Confederación Española de Sociedades Musicales

Entradas

La Junta Directiva de la Asociación Banda de Música de Azuaga Y Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Azuaga, siguiendo las recomendaciones sanitarias y gubernamentales, informán:

El CANCELAR el V Certamen Nacional de Bandas de Música ‘Azuaga, Música y Cine’.

Comunicado oficial:

Publicado en 

El oboe es noticia. Los comentarios vertidos sobre este instrumento musical en el programa El Hormiguero, dirigido por el famoso y exitoso periodista Pablo Motos, han suscitado diferentes reacciones. En primer lugar, la indignación del ramo, ya que todos los que tocamos el oboe nos hemos sentido aludidos, en cierta manera, y algunos ofendidos (no es mi caso). En las redes sociales, se han iniciado campañas para mostrar esta indignación, dar a conocer a nuestro insigne instrumento y dejar en evidencia la ignorancia del periodista y de sus colaboradores que, en honor a la verdad, la demostraron.

De los pocos segundos que duró la referencia, hay algunos aspectos que nos gustaría comentar. La vivencia de Pablo Motos fue durante mucho tiempo una manera de proceder en las sociedades musicales valencianas para repartir los instrumentos entre los educandos de las escuelas de música. Imagino que la historia que cuenta Pablo Motos acaecería en Requena, su pueblo natal, donde disfrutan de una agrupación centenaria de indudable valor artístico y social, la Sociedad Musical Santa Cecilia de Requena

Por lo que he podido averiguar, el profesor D. Daniel, que el periodista nombra, es un personaje real, nada más y nada menos que D. Daniel Martínez Marín, director de la Sociedad Musical Santa Cecilia de Requena entre 1977 y 1989, un maestro muy querido y de gran calidad humana y profesional. Y así sería, D. Daniel, al igual que la mayoría de los maestros de nuestras bandas, adjudicaba los instrumentos disponibles (y de manera gratuita) en función de las necesidades de la agrupación y no solo de las preferencias de los educandos. ¡Faltaría más, el interés colectivo por encima del interés individual! Una manera de proceder muy habitual. Otra versión era aquello de “tú a la trompeta, que tienes los labios adecuados para ello…” A mí me parece una anécdota muy entrañable. Si Pablo Motos quería el clarinete, se lo hubiera podido comprar él mismo. Si la sociedad musical le iba a prestar un instrumento gratuitamente, se debería conformar con lo que hubiera disponible y acoplarse a las necesidades del colectivo. Por lo tanto, que sean mis primeras palabras para defender a las sociedades musicales valencianas y poner en valor sus increíbles y más que centenarias aportaciones a la cultura musical en este país.

A mí me pasó lo contrario, yo quería el oboe y el maestro insistía en el clarinete. Me dijeron que, si quería el oboe, debería esperar un tiempo porque estaba comprometido en la banda de Utiel y tardaría unos meses. Y esperé. A lo mejor el oboe que Pablo Motos no quiso es el que me dieron a mí. Al fin y al cabo, Utiel y Requena no están demasiado lejos y los dos somos casi de la misma edad.

Pablo Motos no puede saber de todo, desde luego poco sobre el oboe. Y como él, muchas personas en nuestro país. Aprovechemos para pedirle, y así le damos la oportunidad de resarcirse ante los miles de oboístas españoles, que invite a un famoso/a oboísta. Por ejemplo, algún solista de la Orquesta Nacional de España o agrupación profesional similar y le dé la oportunidad de tocar el oboe en directo. Sería un gesto por su parte de grandeza y serviría para que nos reconciliáramos con él y con el El Hormiguero y “pelillos a la mar”. Comprobaría in situ que el oboe hace algo más que un simple “tiiiiiiiiiiiiiiiii” en una “canción”.

No va de broma. Pidamos todos a Pablo Motos que nos ayude a conocer mejor el instrumento. Ánimo, Pablo, ¡haznos ese favor! Un poco nos lo debes y sería un detalle muy bonito por tu parte.

Contengámonos los oboístas y demostremos nuestro sentido del humor. Tampoco es para tanto. ¡Pobres violistas si tuvieran que hacer caso a los hirientes chistes que sobre ellos vertimos el resto de la profesión! O también los buenos de los saxofonistas que aguantan muchas veces las bromas sobre el empleo de su instrumento en la música ligera y en las carpas de los circos. ¡Si somos nosotros los que más nos burlamos de nosotros mismos! Pero ahora ha sido diferente, lo ha hecho otro, un periodista famoso, en un programa de gran audiencia y nuestro honor ha sido mancillado. Ya lo decía mi abuela: “De los míos yo hablar pero nada escuchar”

La gran ignorancia del periodista ha sido la evidencia, pero insisto, es un programa de humor, donde por cierto se suele verter ironía sobre casi todo. Demostremos los oboístas que sabemos encajar esto con deportividad e intentemos aprovechar la situación y darle la vuelta.

Decía el colaborador del programa: “Yo no conozco a ningún famoso que se haya hecho famoso por tocar el oboe”. Tiene razón, los famosos que van a los reality shows y programas similares no suelen tocar el oboe, que exige largas horas de estudio, disciplina y preparación. Evidentemente, es otra manera de enfocar la vida, otros valores, donde la cultura artística es la protagonista. Y todo mi respeto a aquellos que van a hacerse famosos a la televisión, que cada uno haga lo que le dé la gana con su vida. Lecciones de moralidad, las justas. Desde luego, muchos en este país no tenemos como misión hacernos “famosos” sino al contrario, dar significado a nuestras vidas mediante la cultura y el arte. Y no creo que estemos tan equivocados. O puede que sí, ¡quién sabe!

En definitiva, recordemos aquello de “mejor que hablen de uno aunque sea para mal”. Aprovechemos la oportunidad para dar a conocer nuestro instrumento, demostremos sentido del humor y, al mismo tiempo, reivindiquemos siempre la cultura y el arte musical y, ¡cómo no!, a entidades muy respetables como la Sociedad Musical Santa Cecilia de Requena y a personas ilustres como D. Daniel Martínez Marín. No me cabe duda que hemos perdido a un gran oboísta, Pablo Motos es una profesional creativo e inteligente y hubiese demostrado estas mismas dotes con el oboe. ¡Lástima¡

Y poco más.

Manuel Tomás Ludeña

La Orquesta de la Real Capital de Cracovia Sinfonietta Cracovia se enorgullece en anunciar el 6º Concurso Internacional de Composición «Sinfonietta per Sinfonietta: Hommage á Krzysztof Penderecki».

La sexta edición del concurso está dedicada a la memoria de Krzysztof Penderecki, el gran compositor y benefactor de la orquesta.

El tema de la competición es una pieza original «Sinfonietta per Sinfonietta: Hommage á Krzysztof Penderecki» para una orquesta de cuerda y percusión (formación máxima de conjunto: 6-5-4-4-1 / perc. 3), duración 7-12 min.

El Premio del Comcurso consiste en una presentación premier de la composición ganadora durante el Festival Sinfonietta en Cracovia, que incluye su grabación profesional de audio y vídeo y otras actuaciones de la pieza durante la temporada de conciertos 2020/2021.

El proceso de solicitud se proporciona completamente a través de Internet en: tiny.cc/sinfonietta-EN.

Fecha fin de plazo: 30 Jun 2020

Para obtener más información, visite nuestro sitio web: http://en.sinfonietta.pl

Llíria y siete Ciudades Creativas de diferentes países se unen para interpretar “Work Song”

Llíria a 30/04/2020

La música más universal ha servido para unir pueblos y culturas en el Día Internacional de Jazz, y homenajear a todos los trabajadores y trabajadoras que están cuidando del planeta durante esta crisis sanitaria. Músicos de primer nivel de Ciudades Creativas de la UNESCO de diferentes países, entre las que se encuentra Llíria, se han unido “virtualmente” para interpretar la mítica “Work Song” (canción del trabajo) de Nat Adderley. Con ella se quiere reconocer el valioso esfuerzo de sanitarios, fuerzas de seguridad, trabajadores del sector de la alimentación, transportistas… y todos aquellos que han cuidado de los demás en los peores momentos de la pandemia. El lanzamiento de este vídeo coincide además con la víspera del ‘Día Internacional del Trabajador’.

La UNESCO invitó recientemente a los miembros de la Red de Ciudades Creativas a usar el poder de la música del jazz para unir personas de todos los rincones del mundo: “la situación actual no nos permite reunirnos físicamente para celebrar el día, pero creemos que la innovación y la creatividad pueden ayudarnos a superar este desafío y continuar nuestra celebración a través de medios virtuales”.

De este modo, desde Llíria City of Music se gestó la idea de hilvanar una interpretación internacional usando las actuales posibilidades tecnológicas, para rendir un merecido homenaje a los trabajadores. Desde el primer momento, la iniciativa contó con el respaldo de la dirección de la Red de Ciudades Creativas: “La música servirá para difundir el mensaje de amor y gratitud a todos los trabajadores que trabajan constantemente en medio de la pandemia en curso para mantener a todos a salvo. La iniciativa no solo difunde el mensaje de esperanza y gratitud, sino que también destaca el poder de la cultura y la creatividad a través de la música para unir a las personas, al superar los límites físicos para fortalecer la solidaridad y la unidad”.

Tras crear la base musical, desde Llíria se invitó a diferentes ciudades de varios países a que aportaran sus mejores solistas. Los profesionales de “Terrasa City of Film” se han encargado de la producción audiovisual, cuyo fantástico resultado se puede apreciar en un vídeo que ya circula con éxito en las redes digitales de las ciudades participantes.

Además de España, representada por Llíria y Sevilla, Ciudades Creativas de la Música, y Terrassa, Ciudad Creativa del Cine, otros cinco países de tres continentes se han unido a la iniciativa: Estados Unidos, Jamaica, Cabo Verde, República Checa y Portugal. De este modo, la interpretación final combina sones de Europa del Sur, Europa Central, Caribe, América del Norte y África.

El cuarteto que representa a Llíria está integrado por Alfred Montesinos (guitarrista), Pau Viguer (pianista), Jaume López (bajista) y Edu Olmedo (baterista). Están acompañados por un coro formado por la vocalista Sarah Raabe y el pianista Fran Acàmer. El trombonista Joan Humet representa a Terrassa, mientras que el saxofonista Javier Ortí y el trombonista Rafa M. Guillén ponen la música desde Sevilla. La representación internacional está formada por el trompetista Clint Ashlock (Kansas, Estados Unidos), el bajista Alvis Reid (Kingston, Jamaica), el vibrafonista Tomás Longo (Idanha-a-Nova, Portugal), el saxofonista Radim Hanousek (Brno, República Checa), el pianista Carlos Matos y el guitarrista Hernani Almeida (ambos de Praia, Cabo Verde).

La UNESCO designó el 30 de abril como Día Internacional del Jazz, con el objetivo sensibilizar al público en general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos.

 
 

Un plan B para artistas y profesionales de la música hasta que todo vuelva a la normalidad (la de siempre)

Desde el portal web A BASE DE MÚSICA se acaba de poner en marcha PLAN ABDM, una iniciativa catalogada como Plataforma Musical Colaborativa, en la que artistas y profesionales de la música puedan ofertar productos y experiencias exclusivas para sus fans que, de no haber sido por esta crisis, difícilmente podrían disfrutar. De esta manera, tienen la posibilidad de paliar, en mayor o menor medida, la falta de ingresos provocada por este periodo de inactividad, el más importante del año para la música, y cuya duración se desconoce.

Desde la propia plataforma, se dan algunas ideas para que artistas y profesionales ‘oferten’ a sus fans productos y servicios, tales como webminars con clases magistrales y/o tutoriales en directo, escapadas ‘músico-gastro-culturales’, findes rurales con las ‘guitarritas’ y otras experiencias para grupos reducidos, canciones ‘a medida’, vídeos personalizados, crowdfunding, subastas de objetos para coleccionistas, venta de discos y merchandising… pero será la imaginación de cada cual la que hará que sus propuestas ‘comerciales’ tengan mayor o menor aceptación y, por ende, mayores o menores ingresos.

La plataforma – a la que ya se puede acceder desde la url: https://plan.abasedemusica.es – estará plenamente operativa el próximo 11 de mayo. Tiempo tienen los artistas y profesionales para pensar y preparar sus propuestas.

 

29 abril, 2020 Escrito por diapason

Aviso a lectores/as: voy a hacer un pequeño paréntesis en la forma de esta sección. En los tres próximos artículos voy a hablar de compositoras actuales. Mi intención tiene que ver con una doble motivación: por un lado, darlas a conocer al público en general; por otro lado, que sirvan de inspiración a todas aquellas niñas, jóvenes y mujeres a las que pudieran llegar estos artículos y que nunca en la vida se podrían haber imaginado llegas a ser compositoras debido a, entre otras cosas, la falta de referentes.

Sofia Gubaidulina (1931- actualidad) y algunas reflexiones.

Durante bastantes años de mi vida, más concretamente durante mis primeros 28 años, viví sin conocer a esta compositora. No quiero que a ustedes les ocurra lo mismo, por eso el tema de este artículo va a ser principalmente ella. Es considerada por los entendidos como uno de los grandes genios de lo que se suele llamar música culta [de Occidente]. Sin embargo, a la mayoría no os sonará apenas su nombre. Yo nunca la estudié en el conservatorio.

Inciso: se dice ‘genio’ y no ‘genia’ porque es un sustantivo epiceno masculino. Pero decid genio y cerrad los ojos… Es difícil imaginar a una mujer, ¿verdad? A mí me gustaría llamarlas genias por eso, pero sería mayoritariamente incorrecto.

Nacida en 1931, y todavía viva, creció en la Rusia soviética y encontró tanto detractores como defensores de su estilo compositivo. Entre estos últimos se encuentra Dimitri Shostakovich, profesor suyo, que la animó a seguir por el camino que había escogido. Su música mezcla instrumentos del folklore con la microtonalidad (afinación que contempla intervalos más pequeños que el semitono, que es el intervalo más pequeño que se usa en nuestra tradición musical), proporciones matemáticas (serie Fibonacci, por ejemplo) y, por qué no decirlo, una sensibilidad y un gusto exquisito en sus combinaciones y elecciones. Se trata también de una compositora de una gran religiosidad y espiritualidad: cuenta la leyenda que de pequeña rezaba para convertirse en compositora. Finalmente lo consiguió, pero sin duda el verdadero mérito fue suyo, sino escuchen sus obras.

En el siguiente vídeo pueden escuchar pequeños fragmentos de su música para hacerse una pequeña idea, al mismo tiempo que leen algunas notas sobre su vida y su obra. Incluso, durante unos segundos, se la escucha a ella misma explicar el origen de su música:

No es tarea fácil encontrar información sobre ella en la bibliografía musical básica, aunque, afortunadamente, si indagamos un poco, encontramos bastante información, entrevistas y grabaciones de su música.

Fue ganadora del Premio Fronteras del Conocimiento de 2016 en Música Contemporánea. A raíz de esto, le realizaron una entrevista que comparto a continuación y de la cual quería comentar y reflexionar aquí sobre algunos fragmentos:

“El arte de la música es capaz de tocar y aproximarse al misterio y a las leyes del cosmos y del mundo”

Esto me recuerda, invitablemente, a Boecio, filósofo y poeta romano (480 ca. -525 ca.) y recuperador de la tradición teórico-musical de la Antigua Grecia (aclararemos que más bien teórica, ya que no tenemos apenas muestras de la música que entonces sonaba). Arraigado en las ideas de los antiguos griegos, Boecio dividió la música en mundana, humana e instrumental. La música mundana haría referencia a lo que los antiguos llamaban música de las esferas y que no podemos percibir porque los humanos somos, de alguna manera, imperfectos. La humana sería la música que está de manera introspectiva en el ser humano, en la armonía del cuerpo con el alma. La instrumental sería la que se produce manualmente, dentro de la cual estaría la que se hace a través de los instrumentos.

Yo lo entiendo como tres planos en los que se puede representar y acceder a la música en el mundo y que, además, pueden complementarse. Pues bien, creo que Sofia, heredera también de esta tradición, con muchos siglos de por medio, trata de vincular y hacer música no solamente en el sentido en el que generalmente la entendemos, sino que, además, presta atención a estos otros planos, lo cual se refleja en su música. Crea unas sonoridades que, de alguna manera, se elevan por encima de lo que ella misma llama cotidianeidad. Sin embargo, como veremos más adelante, se diferencia sustancialmente en algo de la teoría boeciana. Para la tradición de este último, el músico verdadero es el teórico. Sin embargo, la música instrumental, si ellos mismos hubieran hecho un ránking de calidad de su clasificación de la música, habría quedado indudablemente en última posición.

“Creo que el arte de la música es capaz de influir en la sociedad a través de dos caminos. Por un lado es una consolación, una fuente de alegría. Y, por otro, la música puede elevar al “hombre” a unas esferas más altas, a un estado del alma más alto. Y abrir fuerzas ocultas en nuestra alma de las cuales no somos conscientes. Pero a partir de la música podemos aproximarnos y tocarlas”.

En este sentido, vemos su gran espiritualidad, también su religiosidad. Y, de nuevo, vemos estos diferentes planos. Por una parte admite que la música influye en nuestro estado de ánimo (música humana), pero que también tiene otro propósito, el de acercarnos a un mundo más “elevado” (música mundana). Y, al mismo tiempo, se está refiriendo a todo esto teniendo en cuenta que el vehículo para todos estos fines no es otro que la música que sí que se escucha (música instrumental).

Al margen de esto, también es cierto que cualquier músico o amante de la música que esté leyendo esto, siendo o no religioso, puede validar estas afirmaciones y, seguramente, no ponerle ningún “pero”.

“Quería dar forma a la materia sonora”.

Esta es una de las frases con la que responde a la pregunta de que por qué empezó a componer y me ha parecido digna de señalar.

“Es muy importante que un niño con acceso a un instrumento musical empiece a improvisar”.

[…] “Hay que explorar las profundidades de las fuerzas inconscientes, que están dormidas dentro de nosotros”.

Aquí vemos la importancia que otorga a la música en sí misma y a la figura del músico, además de entenderla como un elemento formador del ser humano. La importancia de la creatividad y de viajar libres para poder liberarnos y poder llegar a esos lugares que ella misma antes ha comentado.

Me despido con sus propias palabras, una especie de mensaje a los músicos del  presente y del futuro:

“Los músicos tienen que intentar dar fuerza y luz a las almas de las personas”.

Suerte.

Para profundizar:

https://www.youtube.com/watch?v=uwnEtWW0hWI

https://www.letraslibres.com/espana-mexico/cultura/sofia-gubaidulina-un-relato-contemporaneo-la-religiosidad

http://www.musicaantigua.com/boecio-y-el-desprecio-por-los-interpretes-de-musica/

Esther Pérez Soriano.

El Ayuntamiento de Segovia, a través de la Fundación Don Juan de Borbón, ha decidido prolongar hasta el 15 de julio la inscripción, dadas las condiciones actuales.

La deliberación del jurado del III Concurso de Composición María de Pablos y la entrega de premios tendrán lugar el 12 de septiembre, con una audición pública si es posible. Si no pudieran presentarse públicamente las obras finalistas, se valora la realización de conciertos en línea.

30 abril, 2020

El Ayuntamiento de Segovia, a través de la Fundación Don Juan de Borbón, ha decidido ampliar al 15 de julio la inscripción al III Concurso de Composición María de Pablos. El plazo expiraba el próximo 3 de mayo pero, dadas las condiciones actuales, se ha optado por prolongar la fecha límite para participar.

El jurado elegirá a la ganadora del III Concurso de Composición María de Pablos el próximo 12 de septiembre de 2020. Si las circunstancias lo permiten, se celebrará una audición pública. De no poder ser así, se valora la posibilidad de realizar conciertos en línea. En cualquier caso, los premios establecidos en el III Concurso de Composición María de Pablos se entregarán en septiembre.

La competición está abierta a compositoras de todas las edades y nacionalidades. Las obras para esta tercera edición del concurso deberán estar escritas para dúo de clarinete y piano. Deben de ser inéditas, no habiendo sido nunca interpretadas en público, ni premiadas en otro concurso. La duración de las piezas debe estar entre 5 y 15 minutos. Cualquier obra que esté fuera de este rango será descalificada. El Jurado Calificador estará conformado por cinco personalidades de reconocido prestigio en el ámbito de la composición musical y una representante de la Fundación Don Juan de Borbón, en calidad de secretaria, con voz y sin voto.

Se establecen tres premios, dotados con 1000€, 500€ y 300€, respectivamente. La ganadora del primer premio, además, estrenará su obra en las XXVIII Jornadas de Música Contemporánea de Segovia, en la edición 2020/2021.

Las concursantes pueden enviar sus propuestas por correo electrónico (fundacion@fundaciondonjuandeborbon.org) o por correo certificado/servicio de mensajería (Calle Judería Vieja, 12; 40.001 – Segovia).  Bases completas del certamen en: https://fundaciondonjuandeborbon.org/

Se celebra: 30 de abril de 2020

Proclama: UNESCO

Desde cuando se celebra: 2011

El 30 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Jazz. Se pretende concienciar sobre la importancia del jazz como herramienta educativa y de promoción de la paz, el dialogo y la cooperación entre pueblos de todo el mundo. 

Fue decretada por la UNESCO con el objetivo de dar a conocer un movimiento musical de gran valor educativo, así como un recurso que puede contribuir al intercambio cultural, al diálogo y la cooperación entre los pueblos a nivel mundial.

¿Qué es el jazz?

El jazz es un género musical cuya raíz proviene de la cultura afroamericana. Tuvo sus inicios en el siglo XIX en los Estados Unidos y  hoy, se encuentra expandida  alrededor del mundo. Su principal característica, es que es un tipo de música donde la improvisación a la hora de interpretar marca la diferencia y no se adapta de manera estricta al uso de partituras.

El rol de la persona que ejecuta esta clase de música es más creativo y participativo. El músico es capaz de plasmar todas sus habilidades y talentos musicales para crear una verdadera obra maestra.

Principales ventajas del jazz

Se considera al jazz como una música que permite la libertad de expresión
Se considera al jazz como una música que permite la libertad de expresión

La música siempre ha representado para los seres humanos un importante medio de comunicación, que aporta grandes beneficios. En este sentido y de acuerdo establecido por la ONU, el jazz es una forma expresiva y auténtica de que los pueblos del mundo conozcan y compartan sus culturas, así como otras valiosas ventajas, que se detallan a continuación:

  • Es un importante medio de comunicación de las masas, que está estrechamente vinculado a la igualdad de género, la unidad y la paz.
  • El jazz es una herramienta para la juventud y un gran aporte para generar cambios sociales.
  • El jazz rompe barreras, creando oportunidades para el debate, el diálogo y la tolerancia.
  • Es una manera idónea para establecer el diálogo intercultural.
  • El jazz permite crear nuevas ideas orientadas al mundo de las artes, ya que es un género que facilita la interpretación y la innovación para que nazcan nuevos estilos musicales.
  • Es una música muy rica y versátil que permite la libertad de expresión.
  • Fomenta la relación entre las comunidades y los hombres en general.
  • El jazz facilita la integración entre los jóvenes y la población más marginada.

Los grandes músicos de jazz a través de la historia

El jazz rompe barreras, creando oportunidades para el diálogo
El jazz rompe barreras, creando oportunidades para el diálogo

A través de los años, han existido grandes músicos de jazz que ha dejado un importante legado para las nuevas generaciones. Es un estilo musical muy peculiar, que cada vez gana más adeptos en todo el mundo. Aquí te mostramos tan sólo una pequeña lista de aquellos que han pasado a la historia por sus bellas canciones y composiciones inolvidables.

Charlie Parker

Uno de los más grandes saxofonistas y compositores de jazz. Perteneciente a la generación de los años 50, este gran músico dejó muchos temas, que en la actualidad son interpretados por otros músicos reconocidos a nivel internacional.

DukeEllington

Gran director de orquesta y afamado pianista. Dejó un vasto repertorio de canciones y llegó a producir un gran número de álbumes.

Thelonious Monk

Gran pianista y compositor. Considerado como uno de los grandes representantes del jazz.

Billie Holiday

Una gran cantante de jazz norteamericana, que todavía sigue teniendo una gran influencia en todo el mundo. Con una voz y un estilo único, que la convirtió, según los entendidos en una de las grandes cantantes  de jazz de todos los tiempos. 

Ella Fitzgeral

La mejor cantante femenina de este género. Comenzó su carrera muy joven y tuvo la oportunidad de compartir  escenario con grandes cantantes como Louis Armstrong y Duke Ellington.

Películas con las cuales aprenderás todo sobre el fascinante mundo del jazz

Si quieres ser un verdadero amante del jazz, entonces aquí te compartimos un listado de las más emblemáticas que han sido llevadas a la pantalla grande.

  • Ray (EEUU, 2004): Una magistral película, que narra la vida y obra de una de los más grandes músicos de jazz y de soul como fue el conocido Ray Charles.
  • Jazz on a Summer´Day. (EEUU, 1960): La película ha sido catalogada como un film de gran valor histórico y cultural en todo el mundo.
  • Amy (Reino Unido, 2015): Narra la triste y conmovedora historia de una de las cantantes de jazz y blue de la época actual, Amy Winehouse. Murió muy joven, pero dejó un gran legado de temas escritos con su puño y letra, que le merecieron muchos reconocimientos y premios internacionales.

¿Cómo celebrar el Día Internacional del Jazz?

Aunque lo más probable es que este 2020 no se lleven a cabo encuentros o presentaciones en vivo para celebrar el Día Internacional del Jazz debido a la pandemia del coronavirus, que azota al mundo, existen otras maneras de no dejar pasar esta importante fecha.

A través de las distintas redes sociales, se puede compartir información sobre este interesante tema, ya sea publicando algún video, imagen o información de eventos que se hayan realizado en años anteriores, para que las personas, de una manera simbólica, puedan disfrutarlo desde la comodidad de su hogar con sus familiares. No te olvides de incluir la etiqueta #DíaInternacionaldelJazz.

José R. Pascual-Vilaplana
Cocentaina, 22 de abril de 2020
www.pascualvilaplana.com

La calle está vacía. El ruido del silencio resulta del todo agobiante. La distancia física (que no social) entre la gente, nos ha proporcionado un ambiente de frialdad para el alma, una especie de soledad emocional de consecuencias imprevisibles y de las cuales aún no somos conscientes. La cotidianeidad ha dejado de ser conocida; lo que creíamos normalizado o habitual se ha convertido en un recuerdo, y en muchos casos, en un anhelo. Más que estar inmersos en un estado de alarma, parece que estamos dentro de un estado de fragilidad en el cual desconocemos todo aquello que pensábamos tener controlado, un tiempo de absoluta incertidumbre en el mañana y en el cual hemos vuelto a evidenciar la debilidad de nuestra existencia.

Siempre está bien volver al ser humano, aunque sea en un momento tan duro y difícil para tanta gente. Al hecho de infectarse y de, en el peor de los casos, morir, se ha añadido la escalofriante soledad que ha envuelto los últimos días de aquellos que nos han dejado. Tal vez en este momento irremediable que a todos nos tocará vivir, se vuelve imprescindible la necesidad de estar con alguien, de sentirte querido y de saber, que, aunque hagas el último viaje solo, tienes siempre una mano cercana que te acaricia hasta el último aliento. Solos se han ido y solos se han quedado aquellos que querían despedirse, con un dolor agrio, con una pena punzante.

El rostro de nuestros mayores ha cambiado. La mayoría de ellos nacieron en mitad de una situación de penuria económica y vital, en donde la supervivencia no era una heroicidad, sino más bien una necesidad. Y ahora que concluían su experiencia vital, vuelven a vivir una situación que les descoloca y les trastorna. Los que nos ayudaban a cuidar a los nietos, ahora no pueden verlos. Y si tienen opción de mirarlos a través de una pantalla, intentan esconder las lágrimas para no afectar a los pequeños de la casa. La responsabilidad que la vida les ha enseñado ahora les hace tragarse la emoción en beneficio de los demás. Eso es lo que llaman generosidad. Cuando miras los ojos a nuestros mayores en medio de esta pandemia, puedes observar el rostro del miedo. Pero si ellos se dan cuenta de tu percepción, tienen la gentileza de actuar y transformar la situación para protegerte. Saben cual es su papel y no dejan de representarlo por muy difícil que sea la escena. La naturaleza de los progenitores es así de limpia.

Estas semanas pasadas solía encontrarme, en las salidas esporádicas, a un conocido que trabaja con ambulancias. Hace días que no le veo. Una amistad común me ha dicho que está confinado en casa, pues ha dado positivo. Cómo cambia el significado de la palabra “positivo” cuando se trata de una enfermedad. En este caso, el virus llega a un chico joven, con una hija pequeña, y que estaba trabajando por la salud de los demás. Los héroes de esta situación son gentes como él, que un día decidieron trabajar por la sanidad y ahora se han convertido en nuestros resortes para la esperanza con una entrega total y devota, con una responsabilidad de la cual podemos aprender todos los demás. La misma responsabilidad que tienen todos aquellos que abren sus tiendas para abastecer de alimentos a las casas confinadas o la que demuestran las fuerzas de seguridad que intentan controlar esta desconocida y terrible situación. En cambio, esta responsabilidad ha desaparecido de todos aquellos que aprovechan la situación para ganar votos o fama inocua e inoperante con el “yo ya lo decía”. Si tuviesen razón, al menos deberían mostrar decencia y no enarbolar el trofeo de la victoria hasta que haya desaparecido el recuento diario de víctimas.

Las actividades del confinamiento van desde las rutinas caseras más cotidianas, hasta las experiencias culinarias más diversas, las organizaciones de antiguos desórdenes, los ejercicios gimnásticos más inverosímiles o los cortes de pelo hechos con más voluntad que con maña. A las ocho salimos a aplaudir con los vecinos para agradecer el trabajo de todos aquellos que están sacrificando su vida para hacer que la de los demás continúe con una mínima dignidad. Se escucha música de compañeros que amenizan el momento, a veces somos nosotros quienes compartimos música desde casa. Después hacemos una tertulia entre los balcones y comentamos películas, libros, conciertos y todo aquello que estamos disfrutando en el confinamiento. La cultura se convierte en bálsamo de la tristeza y en trampa de soledades. Hoy me he levantado como siempre muy temprano, y al ver el calendario me he acordado que, hace cuarenta años, fui a tocar por primera vez a las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoi con la Banda de Muro, mi pueblo. Aquel veintidós de abril, a las seis de la mañana, estábamos en la Plaza de la Bandeja mi padre y yo vestidos de músicos para ver arrancar la primera diana. La corbata nueva, el uniforme grueso de estilo militar, el bombardino colgando y unos zapatos nuevos y relucientes eran el bagaje de un niño de nueve años que cuando acabó la diana estaba reventado de cansancio, pero feliz de haber vivido una experiencia única. Ni el frío viento que nos acariciaba al cruzar los puentes de la ciudad de Alcoi, ni el rigor de llevar el paso en la banda, ni la repetición insistente de aquellos melodiosos pasodobles habían eclipsado la magia del momento. Veía el rostro de los festeros y de aquellos que aplaudían desde las aceras, y con ello empecé a entender eso que llaman la catarsis.

Los músicos, como el resto de artistas, somos el recurso idóneo para combatir la monotonía y para enriquecer la vida con momentos irrepetibles. Todo el mundo habla de la utilidad del arte en tiempo de confinamiento. Esperemos que, al acabar este periodo especial, no se nos olvide. Cuando dentro de unos meses las bandas de música que han dejado de tocar en las fiestas (Fallas, Moros y Cristianos, Semana Santa, romerías varias…) y en sus temporadas de conciertos, así como los coros, grupos de música tradicional, etc. vivan momentos de dificultad económica, esperemos ver balcones llenos de gente que los apoyen, planes estructurales de ayudas específicas para el sector por parte de nuestras instituciones o de las entidades bancarias que entre todos ayudamos a reflotar en su momento. Seguro que los canales mediáticos que utilizan miles de actuaciones musicales grabadas gratuitamente a infinidad de variados grupos musicales, tendrán la generosidad de compartir con éstos los ingresos de publicidad que generan las emisiones repetidas de tales eventos. Quiero confiar en el sentido común de aquellos que hacen la cultura grande empezando por respetar la cultura pequeña, la que es más cercana a la gente, la que se produce con entrega y dedicación de miles de personas en nuestros pueblos y la que hace sentirnos orgullosos del lugar donde un día abrimos los ojos. Decía García Márquez: “…me niego a admitir el fin del hombre…”. Debemos confiar en la humanidad, conviene pensar que nada pasa sin dejar huella y que hay que aprender de lo que vivimos y vivir con lo que aprendemos.

Y ahora a seguir estudiando. No podemos dejar de hacerlo, pues en cuanto podamos compartir de nuevo nuestro trabajo, los artistas deberemos estar listos para continuar con la función: “The Show must go on”. Somos afortunados de disfrutar de lo que hacemos y de sentirnos felices cuando lo mostramos a los demás. Ahora estamos confinados y privados de libertad para movernos, pero nunca nada ni nadie podrá interrumpir la libertad de imaginar y de crear, pues vivimos y creemos en la utopía sostenible de nuestra tarea artística, la que nos compromete y nos alimenta las ganas de vivir. No confinemos a la razón y dejemos que nos muestre la vía más adecuada para seguir caminando en mitad de esta triste realidad que nos envuelve. La solidaridad auténtica nace de la sencillez y del sentido común: no se trata de repartir sólo lo que nos sobra, sino de compartir lo que tenemos.

Muchos ánimos a todos y a seguir bien.

Descargar artículo

dothegap Team

Sergio Presciutti es un artista argentino que vive en Barcelona. Actualmente, desarrolla su carrera como DJ y productor pero, para llegar hasta aquí, ha llevado a cabo un gran crecimiento personal en el que el viaje y el intercambio cultural han jugado un gran papel.

Si quieres conocerlo, aprender con su historia y descubrir su propuesta de intercambio cultural, ¡sigue leyendo!

Hemos leído en tu biografía que naciste en Buenos Aires, pero que no diste el salto como DJ hasta el año 2005 ya en Barcelona. Tras ello, marchaste a Berlín persiguiendo sonidos más minimal. ¿Qué importancia ha tenido el contexto cultural para ti respecto a tu crecimiento como músico? ¿Y en otros ámbitos de tu vida?

Ese fue siempre un factor fundamental, pero del cual fui consciente una vez pasado el tiempo y creo que así es como en general nos suele suceder. Así es como solemos aprender de todas esas experiencias que de algún modo siempre nos dejan huella.

Yo nací y crecí en Buenos Aires, una megápolis donde la pasión y la locura son características de nuestra cultura. Allá casi todo es pensado a lo grande, lo multitudinario; incluso la música que se escucha tiende, en general, a lo masivo. Incluso, necesitamos muchas cosas materiales para poder vivir felices.

Cuando empecé a viajar, me di cuenta de que realmente no hay nada mejor que la liviandad para poder moverse con facilidad. Esto me llevó incluso a deshacerme de legados familiares ligados a lo laboral y a reencontrarme con la música. Aunque desde muy pequeño fui un melómano y formé parte de grupos musicales, me costó implicarme directamente en ella, pero intuía que sería un camino largo y bastante solitario.

Entrevista a Sergio Presciutti, músico en busca de un nuevo intercambio cultural - DJ

Sin dudas el contexto social en Barcelona me aportó una libertad que en mi país no sentía. Viviendo en Alemania entendí que no hace falta ser súper popular si realmente sientes lo que haces y haces lo que amas, ya que eso tarde o temprano da sus frutos. En el momento en que decidí mudarme a Berlín prometí no salirme del camino, ¡más allá que luego tuviese que improvisar algunos desvíos! (Risas) Todo lo que fui aprendiendo en la vida lo apliqué para mi música y viceversa.

También sentí, con el tiempo, que en realidades como las de países latinoamericanos es más fuerte el legado familiar: ya sea por contar con un futuro laboral más seguro o bien por algo culturalmente inmerso en economías tan inestables. Lo cierto es que ese contexto no me dio tanto margen como para poner delante lo que realmente me apasiona.

Gracias a tus viajes, partiendo de un gran interés por la música electrónica, te has lanzado a profundizar en sonoridades más propias del folklore. ¿Cómo se ha producido este redescubrimiento?

Eso sucedió casi por accidente, en el camino de aprender música. Ya de regreso por Buenos Aires y después de unos años tomando clases de piano, me di cuenta que la guitarra es un instrumento ideal para que acompañe en el viaje. Comencé a tomar clases con un guitarrista del mundo del folklore argentino y eso me llevó a descubrir estilos, como la zamba o la chacarera, y a redescubrir otros géneros, como la bossa nova brasileña o el carnavalito boliviano. Fue un camino de ida. Me encontré fascinado al estudiar nuestros ritmos folklóricos, de una riqueza única: al entender su raíz afroamericana fui consciente del vínculo que mantiene con las otras rítmicas del resto del mundo.

Entrevista a Sergio Presciutti, músico en busca de un nuevo intercambio cultural - Mesa

Respecto a la cuestión anterior, ¿cómo combinas este aproximamiento tanto a la música electrónica como a la más arraigada en cada cultura? ¿Surge de tu propia visión como músico y persona?

Creo que surge más de mi visión como persona, lo que puedo aportar a la música electrónica desde una mirada latinoamericana sumado a algunos conocimientos de folklore. Como en tantas otras cosas de la vida, busco llegar a un equilibrio, lo cual suele ser siempre bastante subjetivo, y por eso termina siendo algo puramente intuitivo aprendido de la experiencia.

Hoy estoy particularmente enfocado en mi labor como DJ, que me encanta y que además supone entretener a la gente en un ámbito de baile. Entonces, la música que compongo tiene más que ver con eso, apuntada a lo rítmico, pero siempre con sentimiento.

En tu propuesta de intercambio cultural, destacas el proceso como la clave del enriquecimiento de quienes participéis mucho más que el resultado final. ¿Cómo imaginas esta actividad? ¿Nos podrías explicar alguna experiencia similar que ya hayas vivido?

He trabajado, por un lado, con vocalistas y sobre bases, reversionando canciones de folklore popular o bien temas modernos de artistas contemporáneos en donde el cambio estilístico juega un papel más importante que la creación en sí.

Entrevista a Sergio Presciutti, músico en busca de un nuevo intercambio cultural - Sesión

También tuve experiencias muy buenas grabando instrumentos como el violín, en donde el músico inicialmente improvisa sobre una base compuesta en conjunto previamente. Pero es luego, a partir de eso, que armamos toda la historia, muchas veces sin un plan exactamente estipulado. Es en esos casos que ya solo el proceso mismo resulta súper rico.

De ahí que considero que en estas experiencias de colaboración o intercambio artístico es fundamental el momento de creación, hasta tanto más que el resultado en sí.

¿Qué le dirías a un músico o aficionado a la música para animarle a vivir un intercambio cultural?

Simplemente, que se dejen llevar si sienten que esa experiencia puede ser un momento único, ya que muchas veces se está inmerso en la rutina, girándole a la rueda. Mientras tanto, nos pasan por al lado un montón de posibilidades para romper el círculo que ni siquiera somos capaces de verlas, y que sin haberlo pensado terminan por encauzar nuestras vidas.

¡Muchas gracias por tu tiempo, Sergio!

Vivir una experiencia de intercambio cultural como la que propone Sergio es una gran oportunidad para todo amante de la música y de su inmensa riqueza. ¿Te gustaría vivirla junto a él o proponer tu propio intercambio? Regístrate en dothegap.com.