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Dentro de los diversos estilos de pasodobles, hay uno muy especial, los Pasodobles-Himnos, composiciones musicales dedicadas a algún colectivo social, religioso, lúdico, festivo, deportivo, etc.

La palabra himno, tiene diversas definiciones dentro del Diccionario de la RAE, de las que nosotros nos vamos a quedar con la siguiente:

Composición musical emblemática de una colectividad, que la identifica y que une entre sí a quienes la interpretan.

Escrito en diapason / 12 mayo, 2022

Asimismo en su primigenia, un Himno es un canto o un texto lírico que expresa sentimientos positivos, de alegría y de celebración. En la antigüedad era una composición coral dedicada a una divinidad, y que fue retomada durante la Edad Media con pleno valor litúrgico en la literatura latina cristiana, como por ejemplo con el “Pange lingua” de Tomás de Aquino para la conmemoración del Corpus Cristhie.

Puede estar dedicado a dioses, un santo, un héroe o a una persona célebre, también puede estar destinado a celebrar una victoria u otro suceso memorable o a expresar júbilo o entusiasmo, aunque en este caso estaría mejor llamarlo oda.

Igualmente puede ser una composición musical que identifica a una colectividad, una región, un pueblo o una nación y que une a quienes la interpretan (como hemos dicho según la RAE), y a estos últimos pertenece la obra de la que vamos a hablar hoy.

Los Labradores es el Himno de la Federación de Peñas de San Isidro de Yecla, entidad encargada de la organización de las tradicionales y populares fiestas que durante el mes de mayo se celebran en la ciudad de Yecla, en honor de San Isidro Labrador.

Este pasodoble-himno está compuesto por el músico yeclano Pedro Navarro Ruano y tiene letra escrita por Inmaculada Navarro Ruano.

Portada “Los Labradores” Pasodoble Himno de la Federación de Peñas de San Isidro de Yecla.

La devoción en Yecla por San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, se remonta a los inicios del siglo XIX, cuanto entre los años 1816 y 1818 se constituyó la Real Empresa de Iluminación de Aguas de San Isidro, empresa fundada con el objetivo del alumbramiento de aguas en las inmediaciones del paraje del Cerrico de la Fuente, y que poco después fructificarían al conseguir alumbrar el nacimiento de un importante caudal, siendo el éxito de esta empresa el motivo para que se iniciase a celebrar el culto a San Isidro en Yecla, encargándose una imagen que fue puesta al culto en una capilla de la Ermita de Santa BárbaraA partir de esta fecha se empezó a celebrar la onomástica del Santo, con hogueras la tarde noche de la víspera el 14 de mayo, a las puertas de la Ermita de Santa Bárbara, donde se disparaban cohetes y tracas y repicaban las campanas y el día 15 de mayo, procesión por la mañana seguida de una Misa Solemne.

En el año 1941 se fundaron en nuestro país las “Hermandades Sindicales de Labradores y Ganaderos” las cuales se constituyeron bajo el patronazgo del santo madrileño, siendo las promotoras de las Fiestas en honor de San Isidro en toda España, entre ellas la de Yecla; Junto al Arcipreste Esteban Díaz, la Sección Femenina y las gentes del campo. En el año 1943, la Hermandad tomó el acuerdo de adquirir una talla de San Isidro al escultor alcoyano Miguel Torregrosa Alonso. La imagen llegó a Yecla el día 14 de mayo de 1945, celebrándose al día siguiente, 15 de mayo, la primera procesión en su honor y que sería el origen de las actuales Fiestas de San Isidro en Yecla.

Hasta 1948, los festejos eran fundamentalmente de carácter religioso. A partir de 1949 se empiezan a incluir otros actos como el desfile, la ofrenda y una exhibición de folclore local. En 1950 se incorporan carros engalanados, origen de las actuales carrozas, aunque la técnica de los “papelicos” aún tardaría otro año en llegar. Las Fiestas de San Isidro vivieron durante la década de los años 50 un periodo de gran consolidación y esplendor.

A partir de 1952 comenzó a realizarse la conocida como Batalla de Flores y el Concurso de carrozas. Durante la misma eran arrojadas desde las carrozas y balcones de las casas gran cantidad de flores, dulces, confetis y serpentinas y se estableció la primera entrega de premios a los mejores vehículos y animales engalanados, así como a los labradores y labradoras ataviados con el traje típico local. A partir de entonces han aumentado los premios, donados tanto por organismos oficiales como por empresas particulares. Los temas de las carrozas antiguamente iban relacionados con el campo y los títulos eran críticas en forma de verso. Hoy en día el tema ha variado, en la categoría de adulta son temas relacionados con el campo, Yecla y costumbres populares; mientras que en la categoría infantil, son más temas de fantasía.

Actualmente la Federación de Peñas está formada por más de 50 peñas federadas, lo que supone un total de más de 2000 peñeros/as que hacen que durante los días de fiesta la ciudad de Yecla sea un bullicio de color, música y alegría. La Federación organiza, junto con la Concejalía de Festejos una gran cantidad de actos, centrados en los dos fines de semanas más cercanos al día 15 de mayo.

El 14 de mayo de 2021, las Fiestas de San Isidro Labrador de Yecla, obtuvieron por parte de la Secretaría de Estado de Turismo la declaración de Interés Turístico Nacional, en reconocimiento a los valores culturales y de larga tradición cultural que representan. “La elaboración artesanal por parte de las peñas de las más de 60 carrozas que suelen participar en la Gran Cabalgata, representando aspectos relacionados con la labranza, convierten estas fiestas en unas celebraciones repletas de originalidad y de atractivo turístico para todos los visitantes que acuden a Yecla en esas fechas”.

Pedro Navarro Ruano:

Nace en Yecla (Murcia) en 1974. Comienza sus estudios musicales en la Escuela de música de la Asociación de Amigos de la Música de su ciudad natal. Continúa sus estudios en el Conservatorio Profesional de Música de Villena en la especialidad de trombón, en el que obtiene el Título de Profesor en 1998, perfeccionando sus estudios en dicha especialidad con los profesores Raúl García, Mario Calvo Ponce, Indalecio Bonet y Baltasar Perelló. Realiza cursos de dirección de Banda con José R. Pascual Vilaplana, Ricardo Correa y Jan Cober.

En su faceta como compositor ha estudiado con profesores como Ramón Ramos, César Cano, Andrés Valero y Emilio Calandín, Francisco Tamarit, Gregorio Jiménez  entre otros, con los que obtiene en 2006 el Título Superior de Composición en el Conservatorio Superior “Joaquín Rodrigo” de Valencia. Asiste a los cursos de Análisis Musical que Organiza el Festival de Música de Granada con los profesores Ivan Nommick, Francesc Cortés, Benet Casablanca, así como otros cursos impartidos por el compositor Sergio Blardony, Tomás Gilabert o la compositora y pedagoga húngara Katalin Szekely. Tiene en su haber distintas composiciones para banda, grupos de cámara, coro, así como obras electroacústicas. Su música ha sido interpretada tanto en nuestro país, como en otros países, Italia, Reino Unido, China, Japón, Corea del Norte, E.E.U.U.

Pedro Navarro Ruano.

En su labor como director de Coro, ha realizado cursos y seminarios con los directores Javier Busto, Albert Alcaraz, Esteban Sanz Vélez, Alonso Gómez Gallego, Marco Antonio García de Paz, Basilio Astulez, Julio Domínguez, César Alejandro Carillo, Tamara Brooks, Vytautas Miskinis, Rupert Damerell y Peter Phillips. Perfecciona su técnica vocal con los profesores José Ramírez, Carmen Lorenzo, Ricardo Castelló y Vincenzo Scarafile.

A lo largo de su carrera ha dirigido la Banda Juvenil de la Escuela de Música y el Coro Polifónico “La Purísima” de la A.A.M. de Yecla. En enero de 2008 se hace cargo de la dirección del Coro de la Unión Musical de Almansa (Albacete) y en 2009 del coro Voces de Hécula de Yecla (Murcia).

En julio de 2009 colabora con miembros de la Deustche Oper Berlin y su director de coro William Spaulding en la realización de la Ópera “La Flauta Mágica” en el I Festival Internacional de Música de Almansa.

En noviembre de este mismo año consigue el 1º Premio junto a la Coral Unión Musical de Almansa, en el V Certamen de Canción Castellana “Villa de Fuensalida” (Toledo).

En 2012 obtiene el Título Superior de Dirección de Coro bajo la tutela del profesor Ángel Martín Matute, en el Conservatorio Superior de Música de Murcia. Ha sido profesor de diversos Conservatorios de Música en la especialidad de Fundamentos de Composición, entre los que destacan Toledo, Almansa, Albacete, Alcázar de San Juan, Cieza, Jumilla y Pilar de la Horadada, así como el Conservatorio Superior de Castilla la Mancha.

Desde 2016 es socio fundador de Aedcoro, Asociación Española de Directores de Coro. En 2017 obtiene el título de Máster en Investigación Musical por la Universidad Internacional de la Rioja elaborando un trabajo de investigación sobre el análisis de la música de Tomás Luis de Victoria.

Actualmente compagina su labor de director de coro y compositor con la de docente como profesor en la especialidad de Fundamentos de Composición.

“Los Labradores” pasodoble-himno de la Federación de Peñas de San Isidro fue compuesto en el año 2004 por Pedro e Inmaculada Navarro Ruano, como autores de la música y la letra respectivamente, para representar el sentir de un pueblo en sus fiestas más populares.

Letra “Los Labradores”.

Según explican en la editorial GTE Música, donde se puede adquirir esta partitura: “La obra está estructurada en tres grandes secciones, a las que habría que añadir su introducción. Se trata de un Pasodoble que además hace las veces de Himno, ya que contiene un texto para ser cantado. Esta obra pretende poner música a las Fiestas de San Isidro Labrador que se vienen celebrando desde hace muchos años y que destacan por su gran colorido y participación de un pueblo totalmente entregado a ellas. Musicalmente hablando, la obra intenta adentrarse en el folclore y las tradiciones, es por ello que, tras la introducción, que recuerda al pasodoble “España Cañí”, comienza el 1º tema, elaborado con una melodía sencilla y pegadiza junto a su contrapunto, que rememora a los pasodobles clásicos de estilo taurino. Llegada la 2ª sección, el pasodoble se adentra en el folclore local, realizando citas literales de dicho folclore con el que tan ligada está esta fiesta vinculada a las tradiciones y a la agricultura. La obra finaliza con la 3ª sección que se adapta fielmente al texto. Texto que describe cada una de las escenas de la fiesta. Tema que, por otra parte, con el paso de los años, se ha hecho más popular en la ciudad y que recuerda a la música de un género tan nuestro como es la Zarzuela. En definitiva, es una obra pensada para representar a una fiesta multitudinaria, de corte sencillo y popular, que refleja el carácter y el sentir del pueblo yeclano”

En el siguiente vídeo, además de conocer las Fiestas de San Isidro de Yecla, podrán escuchar la grabación del estreno de dicho pasodoble realizada en el Teatro Concha Segura de Yecla, e interpretado por la Banda de Música y el Coro “La Purísima” de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, dirigidos por Ángel Hernández Azorín.

– Archivo Pedro Navarro Ruano

– Archivo de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla (AAMY).

https://federacionsanisidro.com/

https://gtemusica.com/

José Miguel Ibáñez Lax.

Durante los meses de marzo a julio de 2022 vamos a celebrar la vigésima edición del Ciclo “Aula de Conciertos”, organizado desde sus inicios por la Escuela de Música de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla y la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Yecla.

3 marzo, 2022 Escrito en diapason

Quién nos iba a decir que aquel proyecto que iniciamos con toda la ilusión del mundo en el año 2003, se convertiría en un clásico de la programación cultural de nuestra ciudad, y en un referente para muchos músicos de nuestra ciudad y alrededores, así como en una cita aguardada para todos los amantes de la música de Yecla.

Desde que comenzamos a gestar la posibilidad de crear este Ciclo anual de conciertos lo hicimos marcándonos unos objetivos prioritarios, que además debían de estar incluidos dentro de los fines principales de nuestra Asociación, como son el fomentar el conocimiento y disfrute de la música.

Poner en marcha, mantener y consolidar un Ciclo anual de Conciertos, para cualquier Asociación cultural sin ánimo de lucro, es un reto complicado pero que a la larga da sus resultados y reporta grandes satisfacciones, siendo además una de las motivaciones que determinó que el pasado mes de diciembre se reconociera, por parte del Ministerio del Interior, a la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, como entidad de Utilidad Pública.

La Escuela de Música de una sociedad musical, constituye el pilar básico y fundamental de esta entidad cultural, puesto que es la que aporta a todos los músicos, que luego nutren sus diferentes formaciones musicales. Pero una Escuela de Música es algo más, desde la misma también se debe potenciar el disfrute de la música en general, orientar a escuchar todo tipo de estilos, descubrir todas las posibilidades que nos ofrece este maravillo arte, educar y acostumbrar a nuestros alumnos a ir a conciertos en vivo, puesto que es en estos recitales donde realmente se aprecia la autenticidad de la Música. Un concierto en vivo siempre será algo muy especial, único e irrepetible.

Uno de los objetivos de nuestro Ciclo “Aula de Conciertos” ha sido el acercar, a los alumnos de nuestra Escuela, padres, socios y resto de ciudadanos de nuestra ciudad, a una Sala de Conciertos, y de esta manera ir acostumbrándolos a aproximarse a la música en directo, que como ustedes ya conocerán, en lo concerniente a la Música de Cámara, no pasa por sus mejores momentos.

Para todos estos músicos, en su mayoría aficionados o que acaban de finalizar su Grado Profesional o Superior de Música, les hemos ofrecido una oportunidad de poder interpretar su repertorio ante un auditorio, algo que les sería muy difícil de realizar en una programación “oficial”, siendo además, un gran escaparate para poder mostrar a la sociedad, los grandes músicos que formamos en nuestras Escuelas de Música.

En estos conciertos, que son totalmente gratuitos, se interpretan todos los estilos musicales, habiendo incluido en la programación de estos diecinueve años de existencia: música clásica, contemporánea, instrumental, piano a cuatro manos, canto, coro, música de autor, folk, jazz, big band, pop, rock, fusión, etc. Con este planteamiento hemos pretendido no cerrar la posibilidad de actuar a ninguno de los alumnos que forman parte de nuestra Escuela de Música, tanto en la parte, digamos más clásica, como a los que están estudiando en el Aula de Música Moderna.

Durante estos diecinueve años hemos pasado por varias Salas de conciertos: Aula de Cultura “Azorín” de la CAM, Auditorio Municipal de Yecla, Salón de Actos de la Casa Municipal de Cultura, y desde el año 2011, en la IX edición, en la Sala de Audiciones de la Escuela de Música “Edificio Casino Primitivo”.

Desde el año 2003 han participado en nuestro Ciclo musical un total de 940 músicos, la mayoría de nuestra propia Escuela, (profesores, alumnos, músicos de nuestra Banda, etc.) pero también, y eso nos está pasando cada vez más, por músicos de otras zonas de nuestro país, que van conociendo nuestro Ciclo, y que nos solicitan participar en el mismo, como por ejemplo: Murcia, Cartagena, Lorca, Molina de Segura, Guadalupe, Jumilla, Cieza, Alcantarilla, Caravaca de la Cruz, Santomera, Cabezo de Torres, Beniaján, Alicante, Elche, Villena, Alicante, Petrer, Vega Baja, Valencia, Requena, Real de Gandía, Benicarló, Liria, Fuente la Higuera, Játiva, Torrente, Onda, Albacete, Almansa, Caudete, Puertollano, Onda, El Vendrell, Monzón, Ciudad Real, El Tiemblo, Ávila, Madrid, Barcelona, Buenos Aires, etc.

Se han realizado 167 conciertos, de múltiples formaciones y estilos; con los que hemos conseguido crear un hábito a asistir a conciertos en vivo a muchas personas de nuestra localidad, alumnos, padres, profesores, músicos, socios, ciudadanos de Yecla, puesto que la media de asistencia a los conciertos en los últimos años ha superado las 120 personas por concierto, lo que para recitales en formato de Cámara, es un dato a tener muy en cuenta; y sobre todo estamos generando una actividad cultural en nuestra ciudad, que ya es esperada cada nuevo año por los melómanos de nuestra ciudad.

Uno de los problemas más importantes con el que nos hemos encontrado, como siempre, es la financiación del mismo, aunque los músicos no perciben nada por su concierto, puesto que se sigue considerando una parte más de su formación integral, sí que intentamos cubrir sus gastos mínimos, sobre todo de desplazamiento y una pequeña cena al final del concierto; pero en nuestro Ciclo sí que se genera otro tipo de gastos tales como publicidad, programas de mano, etc. Para poder hacer frente a este problema, nuestra solución fue buscar un grupo de empresas colaboradoras, un total de 20 durante estos años, y a las que aprovechando esta efeméride volvemos a agradecer públicamente su apoyo sin el cual este proyecto cultural no hubiera llegado a cumplir estos veinte años de andadura.

Para finalizar me gustaría dar las GRACIAS a todas las personas que de una forma han conseguido que este sueño que se inició en el mes de febrero de 2003, se haya consolidado. A la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Yecla, por su colaboración; a la Junta Directiva de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, por su apoyo y confianza; al Claustro de Profesores de la Escuela de Música, puesto que ellos son realmente nuestro nexo de unión con los alumnos y sus familias; a cada uno de los músicos que han participado en el mismo porque ellos ha dado vida al Ciclo; a cada uno de los voluntarios que de una forma desinteresada han estado siempre al pie del cañón para que todo funcionara perfectamente; a los medios de comunicación locales por su difusión; al público asistente que con su presencia nos ha dado el respaldo para seguir adelante y, una vez más, a cada una de las empresas colaboradoras.

Gracias a todos.

José Miguel Ibáñez Lax.

Sin ninguna duda, el trabajo que desarrollan las sociedades musicales en la actualidad es amplio, diverso y de gran repercusión en la cultura de nuestra Región

Escrito en https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/ el Martes, 14 diciembre 2021

Se mantienen sus escuelas de música, su pilar fundamental, siendo como ya hemos dicho en multitud de ocasiones, la única posibilidad que los ciudadanos tienen para poder acercarse e iniciarse en el mundo de la música; se sustentan sus agrupaciones musicales (Bandas, Coros, Grupos de Cámara, etc.); se realizan actos culturales, conciertos de diversos estilos, festivales, certámenes, ciclos de conciertos, publicación de libros, edición de discos compactos, cursos de formación, encuentros sociales, etc.

Aparte de la implicación de sus miembros en los actos lúdicos, festivos y culturales de sus localidades, participando en actividades organizadas tanto por los organismos públicos como por entidades privadas: Semana Santa, Moros y Cristianos, Carnavales, Ciclos culturales, Fiestas Patronales, de barrios, etc.

Esto está muy bien, y es una realidad innegable, lo que sucede es que a veces por diversos motivos, somos incapaces de DIFUNDIR todo lo que estamos haciendo, llegar al gran público, estar TODOS unidos en la divulgación de lo que generamos, crear expectación en los medios de comunicación, y sobre todo y es algo que siempre que se me ha pedido mi opinión he remarcado mucho: CREER FIRMEMENTE EN LO QUE HACEMOS.

Esta gran labor social y cultural lo lleva a cabo, (según fuentes del informe sobre el impacto económico y sociocultural de las bandas asociadas a la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia -FBMRM- realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena -UPCT-) un colectivo social. No olvidemos que nuestras cerca de 50 sociedades se componen de socios, de más de 29.000 personas; cerca de 5.000 músicos entre miembros de las bandas titulares, juveniles e infantiles; escuelas de música con cerca de 8.000 alumnos/as, con sus respectivas familias, y más de 320 profesores.

Por eso es necesario el ir implicando cada vez más, a los medios de comunicación de nuestras localidades, a los regionales, y porque no, a los nacionales. Con su ayuda, conseguiremos que poco a poco el ingente trabajo que desarrollamos desde las Asociaciones Musicales llegue a más y más personas. Es una tarea compleja, pero a nosotros eso no debe de asustarnos, acostumbrados como estamos a superar retos más complicados.

Soy consciente de que en cada localidad se está empezando ya a trabajar con los medios locales, siempre que existan; como ejemplo pondré el de mi ciudad, que es el que más conozco, y donde tenemos presencia actualmente en el semanario Siete Días Yecla, con una doble página al mes; Teleyecla Radio con el programa semanal “Diapasón Radio”; con el espacio mensual “Damos la nota”; elperiodicodeyecla.com, con una entrada en su zona de blogs a nuestra revista digital, y con el resto de medios que cubren cualquier noticia generada desde nuestra Asociación.

Pero necesitamos llegar a muchas más personas, introducirnos dentro de la sociedad, que sepan que existimos, que conozcan todo lo que hacemos y lo que generamos. Por eso es tan importante que se estén realizando colaboraciones como las que, desde la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia, se han puesto en marcha a través de espacios en diversos medios de la Región, o simplemente porque ya se estén empezando a preguntar quiénes somos, y de los que subrayamos:

En Onda Regional de Murcia, se emite dentro del programa “La Gramola”, que dirige el periodista Miguel Massotti, el espacio semanal “A bombo y platillo”, donde se van descubriendo todas la Sociedades Musicales de Murcia, y se habla de las noticias más importantes que generan las mismas o la propia Federación.

La televisión autonómica 7 Región de Murcia, dentro de su espacio “Clásica en la 7” lleva ya varios años grabando y emitiendo desde el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas de Murcia, la mayoría de los conciertos del ciclo “Bandas en el Auditorio”.

Existen varios portales en internet como Murcia.com, donde suelen insertar todas las noticias generadas desde las bandas de música.

La revista digital Diapasón que edita la AAM Yecla, inserta una entrada semanal donde se incluyen colaboraciones de cualquier tipo relacionadas con la música y sobre todo con el mundo de las bandas, con participación de músicos, compositores, directores, gestores, padres, socios, etc.

Y como no, destacar la labor que se desarrolla desde este blog incluido en La Verdad digital, uno de los grandes medios informativos de nuestra Comunidad Autónoma.

Yo no soy ningún especialista, sólo soy un apasionado de la música y miembro desde hace más de 45 años de una de las asociaciones que componen la Federación murciana, pero desde hace más de 30 años estoy implicado en la promoción de dicha entidad.

Por eso, y después de esta experiencia, creo que es tan importante lo que les he remarcado antes sobre la difusión y la unidad de todo el colectivo en la promoción de nuestro trabajo, e insisto mucho en lo de TODOS, puesto que aunque cada sociedad, cada alumno, cada músico, cada directivo, cada socio, pertenezcamos a una localidad diferente, luchamos por lo mismo, no somos adversarios, no somos rivales, puesto que la banda de cada pueblo, siempre será la banda de cada pueblo, aunque luego exista la lógica y sana competencia, pero que al final siempre peleamos por lo mismo, la MÚSICA.

Por eso a veces es muy importante, y más ahora en este mundo globalizado, y donde las redes sociales tiene tanta repercusión, que cuando aparezca en cualquier medio de comunicación o en internet, alguna noticia o evento relacionado con una de las bandas federadas todos marquemos el famoso “like” del me gusta, que compartamos, que comentemos, que entre todos creemos y creamos en nuestras BANDAS.

Y como conclusión, y siempre bajo mi humilde opinión, me gustaría recalcar porqué estas dos actitudes: DIFUNDIR y estar TODOS unidos, son tan necesarias, puesto que si logramos despertar el interés entre los medios de comunicación, suscitar expectación entre los ciudadanos de nuestra Región, trasmitir lo que hacemos y generamos correctamente, conseguiremos que poco a poco seamos un referente para toda la sociedad Murciana y sobre todo para los gobernantes de nuestra Comunidad.

Todos sumamos, todos somos Música, todos hacemos Banda, todos somos Federación.

José Miguel Ibáñez Lax.

Como ya hemos comentado varias veces en esta sección, dentro de este género musical existen varios tipos de pasodobles: pasacalles, zarzuelas, baile, marchas, tunas, concierto, festeros, regionales, canción, etc., cuya diferencia, además de sus características técnicas musicales, radica principalmente en el motivo u origen de su composición, para qué y porqué se compone dicha obra por parte del autor.

Escrito en diapason – 9 diciembre, 2021

El pasodoble puede ser parte de una zarzuela, incluso como ya vimos, de una ópera; puede estar pensado para ser cantado como canción, formar parte de una banda sonora, ser compuesto para desfilar en una fiesta determinada; interpretado durante los festejos taurinos, estar dedicado a una ciudad, región, comarca o a sus habitantes, costumbres y tradiciones, e incluso ser escrito para homenajear a un colectivo o a una persona en concreto.

La obra de la que vamos a hablar en este artículo es una mezcla de varios de los motivos anteriores, puesto que a su vez es una obra dedicada a una persona, escrita para homenajear a un colectivo como es una banda municipal y que se ha convertido en un pasodoble utilizado para desfilar en diferentes fiestas, especialmente en el levante español, y muy concretamente en las fiestas de Moros y Cristianos, aunque no solo en estas.

Se trata del pasodoble “Francisco Bravo”, del maestro Manuel Carrascosa, obra dedicada al músico villenense y fundador en el año 1922 de la actual Banda Municipal de Villena.

Familia Bravo-Gracia en el año 1903. Francisco Bravo y su esposa Consejo aparecen en el centro de la última fila. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Este es uno de los motivos por los que hoy hablaremos de dicho pasodoble, puesto que en el próximo año se cumplirá el Centenario de la banda de la vecina localidad de Villena, pero no el único, pues este pasodoble-marcha, sin saber muy bien porqué, y de una forma no escrita, -sencillamente se ha ido tocando año tras año-, se ha convertido también, en una de las bandas sonoras tradicionales de  las Fiestas Patronales de Yecla, puesto que es interpretado de una forma natural en varios momentos importantes de dicha festividad.

Francisco Bravo Gracia, nace en Villena el 1 de noviembre de 1876. Su familia era de clase media y con cierta holgura económica, dado el trabajo artesanal del padre, que por tradición familiar eran canteros y marmolistas, pero donde no existía ningún  ambiente musical.

Inicia sus estudios de primaria en la escuela de “La Tercia”, y con 9 años de edad comienza con su enseñanza musical de la mano de su primer maestro, el aguileño, Francisco Díaz Romero, fundador en 1887 de la “Juventud Musical Villenense” con la que el joven Francisco realizó su primera actuación con el oboe durante las fiestas de 1888.

En 1892, y tras la dimisión de Díaz Romero, toma el relevo hasta el año 1898 el alcoyano Camilo Pérez Laporta, prestigioso músico y compositor. Si importante fueron las enseñanzas de Díaz Romero, el magisterio de Pérez Laporta fue fundamental para que el joven Francisco descubriera su verdadera vocación musical.

Banda “Juventud Musical Villenense” 1988.  Director: Francisco Díaz Romero. Francisco Bravo es el cuarto de la tercera fila por la izquierda. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

En el año 1900, tras unos años difíciles en el que a punto estuvo de desaparecer la banda, Francisco Bravo, animado por sus compañeros, y a propuesta del Ayuntamiento se hace cargo de la dirección de la banda que en aquel momento estaba integrada por 18 músicos, puesto por el que no recibiría ningún tipo de retribución durante más de 11 años.

Se casó en 1902 con la villenense Consejo Crespo Marco, que tenía estudios musicales y una bonita voz de soprano, y con la que, y para poder mantener a su familia, impartían clases de música en su propio domicilio, encargándose Consejo del solfeo; academia a la que asistían cada vez más niños, y que luego ingresaban en la banda que llegó a contar por esta época con cerca de 45 miembros.

En 1909 organiza en el Teatro del Circulo Artístico, junto al maestro José Serra Dalmau, un extraordinario homenaje en honor a Ruperto Chapí, por el éxito obtenido con el estreno de «Margarita la Tornera». Formando parte unos pocos días después en la comitiva oficial, desde Villena se desplaza a Madrid para asistir a los funerales del compositor.

A partir del año 1911 el Ayuntamiento de Villena le asignaría un sueldo de 40 pesetas, que tuvo que complementar con la enseñanza en la academia que tenía en su domicilio. Tras unos años, la falta de apoyo, de estímulos, de ilusión, hicieron que la banda fuera a menos poco a poco hasta su desaparición en 1920.

Año y medio estuvo la ciudad de Villena sin banda de música, teniendo que ser contratadas para las fiestas las de las localidades vecinas de Caudete, Sax, Benejama o Biar, hasta que, y por iniciativa del alcalde Pedro Menor García, en el año 1921 se toma la decisión de crear una banda de música formada por niños de entre 8 y 14 años, para lo que se pone al frente a Francisco Bravo.

Banda Municipal de Música de Villena en 1922 año de su fundación. Director Francisco Bravo Gracia.  (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Este sería sin duda el mayor reto al que se enfrentó el maestro, puesto que había que crear una nueva banda de música desde cero. En junio de 1921 se puso en marcha la academia para formar a los futuros músicos, con la ayuda de su esposa Consejo, ciento sesenta niños educandos se matricularon en la misma. El 5 de septiembre de 1922 fue la presentación oficial de la joven Banda Municipal de Villena, compuesta por 65 componentes y que el próximo año celebrará su Centenario.

Francisco Bravo Gracia, fue además de un gran docente, un excelente instrumentista, llegando a ser un virtuoso del oboe, pero tocando también con cierta desenvoltura el piano. Su labor  como compositor es menos conocida, estando actualmente la mayoría de su obra desaparecida. Se sabe que compuso bastantes pasodobles del que sólo nos ha llegado hasta hoy el titulado “Julito”, dedicado a su hijo, así como polcas, mazurcas y demás bailables de la época, y por supuesto varias marchas moras.

Falleció en Villena el 24 de noviembre de 1934.

Sus hermanos también eran músicos. Julio tocaba la trompeta, Mario el fliscorno y Silverio era percusionista, los tres llegaron a pertenecer en algún momento a las bandas que dirigió el hermano mayor.

Varios de sus hijos estudiaron música. Francisco, el mayor, tocaba la flauta y también el piano, y era además compositor. Sucedió a su padre tras su muerte por un breve tiempo como director de la Banda Municipal. Julio era pianista y maestro concertador de la «Coral Ilicitana» de Elche. Su hija Boni también tocaba el piano, aunque sólo en las veladas de la familia.

Francisco Bravo Gracía. 1930. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

El Ayuntamiento de Villena, como reconocimiento a toda una vida en pro de la música en la ciudad, siendo alcalde Pascasio Arenas, rotuló una calle con su nombre. Asimismo como homenaje al maestro Bravo, el buñolero Manuel Carrascosa, director durante más de 40 años de la Banda Municipal en Villena,  le dedicó un pasodoble de ritmo airoso, con el nombre de “Francisco Bravo” que fue estrenado el 5 de septiembre de 1941.

Del autor Manuel Carrascosa García, del que hablaremos con más amplitud en esta sección en próximas entregas, -puesto que fue un prolífico compositor sobre todo de música festera-, destacamos que nació en Buñol el 17 de noviembre de 1911, siendo nombrado director de la Banda Municipal de Villena en 1939, dirigiendo la misma hasta el día de su jubilación en 1978.  En el año 1965 el Ayuntamiento de Villena le concedió el Título de Hijo Adoptivo de la ciudad. Falleció en Villena  el 10 de mayo de 1997. Por acuerdo del Pleno Municipal sus restos mortales fueron trasladados en 2013 al  Panteón Municipal de Personas Ilustres de Villena, ubicado en el Cementerio Nuevo.

Manuel Carrascosa García. 1977. (Foto cedida por www.villenacuentame.com)

Es autor de numerosas composiciones, de las que una gran mayoría son pasodobles y marchas dedicadas en gran parte a las comparsas de Moros y Cristianos de Villena, y que son consideradas por estas como su obra oficial. De todo su catálogo vamos a destacar, por la gran resonancia que tiene en su ciudad adoptiva, el pasodoble “La Morenica”.

Y como ya dijimos al inicio de este artículo, hemos elegido el pasodoble “Francisco Bravo” por ser una obra dedicada al fundador de la Banda Municipal de Villena, agrupación que el próximo año 2022 celebrará su centenario, como un granito de arena dentro de los actos de homenaje a nuestros compañeros y amigos villeneros.

“Francisco Bravo” pasodoble. Guion del director.

Además, y coincidiendo con las fechas en las que durante más de tres siglos y medio se celebran las fiestas patronales de Yecla, puesto que como ya indicamos este pasodoble se ha convertido, por costumbre, -pues no está reflejado en ningún documento escrito-, en una de las obras que los músicos que acompañan a las Mayordomías de nuestras fiestas, interpretan durante ciertos actos del protocolo que marca las ordenanzas de las festividades en Honor a la Purísima Concepción, Patrona de Yecla.

A continuación podremos visionar un vídeo, realizado como homenaje al maestro Manuel Carrascosa, y donde se puede escuchar su pasodoble “Francisco Bravo” interpretado por la Banda Municipal de Música de Villena dirigida por Pedro Ángel López Sánchez.

Fuentes:

– Archivo Banda Municipal de Villena.

– Archivo de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla (AAMY).

– http://www.villenacuentame.com/

 

José Miguel Ibáñez Lax.

Hablar de los archivos de las bandas de música es referirnos a una de las partes quizás más desconocidas y menos valoradas de las sociedades musicales, pero que a la vez son fundamentales para descubrir el funcionamiento, tanto de la parte artística como social de estas asociaciones, puesto que analizando su constitución se puede valorar históricamente desde qué obras se interpretaban en cada época, para quién se actuaba y porqué se realizaba.

Blog la Verdad/febandasrmurcia/ – Miércoles, 20 octubre 2021

La musicología española y los estudios históricos apenas han dedicado atención a las bandas de música y todo lo que las rodean, al considerarlas siempre una cuestión más popular que culta, sufriendo durante el siglo XX una fuerte marginalidad respecto a los mecanismos de distribución y circulación de la música en las grandes ciudades de nuestro país, unido a que estas entidades tuvieron un gran desarrollo durante el siglo XIX, un periodo complejo y hasta no hace mucho tiempo descuidado de nuestra historia musical, o a la vinculación general que se tenía de las bandas de música con fiestas y ceremonias populares, que si bien contaban con una gran relevancia social, les privaba de la consideración artística que dio prestigio a otras formaciones y estilos musicales durante tiempos pasados.

Por supuesto que cuando nos referimos a estos registros, no sólo lo hacemos enfocado, a pesar de su gran importancia, al archivo musical, sino también al que componen toda la documentación administrativa e histórica de cada entidad cultural.

La historia de la música, y por ende la de sus bandas de música, -yo me centraré en la de Yecla que es lo que más conozco-, se remonta a varios siglos de antigüedad, teniendo periodos donde han habido más de una banda de música que se han alternado con otros donde no ha existido ninguna, y vinculados sobre todo desde el siglo XIX a linajes familiares que han sido los que han transmitido e impulsado el amor por la música en sus ciudades, como por ejemplo los Ortuño en Yecla o la familia Santos en Jumilla.

Según un documento encontrado en el Archivo Municipal de Yecla, en el año 1869 hay constancia de la existencia de una banda de música, al frente de la cual estaba D. Francisco Antonio Martínez, quien por medio de una carta que remite al Ayuntamiento, alegaba que al bajar el presupuesto que se dedicaba a la enseñanza musical, ese año, el nivel de la academia, era inferior al de años anteriores, curiosamente un problema que con el tiempo se ha hecho crónico. Los primeros datos sobre la existencia en la comarca del Altiplano de bandas de música, con un formato semejante al actual se remonta a principios del siglo XIX, pero eso no quiere decir que antes de esta fecha no existieran formaciones o agrupaciones musicales con participación de músicos locales.

Según D. Miguel Ortuño, antiguo Cronista oficial de la Ciudad de Yecla, en los primeros años del siglo XVIII, ya hubo fiestas con participación de músicos. Estas fiestas eran un interesante precedente de las que ahora tanto abundan con el nombre de “moros y cristianos”, se celebraron en la festividad de San Roque del año 1608, con la denominación de “africanos y cristianos”, en donde cada bando tenía su capitán, su alférez y su sargento. No tuvieron continuidad, aún cuando en el siglo XVIII se intentó resucitarlas, esta vez con el nombre de “turcos y cristianos”; fue en septiembre de 1746, con motivo de la proclamación de Fernando VI como rey, destacando el aspecto musical que fue extraordinario, ya que no solo actuó la música de Yecla, aumentada con “violines, violón, bajo y chirimías”, sino que se reforzó con la Banda de Música de Onteniente, que trajo también “dulzainas y danzas de valencianos”.

Por dicho motivo, estos archivos, tanto de partituras como documentos, sean públicos, privados, eclesiásticos o de las propias sociedades musicales, son un tesoro que hay que recuperar, cuidar y poner en valor, promoviendo su estudio en profundidad y posterior catalogación, con el objetivo final de poner a disposición de estudiosos, investigadores y público en general, todos los recursos musicales de cada ciudad que se vayan descubriendo, y que además se deberían de ir complementando con información bibliográfica, discográfica y audiovisual.

Banda Municipal Yecla 1927.

Ni que decir tiene que además de toda la documentación histórica alojada en los archivos municipales, notariales, eclesiásticos, etc., habría que unir la gran cantidad de información no publicada en propiedad de las propias bandas, como son los archivos administrativos, los libros de actas, las partituras manuscritas, información sobre compositores locales y sus obras, las fotografías, los diplomas, los registros sonoros y audiovisuales, los instrumentos tanto en uso como antiguos, documentos y material que sin lugar a duda nos ayudaran a poder construir argumentos tanto históricos como científicos, y que se ha ido generando durante todos estos años de historia de la música en nuestra región.

Como ejemplo y centrándonos en el legado de las partituras, en la ciudad de Yecla nos encontramos con las obras de los miembros de la familia Ortuño, más concretamente con las de José Juan Ortuño Rubio, así como con todo el archivo de obras manuscritas que fue cedida por la familia de D. José Ortuño a la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, y de la que casi por casualidad, puesto que aún no se ha investigado a fondo, se descubrió una obra que fue grabada en el Cd “Huellas y Memorias” editada en Bassus Ediciones por Pedro Rubio Olivares, que resultó ser la obra más antigua del archivo yeclano, y que es una «Fantasía obligada de clarinete», una pieza compuesta alrededor de 1860, de autor anónimo, y con una instrumentación de reducidas dimensiones en la que todavía no aparecen los saxofones.

Concluyendo, para las sociedades musicales de la región de Murcia, sus archivos son un patrimonio que hay que estudiar y proteger, porque además de la importancia de la función actual, como base de todas las partituras que con el trascurrir del tiempo son interpretadas por sus bandas de música, -siempre supervisadas por el archivero, ese personaje al que siempre deberemos de estar infinitamente agradecidos por su encomiable trabajo- estos registros son el testigo de la historia de la música en cada uno de nuestros pueblos.

Cuidar, estudiar, proteger los archivos tanto municipales como privados de nuestras asociaciones no es un punto de llegada, sino un inicio del camino; una herramienta pensada para facilitar el trabajo a los investigadores e historiadores, mostrándoles la documentación que vayamos recuperando, poniéndola a su servicio, así como al de cualquier persona interesada en la historia tanto de la música como de cada una de nuestras localidades.

Es obligación de todos proteger este inmenso legado. Sé que los presupuestos de las Sociedades Musicales están muy limitados, por lo que espero y deseo que esta labor sea apoyada por quien corresponda, al igual que se ha hecho en otros lugares como la Comunidad Valenciana, y no se pierda toda esta información tan fundamental para preservar nuestra historia y a la vez afianzar nuestro futuro.

José Miguel Ibáñez Lax

La Cartagena de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con sus múltiples cafés repartidos por las calles de la zona portuaria, convertidos en el centro de reunión de la sociedad cartagenera, debido, entre otras circunstancias, a la gran actividad cultural que estos locales generaban, entre ellas interpretaciones musicales de diversos tipos y estilos, incluidas la de pequeñas bandas de música que animaban las noches con sus melodías.

Escrito en diapason – 22 julio, 2021

Esto, unido al carácter militar que desde siempre ha tenido Cartagena, hizo obvio que uno de los estilos que más se interpretaran por cada rincón de la ciudad fuese el pasodoble.

De esta manera, en la ciudad portuaria vieron la luz tres de los pasodobles más conocidos y populares del momento, y que han llegado a serlo hasta nuestra época, pasando a la historia con el sobrenombre de los tres pasodobles cartageneros, tal como recuerda el monolito colocado en su memoria en la Plaza del Rey, frente al Arsenal Militar de la localidad.

Por orden cronológico destacan estos tres: “La Gracias de Dios” (1880), compuesto por el leridano Ramón Roig y Tomé; “Suspiros de España” (1902), escrito por el jienense Antonio Álvarez Alonso y “El Abanico” (1910), obra del ilicitano Alfredo Javaloyes.

Cartagena principios del Siglo XX.

Hoy vamos a centrarnos en “Suspiros de España”, pasodoble que, entre otras cuestiones, desde hace décadas ha sido identificado con el sentimiento de nostalgia  para muchos españoles que tuvieron que emigrar o exiliarse de nuestro país, tanto por motivos políticos como económicos. Siendo incluso utilizado tras la guerra civil española por la emisora clandestina de ideología comunista “Radio Pirenaica”, que emitía desde ciudades como Praga y Moscú, puesto que este pasodoble simbolizó para algunos la nostalgia del país perdido.

Curiosamente esta obra, una de las grandes partituras de este género de la música española, que ha gozado de gran éxito y popularidad desde el día de su composición, a principios del siglo XX hasta la actualidad, no pudo ser disfrutada por su autor, puesto que murió justo un año después de su estreno, tras una vida breve y llena de sinsabores.

Según indica el músico cartagenero García Segura, el origen del pasodoble pudo ser el siguiente: Antonio Álvarez Alonso, había llegado a Cartagena en el año 1897 al frente de su propia compañía de zarzuela, que representaba sus propias obras. A la vez, y debido a que su economía no era muy boyante, además de componer, impartía clases de música y formaba parte de un sexteto musical que el mismo había fundado.

Por las noches ofrecía conciertos amenizando las veladas del café La Palma Valenciana, situado en la calle Mayor de la ciudad. Una noche, al finalizar su actuación mostró a un grupo de amigos que se encontraban con él una melodía en estilo de pasodoble y que había escrito sobre una mesita del propio café. La misma fue acogida por todos con gran entusiasmo debido a su maravillosa inspiración.

En su recorrido nocturno, a través de las calles del centro histórico de Cartagena, el músico se detuvo delante de la Confitería España, que estaba situada frente al café donde realizaba sus actuaciones, y observó unos pasteles típicos, de almendras caramelizadas y merengues denominados “Suspiros” lo que le inspiró el nombre para su nueva partitura.

Sin embargo esta hipótesis del origen del pasodoble, aunque para la mayoría seguirá siendo la más emotiva y bonita, ha sido descartada por otros historiadores como Fernández García, quien asegura que la obra no pudo ser presentada en el café La Palma Valenciana, puesto que el maestro falleció en el año 1903, y este café no se inauguró en la Calle Mayor hasta el año 1911, apuntando algunos de estos investigadores que fuese en el Café España, situado también en la calle Mayor, donde se produjese dicha inspiración.

Portada “Suspiros de España”

“Suspiros de España” fue estrenado el día del Corpus Christi del año 1902, en la Plaza de San Sebastián de la ciudad departamental, por la Banda de Música del 3º Regimiento de Infantería de Marina, actual Tercio de Levante, dirigida por Ramón Roig y Tomé. Dicho estreno no pudo ser dirigido por el propio Álvarez Alonso, dada su condición de civil, puesto que las ordenanzas militares impedían que el maestro Roig, amigo personal del autor, le cediera la dirección de la Banda Militar.

En el año 1938 se le añadiría la letra escrita por el sobrino del compositor, José Antonio Álvarez Cantos (1897-1964), para ser interpretado por la popular cantante de la época Estrellita Castro en la película “Suspiros de España”, dirigida por Benito Perojo. Ha sido versionado, incluso en ocasiones cambiando la letra original, por importantes figuras de la canción española, entre ellas la gran Concha Piquer, con la versión compuesta por el Maestro Penella “En tierra extraña”.

Además ha sido utilizado en el cine en varias ocasiones: En la película “Suspiros de Triana” (1955) cantado por Paquita Rico; Carlos Saura lo utilizó en “¡Ay, Carmela!” (1990); En “La estanquera de Vallecas” (1982) de Eloy de la Iglesia; Al inicio de “El florido pensil” (2002) de Juan José Porto; En el año 2003 Diego el Cigala realizó una versión para el film “Soldado de Salamina” de David Trueba; “Rec 2” (2009) de Jaume Balagueró y Paco Plaza, incluye en su banda sonora la canción “En tierra extraña” interpretada por Concha Piquer; También es usado, dándole un aire más trágico, en “Buen viaje excelencia” (2003) de Els Joglars; Y más recientemente en la cuarta parte de la serie “La casa de papel” (2020) del Alex Pina.

Además, este pasodoble fue utilizado como parte de la banda sonora de la ceremonia de inauguración de los Juegos del Mediterráneo que se celebraron en Almería en el año 2005.

Antonio Álvarez Alonso.

Antonio Álvarez Alonso.

Nació en Martos (Jaén) en 1867, quedando huérfano a muy temprana edad.

Se trasladó a Madrid para estudiar, junto a su hermano, en la Escuela Nacional de Música donde se formó con  los maestros Dámaso Zabalza y Emilio Arrieta.

Su papel como intérprete de piano fue muy discreto, pero destacó en el mundo de la composición.

Entre sus obras musicales, escribió más de veinte zarzuelas, compuestas con la colaboración de los más reconocidos letristas de la época, como son Antonio Paso Cano, Tomás Rodríguez Alenza, Eugenio Gullón y Fernández de Terán, Enrique García Álvarez, entre otros; destacando como su obra más célebre el pasodoble “Suspiros de España”.

En 1897 llega a Cartagena al frente de una compañía de zarzuela que representaba sus propias obras y de la que Álvarez era a la vez, director de orquesta y empresario, y además de continuar con su faceta compositiva impartió clases de música y fundó un sexteto con el que actuaban en diferentes locales de la ciudad.

Monumento homenaje de la ciudad de Cartagena a Antonio Álvarez Alonso.

Fue considerado como “Cartagenero de Adopción” por toda la labor y cariño que mostró hacía esta ciudad.

Entre sus obras, aparte del pasodoble al que estamos dedicando este artículo, destacan las zarzuelas: “El gran visir”, “Las niñas toreras”, “El traje del alcalde”; el cuarteto para cuerdas con el título de “Las hormigas”; el capricho “Danza negra”; varias marchas lentas e himnos, de los que destacan el dedicado a la “Virgen del Carmen”, patrona del mar y varios pasacalles y pasodobles.

Falleció en Cartagena el 22 de junio de 1903.

Para esta nueva entrega de A dos por cuatro, vamos a escuchar una versión del pasodoble “Suspiros de España” del maestro Antonio Álvarez Alonso, interpretada por la Unidad de Música de la Guardia Real dirigida por Enrique Blasco, durante el concierto con motivo del Día de la Hispanidad, celebrado el 12 de octubre de 2019, en el Teatro Lope de Vega de Madrid.

– Diccionario de la Música Española e Hispanoamérica. Vol. VIII. Emilio Casares Rodicio, J. López, I. Fernández. SGAE. 1999. IBSN 84-8048-311-3.

– Archivo de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla (AAMY).
– En línea: https://datos.bne.es/persona/XX851460.html

http://www.memoriadecartagena.es/

José Miguel Ibáñez Lax.

Quiero dedicar este pequeño artículo a todas aquellas personas que nos marcaron el camino a seguir dentro de cada una de nuestras sociedades musicales.

A esos hombres y mujeres que, prácticamente sin medios pero cargados de muchos sueños e ilusión, hicieron posible que hoy seamos lo que somos.

A nuestros veteranos, a los que nunca estaremos lo suficientemente agradecidos por el trabajo que desarrollaron.

https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/ – Martes, 8 junio 2021

Ahora estamos viviendo una época convulsa para todos, donde las dificultades crecen e incluso a veces también crece la desilusión. Pero no debemos caer en el desánimo y, como ellos hicieron en otros tiempos, tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas para sobrepasar todos los obstáculos e inconvenientes que vayan surgiendo.

Hace algunos días finalizó la Semana Santa, festividad religiosa con un ingente trabajo y protagonismo para los músicos que formamos parte de las bandas de música de España, y sobre todo de zonas como la Región de Murcia por su gran tradición procesional. Pero este año, ante la consabida situación sanitaria, no ha habido procesiones, aunque sí muchos actos y conciertos dedicados a la música escrita específicamente para estas fechas en prácticamente todas las localidades de nuestra Comunidad Autónoma.

La palabra procesión, dentro de sus acepciones, tiene una con la que, coloquialmente, creo que el mundo bandístico está muy identificado: “acto de ir ordenadamente de un lugar a otro muchas personas con algún fin público y solemne, frecuentemente religioso”. Esto es lo que todos hacemos; seguir nuestro CAMINO, unidos y ordenadamente, para conseguir un fin público que, en este caso, no es religioso, sino educativo, social y cultural: el fomento y conocimiento de la Música. Y ese camino, como ya dije al principio, se lo debemos a todos nuestros mayores por inculcarnos el amor por lo que hacemos, por demostrarnos con su ejemplo cómo debemos comportarnos, por hacernos sentir miembros de pleno en nuestros colectivos, por motivarnos para luchar sin descanso por nuestros proyectos, por educarnos en el respeto y la tolerancia, por darnos el ejemplo que nos dan de compromiso y responsabilidad, y, sobre todo, por habernos transmitido quizás lo más importante, que es el AMOR por la MÚSICA.

Ellos, nuestros mayores, nos enseñaron que en una sociedad musical cabemos todos: los que piensan de una forma o de otra, hombres y mujeres, jóvenes y veteranos, creyentes o no, del Madrid o del Barcelona…, pero siempre unidos por el respeto a este bello arte. Gracias a ellos hemos aprendido que el trabajo que realizamos para el resto de la sociedad es fundamental, puesto que en muchas poblaciones somos la única posibilidad que existe para que sus habitantes, sobre todo la parte infantil y juvenil, puedan acceder a la educación musical con todas las ventajas que conlleva; no solo las artísticas, sino también aquellas que son todavía más importantes que las anteriores, las que contribuyen a la formación integral de las personas, que son los valores que se transmiten: educación, respeto, tolerancia, trabajo en equipo, organización, compromiso, responsabilidad, superación… Además, y en esto puede ser en lo que más estemos fallando, con su ejemplo nos han demostrado que todos somos útiles, que cualquier persona, aunque en un momento determinado no piense exactamente igual que los dirigentes del momento, es totalmente válida para conseguir el objetivo final, ya que la suma de todos los pensamientos e ideas, sean o no convergentes, nos harán con el transcurrir del tiempo mucho más fuertes. Nadie sobra, todos hacemos falta.

Ahora la obligación de todos los que formamos parte de las sociedades musicales de la Región de Murcia (dirigentes, socios, músicos, padres, alumnos, simpatizantes…) es continuar con ese CAMINO que ellos nos marcaron. Debemos seguir transmitiendo a los que vayan llegando todos esos valores que nos inculcaron, y, sobre todo, CREER firmemente y sin fisuras en lo que hacemos.

Son tiempos difíciles, pero los suyos también los fueron, y ellos los afrontaron con una actitud y decisión inquebrantable, superando todas las adversidades con las que se fueron encontrando. Las sociedades musicales nunca lo hemos tenido fácil, siempre nos han faltado recursos, apoyos, ayudas…, lo que nos ha forzado en muchas ocasiones a trabajar bajo mínimos, situación que hemos superado con trabajo, ideas, esfuerzo, ilusión, optimismo…. Y volveremos a hacerlo porque lo llevamos en nuestra identidad como colectivo.

Por todo esto, muchas gracias a todos ellos, a los mayores, a los veteranos. Supongo que en cada lugar tendréis los vuestros, pero yo, en esta ocasión, quiero dedicar estas palabras a los de mi banda, a los que están y a los que ya nos dejaron: a Luis, el maestro Ortuño, Perico el flauta, Martín, Pepe, Ángel, Andrés, Galiano, Noño, Perete, Cayetano, Pepe el Pintor… (Perdón por los que seguro me dejo en el olvido). Y también a los que formamos mi generación que ya estamos casi llegando a ser los semiveteranos: Bartolo, Ernesto, Carpena, Manolo, Vicente…, porque ahora nos toca a nosotros ser los trasmisores de todos estos valores a los que nos siguen, ni más ni menos que EL CAMINO A SEGUIR.

José Miguel Ibáñez Lax

Durante los últimos meses, lamentablemente, se ha hablado mucho de cómo se ha visto afectado, durante este año tan especial por la crisis sanitaria de Covid-19.

La situación de las Sociedades Musicales, sus bandas de música, sus escuelas y de todo el movimiento musical y cultural que se desarrolla alrededor de las mismas.

Puesto que las ha dejado bajo mínimos tanto en la parcela económica y social, como en la educativa y cultural, ya que a todas les ha perjudicado en menor o mayor grado.

Fuente: https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/ – Miércoles, 16 diciembre 2020

Imagino que como todas las demás circunstancias que rodean nuestra vida, y que también han sido alteradas por esta nueva normalidad, todo irá volviendo a la calma. Pero quizás sería un buen momento para que desde todas las partes implicadas (sociedades musicales, federaciones, ayuntamientos, consejerías autonómicas, ministerio de cultura, músicos profesionales, profesores, etc.) se analicen estas circunstancias con tranquilidad y voluntad de llegar a soluciones, puesto que la música, y en correspondencia las sociedades musicales que en muchos pueblos y ciudades de nuestro país son la única forma de acceso a este arte a través de sus escuelas de música, se encuentra en una situación límite por la falta de apoyo, la ausencia de una legislación adecuada, la escasa financiación, los pocos recursos, las, muchas veces, deficientes infraestructuras, etc.

En la mayoría de los casos, estos proyectos, sus escuelas de música, bandas de educandos, bandas de música, etc. siguen adelante por el trabajo y esfuerzo titánico de las personas que las dirigen, muchos de ellos de forma casi heroica, y que siempre están al pié del cañón, luchando, trabajando, aportando su tiempo libre que roban a sus familias, incluso algunas veces aportando su propio capital, y a los que nunca estaremos lo suficientemente agradecidos.

Durante los meses de confinamiento se ha vuelto a demostrar que la cultura es esencial para toda sociedad que se precie. Durante esos días de aislamiento en casa, todos hemos consumido, mucha cultura: libros, cine, música, arte…, sin contar con la cantidad de actuaciones musicales improvisadas desde nuestros balcones o grabadas por infinidad de músicos de forma online, desde sus domicilios, y haciendo lo que mejor saben hacer: transmitir sus sentimientos a través de las notas musicales.

Este gran consumo de cultura ha supuesto para muchas personas la válvula de escape para controlar la ansiedad generada, reforzar la autoestima y el sentimiento de pertenencia a una sociedad, lo cual vuelve a poner en evidencia la imperiosa necesidad de dotar de los suficientes apoyos económicos, legislativos y de cualquier índole de las instituciones públicas correspondientes, pero ya no por la situación creada por la Pandemia, que también, sino para que se perpetúe en el tiempo, y de una vez por todas la Música y, en su caso, las sociedades musicales que, en la mayoría de los pueblos y ciudades de nuestro país son las que ofrecen la única posibilidad de acercarse a este bello arte, puedan seguir fomentando el disfrute y conocimiento de esta disciplina artística.

Imagino que será una tarea complicada, porque ahora todos los sectores necesitan de la ayuda de las administraciones públicas, pero desde estas líneas les pediría que no nos olviden, que también piensen en nosotros, y en lo mucho que aportamos a la sociedad, la cultura es fundamental, y se ha vuelto a demostrar en estos tiempos tan difíciles que nos está tocando vivir.

Enumerar todas las deficiencias que haría falta solucionar para equipararnos a la mayoría de los países con los que conformamos la Unión Europea, sería muy prolijo, porque atañen a muchos aspectos: educativos, culturales, sociales, económicos…; pero humildemente solicitaría a los responsables políticos que corresponda, que nos tengan en consideración, que nos escuchen, que nos atiendan, porque con casi toda seguridad somos uno de los colectivos que más sufre dichas carencias y, más ideas y propuestas para solucionarlas puede aportar.

No quisiera concluir sin poner una nota positiva, porque a pesar de todo, siempre hay cosas que nos animan a seguir adelante, nos llena de energía, y sobre todo nos hacen sentirnos orgullos de nuestro trabajo.

Gracias a los directivos de nuestras sociedades musicales por su denodado esfuerzo para explicar y convencer a nuestras autoridades municipales de la necesidad de apoyarnos y buscar recursos por todos los medios; a los padres, madres y alumnos de las escuelas de música por su confianza y apoyo incondicional; a los profesores y resto del personal de las academias por su esfuerzo y profesionalidad, porque nos ayudaron a afrontar los duros meses del confinamiento, y ahora lo están haciendo con las clases presenciales manteniendo al máximo el cumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria de los centros; a cada uno de los músicos que integran nuestras bandas de música por su implicación, entrega y buen hacer; a nuestras familias por animarnos; a nuestros socios, por ser nuestra masa social siempre, también como ahora en los malos momentos, a todas las personas y empresas que nos han apoyado tanto económica como moralmente; a los funcionarios tanto de Sanidad como de Seguridad Ciudadana por habernos orientado a la hora de afrontar esta difícil situación; a los Ayuntamientos por haber entendido que nuestra labor era totalmente necesaria.

Muchas gracias a todos.

José Miguel Ibáñez Lax.
AAM de Yecla.

Vamos a dedicar nuestra tercera entrega a un pasodoble que ya solo con su nombre nos indica qué inspiró a su autor a componerlo, qué motivó su escritura ya quién va dedicado.

Nos referimos a una obra que, para todos los yeclanos, con tan solo escuchar su primer compás, nos recuerda a nuestra tierra y, desde hace ya algunas décadas, a nuestras Fiestas Patronales, las cuales este año, debido a la pandemia del COVID-19, no se van a poder celebrar. Nos referimos al pasodoble “Corazón Yeclano”, compuesto por nuestro paisano Octavio Juan Palao.

Fuente: 2 diciembre, 2020 – Escrito por diapason

Como ya comentamos en el primer artículo de esta sección, existen diversos tipos de pasodobles: de concierto, taurinos, marchas, festivos, regionales, canción, etc.). Entre los pasodobles considerados regionales, por supuesto, hay tanta variedad como regiones: gallego, asturiano, andaluz, vasco, valenciano, catalán, aragonés… Ejemplos de ello son «Aires gallegos», «Viva la jota» y «Sabiñán» de Pascual Marquina, «Los de Aragón» de José Serrano, «Islas Canarias» de José María Tarridas, «Iscar en Fiestas» de Eugenio Gómez, «La Kermés de las Vistillas» de José María Martín Domingo, «Puenteareas» de Reveriano Soutullo, «Santander» de Ernesto Rosillo,…

Por su abundancia merecen un capítulo aparte los pasodobles andaluces y los falleros o valencianos. Entre los primeros se encuentran, entre otros, «Al son de mi pasodoble» y «Cuna cañí» de Bolaños y Ángel Ortiz de Villajos, «En er Mundo» y «Talento» de Juan Quintero, «Recuerdos» de Eugenio Gómez, por citar algunos. Y entre los valencianos «L’entra de la murta» de Salvador Giner, «El Fallero» de José Serrano, «El Socarrat» de José Terol Gandía, «La Entrada» de Quintín Esquembre, o «Les fogueres de San Chuan» de Luis Torregrosa García.

Este tipo de pasodobles se caracterizan o porque se inspiran en el folclore típico de cada una de las regiones de nuestro país o bien por estar dedicados a alguna ciudad, comarca, fiesta o simplemente a los habitantes de una zona determinada, resaltando el carácter que los identifica como sociedad.

“Corazón Yeclano”, aunque sería difícil de encuadrar dentro de un estilo o de otro, quizás al estar dedicado por el autor a nuestro pueblo, al carácter que nos identifica como yeclanos, entraría dentro de la categoría de pasodobles de concierto. Pero, a la vez, se podría incluir dentro de los denominados regionales o, incluso con más certeza, a los locales u obras dedicadas específicamente a una ciudad concreta, en esta ocasión a Yecla.

Sea como fuere y tras su utilización como sintonía por las diferentes emisoras de radio locales, sobre todo a partir del año 1979 durante los programas emitidos por Radio Yecla y dirigidos por Francisco Ortin “Koki”, con motivo de la conmemoración del 25 Aniversario de la Coronación de la Purísima Concepción, patrona de Yecla, este pasodoble se convirtió en una melodía que nada más empezar a sonar las primeras notas todos los yeclanos lo relacionamos con dichas fiestas decembrinas de nuestra ciudad.

Este año no vamos a poder celebrar dichas fiestas debido a la crisis sanitaria motivada por el COVID-19, por lo que desde la revista Diapasón,  y concretamente desde esta sección dedicada al género del pasodoble, queremos aportar nuestro pequeño grano de arena para que esta situación sea más llevadera.

 

Fiestas de la Virgen de Yecla. Declaradas de Interés Turístico Nacional.

Octavio Juan Palao:

Nació en Yecla el 2 de julio de 1911. Fue hijo del eldense Luis Juan Fernando y la yeclana Josefa Palao Muñoz. Los primeros estudios musicales los recibió de su madre y de su tía materna Pilar Muñoz. Su primer profesor fue D. Marcos Ros, director de una de las bandas de música coexistentes en nuestra ciudad en aquella época, concretamente de la Banda de Música “La Primitiva”, donde ingresó a la edad de seis años como flautistay y ocupó en poco tiempo el puesto de flauta primera.

Cuando tenía 11 años, su familia se trasladó a Elda, donde continuó su formación musical con el profesor Enrique Albiñana, director de la Banda “Santa Cecilia” de esa ciudad. Octavio formó parte también de esta banda y actuó como flauta solista desde su incorporación a la misma.

En 1929 viajó a Madrid para continuar con sus estudios en el entonces denominado Real Conservatorio de Música y Declamación, lugar en el que cursó las especialidades de Flauta y Armonía con los profesores Francisco González y Benito García de la Parra (finalizando con las máximas calificaciones) y Composición con Conrado del Campo.

Durante su estancia en la capital de España ingresó como voluntario en el ejército. En un primer momento formó parte de la Banda de Música del Regimiento de Infantería “WAD-RAS”, dirigida por Pablo Cambronero, y dos años después obtuvo plaza en la banda más prestigiosa de la época tanto del ejército como en el resto del panorama bandístico español: la Banda del Segundo Regimiento de Zapadores Minadores de Ingenieros, conocida también popularmente por “la Banda de Ingenieros”, que estaba dirigida por el afamado director y compositor Pascual Marquina.  Bajo su dirección actuó como solista en multitud de conciertos no solo en Madrid, sino también en otras capitales y ciudades españolas. Durante un concierto realizado en Madrid al que asistieron Joaquín Turina y Gerardo Diego, el compositor y crítico Julio Gómez comentó en un artículo que “el flauta solista de la Banda de Ingenieros alcanzó en su instrumento las más altas cimas del virtuosismo”.

Octavio Juan Palao, año 1936

En el año 1935 se trasladó a Alicante al haber obtenido por oposición la plaza solista de la Banda Municipal, dirigida por el también flautista Luis Torregrosa García, trabajo que compaginó con la dirección de la Banda Filarmónica Alteanense, el puesto de solista en las Orquestas de Cámara y Sinfónica de Alicante y el puesto de profesor del Claustro de Profesores del Conservatorio del Casino de la capital alicantina. Todas estas labores profesionales las reanudaría en 1939, tras finalizar la Guerra Civil.

En 1940 ganó por oposición la plaza de flauta de primera en la Banda de la Escuela Naval Militar, desde donde pasó posteriormente al Tercio Sur de San Fernando, lo que compaginó con su actuación como solista en la Orquesta de Cámara de Jerez de la Frontera, dirigida en aquella época por Germán Beigdeber.

El año 1948 se presenta a las oposiciones al Cuerpo Técnico de Bandas de Músicas Civiles, donde obtiene el puesto número tres. El número uno de dicha promoción la obtuvo Moisés Davia, director de la Banda Municipal de Madrid.

En 1954 ingresa en la Banda del Tercio de Levante de Cartagena, puesto en el que permaneció hasta su jubilación el año 1969.

Tras su jubilación y tras rechazar varias ofertas para dirigir importantes bandas de fuera de la Región de Murcia, decidió permanecer en ella e incorporarse como flauta solista a la Banda de Música de la Diputación Provincial de Murcia, dirigida por Francisco Cebrián, donde permaneció hasta dar por finalizada su actividad musical en el año 1984.

Octavio Juan Palao (Yecla 1911-Murcia 1999)

Además del pasodoble “Corazón Yeclano”, Octavio Juan Palao es autor de un gran número de composiciones tales como un ciclo de canciones sobre textos de poetas españoles y un buen número de partituras de música para banda, entre las que destacan los pasodobles “Músicos de Marina”, “Solera Jumillana” o “Semblanza Cartagenera” y las marchas lentas de procesión “Profundo Recuerdo” y “Eres tú Bendita”.

En el año 1990, durante la segunda parte del acto del Pregón de Fiestas de Yecla, la Asociación de Mayordomos de la Purísima Concepción de Yecla rindió un justo y merecido homenaje a Octavio Juan Palao, interpretándose por la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla en primer lugar “SUMY”, del maestro D. José Ortuño, y posteriormente “Corazón Yeclano” dirigido por el propio autor.

El músico director y compositor yeclano falleció en Murcia el 25 de febrero de 1999 a la edad de 87 años.

Guión partitura “Corazón Yeclano” (1952)

Corazón Yeclano:

Es un pasodoble de los denominados “de concierto” compuesto el año 1951 y que fue revisado con posterioridad en Cartagena en 1979.  Fue escrito durante la estancia del autor en la ciudad de San Fernando porque sentía añoranza de su patria chica.

Según palabras del propio del autor: “comienza el pasodoble con unos compases de introducción al primer tema que intenta reflejar el porte tenaz y vibrante del alma yeclana, tras el cual se escucha el diseño de unos cantos infantiles que dan paso, de nuevo, a la primera idea. Una breve preparación lleva al “trío”, construido sobre un canto de vagas reminiscencias árabes, que quieres ser noble generoso como todo CORAZÓN YECLANO”.

El día 2 de febrero de 1952 Octavio Juan escribe una carta a D. Ricardo Tomás y Soriano, alcalde de Yecla, en la que le informa de que, debido al cariño que procesa a su querido pueblo, ha compuesto un pasodoble titulado “Corazón Yeclano” que ofrece a la Excelentísima Corporación Municipal de la ciudad de Yecla con el deseo de que sea aceptado. Además, comunica que, adjunto, envía el material para banda de música del mencionado pasodoble.

En pleno del Ayuntamiento de Yecla, en sesión permanente celebrada el día 5 de febrero de 1952,  en el apartado cuatro del orden del día, se da a conocer por el señor alcalde la carta dirigida al músico Octavio Juan Palao que textualmente decía: “Enterados los señores componentes de esta Comisión, acuerdan complacidos aceptar la producción del músico yeclano, el señor Juan Palao, con el mayor agrado, expresando la gratitud de este Ayuntamiento hacia el mismo por la dedicatoria y envío del pasodoble, acordándose que se toque por vez primera el próximo 1 de abril con motivo del Día de la Victoria e invitando a su autor para que venga a esta dicho día a presenciar el estreno”.

Y así fue. “Corazón Yeclano” sonó por primera vez dicho día 1 de abril de 1952 en el templete del Parque de la Constitución por la Banda Municipal de Música de Yecla.

Seguidamente les ofrecemos la versión interpretada por la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, y que forma parte del disco compacto “La Música en las fiestas” editado en la década de los años 90 del pasado siglo, por la Asociación de Mayordomos de la Purísima Concepción de Yecla.

– HERNÁNDEZ CUTILLAS ALFONSO. “Música y músicos yeclanos”. Pag 368 y a la 372. Depósito Legal: -MU-2874-2008. Edición Asociación de Amigos de la Música de Yecla 2008.
– En línea: http://www.elrincondelpasodoble.com/historia.html
– Archivo Asociación de Amigos de la Música de Yecla, sección pasodobles, números 6 y 7 “Corazón Yeclano).
– En línea: https://revistadiapason.com/octavio-j-palao-flautista-de-honor-de-la-banda/

José Miguel Ibáñez Lax.

Por José Miguel Ibáñez Lax, AAM Yecla.

Una pregunta compleja y realmente difícil de contestar, porque además de su complejidad, seguro que habría una respuesta por cada una de las escuelas de música; según su tipología, pueden ser públicas o privadas, estar situadas en ciudades grandes o pequeñas, gestionadas por los Ayuntamientos, las sociedades musicales, por los propios profesores, etc.

Yo hoy voy a centrarme en lo que realmente conozco, y de lo que con el paso del tiempo he observado que es beneficioso para el funcionamiento de una escuela de música, puesto que llevo trabajando en una de ellas desde el año 1995.

En primer lugar remarcar que, como ya dije al principio, no hay ningún sistema ni mejor ni peor, sino el método que cada centro por sus propias características se ha ido creando, siempre que por supuesto este funcione.

Dentro de un centro educativo como es una escuela de música nos encontramos con varias partes implicadas: profesores, alumnos, padres, gestores; todos ellos son importantes para que todo se desarrolle correctamente, cada uno tiene su responsabilidad para que el proyecto funcione correctamente, así como sus derechos y por supuesto sus obligaciones.

Para que todo se desenvuelva con normalidad y se obtengan los resultados más óptimos, a las personas implicadas se les debe de dotar de los medios adecuados para que se cumplan los objetivos planteados como fines principales de la escuela de música.

Quizás este es uno de los dilemas más peliagudos con el que nos podemos encontrar, sobre todo si como es nuestro caso somos una “academia” de una sociedad musical. Hay que determinar entre centrar la enseñanza que impartimos en instrumentos específicos para las bandas de música o abrir nuestra enseñanza a otro tipo de instrumentos que no formarán parte de la plantilla de dichas agrupaciones.

Desde nuestra experiencia, y tuvimos la misma duda hace ya algunos años, esto fue lo que se decidió. Pero para entenderlo mejor primero les vamos a explicar cómo está constituida nuestra Escuela. Pertenecemos a una Sociedad Musical que desde el año 1974 hasta 1994 mantuvo una academia en la que se podía estudiar instrumentos enfocados a ingresar en la Banda, asimismo el Ayuntamiento tenía su propia Escuela Municipal donde se impartía piano y solfeo. En el año 1995 y tras conversaciones con el Ayuntamiento, y reconocer que éramos las personas más preparadas para ello, se firmó un Convenio entre ambos por el que ambas escuelas se fusionaron en una que fue gestionada totalmente por nuestra Sociedad Musical.

Desde el primer momento vimos que no podíamos centrarnos en ofrecer solamente la posibilidad de enseñar, además del Lenguaje Musical, instrumentos de viento-madera, viento-metal y percusión, entre otras cosas porque aunque la directrices del centro las marcábamos nosotros ya no era sólo nuestra academia para la banda sino que era la escuela de música de toda la ciudad, y por tanto nos abrimos a otras especialidades que nos demandaba la sociedad, como piano, guitarra, cuerda, y con posterioridad, y debido a la demanda que nos iban solicitando los jóvenes de la localidad se creó el Aula de Música Moderna donde poder estudiar instrumentos como guitarra y bajo eléctrico, batería, teclado, combos, composición de canciones, producción musical…, con sus correspondientes teóricas; y hace algunos años, también tras una fuerte demanda, se implantó la asignatura de canto.

Asimismo desde los inicios nos planteamos que la enseñanza que se ofreciera desde nuestra Escuela, no sólo estuviera enfocada para personas cuyo objetivo fuera dedicarse profesionalmente a la música continuando sus estudios en Conservatorios, sino por el contrario que estuviese abierta a todo el mundo que quisiera acercarse a este bello arte, desde los niños de 3 a 7 años a través de Música y Movimiento, y hasta grupos para Adultos, y por supuesto para cualquier alumno que simplemente deseará aprender música como parte de su formación personal, aprendizaje que como todos ustedes sabrán aporta una gran cantidad de aspectos positivos: disciplina, responsabilidad, trabajo en equipo, solidaridad, respeto, inclusión, etc.

Para conseguir que todo esto llegara a buen puerto necesitábamos varias cosas. Un claustro de profesores motivado e implicado con nuestra filosofía, para lo que desde el primer momento estuvo claro que para conseguirlo lo primero que había que darles era una estabilidad laboral. Todos nuestros trabajadores, profesores y personal auxiliar, han contado desde el primer día con su contrato de trabajo; la mayoría de ellos llevan con nosotros más de 15 años, incluso algunos algo más, lo que les hace estar totalmente implicados en el proyecto. Para su elección, además de su formación, siempre que ha sido posible hemos contado con personas de nuestra ciudad, y en muchos casos los mismos alumnos que han empezado estudiando en el centro han vuelto al mismo como profesores, con lo que damos un gran sentido a nuestro proyecto.

También ha sido prioritario el tema de las instalaciones, tras estar durante varios años en diversos locales no lo suficientemente apropiados, sobre todo por el tema de la acústica y el espacio, y después de años de dialogo con las autoridades locales, y ante el aumento de alumnos que se producía curso a curso, nuestro Ayuntamiento decidió construir una nueva Escuela de Música, para lo cual desde el primer momento contaron con nuestra opinión y consejo para que de esta manera fuera lo más practica y funcional posible. Puesto que para que tanto el profesor como el alumno consigan el mejor rendimiento, necesitan: aulas amplias, aulas de estudio, salas de ensayo para las diferentes agrupaciones (banda titular, banda escuela, orquesta de cuerda, coro, combos, etc.) una sala de audiciones donde poder mostrar a los padres, amigos, familiares, socios, etc, el trabajo que durante el día a día se realiza. Además de esto que suele ser lo más básico e imprescindible actualmente también contamos con vestíbulo, conserjería, cafetería, biblioteca, almacén….

Otro pilar fundamental es el de dar la oportunidad de interpretar su música a los propios alumnos y profesores, para lo cual desde al año 2002 creamos un Ciclo de Conciertos, donde los auténticos protagonistas somos todos, desde los propios músicos que los ofrecen, dándoles una oportunidad de tocar ante el público que en otras circunstancias sería muy complicado; a los demás miembros del centro a los que se les ofrece la posibilidad de asistir a estos conciertos en directo y de forma gratuita; al resto de la sociedad a la que invitamos a asistir a dichos conciertos donde mostramos el fruto de nuestro trabajo.

Por supuesto no todo ha sido un camino de rosas, hemos tenido que probar, improvisar, inventar, fracasar, volver a probar, muchas veces. En definitiva, y volviendo a incidir que cada Escuela es un ente propio y tiene su situación y sus propias circunstancias, me he expresado simplemente desde mi experiencia, yo no soy músico profesional, estoy más relacionado con la gestión, que es lo que nos ha funcionado bien a nosotros.