Manuel Tomás Ludeña

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Tomás ocupará la función de coordinador de Estrategias, Estudios y Proyectos del Ayuntamiento de Valencia

Vallada, 4 de agosto de 2023

El pasado 28 de julio, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València nombraba a Manuel Tomás como coordinador de Estrategias, Estudios y Proyectos del Ayuntamiento, en una nueva apuesta de incorporación de talento profesional de la actual alcaldesa, María José Catalá, que ya había contado con Manuel Tomás en diversos puestos de gestión cuando fue consellera de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana.

El acierto en este nombramiento se justifica tanto por el perfil de Tomás como por la relevancia de los proyectos musicales a los que tendrá que enfrentarse, en el ámbito musical, y a los que se espera que proporcione un nuevo rumbo y dimensión, como la esperada apertura del Palau de la Música, una nueva estrategia y organización para la Banda Sinfónica Municipal de Valencia y el impulso del Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia (CIBM), entre otros.

Desde la Confederación Española de Sociedades Musicales (CESM) se valora muy positivamente este nombramiento, ya que Manuel Tomás ha demostrado con creces sus competencias como gestor de lo público, desarrollando un perfil empático, dialogante y resolutivo, buen comunicador y excelente director de equipos humanos, en todos los retos a los que se ha enfrentado.

En este sentido, confiamos que el nombramiento de una figura de su relevancia y trayectoria tendrá sin ninguna duda un impacto muy positivo en el colectivo, tal y como avalan los éxitos cosechados en los anteriores puestos de responsabilidad que ha ocupado, entre los que cabe destacar la secretaría autonómica de Educación y la dirección general de Culturarts Generalitat.

Más sobre Manuel Tomás

Manuel Tomás es un profesional conocido y reconocido en el ámbito de las sociedades musicales valencianas y a nivel nacional, y fue asesor, formador y negociador de una de las federaciones más importantes asociadas a la CESM, la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV), por lo que obtuvo el Premio Euterpe extraordinario otorgado por la citada federación, así como el Premio Orpheo que concede la Junta Comarcal del Camp de Morvedre.

También ha realizado ponencias en varias Asambleas de la CESM.

Asimismo, cabe recordar que, en su momento, el tándem Catalá-Tomás fue responsable de diversas iniciativas importantes para el colectivo musical, como la recuperación de las competencias en materia de escuelas de música y sociedades musicales para el departamento de educación y cultura, de donde nunca tuvieron que salir, la firma y promoción del proyecto “Bankia escolta València” (actualmente “Caixabank escolta València”), como el primer y más importante convenio privado de patrocinio delmovimiento asociativo de las sociedades musicales por parte de una entidad de crédito, la canalización de una propuesta al entonces ministro de Educación del Gobierno de España, José Ignacio Wert, para que la música fuera una asignatura troncal en el sistema educativo general, así como el lanzamiento del proyecto Amure, con el objetivo de investigar y analizar los efectos del aprendizaje musical sobre el rendimiento escolar y poder combatir el fracaso escolar. Por otra parte, en el terreno de la discapacidad, Manuel Tomás diseñó e implantó el proyecto educativo “Tots músics, tots diferents” que permitió, por primera vez en nuestro país, la escolarización dealumnado con necesidades educativas especiales en un conservatorio de música, concretamente en el Conservatorio Profesional de Música de Torrent.

Se acaba de publicar el nuevo Decreto que regulará las escuelas de música y de las artes escénicas en la Comunitat Valenciana.

Un texto de importancia capital para el ecosistema musical valenciano y en particular para nuestras queridas sociedades musicales, titulares de la mayoría de ellas.

Manuel Tomás · 14 febrero, 2022 

Hay mucho en juego: Un modelo educativo acertado, la propia subsistencia de las citadas sociedades musicales y sobre todo, atender a las necesidades formativas y culturales de miles de músicos valencianos. Este Decreto afectará en menor o mayor medida a un colectivo que aglutina alrededor de un millón de personas.

Y no solo eso, debido a la incardinación de “lo musical” aquí, también está en juego aspectos tan importantes como la empleabilidad de miles de jóvenes músicos, el desarrollo económico de  nuestro territorio y algunas políticas de carácter social muy relevantes como la despoblación y la cohesión social.

Cuestiones generales

En términos generales, hay que aplaudir el esfuerzo en el terreno de la ordenación académica realizado por la administración educativa. El último Decreto, ahora derogado, fue publicado en el 2013. Es una buena política mantener actualizado permanentemente el marco normativo a las transformaciones, cada vez más rápidas, que experimentan las sociedades actuales. Primer cuestión positiva.

La segunda. No es un texto sectario ni “de parte”. Los argumentos expuestos en la exposición de motivos se agradecen, sobre todo para alguien como el que suscribe, que ha tenido responsabilidades en anteriores administraciones. Miremos lo expresado en la exposición de motivos:

“El Decreto 91/2013, de 5 de julio, del Consell, por el que se regulan las escuelas de música de la Comunitat Valenciana, supuso, en su momento, un avance a la hora de formular un modelo educativo propio,
singular y de calidad para la enseñanza no formal de la música. En este sentido, la regulación que propugna el presente decreto, en consonancia con lo propuesto por el Decreto 91/2013…….”

Nada de sectarismos, el nuevo Decreto entiende la importancia de lo que pasó en el 2013 y pretende profundizar en el camino que se abrió entonces. Un Decreto que para “más inri” fue trabajado y pactado en ua comisión paritaria administración/FSMCV que se reunió muchas veces y  negoció con intensidad.

Como es de bien nacidos ser agradecidos y en justa correspondencia, nos gustaría poner en valor el esfuerzo técnico del Servicio de Enseñanzas de Régimen Especial y de sus profesionales, un servicio creado en el 2012 y que despúes de casi diez años de actividad cuenta con personal formado y con conocimientos suficientes. Lo han demostrado en la redacción de este Decreto. Enhorabuena.

Pero vayamos a realizar un análisis más detallado. Hay mucho que decir, dejaremos algunos aspectos para otros artículos y nos centraremos en lo más relevante. Porque el Decreto es profundamente transformador, innovador y si me permiten arriegado y valiente. Puro “Rock and Roll”. Algo que puede generar polémica pues incluye algunas cargas de profundidad de bastantes megatones.

Escuelas de Artes Escénicas

En general, se incluye en la regulación la posibilidad de configurar escuelas de artes escénicas, es decir se puede avanzar hacia un modelo más integrado y abierto donde se combinen las enseñanzas del teatro y el circo, además de la música y la danza (estas últimas siempre juntas de la mano desde 1990).

Nos parece positivo, se abren posibilidades para muchas escuelas que quieran adentrarse en este terreno. Y quienes quieran quedarse solo en música lo pueden hacer. Solo alguna pega, si proliferan las escuelas de artes escénicas se deberá aumentar la cantidad en subvenciones y ayudas, de lo contrario “saldremos a menos” en el reparto. Y ya anunciamos el verdadero talón de Aquiles del nuevo Decreto, la pasta gansa.

Avances en el terreno pedagógico y organizativo

En el terreno pedagógico, como muy bien expresa el Decreto, felizmente se profundiza en un tipo de centro diferente al modelo “conservatorio” con una clara finalidad de atender a la formación del aficionado y normalizar la relación entre sociedad y educación musical. El nuevo Decreto esto lo hace de maravilla. Y me explico.

El primer obstáculo era sortear la restringida regulación de la Ley Valenciana de la Música que, al incluir las asignaturas de Instrumento y Lenguaje musical como enseñanzas mínimas, obliga a las escuelas de música a organizarse (e identificarse) como un conservatorio elemental. Un lastre que nos acompaña siempre. El decreto del 2013 lo sorteó, pero “la pirueta” del actual es antológica, de las que marcan época. Comprueben ustedes:

“En relación con el concepto de enseñanzas mínimas que se menciona en los apartados anteriores, se refiere al conjunto de conocimientos y habilidades que se tienen que adquirir en estas escuelas con carácter general. Dentro de su autonomía, las escuelas estructurarán las enseñanzas mínimas teniendo en cuenta que la oferta formativa debe favorecer la globalización de los aprendizajes para facilitar así que los procesos de enseñanza resulten efectivos en el contexto de lo que es una enseñanza de tipo no formal.”

¡Las enseñanzas mínimas no se entienden como asignaturas sino como conocimientos y habilidades! Aquí, como diría Maquiavelo, el fin justifica los medios. Todo sea por la autonomía de las escuelas de música. Totalmente de acuerdo.

Y lo mejor del Decreto en el terreno organizativo, el artículo 15 que establece el Programa de Aprendizaje como la forma básica de organizar la enseñanza en las escuelas de música. Un gran avance que posibilita huir de los esquemas tradicionales de las enseñanzas formales, organizadas historicamente en cursos y asignaturas. No obstante será necesario formar al profesorado y los directores a qué organicen las escuelas mediante Programas de Aprendizaje.

Además, cuando habla de la evaluación, remata la cuestión:

“El concepto de promoción y permanencia no será aplicable a estas  enseñanzas.”

Normal y lógico. Fuera ya las calificaciones en unas enseñanzas que no expiden titulaciones ni existe un curriculo oficial básico que integrar y cumplir.

Prosigue el Decreto más adelante hablando de Evaluación abriendo la posibilidad de evaluaciones externas con consecuencias para obtener ayudas y subvenciones:

“Esta evaluación se entiende como una rendición de cuentas de las escuelas en relación con la calidad de las
enseñanzas que ofrecen y podrá tener efectos directos en su financiación”.

Otra bomba según mi juicio. Y no podemos estar más de acuerdo. Cuando se obtienen recursos públicos una exigencia democrática elemental es someterse a evaluación y control. Ahora bien, si me permiten la maldad, sorprende que lo que ahora se pretende hacer con los centros de titularidad privada, la propia administración no quiera hacerlo en sus propios centros públicos, donde la palabra evaluación externa genera urticaria. Pero claro, las sociedades musicales y  el profesorado de las escuelas de música no tienen sindicatos potentes que rechacen con fuerza las “veleidades neoliberales”. No tienen a ningún “primo de zumosol” que salga en su defensa. Ni siquiera los centros concertados de enseñanza general que reciben muchos más recursos públicos soportan tal evaluación externa. O todos tirios o todos troyanos, pero no seamos nosotros las hermanitas pobres de la caridad pues duele la desconfianza.  Juzguen ustedes

Y siguen las innovaciones, la pandemia ha dejado su huella también en el Decreto. Aquí lo tienen:

Las escuelas de enseñanza artística no formal de música y de artes escénicas podrán implementar estrategias de formación híbrida presencial o semipresencial con apoyo telemático”.

Muy bueno y oportuno, pasando por la izquierda a las enseñanzas de los conservatorios, incluidos los conservatorios superiores que no tienen autonomía, por muy superiores que sean, para impartir enseñanzas en formato telemático a diferencia de las Universidades. Con esta medida, las escuelas de música tienen una oportunidad de crecimiento y de innovación muy grande, ahora solo falta que aprendamos a explotarla. Más necesidades de formación y más inversión en equipamiento, pues el Decreto sube el nivel de las plataformas digitales aplicables. Piticlín, piticlín..

Las titulaciones y requisitos del profesorado

Sigamos viendo más aspectos. Respecto a las titulaciones y a la formación y capacitación del profesorado, se sigue permitiendo la docencia en estos centros con el Título Profesional de Música. No hay más remedio, lo dice la Ley Valenciana de la Música. Pero hay avances. Ahora se necesita el título  expedido en la especialidad instrumental correspondiente  para impartir la propia especialidad. Es decir que un profesor con el título de Clarinete no puede dar clase de Trombón. Es de perogrullo pero necesario. Aunque no cerremos todas las puertas, una escuela de música en una zona rural despoblada con pocos recursos y poco alumnado puede necesitar que se flexibilice esta medida.

Aunque hay un aspecto que los redactores del Decreto no han tenido en cuenta: En el plan LOE, los títulos de música de las enseñanzas superiores son genéricamente de Interpretación ( u otra especialidad como Pedagógía), no hay un título diferenciado para cada itinerario instrumental. Un error de la LOE que ahora deberá ser tenido en cuenta para aplicar lo que establece el Decreto. Es decir, un trombonista y un clarinetista tienen el mismo título de Interpretación, a secas.

Y ahora viene otra bomba nuclear del Decreto: El profesorado debe disponer de formación pedagógica y didáctica que acredite sus competencias docentes, con una duración mínima equivalente 60 créditos. Es decir, si se toma como referencia de medida los créditos ECTS serian necesarios un total de 1.500 horas de formación. Si se toma como medida la formación acreditada en los CEFIRE’s, serían necesario un total de 600 horas de formación. Prácticamente un Máster. Brutal

Piensen ustedes que, hoy en día, no se exige este requisito para impartir la docencia en los conservatorios de música profesionales. Ya estamos otra vez cargando las tintas sobre los más modestos.

Ningún inconveniente cuando de mejorar la formación inicial del profesorado de escuelas de música se trata, siempre lo hemos propugnado. Pero se debería concretar más y establecer medidas transitorias y de acompañamiento para que no se distorsione el sistema ni los derechos adquiridos del profesorado. Pues según lo establecido en el decreto, es  un requisito obligado  a partir de ya para todo el profesorado actual y son casi 5.000. A falta de ver la concreción del Decreto, lanzamos las siguientes reflexiones:

  1. Lo lógico hubiera sido establecer un periodo transitorio para que el actual profesorado lo obtenga
  2. Se debería convalidar este requisito a aquellos que tengan una dilatada experiencia docente en escuelas y conservatorios de música. Por ejemplo, si acreditan 600 horas de experiencia docente.
  3. La organización de esta formación, desde el Servicio del Profesorado de la Conselleria no será tarea fácil. Aunque es verdad que la propia FSMCV y algunas entidades privadas pueden contribuir a ello, como pasa con el resto de enseñanzas.

Bravo por la exención de este requisito a los titulados de  las especialidad de Pedagogía de las enseñanzas superiores de música. Era de justicia. Aunque depués lo descafeinamos:

“Así mismo, estarán exentas (de la formación pedagógica) las personas que disponen del Título Profesional de Música o de Danza que puedan acreditar haber cursado asignaturas optativas de perfil pedagógico”.

Una oportunidad para los conservatorios porofesionales que se van a prestar a organizar asignaturas optativas con estos contenidos. Pero claro, equiparar una optativa de las enseñanzas profesionales a una formación de 60 créditos no parece muy equilibrado, la verdad.

El ejercicio del liderazgo educativo

Respecto al ejercicio del liderazgo, el nuevo Decreto avanza. Y está muy bien. La calidad educativa de cualquier sistema, centro o proyecto, reside, en primer lugar en el profesorado. En segundo lugar en la calidad en el ejercicio de la función directiva.

El Decreto obliga a incorporar la figura del director (ya lo hacía el anterior) y a exigirle una formación específica de 130 horas. No está mal. Es un curso superior. A estos sí se les da un periodo transitorio  para la obtención de este requisito.

Necesitamos buenos líderes que organicen correctamente la escuela, que impulsen las innovaciones necesarias y transformen estos centros en la línea establecida por el Decreto. No será fácil. Sin la formación adecuada de un cuerpo de élite, el Decreto no se aplicará. Aquí se debe insistir y mucho, es un aspecto clave. Más trabajo para el Servicio de Formación del Profesorado y la FSMCV. Como verán ustedes, la factura sigue subiendo, ya veremos al final lo que cuesta.

Además, nos parece muy acertado que el director tenga el título superior de música y forme parte del Claustro. De esta manera se asegura que los directores sean profesionales de la educación musical capaces de liderar un proyecto de carácter educativo y no como ha ocurrido en otros lugares de España donde se eligieron gestores culturales para dirigir las escuelas de música municipales con resultados muy pobres.

Y ahora un detalle muy bonito: Las escuelas de música se verán representadas en los Consejos Escolares Municipales. Muy bien, más normalidad educativa, nada de sentirse especiales.

Condiciones laborales del profesorado

Y ahora viene otra bomba nuclear. A cuenta del horario del profesorado en lo que respecta a las horas complementarias.

“Las horas complementarias del personal docente serán determinadas proporcionalmente a partir de las horas de docencia directa que tiene cada docente.

  1. La distribución de horas del personal docente se realizará respetando a lo largo del curso la planificación inicial y teniendo como referencia el calendario escolar y la proporcionalidad de horas establecida en la normativa aplicable a las enseñanzas artísticas de tipo formal”.

Madre del amor hermoso. También tenemos la esperanza que la concreción del Decreto aclare las incertidumbres que esto genera.

Para que me sigan, en las enseñanzas formales de los conservatorios públicos, la jornada laboral de un profesor es de 37,5 semanales, distribuidas de la siguiente manera: 18 horas lectivas de docencia directa con el alumnado, 12 complementarias (tutorías, guardias, asistencia a reuniones, etc..) y 7,5 de estudio y preparación de clases.

En las escuelas de música, debido a la escasez de recursos, en la mayor parte de ellas se contratan y pagan solo las horas de docencia. La cosa no da para más. Si no interpeto mal, ahora, un profesor que tenga el horario completo debe trabajar unas doce horas complementarias más.

Imagino que esta medida no estará en contradicción con los Convenios Laborales aplicables y la Abogacia de la Generalitat y el Consell Jurídic Consultiu habrán asegurado su legalidad. El profesorado de las escuelas de música ni son funcionarios ni personal al servicio de las administraciones públicas, son trabajadores cuya actividad está regulada por la legislación laboral y no la administrativa. Posiblemente todo va a quedar en una declaración de intenciones. Los especialistas en derecho laboral dirán.

Pero más allá de estas dudas,  se trata de una mejora laboral que agradecerá el profesorado pero que nuestras sociedades musicales a duras penas podrán asumir a no ser que reciban más ayudas para ello. De  lo contrario deberán repèrcutir  el gasto extraordinario sobre las cuotas que paga el alumnado.  A ver que dicen las sociedades musicales y la propia FSMCV al respecto, la que mejor actúa defendiendo a las sociedades musicales; la organización más parecida a la patronal del sector. Como pueden observar, la cuenta sigue subiendo…

Sobre la financiación

Para finalizar, la gran decepción. Ningún avance en la financiación, una simple remisión a la Ley Valenciana de la Música que en este terreno sigue durmiento el sueño de los justos y la habitual regla de no incremento de gasto; la Conselleria de Educación debe con sus propios medios atender lo nuevo.  Y eso que la cuenta va subiendo conforme se lee el Decreto. En definitiva: ¡Aquí le regalo un Ferrari pero usted  se lo debe pagar!

Un reforma de este enorme calado debe ser sustentada con más recursos. Los 11.300.000 euros de la Orden de subvenciones deben ser incrementados sustancialmente, de lo contrario, el decreto quedará en papel mojado.  Somos conscientes que la cantidad destinada actualmente cubre una buena parte de los gastos y déficits de las escuelas de música pero perpetúa el modelo actual. Si se pretende avanzar en un modelo de mucha más calidad y exigencia, van a ser necesarios compromisos más firmes de financiación y no solo confiarlo a la línea de subvención que tiene una capacidad limitada para generar transformaciones profundas. Pues las sociedades de música no tienen la seguridad que la linea de subvención se mantendrá estable y no se minorará en función de los ciclos económicos y por ello, no se animan a mejorar las condiciones del profesorado ni a realizar inversiones importantes.

Ni siquiera las escuelas de música en territorios con problemas de despoblamiento obtienen un guiño especial en este sentido. No hubiera costado nada poner que estas gozarán de especial tratamiento para su financiación y abrir la posibilidad a que la Agència Valenciana Antidespoblament  pudiera echar una mano.

¡Qué lástima! Con la gran cantidad de fondos europeos que estamos recibiendo, destinar unos pocos al desarrollo de este proyecto, sacaría de la precariedad laboral a más de cinco mil profesores/as, ayudaria a sostener y mantener a nuestras sociedades musicales y por encima de todo, mejoraría la calidad educativa para atender las necesidades formativas del conjunto de la población.

En conclusión, un gran avance en el terreno educativo y la mejora integral de las escuelas de música.  Un innovación en la línea correcta. Pero al mismo tiempo, una precio elevado para su implementación sobre las espaldas de las sociedades musicales. Bastante cargadas ya y con las fuerzas muy justas. Esperemos que se tomen las medidas adecuadas para la financiación. Seguro que así será, más tarde o temprano.

Manuel Tomás Ludeña

Socio fundador de LIMES3

La publicación en noviembre del Real Decreto 984/2021, de 16 de noviembre, por el que se regulan la evaluación y la promoción en la Educación Primaria, así como la evaluación, la promoción y la titulación en la Educación Secundaria Obligatoria, el Bachillerato y la Formación Profesional ha causado una honda preocupación en los conservatorios profesionales de todo el país, y también una perturbación para muchos alumnos y sus familias.

Fuente:  ·  

El motivo: El citado Real Decreto complica, y mucho, el llamado comúnmente Bachillerato Musical, que se obtiene si superas las asignaturas comunes del Bachillerato en cualquier instituto español y los cursos 5º y 6º en cualquier conservatorio o centro autorizado de nuestro territorio.

Esta potente acción, impulsada por primera vez en 1992 por la famosa LOGSE, era una medida muy efectiva para facilitar la simultaneidad de las enseñanzas de Música y las enseñanzas de bachillerato y aligerar las elevadas cargas lectivas que padece nuestro alumnado. Iba dirigido mayoritariamente a aquellos que quisieran cursar las enseñanzas superiores de Música y dedicarse profesionalmente a la Música.

Para este perfil de alumnado, la solución era ideal porque les evitaba una carga lectiva de doce horas semanales que podían dedicar al estudio individual y autónomo que requiere la práctica musical de carácter profesional.

Para los conservatorios también era una acción de enorme prestigio, según mi opinión, ya que equiparaba en cierta manera nuestras enseñanzas y titulaciones con una modalidad de Bachillerato. Compárese con la utilidad y el prestigio del Título de Enseñanzas Profesionales de Música y se verá. Pero esto es otro tema.

Gracias a ello, durante los últimos treinta años han sido muchos los/las alumnos/as  que finalmente han optado por este tipo de Bachillerato ya que, como todos sabemos, les ahorra muchos esfuerzos innecesarios.

También es verdad que este Bachillerato ha tenido, además de sus luces, alguna que otra sombra. La primera de ellas, imputable a nosotros, al profesorado de los conservatorios, que jamás fuimos capaces de orientar adecuadamente al alumnado y mostrar claramente sus ventajas. Añadimos, además, el desconocimiento que, en muchos institutos, se tenía y se sigue teniendo al respecto. ¡Cuántas veces, como director de conservatorio, tuve que dar a conocer a mis compañeros directores de instituto este Bachillerato vigente desde 1992! Ni sabían que existía.

La segunda de estas limitaciones es las restricciones para acceder a la Universidad si finalmente el alumnado desiste de ir a los conservatorios superiores. El mismo alumnado y sus progenitores han dudado en escogerlo por no cerrarse opciones para ingresar en la Universidad en caso de no tener plaza en un conservatorio superior,  o bien por un cambio de idea a última hora. Una vez me dijo un padre: “Si mi hijo pierde el dedo en un accidente, entonces qué hace con este Bachillerato…” No comment.

Evidentemente, este Bachillerato está pensado para aquellos convencidos en cursar enseñanzas superiores de Música y dedicarse profesionalmente a la Música. Pero, como en la vida todo puede pasar, las dudas, a mi entender exageradas, le restaban prestigio. Así y todo, con las limitaciones descritas, cumplió su función  y ayudó a mucho alumnado.

Con la LOMLOE nos las prometíamos felices. En otro artículo en este mismo blog, celebramos la redacción de este Bachillerato en el texto de la Ley Orgánica. Aún a riesgo de quedar como ingenuo, transcribo lo que dije hace algunos meses. Maldita hemeroteca.

“Otra medida que nos ha gustado mucho ha sido la nueva regulación del Título de Bachiller para el alumnado que cursa simultáneamente las enseñanzas de Música y las materias comunes del Bachillerato. Ahora se dice claramente que los alumnos que obtengan este Bachiller lo harán en la modalidad del Bachillerato en Artes. Ésta es la mejora. Simple y efectiva.

Este tipo de Bachillerato ya se implantó en 1990 con la LOGSE, pero tenía un problema por su indefinición. Era una especie de “pegote”, no era una modalidad propiamente dicha y planteaba problemas para aquellos que lo tenían y decidían no cursar las enseñanzas superiores o ir a la Universidad. De hecho, solo lo cursaban aquellos alumnos que estaban muy convencidos de seguir los estudios superiores de Música en un conservatorio superior. A la mínima duda, el alumnado se decantaba por otra modalidad de Bachillerato con el consiguiente exceso de carga lectiva, doce horas más. Para salir corriendo.

Ahora ya no es así. Esta medida provocará directamente una mayor confianza del alumnado y de sus familias, facilitará también la comprensión de esta modalidad dentro del sistema educativo. Y sobre todo facilitará a nuestro alumnado el acceso a otros itinerarios formativos superiores. Y no solo eso, también se incrementa el prestigio de nuestros conservatorios profesionales cuyas enseñanzas son homologables ahora a las del Bachillerato, algo que puede ser poco comprendido entre el sector, siempre proclive a sentirse “diferente”.

¡Qué inocencia la mía! Desconocíamos las pretensiones del Ministerio de Educación al respecto. Pero vayamos a ver “el cuerpo del delito. Aquí lo tenemos. El citado Real Decreto que desarrolla la LOMLOE, en su artículo 21.3,  nos dice:

“3. También podrán obtener el título de Bachiller en la modalidad de Artes quienes hayan superado las Enseñanzas Profesionales de Música o de Danza, y las materias (comunes) establecidas en el apartado 1 de este artículo, que son:

  1. Filosofía.
  2. Historia de España.
  3. Lengua Castellana y Literatura I y II y, en su caso, Lengua Cooficial y Literatura I y II.
  4. Primera Lengua Extranjera I y II.”

Y las correspondientes a la citada modalidad conforme al apartado 2:

“Modalidad de Artes: Fundamentos del Arte I y II.”

Aquí tenemos el origen de nuestros males. La bomba de relojería reside en incluir dos asignaturas de la modalidad de Artes. Y lo explicaremos. Vaya por delante que la intención ha sido buena pero, por lo visto, los responsables no conocen con profundidad nuestras enseñanzas. Vamos por partes:

Creo sinceramente que la intención era buena. Sin duda, con esta regulación eliminan dos asignaturas comunes, la Historia de la Filosofía y la Educación Fisica y las sustituyen por Fundamentos del Arte I y II. Una decisión más adecuada desde el punto de vista  curricular. Sin ánimo de molestar al profesorado de Educación Físca e Historia de la Filosofía, parece más adecuado para formar músicos que estos aprendan  Fundamentos del Arte. Pero ahí no está peligro.

Este Bachillerato ya no se podrá cursar en todos los institutos. La inclusión de una asignatura de la Modalidad de Artes obliga al alumnado a elegir un instituto que imparta esta modalidad. Y como son muy pocos, muchos no podrán hacerlo. Esta es la diferencia. Antes nuestro Bachillerato se podía cursar en cualquier instituto español. Ahora solo en aquellos que tengan autorizada la modalidad de Artes. ¡Descubierta la puntilla!

Por poner un ejemplo, en la Comunitat Valenciana tenemos un total de 472 institutos públicos y privados (según los datos del Registro de Centros). Y de estos, solo 69 imparten la modalidad de Artes. Las cifras hablan por sí solas. Además, encontramos comarcas enteras y áreas geográficas extensas sin un instituto con esta modalidad.

Evidentemente, el alumnado de nuestros conservatorios que no tenga a su alcance un instituto con la modalidad de Artes directamente ni se planteará elegir esta opción con el perjuicio que esto supone. ¡Nada más y nada menos que volver a la década de los 80 con el anterior Plan 66! Un retroceso en toda regla.

Nos consta que son muchos los que han intentado sin éxito que el Ministerio rectificara. Por lo que nos comentan, en la Comunitat Valenciana se propone una solución parcial (mejor dicho, un parche) como es permitir que se curse la asignatura de Modalidad (Fundamentos del Arte I y II) a distancia. Bueno, algo es algo.

A mode de ejemplo, tengo un sobrino en esta situación estudiando primer curso de Bachillerato en Madrid, en su instituto de siempre. Pues bien, la dirección ya le obliga en cumplimiento de la legalidad una vez iniciado el curso, a que cambie de modalidad o de instituto, a uno que imparta la modalidad de Artes. ¡Menuda agresión en toda regla y, para más inri, una vez iniciado el curso! Aquí lo tenemos… Más claro, agua.

Además, hay aspectos que chirrían desde el punto de vista jurídico. No sé hasta qué punto el Real Decreto se está excediendo, los expertos en legislación dirán.

La LOMLOE dice claramente en su artículo 37.4:

También podrán obtener el título de Bachiller en la modalidad de Artes quienes hayan superado las Enseñanzas Profesionales de Música o de Danza y las materias comunes del bachillerato.

Y el artículo 50.2 establece:

El alumnado que finalice las enseñanzas profesionales de Música o de
danza podrá obtener el título de Bachiller en su modalidad de Artes en las
condiciones establecidas en el apartado 4 del artículo 37 de esta Ley.

Y nada más, la Ley Orgánica (LOMLOE) es taxativa, las asignaturas comunes y punto. ¿Cómo un Real Decreto puede enmendar la Ley, contradecirla e incluir asignaturas de Modalidad? ¡Que alguien nos lo explique, por favor!

En la Comunitat Valenciana, la Conselleria d’Educació está trabajando en una nueva normativa que simplifique el currículo oficial de las enseñanzas profesionales de Música. Una medida muy lógica y aceptada por el sector.  ¡Maldita la gracia que se nos libere de carga lectiva de nuestro propio currículo y que se incremente por el Bachillerato! Lo que ganamos por un lado lo perdemos por el otro.

Esperemos que se encuentre una solución. Mientras tanto, el alumnado que sueña con ser músico profesional tendrá un obstáculo importante en su trayectoria. O lo que es peor, como el título de enseñanzas profesionales no es necesario para concurrir a las pruebas de acceso a las enseñanzas superiores, a ver si el alumnado que quiere ser músico profesional abandona las enseñanzas profesionales y se prepara por su cuenta para acceder a las enseñanzas superiores sin pasar por las enseñanzas profesionales. Una opción cada vez más habitual. Llegado a este punto, el prestigio de las enseñanzas profesionales de Música estaría bastante afectado.

Esperemos que, de una manero u otra, se pueda resolver esta cuestión. Seguro que sí.

Ha fallecido Pilar Fuentes Hernández, Catedrática  del Conservatorio Superior de Música de Valencia, profesora de Pedagogía musical  y  asesora de la Conselleria d’Educació de la Generalitat Valenciana durante los años noventa del siglo pasado.

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Una triste noticia para todos aquellos que tuvimos ocasión de conocerla y compartir con ella muchas vivencias profesionales y personales. Además una pérdida relevante. Pilar Fuentes forma parte de la historia de la educación musical valenciana por las valiosas aportaciones que realizó desde las aulas y  también desde los despachos de Campanar, 32.

Es autora de la publicación “Pedagogía y didáctica para músicos” que se convirtió en un manual imprescindible para los jóvenes estudiantes del Grado Superior del antiguo Plan 66. Pero sobre todo, asumió un gran protagonismo cuando tuvo la responsabilidad de implantar, como asesora, la reforma educativa de 1992; la conocida LOGSE.

Pilar Fuentes forma parte de una generación de músicos y técnicos que pilotaron durante años la educación musical valenciana entre los que destacaron Salvador Seguí, Pasqual Pastor, Vicente Perelló, etc. Los que eramos más jóvenes tuvimos la oportunidad de aprender con ellos y compartir la consolidación y transformación de nuestros conservatorios de música. Una aventura que hoy ya queda algo lejana pero que fue, como mínimo, apasionante.

Pilar Fuentes fué “el alma” del Decreto 151/1993 que estableció el currículo de las enseñanzas elementales y profesionales de música en la Comunitat Valencia y también de la Orden de 1994 que reguló, por primera vez, las escuelas de música valencianas. Unos textos innovadores que transformaron nuestros conservatorios, las escuelas de música y en cierta manera, a todos los que trabajabamos allí.

Además se implicó con gran enfásis en la formación del profesorado de música, visitando nuestros centros e impartiendo largas jornadas de formación a unos profesores muy voluntariosos pero con escasa formación pedagógica. Músicos formados para ser intérpretes, dedicados ahora a redactar proyectos curriculares y proyectos educativos a quienes todo aquello les “sonaba a chino mandarín”.

Menuda papeleta la de Pilar. Pero se dedicó a ello con fuerza, pasión e inteligencia, ejerciendo una espececie de sacerdocio muy acorde con su carácter castellano recio y austero. Y a pesar del reto descomunal que asumió y las reticencias que la LOGSE suscitó en aquellos años, se hizo respetar y querer.

Pilar era de un pueblo de la provincia de Valladolid. Comentaba a menudo que los valencianos eramos muy “barrocos”; ella era todo lo contrario: directa, rigurosa, honesta y sin concesiones. Pero tenía algo especial cuando fue capaz de conectar con los músicos de su generación e influir al mismo tiempo sobre todos nosotros, aquellos que cogimos el relevo en la gestión de los conservatorios valencianos y más tarde en la Conselleria d’Educació.

Era habitual en las celebraciones de Santa Cecilia organizadas en el Conservatori Professional de Torrent, donde se sentía como en su propia casa y era muy querida. Su mediación fue crucial para que lograramos la autorización del proyecto educativo “Tots músics, tots diferents”.

Además era una gran admiradora de nuestra red de sociedades musicales y sus bandas de música,  que también la apreciaban mucho.

Al final de su carrera profesional fue nombrada persona de reconocido prestigio en el Consejo Escolar Valenciano donde hizo un labor encomiable en la defensa de la educación musical. Después de muchos años retirada y víctima de una enfermedad degenerativa ha fallecido a los 80 años de edad. Como se suele decir, los músicos y los conservatorios valencianos tienen  contraida un gran deuda con ella. Comentaba con razón el director del Conservatorio de Utiel, Miguel Ángel Almonacid que Pilar marcó a toda una generación de profesores de música. Así fue.

Muchas gracias por todo. Descanse en paz.

Manuel Tomás Ludeña

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Ha muerto Georgie Dan, el inventor de “la canción del verano” y autor de innumerables éxitos de ventas y público. Una auténtica celebridad cuyas canciones pegadizas (y también pegajosas) anunciaron durante décadas el inicio estival en nuestro país. Sus sonsonetes nos acompañaron en aquellas verbenas que proliferaban por los pueblos de la España vaciada y las playas masificadas.

Su presencia en los programas de televisión ha sido obligada desde el tardofranquismo hasta hace muy pocos años. Y algo curioso, la muerte le ha sobrevenido a sus 81 años cuando “amenazaba” con una nueva canción. Eso es ser incombustible y lo demás tonterías.

Desde este blog queremos rendirle un sentido homenaje y poner en valor su capacidad de innovación y el rotundo éxito que alcanzó.

Además Georgie Dann era, sin duda, “uno de los nuestros”. Formado en el Conservatorio de Paris durante nueve años, alcanzó el premio final de carrera en la especialidad de Clarinete. Los que somos músicos sabemos que este premio no se lo dan a cualquiera y menos en París. Y no solo eso, también dominaba el saxofón, el acordeón y la estética del jazz. Y para más inri, cursó estudios de Magisterio. De casta le venía al galgo. Por lo que he podido leer en la Wikipedia su padre era solista de trompeta en una orquesta profesional francesa. Todo parecía indicar que seguiría sus pasos.

Sin embargo no fue así. La pirueta profesional que Giorgie realizó es sorprendente y a mi entender digna de elogio.

No discutiremos la calidad de su obra desde una óptica musicológica y tampoco caeremos en una crítica fácil propia de los sectores elitistas y puristas de la música clásica. Evidentemente, la música de Geogie Dann es lo que es y poco más. Pensada para que penetre en tu disco duro y  jamás la olvides pues es casi imposible de borrar.

Simple y efectiva. Si se quiere, un bocadillo de mortadela comparado con la cocina creativa de “El Bulli”. Pero que levante la mano a quien no le gusten los bocadillos de mortadela con aceitunas.

Era muy joven cuando bailé “El Bimbó” con mi primer amor de verano (por cierto no correspondido). Han pasado más de 40 años y todavía guardo en mi mente la melodía y la singular coreografía que acompañaba aquella canción. Esa es otra, su propuesta siempre ha sido un concepto escénico global

Pero no le demos más vueltas al debate de la calidad. Todo tipo de música es necesaria. Y esta también.

Vayamos más allá. En este blog se reflexiona continuamente sobre las competencias que deben atesorar los músicos actuales para desarrollar una profesión sostenible y sostenida en el tiempo. Recientes investigaciones (sobre todo anglosajonas) nos dicen que los músicos con más exito profesional son aquellos capaces de desarrollar su labor en diferentes ámbitos y en diferentes tipos de música. En definitiva, ser polifacético. Así era ya en el siglo XVIII. J.S. Bach se ganaba la vida dando clases a aficionados, era organista y clavecinista, copiaba partituras y tuvo tiempo además para componer las obras más importantes de la historia de la música. También para engendrar y criar una caterva de hijos aunque desconocemos su grado de implicación en las tareas domésticas.

Georgie Dann era polifacético . Creo que debemos aprender mucho de su obra, apreciar su versatilidad y su capacidad de transformación más allá de cualquier prejuicio estético. En el día de su triste fallecimiento, es portada de todos los diarios nacionales y medios de comunicación, Hoy muchos lamentan la pérdida de un gran artista. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

Para finalizar, queremos expresar nuestro sincero reconocimiento y respeto. Pero sobre todo poner en valor el ejemplo de alguien creativo, valiente y original. Clarinetistas buenos hay muchos/as pero Georgie Dann solo ha habido uno.

Manuel Tomás Ludeña

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L’empresa “Consolat de Mar”, fundada i impulsada per Carles Subiela, ha rebut la distinció al Mèrit Empresarial i Social de la Generalitat Valenciana. Un premi, sense dubte, molt merescut després d’una dilatada trajectòria aportant valor i ajudant als músics i a les societats musicals de la Comunitat Valenciana.

Són moltes les persones que hui celebren este Premi: Joves que han pogut comprar un instrument musical per complir els seus somnis de ser músics, agrupacions musicals de tot el mon que, gràcies a Carles, han adquirit un equipament per iniciar un projecte social i musical a les seus poblacions, etc… Es pot dir que Consolat de Mar ha inundat de música moltes parts del món on regnava el silenci i la foscor.

Carles va vendre un tractor per viatjar a la Xina començant una vida de pel·lícula. Ara diguem a esta gent emprenedors. Carles ho va ser quan encara no s’estilava. La seua visió va  aconseguir que els instruments musicals, eines molt cares des de sempre, pogueren estar a l’abast de qualsevol economia. Amb la seua llavor, la pràctica musical es va democratitzar i superar barreres insalvables.

Tots sabem que la música a la Comunitat Valenciana, mitjançant les societats musicals, és una manifestació de caràcter rural, popular i en mans dels sectors socials més desfavorits. Des de sempre, la pràctica musical ací ha representat una possibilitat de promoció social per a molts músics humils. Consolat de Mar va marcar una fita en esta tasca al resoldre un gran problema: El preu excessiu dels instruments musicals. La peça que faltava fins aleshores.

També de la seua mà, els músics i les agrupacions valencianes han visitat la Xina exportant el seu talent, sent encara més conegudes i contribuint a la projecció de la Comunitat Valenciana per terres orientals. Com ell sol repetir: “Sempre fent país”.

Però encara hi ha més. Amb tot açò podria haver-se aconformat. Però Carles sempre va més enllà i Consolat de Mar està contínuament desenvolupant una gran tasca solidària regalant instruments i col·laborant en qualsevol concert i festival musical; la seua presència és obligada en tots els actes musicals que se celebren pel conjunt de la geografia valenciana. Consolat de Mar i Carles són els amics dels més necessitats. A més d’emprenedor, un “mecenes” sense ser poderós econòmicament però amb molta, molta generositat i il·lusió. Quasi res!

Per açò i molt més, els amics i amigues de Carles es compten per milers perquè és una bona persona, sensible, culta i tolerant. Conversar amb ell és sempre un plaer. Els teus problemes i les teues alegries són seus també. Molt ferm en les seus pròpies conviccions però al mateix temps molt respectuós amb les conviccions dels altres, un cas difícil de trobar hui en dia on imperen sectarismes de tot tipus i actituds intolerants.

Sempre disposat a convidar a una paella a tot el mon, reparteix somriures i bon humor. Molt orgullós del seu poble (Benaguasil) i de la comarca del Camp de Túria, pot este dissabte, el dia de la festa de tots els valencians, replegar eixa distinció amb l’orgull del treball ben fet i amb l’admiració de la família, els amics i de tots el músics de tot el món.

Enhorabona Carles, tens moltes paelles a pagar i a celebrar durant els pròxims mesos!

Manuel Tomás Ludeña

ESMAR abre sus puertas virtuales para que podáis conocer de primera mano tanto el centro, como a los profesores y todo el universo de opciones formativas que ESMAR pone a vuestra disposición.

Sábado, 17 de abril de 2021 · De 10:00 a 14:00 h.

El evento online GENERACIÓN ESMAR constará de:

  • Presentación ESMAR: Carles Subiela, presidente de la Junta Directiva
  • Conoce ESMAR: Manuel Tomás, director académico, nos presenta el modelo innovador de ESMAR, y responderá a las diferentes cuestiones de funcionamiento, matriculación o cualquier otra duda.
  • ConVersa ESMAR: Profesores de ESMAR responden a los alumnos interesados para orientarles de cara a sus futuros estudios en el centro.
  • Generación ESMAR: Estudiantes de nuestro centro de diferentes especialidades compartirán sus experiencias.

Inscripción –> https://www.esmarmusic.com/

por Esmar | 1 abril, 2021 | Actualidad

 

“Ningún avance se hizo nunca sin una conjetura audaz”

Isaac NEWTON

Una Banda de Música es por definición una agrupación musical formada mayoritariamente por instrumentos de viento y percusión. A diferencia de la orquesta, donde los instrumentos de cuerda tienen su mayor protagonismo.

Desde el periodo barroco hasta nuestros días, la música clásica centroeuropea ha considerado a la orquesta la agrupación musical por excelencia.

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En la Comunitat Valenciana, la tradición musical de origen popular y rural se aglutinó desde principios del siglo XIX a través de las agrupaciones de viento, herederas de la llamada “música militar”. En consonancia con el estilo de vida mediterráneo, donde el binomio música/fiesta ha estado siempre muy presente. Y así, durante todo el siglo XX la música sonó en los pueblos valencianos y sus calles a través de nuestras bandas de viento. Nada que no sea de sobra conocido.

Sin embargo, el carácter popular y festivo de nuestras bandas siempre fue considerado como una manifestación de orden menor por los sectores de la llamada “música culta”. La ausencia de un repertorio de calidad propio y específico para banda y el tener que recurrir a la interpretación de las llamadas “transcripciones” de obras orquestales fue entendida por muchos como una especie de “querer y no poder”. Los inspiradores de la “leyenda negra” contra las bandas de música esgrimieron justamente esto, entre otras lindezas. Ya ajustaremos cuentas con estos en otra ocasión…

A finales de los años 70, encontrar músicos de cuerda en nuestras sociedades musicales no era fácil, eran raros y escasos. Sólo las bandas más poderosas tenían contrabajos y algún violonchelo.

La entrada de los instrumentos de cuerda en las bandas de música vino de la mano de los contrabajos. Los encontramos ya en las bandas de Llíria en los años 50 y 60 del siglo XX. Fueron los pioneros, los encargados de abrir el sendero en la jungla.

Un poco más tarde, llegaron los violonchelos pero entraron con fuerza. Tanto unos como otros mejoraron la sonoridad de nuestras bandas, permitieron interpretar con más precisión y éxito el repertorio orquestal. Por ello, muchas de nuestras bandas de música pasaron a llamarse, henchidas de cierta satisfacción, Bandas Sinfónicas. La verdad sea dicha, oír un Cello interpretando el solo del poema sinfónico Poeta y Aldeano de Franz von  Suppé producía admiración. Sin ánimo de ofender a los sufridos saxofonistas.

A modo de anécdota, la Banda Municipal de Valencia, nuestra agrupación musical profesional por excelencia, no ha tenido jamás en su plantilla violoncelistas.

Pero hay un punto de inflexión que supuso una auténtica revolución y el inicio de un fenómeno de grandes repercusiones musicales, culturales y también profesionales: A las bandas les dio por crear orquestas de cuerda, traicionándose en cierta manera a sí mismas. ¡Toma innovación! ¿Cómo fue posible hacer esto? ¿Cómo se logró la convivencia entre las dos agrupaciones dentro de las sociedades musicales y “no estar loco”, como dice la canción de Antonio Machín?

Esto ocurrió a principios de los años 80 y vino de la mano de algunas sociedades musicales pioneras. Creemos que la primera fue la Societat Musical Santa Cecília de Cullera (1979), luego la Unió Musical de Benaguasil (1980) y la Unió Musical de Llíria (1981). El fenómeno de rivalidad/emulación hizo el resto y en pocos años proliferaron las orquestas por doquier. Se había sembrado la semilla y se había desencadenado la tormenta. Imparable.

Cuarenta años después, los resultados son excepcionales, tenemos cientos de agrupaciones de cuerda en nuestras sociedades musicales. Desde hace bastantes años prácticamente todas las escuelas de música tienen profesorado y alumnado de todas las especialidades de cuerda. Y los profesionales de cuerda valencianos han alcanzado un nivel de excelencia y notoriedad igual o parecido al de los músicos de viento. Muchos de ellos y ellas comenzaron sus estudios en aquellas orquestas incipientes de los años 80 del siglo pasado.

Sin duda, una historia increíble de éxito. Una trasformación de un ecosistema de grandes proporciones, y una mejora sin precedentes.

Hacer un análisis de este proceso merece una investigación rigurosa y metódica, lejos de las posibilidades y la intención de este artículo. Aunque podemos descifrar algunas claves.

La primera, sin duda, la capacidad de innovación y de transformación que tienen nuestras sociedades, gracias al enorme colectivo que movilizan, su penetración y extensión por todo el territorio valenciano. También los recursos que son capaces de conseguir y, más aún, la pasión y el sentido de pertenencia que generan entre los valencianos. Como ya hemos dicho en alguna otra ocasión, son como el Rey Midas, convierten en oro todo lo que tocan. Ahora se llama aceleradoras culturales, clusters, etc.

Hubo también otros factores. La irrupción de las políticas educativas públicas, desaparecidas durante décadas si alguna vez existieron. Se crearon conservatorios y se dotaron con profesorado de calidad. También la reforma educativa de 1990 (LOGSE) incluyó en el currículo de las enseñanzas profesionales, la asignatura de Orquesta para todo el alumnado. Pero todo esto ya bien entrado los años 90 del siglo pasado. En el terreno cultural, asistimos a la creación de la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana, la instauración de un festival de orquestas por el Institut Valencià de la Música y sus organismos antecesores, ayudas a los cursos de verano con presencia de especialistas de cuerda, etc.

Mención especial merece una gran acción que, vista con el tiempo, nos parece genial y determinante: La introducción de cátedras ambulantes de violín y viola, sufragadas por la entonces denominada Obra Social de la Caixa d’Estalvis de Valencia. Gracias a esta iniciativa, profesores y profesionales de cuerda se desplazaban a dar clases a los pueblos valencianos y estos instrumentos, mayoritariamente violín y viola, se repartieron entre los niños y niñas valencianos que pudieron elegir tocar un violín en vez de un clarinete. Puede ser que esta acción fuera el “paciente cero” que desencadenó el inicio de la pandemia orquestal a finales de los años 70. Digno de elogio. Ya sé que no queda bien hablar en positivo de la banca y las cajas de ahorro. Pero es lo que hay.

Más recientemente, siguiendo el testigo ya encontramos Bankia escolta Valencia con su programa dedicado al estímulo de las orquestas valencianas que tantas alabanzas y mejoras están produciendo. Una revitalización vigorosa que ha venido a despertar al sector, sumido en un cierto letargo. Nos referimos al Concurso de Orquestas, el Festival y el Ciclo de conciertos. Y detrás, casi novecientos mil euros inyectados a estas políticas en apenas cinco años. Pero como decía Kipling: “Esto es otra historia” que merece un episodio con nombre propio y por todo lo alto.

Para finalizar, citar también la creación por parte de la FSMCV de su Jove Orquestra en 2014 que vino a culminar el apoyo del mundo asociativo musical a las orquestas de las sociedades valencianas.

Visto en perspectiva, es increíble la transformación y la mejora que la sociedad valenciana ha conseguido en este terreno. Al final se han conseguido beneficios culturales de gran magnitud y también la aparición de una “industria” alrededor de los músicos de cuerda valencianos.

Pongámoslo en valor, demos las gracias a sus responsables y aprendamos para mejorar nuestras políticas musicales y culturales. Además, todo ello con cuatro duros si lo comparamos con el coste de los “grandes proyectos”. Y lo que queda por hacer…

Manuel Tomás Ludeña

Dedicado a todos los músicos pioneros de cuerda valencianos que abrieron caminos y lograron con su esfuerzo el nivel de excelencia actual de las orquestas valencianas.

Fuente: Publicado en

Se acaba de publicar la LOMLOE en el BOE del 30 de diciembre y entrará en vigor dentro de 20 días. Esta nueva Ley Orgánica deroga la LOMCE y también modifica la LOE incorporando muchos cambios en el conjunto del sistema educativo español, de acuerdo con el perfil ideológico del gobierno de coalición actual.

No entraremos a valorar la ley en sus términos ideológicos o cuestiones generales, esto lo dejamos para otra ocasión. Solo queremos analizar y reflexionar sobre las modificaciones e innovaciones que afectan a las enseñanzas de Música que se imparten en escuelas de música y conservatorios.

La verdad sea dicha, encontramos una primera cuestión positiva: La Ley se ocupa de nuestras enseñanzas y realiza algunas mejoras de gran interés que suponen claramente un avance, aunque también es verdad que hubiéramos deseado bastante más ambición en sus términos. Pero nos han tenido en cuenta y esto se agradece.

Vayamos por partes y desde el principio. La LOMLOE incorpora un Artículo 5bis denominado “La educación no formal” que expone textualmente:

“La educación no formal, en el marco de una cultura del aprendizaje a lo largo de la vida, comprenderá todas aquellas actividades, medios y ámbitos de educación que se desarrollan fuera de la educación formal y que se dirigen a personas de cualquier edad, con especial interés en la infancia y la juventud, que tienen valor educativo en sí mismos y han sido organizados expresamente para satisfacer objetivos educativos en diversos ámbitos de la vida social tales como la capacitación personal, la promoción de valores comunitarios, la animación sociocultural, la participación social, la mejora de las condiciones de vida, artística, tecnológica, lúdica o deportiva, entre otros. Se promoverá la articulación y la complementariedad de la educación formal y no formal con el propósito de que ésta contribuya a la adquisición de competencias para un pleno desarrollo de la personalidad.»

Aquí tenemos una primera innovación interesante, la inclusión dentro de la Ley de un nuevo paradigma que viene a reforzar y concretar “el aprendizaje a lo largo de la vida” que incluyó la LOE en el 2006. Un avance interesante en la definición y en la concreción de este derecho educativo.

Al leer este artículo, uno no puede más que acordarse de las sociedades musicales valencianas (y españolas) y sus escuelas de música. Parece ser que quien lo ha redactado pensaba en nosotros.

Deberemos estar atentos para que tanto el Ministerio de Educación como las administraciones educativas cumplan con el mandato del legislador: “… la articulación y la complementariedad de la educación formal y no formal con el propósito de que ésta contribuya a la adquisición de competencias para un pleno desarrollo de la personalidad”.

Aquí se nos ocurren muchas acciones. Además, en el caso de la Comunitat Valenciana, con la impresionante red de sociedades musicales y escuelas de música, las posibilidades son enormes en terrenos como la acreditación de competencias profesionales y la mejora del aprendizaje de amplias capas de población. En definitiva, una gran oportunidad.

Seguimos. Otra medida que nos ha gustado mucho ha sido la nueva regulación del Título de Bachiller para el alumnado que cursa simultáneamente las enseñanzas de Música y las materias comunes del Bachillerato. Ahora se dice claramente que los alumnos que obtengan este Bachiller lo harán en la modalidad del Bachillerato en Artes. Ésta es la mejora. Simple y efectiva.

Este tipo de Bachillerato ya se implantó en 1990 con la LOGSE, pero tenía un problema por su indefinición. Era una especie de “pegote”, no era una modalidad propiamente dicha y planteaba problemas para aquellos que lo tenían y decidían no cursar las enseñanzas superiores o ir a la Universidad. De hecho, solo lo cursaban aquellos alumnos que estaban muy convencidos de seguir los estudios superiores de música en un conservatorio superior. A la mínima duda, el alumnado se decantaba por otra modalidad de Bachillerato con el consiguiente exceso de carga lectiva, doce horas más. Para salir corriendo.

Ahora ya no es así. Esta medida provocará directamente una mayor confianza del alumnado y de sus familias, facilitará también la comprensión de esta modalidad dentro del sistema educativo (¡las veces que tuve que explicar a muchos directores de Instituto este tipo de bachillerato cuando era yo director de un conservatorio profesional!). Y sobre todo facilitará a nuestro alumnado el acceso a otros itinerarios formativos superiores. Y no solo eso, también se incrementa el prestigio de nuestros conservatorios profesionales cuyas enseñanzas son homologables ahora a las del Bachillerato, algo que puede ser poco comprendido entre el sector, siempre proclive a sentirse “diferente”.

Siguiendo con las enseñanzas profesionales de música, se recupera el nombre de Título Profesional de Música, se pierde por el camino la mención “al Título de Técnico correspondiente”.

Con toda seguridad será bien recibido por el sector, a quien el título de “técnico” no le entusiasmaba por su analogía con la formación profesional. Y ya se sabe, somos artistas que nos consideramos diferentes, lo de mezclarnos con los la FP no es lo nuestro. Pero no lo tengo claro. Confieso que siempre me gustó lo del título de técnico de la LOMCE, entre otras cosas porque nuestro título profesional ha estado en una especie de terreno de nadie, sin prácticamente ninguna validez, bastante desprestigiado y desconectado dentro del sistema educativo. Por eso, el acercamiento a la formación profesional, con el prestigio e implantación que están paulatinamente obteniendo estas enseñanzas dentro del sistema educativo y de la sociedad en general es una oportunidad. Esperemos a ver.

Y finalmente las menciones a las Enseñanzas Superiores de Música. La primera de ellas muy buena, “blindando” la denominación de Grado para nuestras enseñanzas superiores en el marco de la Ley Orgánica:

«El alumnado que haya superado los estudios superiores de Música o de Danza obtendrá el Título de Grado en Enseñanzas Artísticas Superiores de Música o Danza en la especialidad que corresponda, que será equivalente, a todos los efectos, al título universitario de Grado. Siempre que la normativa aplicable exija estar en posesión del título universitario de Grado, se entenderá que cumple este requisito quien esté en posesión del Título de Grado en Enseñanzas Artísticas Superiores de Música o Danza.»

Por fin. Otra normalización que era necesaria después de la pérdida de esta denominación por sentencia judicial. En aquella ocasión, los reales decretos que regulaban las enseñanzas mínimas hablaban de Grado, pero no la Ley Orgánica. Ahora esto se subsana.

Y una sorpresa. La Disposición Adicional novena dedicada a la Regulación de las Enseñanzas Artísticas Superiores:

“En el plazo de dos años desde la entrada en vigor de esta Ley, el Gobierno, previa consulta a las comunidades autónomas, al Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas y oído el Consejo de Universidades, presentará una propuesta normativa para la regulación de las condiciones básicas para la organización de las enseñanzas artísticas superiores previstas en el artículo 58, además de las que se refieren a las titulaciones y a los requisitos del profesorado derivados de las condiciones de inserción de estas enseñanzas en el marco de la educación superior. Del mismo modo, el Gobierno incluirá en dicha propuesta la organización y las equivalencias de las enseñanzas artísticas profesionales y su relación con el Catálogo Nacional de las Cualificaciones Profesionales.”

Se trata de un anuncio que pretende una regulación específica de nuestras enseñanzas. Habla de una “propuesta normativa”, un término como mínimo algo nebuloso. ¿Hablamos de un Real Decreto de carácter básico? ¿O de una norma de rango menor? ¿Por qué no abordarlo en esta misma Ley? Mejor oportunidad imposible. Otra vez con aquello de sentirnos “diferentes”. Me recuerda al lema franquista de Spain is different para justificar una dictadura en el seno de Europa a finales del siglo XX. Pues lo mismo, mejor ser normales y no tan diferentes.

Además, corremos el peligro de que esta disposición quede durmiendo “el sueño de los justos”; antecedentes tenemos. Y si no, miremos lo que está ocurriendo con el requisito de la formación pedagógica y didáctica para las enseñanzas profesionales: Se reguló en el 2006 y, catorce años después, nada de nada. Por no mentar lo que tardamos en publicar los temarios para el ingreso en el Cuerpo de Catedráticos de Música y Artes Escénicas, la friolera de 25 años sin poder organizar procedimientos selectivos por no tener una “simple” orden ministerial. Esperemos que esta vez no sea así.

Dicho esto, la disposición adicional tiene su miga. El profesorado puede salir beneficiado muy claramente ya que se abre la puerta a la mejora de su categoría profesional y de su nivel retributivo. No tardarán las organizaciones que aglutinan al profesorado a solicitar un estatus más elevado, el Cuerpo de Catedráticos de Música imparte enseñanzas de Grado y Máster, muchos de ellos/as son doctores, no tiene sentido que sigan en el nivel 26 al igual que los catedráticos de Instituto. Y si las administraciones no entran en “razón”, el sendero judicial puede ser bastante favorable.

También la inclusión de las enseñanzas profesionales dentro del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, tal como manifestamos más arriba, es el camino más interesante para estas enseñanzas que, una vez ganada la modalidad de Bachillerato en Artes, se podrán beneficiar además de todo lo que supone ir de la mano de la formación profesional.

En definitiva, encontramos medidas muy interesantes y hay que valorar y agradecer el interés por ocuparse y mejorar nuestras enseñanzas. Pero los que somos ya viejos en estas lides y conocemos la evolución de nuestras enseñanzas sabemos que uno de nuestros problemas históricos es el débil impulso normativo que hemos padecido desde siempre, algo que no ocurre con las enseñanzas generales. Una desatención que ha venido socavando la calidad y la actualización permanente de las enseñanzas regladas de Música.

Trabajo tienen los responsables de la ordenación de las enseñanzas de música en el Ministerio de Educación. Confiemos también en el Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas, a ver si se reúne con más frecuencia y puede ser un elemento que impulse estas reformas necesarias.

Feliz 2021

Manuel Tomás Ludeña