitear

Estas chicas de las que hablamos eran Pilar Higón Blat, Elvira Ortiz Candel Elisa Peñalva Garrigues. El hecho de poder pertenecer a esta agrupación se debió a que sus hermanos y uno de los novios de ellas eran músicos, por lo tanto, gozaban siempre de compañía tan habitual en la época…

A pesar de pertenecer al ambiente rural, tuvieron la fortuna de que el Consejo Local de la Primera Enseñanza diera una subvención de mil pesetas anuales para la escuela con la condición de que pudieran asistir a las clases cualquier niño o niña de la población. Esta idea era la que conllevaba al pensamiento republicano, el acceder a la educación y la cultura de forma local, ideas del gobierno de la época que hacían que no solo las señoritas que optaban a casarse con las clases sociales más altas fueran las que tuvieran la oportunidad de dejar las labores rurales a un lado y poder comprar un piano para su educación. De esta forma, los instrumentos de viento, por entonces situados en las bandas de música ya podían tener disposición a cualquier niño o niña. Se abrieron las matrículas libremente y fueron muchas niñas las que ingresaron en la Sociedad Musical, hasta once se pueden apreciar en las fotografías, pero con el tiempo solo perduraron Pilar, Elvira y Elisa.

Aquellas niñas en sus clases de música con mucha añoranza. Debían de asistir al mediodía y en la tarde después del colegio. Los niños se situaban a un lado del maestro Fayos, las niñas al otro y uno a uno los llamaba. De vez en cuando, por sorpresa llamaba a alguno en particular para saber si había estudiado. Si así era, al día siguiente le hacía realizar el análisis. El libro era el de Hilarión Eslava. Los alumnos más adelantados le ayudaban en las labores de enseñanza.

Las niñas se enfrentaban a problemas sociales para asistir a clase

No siempre había instrumentos disponibles y tampoco demasiado dinero para comprarlos, de ahí que muchos abandonaban las clases por desilusión, ya que no sus familias no tenían recursos para comprarlos de forma propia. A ese problema, a las niñas se les sumaba el compromiso de tener que hacerse responsables en las salidas, algo que de lo que el maestro no quería hacerse cargo. Aun así, nuestras tres protagonistas fueron adelantadas, eran las más mayores de la escuela, se les prestó instrumento y en 1939 se incorporaron a la formación. Ellas siempre pensaron que eran porque tenían familiares cercanos dentro de la agrupación, hermanos y padres, los hombres de sus casas que podían hacerse cargo de ellas y efectivamente esa era una de las mayores ventajas.

A Elisa se le adjudicó el saxofón alto, Elvira y Pilar el soprano. Esto también fue una causa de género, ya que el saxofón fue inventado a principios del siglo XIX (1840) y todavía no tenía referentes de masculinidad.

Las dependencias de la Escuela de Música fueron ocupadas por las Brigadas Internacionales durante la Guerra y en 1936 se trasladaron a la casa de Elisa. Al pasar el conflicto civil, la plantilla había pasado de 75 músicos a 63, por ello también añadieron a las niñas para poder cubrir plazas.

El Certamen de València se realizó con anterior informe previo

El día de El Corpus fue su primera actuación, un concierto en la Plaza de la Iglesia. Con tan solo 15 años, Pilar hizo de solista en la obra “El Regalo de Boda” de Soutullo y Vert.  Ocupaba la plaza del primer papel e hizo muchas veces interpretaciones de este tipo, con gran responsabilidad. Esto fue en el mes de junio, y ya en julio se comunicaba en prensa que las sociedades musicales presentaran el dicho informe a la Concejalía de la Delegada de Fiestas del Ayuntamiento de València para saber el estado de sus plantillas. En el mes de julio se les convoca a una reunión para cambiar impresiones sobre la posible organización de festejos musicales, aunque diferentes al tradicional Certamen que siempre se celebraba en dicho mes con motivo de la Feria. No era posible celebrarlo como siempre por el estado en que se encontraban las bandas de música y por ello se realizó a modo de Festival y no de concurso para que no existiera presión de competición.

Los días 20 y 21 de julio a las cuatro de la tarde en la Plaza de toros, las bandas participantes fueron:

SECCIÓN SEGUNDA: Sociedad Artístico Musical “La Nueva” de Játiva  (50 plazas) . Sociedad Musical de Alcudia de Carlet (45 plazas) .Unión Musical de Montserrat (48 plazas).Banda Municipal de Alacuás (50 plazas). Banda Artística Musical de Alginet (43 plazas)

PRIMERA SECCIÓN (hoy en día Sección de Honor): Banda Primitiva de Liria (62 plazas). Banda “La Lira Castellonera” de Villanueva de Castellón (70 plazas). Unión Musical de Liria (64 plazas).

Fuera de programa actuaron la Banda de Milicias de la F.T.E.  y de las J.O.N.S. por parte de la Jefatura de València, además de la Banda Municipal de València.

El 20 de julio antes del concierto se realizó el desfile en el mismo orden de actuación. Al llegar a la Plaza de toros, las bandas participantes tenían que interpretar una obra de compositor internacional. El 21 de julio, igualmente se celebró el desfile y a la llegada de la Plaza de toros se debía de interpretar una obra de compositor nacional.

Los respectivos pasacalles no tuvieron el mismo recorrido. El 20 de julio se hizo el siguiente itinerario: la salida desde la Plaza de la Virgen y a continuación las calles Miguelete, Zaragoza, San Vicente, Marqués de Sotelo, Plaza del Caudillo y llegada a la Plaza de toros. El 21 de julio salida desde la Glorieta, Pintor Sorolla, Barcas, Plaza del Caudillo, Ribera y llegada a la Plaza de toros. La Sección Segunda ocupó la primera parte y la Sección Primera la segunda.

Despiece     

El programa de 1939 fue el siguiente:

DIA 20 de julio. Primera Audición

PRIMERA PARTE. Segunda Sección

-Sociedad Artístico Musical “La Nueva” de Xátiva ……… La Granjera de Arnés. Selección (Rosillo)

– Sociedad Musical Alcudia de Carlet ……………………………… Danzas Españolas XI y XII (Granados)

– Unión Musical de Montserrat …………………………………… La Tempranica. Selección (G. Giménez)

– Banda Municipal de Alacuás ……………………. La Leyenda del Beso. Intermedio (Soutullo y Vert)

– Banda Artística Musical de Alginet ………………… La Leyenda del Beso. Fantasía (Soutullo y Vert)

SEGUNDA PARTE. Primera Sección

– Banda Primitiva de Liria …………………………………………. Tanhäuser. Obertura (R. Wagner)

– Lira Castellonense de Villanueva de Castellón ……….. Toccata y Fuga (Bach-Varela)

Unión Musical de Liria ……………………………… Pinos de Roma. Poema Sinfónico (Respighi-Varela)

TERCERA PARTE

– Banda de Milicias de la FTE y de las JONS

– Banda Municipal de València.

DIA 21 de julio. Segunda Audición

PRIMERA PARTE. Segunda Sección

– Sociedad Artístico Musical “La Nueva” de Xátiva ……………………… Oberon. Obertura (Wèber)

– Sociedad Musical Alcudia de Carlet ……………………………………… Euryanthe. Obertura (Wéber)

– Unión Musical de Montserrat ……..……………………………………..…. Rienzi. Oertura (R. Wagner)

– Banda Municipal de Alacuás …………………………………………………………….. Egmont (Beethoven)

– Banda Artística Musical de Alginet ……………………..…… Andante de la 5ª Sinfonía (Beethoven)

SEGUNDA PARTE. Primera Sección

Banda Primitiva de Liria ………………………………. El Festín de Baltasar. Poema Sinfónico (S. Giner)

– Lira Castellonense de Villanueva de Castellón … La Leyenda del Beso. Selección(Soutullo y Vert)

Unión Musical de Liria …………………………………………………………… Amor Brujo. Suite (Falla-Varela)

TERCERA PARTE

– Banda de Milicias de la F.T.E. y de las J.O.N.S.

– Banda Municipal de València.

Pilar falleció hace tan solo cuatro años

El centrarnos en la figura de Pilar Higón Blat, es porque fue la última en fallecer, lo hizo hace tan solo cuatro años y hemos podido recopilar todos estos datos a través de la colaboración de su familia y de la gran aportación del trabajo de investigación realizado por Laura Capsir Maíques (investigadora independiente y profesora en el I.E.S. Cárcer). En los audios que se conservan Pilar, con 80 años, cuenta perfectamente los recuerdos de sus clases de música, de cuando su madre habló con el Maestro Fayos para expresarle el deseo de su padre para aprender música y a la contestación que este le dio: “dili a la xiqueta que arrive esta vesprada a clase”. Otro de sus comentarios que cuenta con emoción es: ”Si te sabías la lección, al día siguiente la analizabas (qué compás era, el valor de las figuras, tonalidad…), de esta forma el maestro quedaba convencido de que la habías aprendido y comprendido”.

El Maestro Fayos murió durante una actuación, tocando en el escenario. Fue sustituido y entró uno más tradicional. Pilar se desilusionó un poco y su madre para evitar que abandonara le hacía ir a casa de otro músico a seguir aprendiendo. Allí se impregnó de otros conocimientos, ya que acudían alumnos de mayor diversidad y con diferentes aspectos musicales. Recuerda como uno de ellos le explicaba los temas de las obras, algo en lo que ella nunca puso interés, por ejemplo, le explicaba el porqué de los efectos musicales de la 1812 y su descripción.

Elvira solo duró unos cuantos meses, Elisa y Pilar estuvieron tres años más asistiendo a todos los actos, siempre con la misma igualdad y remuneración que el resto de sus compañeros, pero por deseo expreso de su marido abandonó a pesar del esfuerzo que le supuso llegar. Él continuó durante más de 50 años. A ello se les suma la afición de su hijo y sus nietas.

Estas tres mujeres abrieron una brecha en el mundo de las bandas de música, aunque en esta misma agrupación ya no se incorporaron más hasta 30 años después en la década de los 70.

Como demuestran todos estos datos, en esta población ya existieron educandas desde 1935. Un hecho fuera de lo común. Quedaron relegadas en el olvido al desparecer, pero nosotros hemos querido sacar esta historia a la luz, pues hasta mediados de los 70 ya no hubo existencia de mujeres. Durante estas décadas, el desarrollo social varió poco, pues se encontraron con las mismas dificultades, no les era fácil que les entregaran instrumento y tampoco ir a las actuaciones fuera de la población.

A muchas se les truncaba el sueño de aprender música por estas razones, era mucho más femenino estudiar violín y piano, los colegios religiosos seguían dando esta oportunidad, exactamente en esta población el Colegio de las Dominicas estuvo funcionando de esta forma hasta 1972. En aquel año, se acabaron las oportunidades de dar clase de música en el centro por el traslado de la religiosa que las impartía; es entonces cuando un grupo de diez niñas pasaron a la escuela de la agrupación musical para continuar sus clases de música. De ahí el aumento e introducción de las mujeres en la Sociedad Musical Lira Castellonense. Aparte de sus conocimientos de piano adquirieron clases de violín que por entonces impartía en la escuela Salvador Seguí. 

La cifra de alumnas se disparó con la oportunidad de los instrumentos de calle

A partir de 1976 se abrió la oportunidad de entregar a las chicas instrumentos de calle y la cifra de educandas se disparó llegando a casi un total de 100 alumnos en la escuela. Otro aspecto a destacar fue la introducción en los años 80 de la escuela de adultos. En ella acudieron mujeres que después de la crianza y las labores del hogar buscaban su tiempo para aprender aquel sueño que les arrebataron de niñas. Hoy en día, el porcentaje femenino es de un 35%. Se demuestra así el avance generalizado.