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1 junio, 2023  Escrito enr diapason

María Anna Mozart vino al mundo el 30 de julio de 1751 en Salzburgo, la misma ciudad en la que nacería cuatro años y medio después su hermano Wolfgang Amadeus. Era la cuarta hija de un matrimonio de músicos, Leopold y Anna María Mozart, cuya vida familiar parecía tocada por la tragedia: María Anna nunca llegó a conocer a sus hermanos mayores, que habían muerto todos al poco de nacer, igual que sucedería con los dos siguientes que vendrían después de ella. Solo ella y el séptimo y último hermano, que se convertiría en uno de los compositores más famosos de todos los tiempos, sobrevivieron hasta la edad adulta. Tal vez de aquí le vino su apodo: Nannerl, un nombre de raíces hebreas que significaba “bendición de Dios”.

La pequeña María Anna fue educada por su padre en el arte de la música desde su más tierna infancia y ya desde los siete años destacaba como interprete de pianoforte y clavicémbalo, dando muestra de su gran talento e inteligencia, se cree que llegó a componer pequeñas piezas a tan corta edad. Su virtuosismo era evidente y su capacidad enorme, también demostró manejarse excepcionalmente con el violín y poseer una gran voz. Muchos de los expertos de la época la consideraron una de las mejores artistas de todo el continente y no dudaron en subrayar que su talento era incluso superior al de su hermano.

Cuando María Anna contaba con once años de edad fue invitada, junto con Wolfgang, a tocar en la corte austríaca. Fue tal el éxito que obtuvieron los dos jóvenes talentos que su padre los llevó de gira por Europa durante más de tres años, lucrándose así con el trabajo de sus dos hijos.

María Anna y Wolfgang Amadeus Mozart en su infancia.

Toda esta vorágine de éxitos y fama se vio truncada cuando la joven cumplió dieciocho años, edad en la cual las jóvenes de buena cuna debían abandonar su vida y aspiraciones, y ponerse como única meta encontrar un buen marido, para dedicarse por entero al matrimonio y a la maternidad. Este hecho era una terrible y habitual práctica en la Edad Moderna que truncó las carreras de miles de mujeres jóvenes condenándolas a un infierno personal.

Autores como Rousseau, que reivindicaban la igualdad entre los hombres, a su vez relegaban a la mujer a mera acompañante, llegando a afirmar que estas debían ser educadas para:

“Agradar a los hombres, serles útiles, hacerse amar y honrar por ellos, educarlos de jóvenes, cuidarlos de adultos, aconsejarlos, consolarlos, hacerles la vida agradable y dulce: he ahí los deberes de las mujeres en todo tiempo, y lo que debe enseñárselas desde su infancia. […] Por tanto, cultivar en las mujeres las cualidades del hombre y descuidar las que les son propias es, a todas luces, trabajar en perjuicio suyo.” (Fuster García, 2007)

La razón ilustrada que buscaba la igualdad de los seres humanos no quería profundizar en la igualdad de los géneros, y ahondaba en la diferencia entre hombres y mujeres que se venía arrastrando desde siglos atrás. Sencillamente se pensaba que, en esta lucha contra los privilegios, el camino hacia el conocimiento era un asunto del hombre, en su sentido más literal.

Ante este panorama tan desolador, en el que incluso las mentes más “progresistas” las consideraban poco más que objetos decorativos, las mujeres solo podían obedecer o condenarse al absoluto ostracismo social si se rebelaban contra las ordenes de sus padres o tutores.

Y así la fabulosa María Anna Mozart fue sacada de los escenarios a la espera de que sus padres la casasen por obligación y sin amor. Ella se había enamorado de Franz D´Ippold, capitán y tutor privado, pero fue forzada por su padre a desechar su propuesta de matrimonio. Finalmente se casó con un magistrado millonario, Johann Baptist Franz von Berchtoldzu Sonnenburg, que era viudo por segunda vez y tenía cinco hijos de sus matrimonios previos, a los cuales María Anna ayudó a criar. También tuvo tres hijos propios: Leopold Alois Pantaleon, Jeanette y María Babette, que fallecería al año de nacer.

Se dedicó por entero a la crianza de sus hijos e hijastros y a ejercer de esposa a tiempo completo durante mas de dieciocho años, y no sería hasta la muerte de su marido en 1801 cuando regresase a Salzburgo y volviese a retomar su faceta de profesora de música. Tenía cincuenta años. ​Sus últimos años fueron duros puesto que, a pesar de quedarse ciega en 1825, continuó ejerciendo como profesora de piano y tocando este instrumento hasta su muerte el 29 de octubre de 1829.

María Anna en su madurez.

Murió sin dejarnos ninguna obra firmada y a día de hoy, muchos han sido los investigadores que se han interesado en recuperar su legado y poner en valor las obras compuestas por ella. Algunos historiadores aluden a la correspondencia que Amadeus mantuvo con Nannerl para afirmar que existen indicios de que ella escribía sus propias composiciones. El hermano pequeño le dirigió varias cartas en las que alababa su obra, calificándola de “hermosa”, y la animaba a seguir componiendo. Se especula con la posibilidad de que algunas de las composiciones primigenias atribuidas a Mozart sean, en realidad, obra de ella.

El investigador australiano Martin Jarvis señala que podría haber encontrado la «escritura musical» de María Anna, gracias a un estudio realizado por un forense especialista en documentos, basándose en el tipo de grafía encontrado en su cuaderno de notas denominado “Nannerl Notenbuch”, lo que confirmaría que compuso obras que su hermano menor utilizó para aprender a tocar el piano, pero actualmente esta información no ha sido corroborada oficialmente.

Cabe destacar que, durante la Edad Moderna, al igual que en la mayoría de periodos históricos, existían cierto tipo de roles que no estaban bien vistos si eran desempeñados por una mujer. La mayoría de profesiones que requerían de cualificación eran desempeñadas por hombres y si una mujer osaba a romper ese estereotipo social era discriminada y obviada por el resto de ciudadanos que la rodeaban; componer obras musicales entraba dentro de estos parámetros y debido a ello (además de a otras muchas causas, como ya hemos visto) muchas grandes compositoras jamás firmarían sus composiciones, siendo estas atribuidas a varones cercanos o a hombres de su propia familia, muy probablemente este sea el caso de Nannerl.

Es triste pensar, que tal vez si María Anna no hubiese sido silenciada por ser mujer podría haber opacado a su hermano y hoy ocuparía el lugar que le corresponde en la historia como la gran pianista y compositora que fue.

Concepción Silvestre Díaz, Profesora de canto e historiadora.


BIBLIOGRAFÍA:

CHARBONNIER, Rita (2016), “Nannerl, la hermana de Mozart”.

CRIADO TORRES, Lucía (2018), “El papel de la mujer en el Siglo XVIII. La educación y lo privado”.

FERRER VALERO, Sandra (2011), “Mujeres en la historia. Un genio silenciado, María Anna Mozart”.

FUSTER GARCÍA, Francisco (2007), «Dos propuestas de la Ilustración para la educación de la mujer: Rousseau versus Mary Wollstonecraft”.

G.M, Abel (2020), “María Anna Mozart, la hermana que inspiró a Amadeus”.

El sábado 8 de Julio, a las 19:30 en la plaza Mayor de Vallada, la banda sinfónica de la Unió Protectora Musical de Vallada realizará el habitual concierto anual dedicado a la importancia de la mujer para el mundo de las bandas de música

La compositora y directora malagueña Silvia Olivero Anarte la gran protagonista del evento, donde la UPM interpretara bajo la batuta de la excepcional maestra tres de sus más importantes obras de su extenso repertorio bandístico

La solista al corno inglés e integrante de la UPM, Beatriz Sala, deleitara al público con el estreno mundial de “El imposible olvido» transcripción para banda de la obra de la compositora malagueña

La segunda parte seguirá protagonizada por mujeres compositoras como son: Lucía Burguera, Sara Galiana y Julie Giroux bajo la batuta del director titular de la agrupación, Antonio Peris-Muñoz

Vallada, 04/07/2023

El sábado 8 de Julio a las 19:30 en la plaza Mayor de Vallada (Valencia) se celebrará el habitual concierto anual de la banda sinfónica de la Unió Protectora Musical de Vallada (UPM) dedicado a la importancia de la mujer para el mundo de las bandas de música.

Esta vez será la compositora y directora malagueña Silvia Olivero Anarte la gran protagonista del evento, donde la UPM interpretara bajo la batuta de la excepcional maestra tres de sus más importantes obras de su extenso repertorio bandístico.

También remarcar la solista al corno inglés e integrante de la UPM, Beatriz Sala, que deleitara al público con el estreno mundial de “El imposible olvido»  transcripción para banda de la obra de la compositora malagueña.

La segunda parte seguirá siendo 100% protagonizada por mujeres compositoras como son: Lucía Burguera, Sara Galiana y Julie Giroux, que con la banda sinfónica de la UPM y bajo la batuta del director titular de la agrupación, Antonio Peris-Muñoz no dejará indiferente a ningún asistente al evento.

Esta es una importante  e interesante iniciativa cultural por parte de la UPM de Vallada que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Vallada, una gran ocasión para todos los amantes de la buena música de banda a la que no podéis faltar.

La diseñadora Paula Cuesta es la autora del cartel del concierto, también integrante de la Unió Protectora Musical de Vallada.

Siempre hubo mujeres que rompieron los moldes en las clases sociales más bajas, pero no por ello menos importantes.

Sus posibilidades eran mucho menores, su ambiente social mucho más simple… pertenecían a la vida rural, de pueblo…

No tenían la oportunidad de contactar con ciertos niveles culturales.

Fuente: Las bandas, 7 de agosto de 2022 por Manoli Aracil

La música que se aprendía en los conservatorios no estaba a su alcance, pero sí tenían otros medios de contactar:las bandas de música, aunque el problema de estas agrupaciones era que se vivía el mismo rol de los parámetros de la época, las mujeres no eran bien vistas si las aficiones estaban fuera del hogar, lejos de sus obligaciones femeninas.  Afortunadas eran aquellas que podían ir a la escuela y aprender las enseñanzas básicas.

Es muy complicado recopilar datos de aquellas mujeres que comenzaron a incorporarse en las bandas de música, pues el resurgimiento de estas agrupaciones, comenzaron en las décadas de los años 30 y 40, precisamente cuando la Guerra Civil asedió España, una época en la que todavía era más difícil la incorporación femenina en las actividades sociales. Si una niña quería pertenecer a un grupo social (siempre regentado por chicos) debía de obtener el permiso de su familia, una responsabilidad que la mayoría de los profesores no querían asumir.

Otra de las causas por los que las bandas de música se desarrollaron sin presencia femenina fue porque las señoritas acudían a los colegios de monjas para adquirir una buena posición y con ello, un buen marido. En estos lugares, el aprendizaje musical se destinaba al piano, instrumento que las familias no podían adquirir por su elevado coste y al que las religiosas tenían más acceso ya que los de viento eran menos útiles para los servicios religiosos. Estos colegios se mantenían de las donaciones que los menos adinerados no se podían permitir, igualmente, y por esta misma razón, las alumnas de estos colegios siempre eran las de más nivel económico.

Durante la República, las agrupaciones musicales recibieron subvenciones y la distinción entre géneros no impactaba en lo social, pero al llegar la guerra lo cambió todo y agravó más el pensamiento discriminatorio Share on X

a República impulsó la educación musical en las bandas de música

En tiempos de la República hubo un hecho que propulsó a que las niñas a aprender en las bandas de música. Ocurrió porque las agrupaciones musicales recibieron subvenciones y la distinción entre géneros no impactaba en el género social, pero al llegar la guerra todo cambió y la posguerra todavía agravó más el pensamiento discriminatorio, la dictadura aisló al género femenino, les privaba de la participación en muchas actividades, una de ellas, la música, ya que eran grupos generalmente de hombres y a ellas se las limitaba al papel de acompañantes, novias, esposas de los músicos. Sin embargo, la mujer que hoy protagoniza nuestra historia, por circunstancias afines, pudo aprender en el ambiente de pueblo, pues fue el deseo expreso de su padre antes de marchar a la guerra, algo que el director de la banda de su pueblo aceptó. Este director era el Maestro Fayos, con influencias republicanas que le convertía en un adelantado a la época al no distinguir lo femenino de lo masculino en cuestiones de aprendizaje musical.

Pilar Higón, nuestra protagonista, lo recuerda como un hombre muy estricto, pero muy inteligente, avanzado a su tiempo y por supuesto, un gran músico. Así que con tan solo siete años y tomada la comunión Pilar comenzó a dar clases con él.

Las tres pioneras del Certamen de València

El Certamen de València retoma su actividad en 1939

En el año 1939 València se encontraba en una situación de devastación total, en julio solamente hacía cuatro meses que había terminado la guerra, sin embargo, los Valèncianos estaban deseosos de seguir con su cultura musical. El Certamen de València había sido suspendido en los tres años de situación bélica, pero el entusiasmo del pueblo Valènciano hizo que en julio de 1939 se volviera a celebrar.

Las instituciones valencianas se preocuparon de notificar a las bandas de música que mandaran un informe de su situación ante la preocupación que el efecto de la guerra les hubiera podido causar. A través de este informe se podrían celebrar en cierta manera algunos festejos musicales en la Feria de Julio. Este detalle fue una gran motivación para los músicos, un gran empuje que les hizo de nuevo superarse.

Tres mujeres de Castelló de la Ribera

El resultado y las anécdotas fueron continuadas, incluyendo entre todo ello un hecho sorprendente para la época: en una de las bandas de música participantes, concretamente en la Agrupación de Castellón de la Ribera (Villanueva de Castellón) actuaron tres niñas, algo que dejó perplejo al público. El director tuvo el detalle, por cortesía de que subieran ellas primeras al escenario seguidas del músico más joven y tal fue el entusiasmo que los allí asistentes se pusieron en pie y comenzaron a aplaudir. Hemos podido escuchar audios en los que Pilar cuenta como ellas y sus compañeras no sabían muy bien lo que estaba pasando, pues eran demasiado jóvenes, tan solo tenían 15 años y el orgullo y la autoestima se elevaron ante aquella reacción por parte de los aficionados.

El día de El Corpus fue su primera actuación, un concierto en la Plaza de la Iglesia. Con tan solo 15 años, Pilar hizo de solista en la obra “El Regalo de Boda” de Soutullo y Vert Share on X

Estas chicas de las que hablamos eran Pilar Higón Blat, Elvira Ortiz Candel Elisa Peñalva Garrigues. El hecho de poder pertenecer a esta agrupación se debió a que sus hermanos y uno de los novios de ellas eran músicos, por lo tanto, gozaban siempre de compañía tan habitual en la época…

A pesar de pertenecer al ambiente rural, tuvieron la fortuna de que el Consejo Local de la Primera Enseñanza diera una subvención de mil pesetas anuales para la escuela con la condición de que pudieran asistir a las clases cualquier niño o niña de la población. Esta idea era la que conllevaba al pensamiento republicano, el acceder a la educación y la cultura de forma local, ideas del gobierno de la época que hacían que no solo las señoritas que optaban a casarse con las clases sociales más altas fueran las que tuvieran la oportunidad de dejar las labores rurales a un lado y poder comprar un piano para su educación. De esta forma, los instrumentos de viento, por entonces situados en las bandas de música ya podían tener disposición a cualquier niño o niña. Se abrieron las matrículas libremente y fueron muchas niñas las que ingresaron en la Sociedad Musical, hasta once se pueden apreciar en las fotografías, pero con el tiempo solo perduraron Pilar, Elvira y Elisa.

Aquellas niñas en sus clases de música con mucha añoranza. Debían de asistir al mediodía y en la tarde después del colegio. Los niños se situaban a un lado del maestro Fayos, las niñas al otro y uno a uno los llamaba. De vez en cuando, por sorpresa llamaba a alguno en particular para saber si había estudiado. Si así era, al día siguiente le hacía realizar el análisis. El libro era el de Hilarión Eslava. Los alumnos más adelantados le ayudaban en las labores de enseñanza.

Las niñas se enfrentaban a problemas sociales para asistir a clase

No siempre había instrumentos disponibles y tampoco demasiado dinero para comprarlos, de ahí que muchos abandonaban las clases por desilusión, ya que no sus familias no tenían recursos para comprarlos de forma propia. A ese problema, a las niñas se les sumaba el compromiso de tener que hacerse responsables en las salidas, algo que de lo que el maestro no quería hacerse cargo. Aun así, nuestras tres protagonistas fueron adelantadas, eran las más mayores de la escuela, se les prestó instrumento y en 1939 se incorporaron a la formación. Ellas siempre pensaron que eran porque tenían familiares cercanos dentro de la agrupación, hermanos y padres, los hombres de sus casas que podían hacerse cargo de ellas y efectivamente esa era una de las mayores ventajas.

A Elisa se le adjudicó el saxofón alto, Elvira y Pilar el soprano. Esto también fue una causa de género, ya que el saxofón fue inventado a principios del siglo XIX (1840) y todavía no tenía referentes de masculinidad.

Las dependencias de la Escuela de Música fueron ocupadas por las Brigadas Internacionales durante la Guerra y en 1936 se trasladaron a la casa de Elisa. Al pasar el conflicto civil, la plantilla había pasado de 75 músicos a 63, por ello también añadieron a las niñas para poder cubrir plazas.

El Certamen de València se realizó con anterior informe previo

El día de El Corpus fue su primera actuación, un concierto en la Plaza de la Iglesia. Con tan solo 15 años, Pilar hizo de solista en la obra “El Regalo de Boda” de Soutullo y Vert.  Ocupaba la plaza del primer papel e hizo muchas veces interpretaciones de este tipo, con gran responsabilidad. Esto fue en el mes de junio, y ya en julio se comunicaba en prensa que las sociedades musicales presentaran el dicho informe a la Concejalía de la Delegada de Fiestas del Ayuntamiento de València para saber el estado de sus plantillas. En el mes de julio se les convoca a una reunión para cambiar impresiones sobre la posible organización de festejos musicales, aunque diferentes al tradicional Certamen que siempre se celebraba en dicho mes con motivo de la Feria. No era posible celebrarlo como siempre por el estado en que se encontraban las bandas de música y por ello se realizó a modo de Festival y no de concurso para que no existiera presión de competición.

Los días 20 y 21 de julio a las cuatro de la tarde en la Plaza de toros, las bandas participantes fueron:

SECCIÓN SEGUNDA: Sociedad Artístico Musical “La Nueva” de Játiva  (50 plazas) . Sociedad Musical de Alcudia de Carlet (45 plazas) .Unión Musical de Montserrat (48 plazas).Banda Municipal de Alacuás (50 plazas). Banda Artística Musical de Alginet (43 plazas)

PRIMERA SECCIÓN (hoy en día Sección de Honor): Banda Primitiva de Liria (62 plazas). Banda “La Lira Castellonera” de Villanueva de Castellón (70 plazas). Unión Musical de Liria (64 plazas).

Fuera de programa actuaron la Banda de Milicias de la F.T.E.  y de las J.O.N.S. por parte de la Jefatura de València, además de la Banda Municipal de València.

El 20 de julio antes del concierto se realizó el desfile en el mismo orden de actuación. Al llegar a la Plaza de toros, las bandas participantes tenían que interpretar una obra de compositor internacional. El 21 de julio, igualmente se celebró el desfile y a la llegada de la Plaza de toros se debía de interpretar una obra de compositor nacional.

Los respectivos pasacalles no tuvieron el mismo recorrido. El 20 de julio se hizo el siguiente itinerario: la salida desde la Plaza de la Virgen y a continuación las calles Miguelete, Zaragoza, San Vicente, Marqués de Sotelo, Plaza del Caudillo y llegada a la Plaza de toros. El 21 de julio salida desde la Glorieta, Pintor Sorolla, Barcas, Plaza del Caudillo, Ribera y llegada a la Plaza de toros. La Sección Segunda ocupó la primera parte y la Sección Primera la segunda.

Despiece     

El programa de 1939 fue el siguiente:

DIA 20 de julio. Primera Audición

PRIMERA PARTE. Segunda Sección

-Sociedad Artístico Musical “La Nueva” de Xátiva ……… La Granjera de Arnés. Selección (Rosillo)

– Sociedad Musical Alcudia de Carlet ……………………………… Danzas Españolas XI y XII (Granados)

– Unión Musical de Montserrat …………………………………… La Tempranica. Selección (G. Giménez)

– Banda Municipal de Alacuás ……………………. La Leyenda del Beso. Intermedio (Soutullo y Vert)

– Banda Artística Musical de Alginet ………………… La Leyenda del Beso. Fantasía (Soutullo y Vert)

SEGUNDA PARTE. Primera Sección

– Banda Primitiva de Liria …………………………………………. Tanhäuser. Obertura (R. Wagner)

– Lira Castellonense de Villanueva de Castellón ……….. Toccata y Fuga (Bach-Varela)

Unión Musical de Liria ……………………………… Pinos de Roma. Poema Sinfónico (Respighi-Varela)

TERCERA PARTE

– Banda de Milicias de la FTE y de las JONS

– Banda Municipal de València.

DIA 21 de julio. Segunda Audición

PRIMERA PARTE. Segunda Sección

– Sociedad Artístico Musical “La Nueva” de Xátiva ……………………… Oberon. Obertura (Wèber)

– Sociedad Musical Alcudia de Carlet ……………………………………… Euryanthe. Obertura (Wéber)

– Unión Musical de Montserrat ……..……………………………………..…. Rienzi. Oertura (R. Wagner)

– Banda Municipal de Alacuás …………………………………………………………….. Egmont (Beethoven)

– Banda Artística Musical de Alginet ……………………..…… Andante de la 5ª Sinfonía (Beethoven)

SEGUNDA PARTE. Primera Sección

Banda Primitiva de Liria ………………………………. El Festín de Baltasar. Poema Sinfónico (S. Giner)

– Lira Castellonense de Villanueva de Castellón … La Leyenda del Beso. Selección(Soutullo y Vert)

Unión Musical de Liria …………………………………………………………… Amor Brujo. Suite (Falla-Varela)

TERCERA PARTE

– Banda de Milicias de la F.T.E. y de las J.O.N.S.

– Banda Municipal de València.

Pilar falleció hace tan solo cuatro años

El centrarnos en la figura de Pilar Higón Blat, es porque fue la última en fallecer, lo hizo hace tan solo cuatro años y hemos podido recopilar todos estos datos a través de la colaboración de su familia y de la gran aportación del trabajo de investigación realizado por Laura Capsir Maíques (investigadora independiente y profesora en el I.E.S. Cárcer). En los audios que se conservan Pilar, con 80 años, cuenta perfectamente los recuerdos de sus clases de música, de cuando su madre habló con el Maestro Fayos para expresarle el deseo de su padre para aprender música y a la contestación que este le dio: “dili a la xiqueta que arrive esta vesprada a clase”. Otro de sus comentarios que cuenta con emoción es: ”Si te sabías la lección, al día siguiente la analizabas (qué compás era, el valor de las figuras, tonalidad…), de esta forma el maestro quedaba convencido de que la habías aprendido y comprendido”.

El Maestro Fayos murió durante una actuación, tocando en el escenario. Fue sustituido y entró uno más tradicional. Pilar se desilusionó un poco y su madre para evitar que abandonara le hacía ir a casa de otro músico a seguir aprendiendo. Allí se impregnó de otros conocimientos, ya que acudían alumnos de mayor diversidad y con diferentes aspectos musicales. Recuerda como uno de ellos le explicaba los temas de las obras, algo en lo que ella nunca puso interés, por ejemplo, le explicaba el porqué de los efectos musicales de la 1812 y su descripción.

Elvira solo duró unos cuantos meses, Elisa y Pilar estuvieron tres años más asistiendo a todos los actos, siempre con la misma igualdad y remuneración que el resto de sus compañeros, pero por deseo expreso de su marido abandonó a pesar del esfuerzo que le supuso llegar. Él continuó durante más de 50 años. A ello se les suma la afición de su hijo y sus nietas.

Estas tres mujeres abrieron una brecha en el mundo de las bandas de música, aunque en esta misma agrupación ya no se incorporaron más hasta 30 años después en la década de los 70.

Como demuestran todos estos datos, en esta población ya existieron educandas desde 1935. Un hecho fuera de lo común. Quedaron relegadas en el olvido al desparecer, pero nosotros hemos querido sacar esta historia a la luz, pues hasta mediados de los 70 ya no hubo existencia de mujeres. Durante estas décadas, el desarrollo social varió poco, pues se encontraron con las mismas dificultades, no les era fácil que les entregaran instrumento y tampoco ir a las actuaciones fuera de la población.

A muchas se les truncaba el sueño de aprender música por estas razones, era mucho más femenino estudiar violín y piano, los colegios religiosos seguían dando esta oportunidad, exactamente en esta población el Colegio de las Dominicas estuvo funcionando de esta forma hasta 1972. En aquel año, se acabaron las oportunidades de dar clase de música en el centro por el traslado de la religiosa que las impartía; es entonces cuando un grupo de diez niñas pasaron a la escuela de la agrupación musical para continuar sus clases de música. De ahí el aumento e introducción de las mujeres en la Sociedad Musical Lira Castellonense. Aparte de sus conocimientos de piano adquirieron clases de violín que por entonces impartía en la escuela Salvador Seguí. 

La cifra de alumnas se disparó con la oportunidad de los instrumentos de calle

A partir de 1976 se abrió la oportunidad de entregar a las chicas instrumentos de calle y la cifra de educandas se disparó llegando a casi un total de 100 alumnos en la escuela. Otro aspecto a destacar fue la introducción en los años 80 de la escuela de adultos. En ella acudieron mujeres que después de la crianza y las labores del hogar buscaban su tiempo para aprender aquel sueño que les arrebataron de niñas. Hoy en día, el porcentaje femenino es de un 35%. Se demuestra así el avance generalizado.

Ampliamos su biografía con testimonios familiares de Mari Paz Hurtado, su hija

Realizar un trabajo como el que estamos haciendo en la sección de “Pioneras” lleva en ocasiones a encontrar anécdotas y sorpresas que sin este tipo de indagaciones no saldrían nunca a la luz.

En este caso nos ha sucedido con María Teresa Andrés Blasco (véase Pioneras 5 lasBandas#46, y en www.lasbandasdemusica.com, 30/11/2021), una mujer que pocos datos se tenían de ella. Sin embargo, al publicar su vida en este periódico, la información recayó en mano de uno de sus familiares, que se hizo eco de la noticia y nos puso en contacto con Mari Paz Hurtado Andrés, la única hija de María Teresa.

Su obra fue recopilada por el padre jesuita Vicente Tena

Ha sido un hallazgo muy importante el poder contactar con Mari Paz, ya que hemos podido conocer muchos más detalles de la vida de su madre, no solo de sus recuerdos, sino  con documentos que corroboran datos y hechos de la vida de esta compositora, entre ellos una entrevista que le realizó la periodista María Ángeles Arazo, en la  que muestra la gran alegría que María Teresa Andrés obtuvo al comprobar que su obra por su gran calidad se vio reflejada en uno de los volúmenes destinados al Ayuntamiento del Valencia publicados por el padre jesuita Vicente Tena. Él mismo fue el que recomendó a María Teresa a la periodista para la entrevista. En ella se especifican detalles como su sencillez en sus acciones y contestaciones. La describen como una mujer con mirada clara y bondadosa, con expresión maternal. Ella misma se define como una simple ama de casa que compuso por primera vez a los 42 años al escuchar un programa de radio.

Vicente Tena la compara con compositoras como María Teresa Oller, María Dolores Soriano Raga y Matilde Salvador, a lo que ella destacó que les separa de esta última en que Matilde fue la única mujer que había compuesto una ópera y era mucho más internacional.

Su sueño de ser pianista se vio frustrado a causa de su enfermedad

Ser pianista de conciertos quedó en un sueño frustrado al sufrir asma, ya que tuvo que hacer reposo durante dos años. Sol, tranquilidad y aire era lo que necesitaba para su enfermedad, por ello se trasladó a Benimarfull, cerca de la Sierra de Mariola, un ambiente de pueblo rodeado de naturaleza… y que luego sintió dejar… Una de las anécdotas que cuenta de su estancia allí fue cuando su padre le llevó dos candelabros al pueblo, estos eran del piano y al reconocerlos se le llenaron los ojos de lágrimas, pues el piano ya venía de camino en el tren y le hizo una grandísima ilusión. Al poco tiempo comenzó la Guerra Civil Española y todo cambió.

Otra de las preguntas que le realizan en la entrevista es si lamentaba el no haber podido ser concertista, a lo que ella, cruzando sus manos sobre su cuaderno contestó: “lo lamento, pero no por ello puedo llamarme una mujer no realizada. Dios me dio por esposo un hombre bueno con el que he compartido alegrías y tristezas; he tenido una hija que me ha hecho abuela. Creo que el ciclo vital humano está cumplido. Queda la música, a la que quizá vuelva…una cita a la que acudir.”

 

Mari Paz no siguió los pasos de su madre, sino los de su padre.

Mari Paz, hija de María Teresa, actualmente tiene 77 años. No siguió los pasos musicales de su madre, pero siempre tiene en el recuerdo el piano que siempre estuvo en su casa. Su madre nunca consiguió aficionarla, siguió más bien el camino de su padre, Ernesto Hurtado, que fue escritor.

Siempre recuerda a su madre tocando el piano, dando clases de solfeo a los hijos de sus amigas, sobre todo a los de Dolores Gallent, muy buena amiga de María Teresa que estudió junto a ella en el Conservatorio. Su amistad fue muy duradera al ser pocas mujeres las que acudían a realizar estudios musicales.

Nos cuenta Mari Paz que sus padres se conocieron porque vivían en el mismo edificio en Valencia. Recuerda perfectamente todos los nombres que tuvo la misma calle según iba creciendo Valencia. Sus abuelos paternos y maternos eran vecinos, estaban muy bien posicionados, vivían en el centro del Valencia y los niños salían unos con otros a jugar a la calle, entre ellos, sus padres. Con el tiempo la amistad se hizo más intensa y se veían más a menudo. Como ella tenía seis años más que él, algo que no estaba muy bien visto en aquella época, dejaron la relación, pero cuando María se enteró que iba al frente de Córdoba no dudó ni un momento en ir a despedirlo, le era indiferente que estuviera mal visto que acudiera una mujer sola a la estación a despedir a los soldados que marchaban.  Y a raíz de eso siguieron la relación, comenzaron a escribirse, se casaron el 27 de octubre de 1943 y el año siguiente nació Mari Paz. Por cuestiones como estas, dice, siempre ha considerado a sus padres más avanzados a la época.

Después de regresar de la guerra, los que habían luchado en la zona roja, tuvieron que hacer el servicio militar con los vencedores de la guerra y Ernesto fue destinado a Burgos, donde pasó 3 años.

María Teresa nunca paró de tocar el piano aún después de casada. Mientras la mayoría de mujeres realizaban labores del hogar, ella mataba el gusanillo dando clases, tocando, componiendo…

La primera composición de María Teresa fue un chotis dedicado a un programa de radio.

Su primera composición la realizó a los 24 años. Escuchando un programa de radio que tenía como nombre “Ellos son así”, cuyas locutoras eran Mara Calabuig y Patrocinio Tamarit, María Teresa se sentó al piano y compuso un chotis al que le puso como título el nombre del programa. El estreno tuvo mucho éxito (Mari Paz le acompañó al estreno, pero lo recuerda vagamente ya que era muy pequeña). Este éxito le animó a seguir componiendo, retomando las clases con su antiguo profesor don Pedro Sosa que siempre confió en ella como muy buena alumna. También con Fornet, Eduardo López-Chavarri, José María Cervera.

Asistía a clase dos o tres veces por semana, a las que Mari Paz la acompañaba algunas veces. Ella recuerda que mientras su madre recibía clases de don Pedro, su esposa le ofrecía chocolate calentito en la cocina para que la espera se le hiciera más amena. Los recuerda con mucho cariño como una pareja de ancianos a los que conforme se fue haciendo mayor se dio cuenta que tuvo mucha suerte de conocer a aquel gran músico y profesor del que tanto aprendió su madre.

Mari Paz asistió al Colegio de las Dominicas y realizó la carrera de Magisterio, aunque nunca la ejerció. Nos cuenta que las clases eran muy tenebrosas con demasiada gente y casi no se podía escuchar al profesor. Eran tiempos de necesidad y antes de finalizar los estudios comenzó a trabajar por mediación de un amigo de su padre para sustituir a una secretaria en un despacho de una importante empresa del plástico. Allí conoció a su marido.  En aquella época era costumbre que las mujeres al casarse abandonaran el puesto de trabajo, así que cuando Mari Paz y su marido decidieron comprarse un piso, el jefe le preguntó cuándo dejaría el puesto de trabajo, a lo que ella le dijo que tenía entendido que podía seguir trabajando, aunque se casara. Consultado con la central de Barcelona le dieron la autorización sin tener que elegir entre su vida personal y su trabajo, aunque posteriormente cambió de empresa.

 

Unos  padres adelantados a la época

Siempre ha considerado a sus padres como adelantados a la época. Su madre siempre fue feliz tocando el piano y muy satisfecha con sus composiciones. Dejaba sus partituras a las bandas de música y le hicieron muchos encargos de pasodobles, entre los más famosos destacan “Claveriesa Valenciana”, encargado por un grupo de claveriesas. Otro de ellos es “El Delirio Che”, realizado para la Banda de Gorga, el cual tiene ese título porque cuando fueron a registrarlo en la SGAE ya existía, así que se le añadió el “Che”.

En sus últimos años Bernardo Adam Ferrero le instrumentaba los trabajos para banda, que eran interpretados y grabados por la Banda del Maestrazgo Nº 3 en donde él era director. Mari Paz todavía conserva las cintas de casetes de aquellas grabaciones. Uno de los pasodobles que se estrenó bajo la batuta de este director fue “Serra Engarcerán”, dedicado en agradecimiento al padre Tena. Fue interpretado el 30 de marzo de 1984 por la Banda Sinfónica “La Artesana” de Catarroja bajo la dirección de Salvador Chuliá y Bernardo Adam Ferrero como director invitado.

María Teresa falleció el 29 de junio de 1992 y en los últimos 2-3 años tuvo Alzheimer, pero con una gran vida de satisfacción musical, de la cual ha dejado muestra y de la que su familia se siente muy orgullosa. Fue una mujer muy valiente, nunca desfalleció en los malos momentos, no dudó en trabajar cuando hizo falta para sacar su casa adelante. Hubo una época en la que se encargaba de buscar anunciantes para la radio y a la que Mari Paz también acompañaba. Una figura femenina que se merece estar entre las grandes pioneras y a la que con mucho cariño desde nuestra sección se merece nuestro reconocimiento.

Nuestro gran agradecimiento a su hija Mari Paz, su sobrino Carlos y su nieta Victoria por aportarnos esta información tan valiosa.

En la edición anterior entrevistamos a Ángeles López Artiga, una pionera que sus 83 todavía sigue activa, interpretando, componiendo, al frente de las conferencias de “Las Artes en Paralelo” , las cuales se realizan periódicamente en el Palau de la Música de Valencia.

Las Bandas, Abril 2022

Ángeles es una mujer vital, no recuerda su vida sin música. Su familia siempre apoyó sus dotes musicales, sus padres la educaron con mucho amor y humanidad. En su casa siempre reinaba el ambiente musical que tanto le influyó.

Con tan solo 8 años ingresó en el conservatorio, se le consideraba una niña prodigio, aunque ella nunca se ha considerado así de forma personal.

Todavía no había cumplido los 10 años y ya actuaba por todos los teatros de Valencia, unos años muy difíciles en los que con tan corta edad ya ayudaba en la economía de casa con lo que más le gustaba: la música. “Un niño en una edad tan temprana no se da cuenta de sus éxitos, solo intenta hacer lo que sabe para poder seguir hacia adelante y así lo decidí. Me gustaba salir al escenario y hacer música. Es a lo que le debo todo lo que soy y lo feliz que me encuentro aún a estas alturas.”

Obtuvo dos licenciaturas combinando estudios y trabajo, siempre con la idea clara de dedicarse a la música.

“En cuanto a las mujeres siempre ha pensado que no solamente por el hecho de ser mujer, se ha de pasar a la historia por el trabajo que se realiza. Si comparamos la Historia no solo aparecen Reyes, sino también Reinas, no tendría sentido si solo se hablara de los hombres, sería una Historia falsa. ¿Que se deduce de esto?  Pues se deduce que es imperioso, absolutamente preciso, reescribir la historia de la música en pie de igualdad y contemplada desde la honestidad, objetividad y ecuanimidad que las mujeres compositoras se han ganado desde los tiempos más remotos. El primer indicio de composición musical data de 2.500 años a.C. y lo hizo una mujer. Hay mujeres en muchos campos, pero en la música todavía no se valora lo suficiente. Siempre ha habido intérpretes y compositoras virtuosas que continúan invisibles.”

Su marido ha sido siempre su gran apoyo

“Llevo casada con mi marido más de medio siglo, ha sido todo mi apoyo, siempre ha estado a mi lado, tanto en los momentos buenos como en los malos. Siempre iba con mi madre porque las mujeres no estaban bien vistas que fueran solas. Me siento mucho más que afortunada, nunca me esperaba de haber llegado a donde estoy, nunca he hecho música esperando más allá, lo que he hecho siempre en cada momento me ha nacido y me ha hecho feliz, ha llenado mi vida. Ahora me suceden mi hijo y mis nietos. Todos ellos muy dotados para la música aunque no la ejercen profesionalmente son músicos, les viene de nacimiento, pues se han criado escuchando música. La música está en los genes.”

Su padre le inculcó el amor por el piano

Ángeles López Artiga, en su cas

“Mi carrera pianística siempre estuvo enfocada a la interpretación desde el piano, pues era la ilusión de mi padre, como pianista que era quería que yo también lo fuera. Me inculcó el amor por el piano y la voz y así estuve más de media vida dando conciertos por toda Europa, pero llegó un momento en que la interpretación, si tienes algo que decir hay que superarla, pues los intérpretes son recreadores, recrean lo ya creado, pero yo quería crear por mí misma y comencé la composición.”

Gran defensora de la zarzuela

“En cuanto a los géneros musicales soy una gran defensora de la música española y de la  zarzuela porque es un género nuestro. Al igual que los austriacos defienden a sus grandes compositores como Strauss, nosotros, los españoles no lo hacemos y tenemos un género de un gran nivel ,sin embargo, lo hemos tenido apartado a lo largo de muchos años, ahora parece que se admite y se estudia un poco más por su género. En mi juventud hice mucha zarzuela tanto dirigiendo como interpretando. Nuestro pais tiene  una  enorme variedad de música popular cada una con su carácter y personalidad  tan enorme, pues no es lo mismo el carácter de Andalucía, al del país Vasco, Cataluña, Galicia o nuestra  Comunidad Valenciana. Cada una tiene su música y eso es una riqueza tremenda que se refleja en la zarzuela, que muchas veces, de la música popular, de sus características. Si no hubiera existido el amor hacia esta música, no existirían compositores como por ejemplo Manuel de Falla. La música española nos define y nos da nuestra personalidad, es la base de nuestra cultura y ella es la base de la zarzuela .¿Quién no firmaría por el Preludio de La Revoltosa?. Siempre que he actuado me han pedido música española y la he interpretado con mucho éxito. Es de ámbito universal”.

Las Artes en Paralelo

“Las Artes en Paralelo surgió desde mi aula del Conservatorio. En aquellos momentos solamente estaba mi cátedra y todos los alumnos pasaban por ella mí. Yo detecté que muchos de ellos tenían falta de tener más conocimientos culturales, más contacto con el mundo del resto de las artes. Se estudiaba de tal forma que se olvidaba lo que nos rodeaba, ni siquiera se asistía a los conciertos. Para ser artista se necesita muchos más criterios y conocimientos de la especialidad que se estudia. En la Comunidad Valenciana tenemos facultades increíbles para aprender, pero muchos no las desarrollan y esto lo comprobaba con mis alumnos. Esto era algo que se había de solucionar. Pensé que fuera del horario de clase se podrían ampliar los conocimientos con artistas que dieran a conocer otros aspectos de la cultura . Se lo propuse al director del Conservatorio, pero me negó la propuesta y muy  afligida, se lo propuse a Miguel Ángel Conejero, director del Palau de la Música, al cual le pareció una muy buena idea y así nacieron Las Artes en Paralelo. Con el tiempo ya no solo venían mis alumnos, sino de otros departamentos e incluso la sociedad civil. Allí se habla de poesía, pintura, literatura… y así llevamos ya 31 años.”

Se compone sin estructura

“En la actualidad, estoy detectando que la juventud tiende siempre a una misma dirección, se deshumaniza el arte, no se estudia ni la forma ni la estructura. Al arte no se le puede dirigir, pero dentro de la libertad también han de existir unas normas. Está bien que se investigue, pero siempre hace falta una disciplina. El artista no se ha de fijar a la moda, ha de expresar sus vivencias, sus experiencias, sensibilidades… crear es una necesidad que se da en las personas pero primero hay que sentir y luego pasar por el al intelecto. 

A los jóvenes les aconsejo que no se deshumanicen, que se miren hacia dentro. Seres humanos no hay dos iguales, por lo tanto, tampoco dos espíritus, razones por la que un artista nunca es igual a otro.”

 Manoli Aracil

Artículo publicado en el periódico Las Bandas del mes de abril de 2022.

En aquellos tiempos en que era estudiante de composición, había un argumento en el aire que se sentía generalizado.

Una dramática pregunta con una, por demasiado fácil, absurda respuesta: “¿Ha habido compositoras en la historia de la música? Si no se conocen será porque no han existido, por algo no están en los libros de historia”.

Escrito en diapason / 5 mayo, 2022

Hoy en día esto es inasumible, incluso vergonzoso, pero en las generaciones de compositoras ha creado una dura sensación, una pesada mochila que multiplica injustamente los esfuerzos por entrar en un mundo atribuido a los hombres, en el que estaba vetado el acceso a las mujeres. Las consecuencias negativas de esta incompleta historia de la música, de esta falta de referentes, ya fue expresada por Clara Wieck:

Hubo un tiempo en que creía tener talento creativo, pero he renunciado a esa idea; una mujer no debe tener el deseo de componer: si ninguna ha podido hacerlo. ¿Por qué iba a poder yo?[1].

La crítica postmoderna dio un giro en la valoración del hecho artístico, “conceptos como sujeto, razón, clase, género, identidad, arte, verdad, etc. son construidos histórica y socialmente, y que, como tales, no son eternos ni estables”[2]. Este enfoque supuso un radical cambio en la reflexión, la crítica y la redacción de la historia de la música, favoreciendo nuevas vías de análisis de la historia, destituyendo conceptos herméticos que no permitían percibir la realidad más allá de unos arcaicos conceptos estancos, superando las creencias culturales obsoletas. “Para el posmodernismo el conocimiento no es objetivo y neutral como pensaba el positivismo”[3].

Hoy en día se está reescribiendo la historia de la música, Sacando a la luz la presencia de las mujeres en el ámbito de la composición, compositoras que desarrollaron su profesión de uno u otro modo, llegando a codearse, en diferentes épocas, con los grandes compositores de su tiempo. Este rescate de la memoria da constancia de registros de autoras, de sus obras, de sus estrenos, de su presencia en la prensa, y de las circunstancias que favorecieron o complicaron su desarrollo artístico.

La segunda edición del reciente estudio llamado ¿Dónde están las mujeres en la música sinfónica? realizado por las asociaciones Clásicas y modernas y Mujeres en la Música, junto con la SGAE, coordinado por Soraya Sánchez y Pilar Pastor, aporta el lamentable dato de que sólo el 1% de las obras programadas por orquestas sinfónicas españolas es de autoría de mujer, 21 frente a las 1.864 compuestas por hombres. En un tiempo en el que se presupone la igualdad, este tipo de estudios sacan a la luz el desequilibrio que existe entre las leyes en el papel y su ejecución en la sociedad. Es necesario reflexionar sobre las causas que provocan la desigualdad efectiva, dejar atrás el cuestionamiento de la calidad de la producción de las compositoras atribuyéndole una merma creativa por una cuestión de género.  La doble vara de medir la calidad de la obra de compositores y compositoras ya fue denunciada por la compositora Elisabeth Lutyens, 1906-1983: “Si Britten escribía una obra mala, decían: ha tenido un mal día. Si yo escribía una, se debía a que era mujer”[4].

Programadores, gerentes, editores, críticos y medios de comunicación tienen el poder y la responsabilidad de crear un panorama musical en el que, bien sesgadamente, predomine el género masculino, o bien, poner sobre la mesa una realidad justa que equilibre la presencia de artistas masculinos y femeninos.

La editorial Monte Victoria ha creado un proyecto cuyo objetivo es la visibilización de composiciones con firma de mujer, que han quedado ocultas por la desmemoria de una historia de la música contada a medias. https://montevictoria.com/compositoras

El primer libro que conforma este gran proyecto, Grandes Compositoras al piano, incluye diecinueve autoras internacionales nacidas entre 1720 y 1893, como Augusta Holmes, Amy Beach, Clara Wieck, Fanny Mendelssohn y Teresa Carreño, entre otras. El siguiente volumen, de ámbito nacional, Grandes Compositoras al piano con acento español, incorpora catorce autoras españolas o con estrecha vinculación con España. En él podemos encontrar autoras como Pauline Viardot, Soledad Bengoechea, Eloísa Galluzo y Eloisa D´Herbilentre otras.

La editorial Monte Victoria ha continuado editando obras monográficas como la obra de Eugenia Osterberger y ha dado un paso hacia el presente sacando a la luz obras de compositoras actuales como Fragmentos de génesis, de Ana Teruel.

La consecuencia natural del proyecto Compositoras de la editorial, ha sido ubicarse en el presente, con el añadido de centrarse en el panorama andaluz. De este modo, el libro es testimonio de diferentes sensibilidades conectadas con esta tierra, que está absolutamente ligada al arte, dando valor a la producción musical actual, paradójicamente, tan desconocida como viva en los actuales espacios culturales.

Compositoras Andaluzas Contemporáneas, publicado por la editorial Monte Victoria en septiembre de 2021recoge dieciséis obras de dieciséis compositoras andaluzas o de fuerte arraigo andaluz. De izquierda a derecha y de arriba abajo, en la imagen: Diana Pérez Custodio, Ana Teruel, Dolores Serrano, Pilar Osado, Reyes Oteo, María José Arenas, Cristina Gallego, Dolores Romero, Isabel Royán, Inmaculada Godoy, Iluminada Pérez, Sara Almendros, Inmaculada Almendral, Elena Morínez, Ana Blanco y la abajo firmante, Silvia Olivero.

El editor, Jorge Díaz, confió en mi persona para coordinar esta obra, lo cual me ha permitido conocer a extraordinarias mujeres cuya valía es, sin duda alguna, merecedora de reconocimiento. Este volumen, enmarcado en un presente que abarca diferentes generaciones de compositoras, es testimonio vivo de la evolución del lenguaje pianístico, invalidando otro de los mitos atribuidos a la producción con firma de mujer: Sólo al pasearse por las páginas del libro se percibe la no existencia del llamado “lenguaje femenino”. Cada obra manifiesta un particular carácter, estética, lenguaje y personalidad individual, no como mujer sino como persona, una diversidad manifiesta en la escritura e incluso en las grafías. En las diferentes obras podemos encontrar elementos contrastantes, ya sean expresionistas, minimalistas, impresionistas, experimentales, orientales, así como caracteres pasionales, intimistas, enérgicos, extrovertidos, pedagógicos, estructurales, y hallamos la relación entre la música y otras manifestaciones artísticas como el teatro, el audiovisual, la poesía o la narrativa del cuento.

A fin de subrayar la presencia de las compositoras en los diferentes ámbitos de la música, y de dejar constancia del trabajo constante desarrollado a través de la experiencia de cada una de las autoras, el libro contiene la fotografía y la biografía artística de cada una de ellas donde describe la trayectoria profesional de cada una en heterogéneos ámbitos, como la música experimental, la música electrónica, el ámbito educativo, la música audiovisual, música de cine y videojuegos, la música sinfónica, camerística, el teatro musical, la búsqueda de sonoridades en culturas asiáticas, la performance, la relación con las artes plásticas e incluso la dirección orquestal. Encontramos en estas biografías la proyección nacional e internacional del panorama musical andaluz, representado a través del recorrido de las diferentes artistas.

Este libro pretende mostrar que las compositoras no son una excepcionalidad, sí son una realidad que ejerce su labor dentro y fuera de nuestras fronteras. El proyecto Compositoras, de la editorial Monte Victoria, está haciendo su aportación a la recuperación de la memoria y está sembrando desde el pasado hasta el presente, a fin de crear un futuro más justo.

Como testimonio auditivo, los siguientes enlaces permiten escuchar alguna de las obras publicadas en Compositoras Andaluzas Contemporáneas. Abramos el telón y disfrutemos de ellas.

Senderos, Cristina Gallego. Pianista: Juan Manuel Rodríguez Écija

https://soundcloud.com/cristinagallegocomposer/senderos?utm_source=clipboard&utm_medium=text&utm_campaign=social_sharing

Carroussel, Inmaculada Almendral

Susúrrame al oído, Dolores Serrano. Pianista: Sofya Melikyan

…Y sin embargo, gira, Ana Teruel. Pianista: Nieves Romero

El erizo y la liebre, Reyes Oteo. Pianista: Cristina López García

Ucronías, Mª José Arenas. Pianista: Sofya Melikyan

Cosmic Delights, Pilar Osado

Efímero, Elena Morínez. Pianista: Amaya Goicoechea

Pandemia, Silvia Olivero. Pianista: Rafael Ruíz Rodríguez.

Bibliografía

Beer, Anna (2919). Armonías y suaves cantos. Barcelona, Acantilado

Ramos, Pilar (2003). Feminismo y música, Introducción Crítica. Madrid, Narcea.

Turina, Joaquín (1914). “El feminismo y la música”. En Revista Musical Hispano-Americana, nº2, febrero, 8-9. (1982). Escritos de Joaquín Turina. Madrid: Ed. Alpuerto.

http://www.fundacionsgae.org/es-ES/SitePages/Programacion_Noticia.aspx?i=669&s=12

Silvia Olivero Anarte.


[1] Beer, Anna (1919:10)

[2] Ramos, Pilar, (2003:34)

[3] Ramos, Pilar, (2003:37)

[4] Beer, Anna (2019: 369-370)

Se celebrará en el local de la Unión Musical el sábado 7 de mayo a las 19 horas

Higueruelas, 3 de mayo de 2022.

Analizar y poner en valor el papel de las mujeres en el ámbito de las sociedades musicales es el objetivo de la Jornada “Mujeres y Sociedades Musicales” que han organizado conjuntamente el Ayuntamiento de Higueruelas y la Unión Musical de Higueruelas, entidad que en 2023 conmemorará su 40 aniversario. La iniciativa se enmarca en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y se celebrará el sábado 7 de mayo a las 19 horas en la sede de la Unión Musical.

La jornada constará de dos partes: en la primera, presentada y moderada por la periodista y gestora cultural Cristina Quílez, tendrá lugar una mesa redonda que contará con el testimonio de varias mujeres de distintos perfiles. Participarán María de los Ángeles Quiles (aficionada y madre de músico), Mónica Murgui Mezquita (música y presidenta de la Unión Musical de Higueruelas), Aure Faubel (cantante, profesora y directora del coro de la Unión Musical de Villar del Arzobispo) e Inma Mateu (directora de orquesta y bandas, entre ellas la Banda de Mujeres de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana en 2020).

A continuación, el dúo De soprano y arpa, integrado por Quiteria Muñoz (soprano) y Úrsula Segarra (arpa), ofrecerá un concierto que lleva por título “La galana”.

La jornada, a la que han sido invitados los alcaldes y las sociedades musicales de la comarca, así como otras entidades y colectivos de la Serranía, se cerrará con un vino de honor para los asistentes.

María de los Ángeles Paz López Artiga nació en 1939 y hoy, con sus casi 83 años es una de las pioneras que todavía nos pueden contar lo vivido en una época en las que las mujeres lo tuvieron muy difícil en el mundo de la música.

Artículo publicado en el periódico las bandas del mes de marzo 2022

María de los Ángeles Paz López Artiga – Lass Bandas de Música

Es una suerte que nos cuente directamente y con sus propias palabras aquellos tiempos vividos. Nació a tan solo una semana de terminar la Guerra Civil, de ahí que la llamaran Paz de segundo nombre, ya que España daba por finalizado el conflicto bélico.

Proviene de una familia en la que la música siempre daba paso al amor. Su abuela paterna era soprano y su abuelo, al oírla cantar, quedó prendado, hasta tal punto que, aun siendo magistrado de la Audiencia, dejó la carrera, estudió arte dramático y montó una compañía en los que ambos siguieron actuando. Sus abuelos maternos se dedicaban a las tierras, pero también reinaba la música, pues él tocaba el clarinete. Sus padres tuvieron una historia parecida. Él no era músico de profesión, pero tocaba el piano y el acordeón. Iba a comenzar la carrera de diplomático, pero al conocer a la madre de Ángeles dejó perder la oportunidad y se quedó en España.

López Artiga se emociona al hablar de su familia, “estoy muy orgullosa de mi familia, mis padres me educaron con mucho amor y humanidad, me apoyaron en todo momento. Mis primeras nociones fueron desde muy pequeña escuchando tocar a mi padre. Mi recuerdo más remoto cuando apenas andaba, eran los compases del Danubio Azul que mi padre interpretaba. No recuerdo mi vida sin música, siempre tuve la influencia del ambiente musical que existía en casa”.

Nos cuenta la historia de su profesora Doña Inés. Vivía muy cerca de su casa y daba clases de música. Cuando la escuchó quedó prendada de las dotes que tenía insistió a sus padres que Ángeles tenía que aprender a cantar. “Aquella época era difícil para todos, pero Doña Inés tenía piano y comencé a dar clases con ella, incluso me dejaba la llave de su casa para poder estudiar hasta que mi padre me pudo comprar un piano. Era tan pequeña que me suplementaban el asiento, me sentaba sobre unos cuantos libros para poder tocar. Cuando ella murió me dejó muchísimas obras operísticas y también aquellas antiquísimas partituras que me hicieron de asiento, las que todavía guardo con mucho cariño. Doña Inés era repertorista de nivel nacional, muy alegre y dada al teatro. Todos los artistas que llegaban a Valencia a actuar pasaban por su casa a repasar las actuaciones. Al estar cerca de mi casa, yo los escuchaba de la mañana a la noche y me impregnaba de música. Aquello me hizo aprender muchísimo. Aprendí romanzas, operetas, zarzuelas… Recuerdo especialmente L´Arlequín de La Generala que por entonces tenía mucho éxito y Doña Inés me enseñó a cantarla.

Se le considera una niña prodigio, aunque ella personalmente nos dice que nunca se ha considerado así. Con 8, 9 y 10 años ya actuaba por todos los teatros de Valencia. Era muy jovencita, pero en aquellos años tan difíciles, López Artiga no quería ver sufrir a sus padres y sus dotes artísticas le sirvieron para ayudar a la economía de su casa. Comenzó a actuar en orquestas, ella sólo quería hacer música que era lo que más le gustaba y sabía hacer. “Un niño en una edad tan temprana no se da cuenta de sus éxitos, solo intenta hacer lo que sabe para poder seguir hacia adelante y así lo decidí. Me gustaba salir al escenario y hacer música. Es a lo que le debo todo lo que soy y lo feliz que me encuentro aún a estas alturas.”

Apunta que “de los tiempos de estudiante recuerdo que aquellas clases eran como un cuadro de Dickens… unas aulas en las que hacía un frío tremendo, un vetusto piano y una pizarra. Había una estufa en la que el conserje echaba leña (que no siempre había), las manos se nos quedaban heladas sobre el teclado.”

No se valora a las mujeres

María de los Ángeles Paz López Artiga en una actuación

López Artiga relata que “en aquella época (años 40/50), las mujeres estudiaban por mero adorno. Los hombres necesitaban ganarse la vida y por ello el número de mujeres era mayor en el conservatorio. Había especialidades en las que ni siquiera había profesores especializados para enseñarlas, pero yo siempre tuve claro que quería dedicarme a la música. Me saqué dos licenciaturas combinando los estudios con el trabajo. En cuanto a la diferencia entre hombres y mujeres, el problema llega con la intelectualidad, ahí no nos admiten.

Yo siempre he dicho que el Arte pertenece a la cultura, no hay poesía femenina y poesía masculina, no hay pintura femenina y pintura masculina, no hay música femenina y música masculina. El artista es ciertamente un ser humano. Si se acepta esta premisa hemos llegado a la conclusión de que es absolutamente cierto que nada de lo que se nos diga sobre el sexo del creador artístico, nos ilustra sobre el valor estético de su obra.”

Invisibles por el machismo

La artista considera que “aunque en esto se ha avanzado mucho, todavía no es suficiente. Hay mujeres en muchos campos, pero en la música todavía no se valora lo suficiente. Siempre ha habido intérpretes y compositoras virtuosas que continúan invisibles por el machismo.

En la historia de la música no existe una sola historia, una única historia, así nunca llegaremos a nada. No tiene por qué haber una moda femenina en determinados momentos. Hay que reescribir la historia de la Música para reconocer a aquellas que lo merezcan y no solamente por el hecho de ser mujer, han de pasar a la historia por su trabajo. Una comparación puede ser la Historia, en ella no solo aparecen Reyes, sino también Reinas, no tendría sentido si solo se hablara de los hombres, sería una Historia falsa. ¿Que se deduce de esto? Pues se deduce que es imperioso, absolutamente preciso, reescribir la historia de la música en pie de igualdad y contemplada desde la honestidad, objetividad y ecuanimidad que las mujeres compositoras se han ganado desde los tiempos más remotos. El primer indicio de composición musical data de 2.500 años a.C. y lo hizo una mujer.”

López Artiga explica que “comencé como profesora en el Conservatorio en 1972, allí conocí a María Teresa Oller y a Matilde Salvador, con esta última tuve mucha relación, interpretaba sus canciones y ella me acompañaba al piano. Hemos hecho conciertos juntas y también con su marido Vicente Asensio, de él le he estrenado muchas de sus obras. María Teresa Oller era más mayor que yo y recibí clases de Armonía de ella. Otra de las grandes pioneras fue mi gran maestra Consuelo Lapiedra, ella fue alumna de Iturbi y su técnica me la transmitió a mí.”

Estrenos en el extranjero

La compositora estima que “no por el simple hecho de ser mujer, mis obras se estrenaron fuera de España. En aquella época a las mujeres no se las valoraba como tal y mi carrera fue más internacional. A cualquier artista le gusta que le reconozcan en su tierra, pero no por ello me siento menos afortunada, pues no todas las compositoras estrenan a nivel nacional.

En Nueva York estrené mi ópera El adiós de Elsa. Me siento muy orgullosa de que la Universidad de Harvard me invitara a realizar dos grandes estrenos, Los Inmortales y una Sonata escrita para voz y piano con textos de Jorge Guillen y Miguel Hernández. Las Sonatas siempre han sido instrumentales y quise hacerla con voz. Estas dos obras se estrenaron allí a nivel mundial.

Otra de mis obras es Cants de Morts con textos de Ausias March, la cual ni se ha estrenado ni siquiera está editada.

A veces pienso que estoy en otro mundo, los músicos, cualquier artista, nos podemos trasladar con los pensamientos fuera del tiempo buscando la inspiración. Una de mis obras que se acaba de publicar es Soliloquios con la luna en la que me inspiré hablando con la luna. Las partes en las que se divide son las fases lunares y está compuesta para piano combinando con breves palabras al final de cada una.

Otra de mis obras muy reciente es Klint, la compuse durante el confinamiento.”

Creando es como más feliz me siento

López Artiga reflexiona: “A veces pienso cómo he podido crear tanto, y es porque lo necesito, necesito volcar lo que llevo dentro y me inquieta. Necesito poder compartirlo, con solo una persona que me entienda me basta. Donde me siento más feliz es creando para deleitar a las personas. Los músicos somos privilegiados. Pienso que no hay ningún arte que se acerque tanto a los sentimientos”.

Manoli Aracil

Las asociaciones Clásicas y Modernas y Mujeres en la Música, en colaboración con la Fundación SGAE, ha presentado  la segunda edición del estudio ¿Dónde están las mujeres en la música sinfónica? Composición. Dirección. Solistasen el que se analiza el papel de la mujer dentro de esta disciplina. Los datos ponen de manifiesto que la participación de la mujer en este campo está aún muy lejos de lo que sería deseable en términos de paridad e igualdad. El análisis ha tomado como referencia los conciertos ofrecidos por las orquestas españolas en la temporada 2018-2019.

La presentación ha contado con la participación de Juan José Solana, presidente de la Fundación SGAE; Fátima Anllo, presidenta de la Asociación Clásicas y Modernas; Pilar Rius, presidenta de la Asociación Mujeres en la Música, y Pilar Pastor, coordinadora del estudio darán a conocer las conclusiones principales del estudio y las medidas a tomar para subsanar este claro desequilibrio.

«Este estudio refleja la discriminación y la injusticia que sufren las mujeres en la música y deja constancia de la poca mejora en los últimos años: la música sinfónica es el campo más desigual de todas las disciplinas artísticas», ha sentenciado Fátima Anllo de Clásicas y Modernas.

Para ello han analizado los conciertos de abono de cada orquesta. En total, han sido analizadas 23 orquestas, 643 conciertos, 1890 obras, 305 compositores y compositoras, 154 directores y directoras y 215 solistas. De los resultados obtenidos se desprende que el mundo de la música clásica es uno de los territorios masculinos por excelencia en el sector cultura y, en comparación con el análisis de la temporada 2016-2017, no se muestran cambios en esta tendencia: solo el 1% de las obras programadas por las orquestas sinfónicas españolas tienen autoría femenina: 26 obras seleccionadas de mujeres frente a las 1864 de hombres.

Asimismo, solo el 8% de los directores de orquesta son mujeres, alcanzando la cifra de 13 directoras frente a 141 directores, mientras que en el resto de campos culturales la dirección de mujeres alcanza casi el 30%. Estas 13 directoras han dirigido en total el 5% de los conciertos programados (32 conciertos en total de 643 analizados). Frente al estudio anterior, la dirección de conciertos por mujeres ha subido un punto y el número de directoras se ha incrementado en tres puntos.

«Es el porcentaje más bajo de presencia femenina en cualquier ámbito musical y me atrevería a decir que en cualquier profesión (es más bajo que en las Fuerzas Armadas, que entre la comunidad científica…)», afirma Pilar Pastor, coordinadora del estudio.

-Del estudio se desprende que solo el 5% de los conciertos programados están dirigidos por mujeres y solo el 23% de los conciertos de solistas fueron interpretados por una mujer y se demuestra que hay sesgo de género en función del instrumento

Por último, solo el 23% de los conciertos de solistas fueron interpretados por una mujer. Las féminas solistas representan solo el 28% del total de todos los intérpretes. En cuanto a los instrumentos, solo en arpa y viola son mayoría ellas (100% y 60% de los intérpretes, respectivamente) y en flauta (40%, cifra que podría considerarse igualitaria). Si bien, la suma de conciertos con estos tres instrumentos representa solo el 3% de todos los conciertos de solistas. Además, hay 13 instrumentos que no cuentan con ninguna mujer intérprete.

Estudio completo

Los datos que presenta en este estudio evidencian que las leyes para la igualdad en este campo no son efectivas.  El reconocimiento institucional llega asimismo con lentitud: solo cuatro compositoras han recibido el Premio Nacional de Música en la categoría de composición, denuncia el prólogo del estudio. Por su parte, el Premio Nacional de Interpretación se ha concedido a mujeres en una proporción de un 27%, entre ellas, varias sopranos. El premio de composición que otorgan desde el año 2000 la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS) y la Fundación BBVA solo se ha concedido a una mujer en sus 10 ediciones.

«Debe haber una programación real en igualdad. Desde aquí lanzamos un SOS a las instituciones públicas. Consideramos que una vez realizados estos estudios se debe llevar a cabo una tarea de corrección», reclama Pilar Rius, presidenta de Mujeres en la Música.

Compromiso SGAE por la Igualdad   
Esta jornada de análisis sobre el papel de la mujer en la música clásica ha inaugurado una serie de actividades que la Sociedad General de Autores ha organizado con motivo del Día Internacional de la Mujer. A la presentación del estudio, le ha seguido la mesa redonda Compositoras, directoras y solistas. ¿Por qué no se aplica la legislación vigente para combatir la desigualdad estructural?, que puede seguirse a través del canal de YouTube de la Asociación Mujeres en la Música. A las 12.30 horas tendrá lugar la inauguración de la exposición ¡Pionera tenías que ser! para homenajear a todas aquellas mujeres que a principios del siglo XX abrieron el camino y que han sido referentes para sus contemporáneas como María Rodrigo, María Lejárraga o Emilia Pardo Bazán y que podrá disfrutarse hasta el 16 de marzo en la sede de la SGAE en Madrid. El acto concluirá con la lectura de un manifiesto y la actuación musical de Virginia Maestro.

Estudio completo disponible en la página web de Fundación SGAE

Fuente: fundacionsgae.org

El Ateneo Musical de Mieres, en su búsqueda del desarrollo de la composición bandística realizada por mujeres, así como la potenciación de la cultura asturiana en materia de composición musical, convoca el II CONCURSO INTERNACIONAL DE COMPOSICIÓN PARA MUJERES COMPOSITORAS “MARIA TERESA PRIETO”

BASES

PRIMERA

El objeto de estas bases es regular el procedimiento y características de un concurso de composi-ción para la selección de obras para banda sinfónica compuestas por mujeres, que serán estrenadas en el próximo concierto de Santa Cecilia del año 2022 (noviembre), por la Banda Sinfónica del Ateneo Musical de Mieres.

SEGUNDA

Los objetivos fundamentales que nos mueven a la creación de este concurso son:

Dotar de un repertorio a las formaciones bandísticas por parte de mujeres compositoras, específico para estas formaciones, actual y destinado al público del siglo XXI.

Poner en valor el trabajo que las compositoras están realizando desde sus diferentes ámbitos de trabajo, estéticas y tendencias artísticas.

Dar la oportunidad a jóvenes creadoras de que su música pueda ser conocida, estrenada y difundida, con lo que ello supone para sus carreras profesionales.

Crear un concurso que pueda ser una referencia a nivel nacional e internacional y que ponga de manifiesto el apoyo a la creación de género, contemporánea y con visión de futuro por parte de la ciudad de Mieres y del Principado de Asturias a través de las administraciones públicas en sus diferentes ámbitos de actuación, así como del sector privado.

Posibilitar la creación de un repertorio de música para banda, y específico de música basado en una temática asturiana (cultura, tradiciones, historia, personalidades célebres, costumbres, lengua, folclore, paisajes, industria, etc.) con el fin de internacionalizar nuestra región y exten-der nuestra cultura más allá de las fronteras territoriales.

TERCERA

Podrán participar en la convocatoria todas las mujeres compositoras de cualquier nacionalidad y sin limite de edad.

CUARTA

Plazo de presentación:

El plazo de inscripción finalizará el 15 de julio de 2022.

SEXTA

Las composiciones deberán ser originales, inéditas y no estrenadas, que sean de nueva creación, que no sean copia, modificación o versión de otra u otras existentes y que no hayan sido interpretadas en ninguna ocasión ni divulgadas ni difundidas por ningún medio de comunica-ción ni editadas por ningún sello discográfico ni editorial, siendo motivo de descalificación de la obra la divulgación de la misma o su presentación antes del estreno indicado en las presentes bases.

UNDÉCIMA. PREMIOS

De acuerdo con el criterio del jurado, se concederán los siguientes premios:

Primer Premio: el premio estará dotado con 1500 euros*, diploma acreditativo y estreno de la obra en el próximo concierto de Sta. Cecilia, en el mes de noviembre del año 2022, a cargo de la Banda Sinfónica del Ateneo Musical de Mieres.

Segundo Premio: el premio estará dotado con 1000 euros*, diploma acreditativo y estreno de la obra en el próximo concierto de Sta. Cecilia en el mes de noviembre del año 2022, a cargo de la Banda Sinfónica del Ateneo Musical de Mieres.

Tercer Premio: el premio estará dotado con 500 euros*, diploma acreditativo y estre-no de la obra en el próximo concierto de Sta. Cecilia, en el mes de noviembre del año 2022, a cargo de la Banda Sinfónica del Ateneo Musical de Mieres.

Bases completas en pdf