Fuente: valenciaplaza.com
30/12/2023 – VALÈNCIA.
En 1886 l’Ajuntament de València organizó por primera vez el Certamen de Bandas de Música. Una innovación cultural que, con el transcurrir de los años, cambió para siempre el ecosistema musical en la Comunitat Valenciana y consiguió unas transformaciones culturales, sociales y económicas profundas y relevantes.
El Certamen ha venido desarrollándose durante los últimos 135 años, y solo se ha visto afectado por pandemias, dificultades económicas extremas y, por supuesto, por la Guerra Civil Española. Fundado antes que la propia Banda Municipal de València (1903) y pocos años después del Conservatorio de Música de València (1879), se convirtió en catalizador del movimiento asociativo valenciano que se fue gestando y consolidando durante todo el siglo XIX.
Por suerte, disponemos de investigaciones y estudios que relatan la historia del certamen y de sus protagonistas y que describen con exactitud el desarrollo del mismo. Poco se puede añadir al respecto. No obstante, queremos reflexionar y poner el enfásis sobre los beneficios que el citado certamen ha aportado al conjunto de la sociedad valenciana y mucho más ahora que el Ajuntament de València, presidido por María José Catalá, ha anunciado importantes mejoras para la próxima edición.
No es fácil innovar en el terreno cultural. Las políticas que se desarrollan en este ámbito siempre son bienvenidas y cada vez se valoran más. De todos son conocidos sus beneficios para mejorar nuestra sociedad y para garantizar los derechos culturales de la ciudadanía. Un modelo económico basado en la cultura proporciona unos beneficios integrales difíciles de superar. Los estudiosos de la economía de la cultura pueden dar más argumentos.
València es tierra de músicos, sus agrupaciones musicales civiles son conocidas desde muchos años en todo el mundo. Es más, la práctica musical forma parte de la identidad del pueblo valenciano y desde hace décadas exportamos talento al resto del mundo. Todo ello, gracias a nuestras valiosas sociedades musicales, que han proliferado por la totalidad de la geografía valenciana. Muy conocido, no hace falta insistir
Esto no hubiera sido posible sin el Certamen de Bandas de València. Esta es la idea que queremos proclamar aquí. Proporcionó un escenario en el cap i casal para que las bandas de las poblaciones valencianas pudieran actuar y mostrarse más allá de sus ámbitos locales, estimuló económicamente estas asociaciones y, sobre todo, insufló la pasión por mejorar y por aumentar la calidad de las mismas. Sin el Certamen, jamás se hubiera conseguido incrementar la excelencia de nuestras agrupaciones hasta las cotas inimaginables que llegarían despúes. Un nivel de excelencia que incentivó, además, la calidad de nuestros intépretes, directores y compositores que encontraron en el Certamen el estímulo necesario para mejorar y competir. Muchas de las figuras valencianas indiscutibles del panorama musical mundial saben lo que es participar en el certamen de Valencia. Hablamos de Gustavo Gimeno, Francisco Coll, Álvaro Albiach, Vicente Zarzo, Francisco Salanova, etc.
Además, la historia reciente y la singularidad de poblaciones como Llíria, Cullera y Buñol tampoco se entenderían sin el Certamen de Valencia. En estas poblaciones encontramos dos bandas de música que históricamente han concurrido juntas a estes Certamen originándose una sana rivalidad que ha propiciado y estimulado la calidad de las mismas. Es lo que la investigadora Josefa Cucó califica como dualismo sociológico donde dos grupos humanos se reafirman uno contra otro mediante un mecanismo de rivalidad y emulación. El Certamen de Valencia fue el marco adecuado para el desarrollo de esta rivalidad.
En el terreno cultural los beneficios también son indiscutibles. En una edición del Certamen de Valencia participan más de veinte agrupaciones que aglutinan alrededor de mil músicos. Se organizan cuatro conciertos a los que asisten más de seis mil personas y generan un movimiento de participación en las respectivas poblaciones de un impacto difícil de cuantificar pero de gran magnitud. Preparar un certamen exige muchas horas de ensayo. Por encima de todo, la pasión y la ilusión por ganar y mejorar, y se crea un círculo virtuoso que moviliza a miles de personas cada año en la Comunitat Valenciana. Se trata de un gran espectáculo de la música para Banda.
También es verdad que los Certámenes generan ganadores y perdedores, algunos puristas de salón dirán que se trata de algo arcaico y cargado de atavismos, pero funciona y ha funcionado durante ya más de un siglo. Ahí están los resultados. El Certamen ha generado la creatividad necesaria de los compositores valencianos que han encontrado en él el escenario para escribir magníficas obras para Banda. También ha mejorado la calidad en el ejercicio de la dirección musical y ha consolidado el crecimiento económico de las sociedades musicales que han necesitado la obtención de recursos extraordinarios para concurrir con todas las garantías al Certamen. ¡Casi nada!
Y no digamos los beneficios intangibles de colocar a Valencia en el centro de la música de viento en el mundo. Al Certamen, desde los primeros años, han asistido las mejores bandas de música del panorama internacional y ha generado un turismo musical parecido al que se puede encontrar, salvando las distancias, en Bayreuth o Viena. Sin embargo, no hemos sacado pecho de todo ello.
Tenemos la suerte de contar en la actualidad con una alcaldesa que sabe lo que es el Certamen, concurrió de joven con su Banda y experimentó la pasión y la ilusión que miles de jóvenes músicos han vivido en sus años de juventud. Nadie tiene que explicarle nada. Una de sus primeras medidas ha sido encargar a sus colaboradores un gran impulso a este proyecto. En ello estamos.
Para finalizar, queremos concienciar a las sociedades musicales valencianas para que participen en este y otros certámenes, todos los músicos valencianos estaremos siempre en deuda con él. Pongamos a València en el panorama musical mundial exibiendo esta gran fortaleza y conociendo en profundidad los beneficios obtenidos durante estos ultimos años. Es de justicia.
Manuel Tomás Ludeña
Coordinador de Estrategias, Estudios y Proyectos del Ayuntamiento de València