Si se os pregunta ¿Qué es el silencio?
Responded: La primera piedra del templo de la filosofía”
Pitágoras.
«Todo silencio está hecho de palabras que no se han dicho»
Margherite Yourcenar.
THE SOUND OF SILENCE
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Hello darkness, my old friend – Hola oscuridad, mi vieja amiga.
De las noches antiguas que negociamos juntas guardo un buen recuerdo disfrazado de vinilo. La historia se repite si descubro que la indiferencia de los adoradores del dios de neón los ciega como fariseos mientras yo camino silenciosa por las calles empedradas y oscuras acompañada de tu aire gélido rozándome la nuca.
Escrito en diapason / 21 abril, 2022
El 19 de febrero de 1964 Paul Simon compuso la canción originalmente llamada “The Sounds of Silence” (Los sonidos del silencio); en un principio incluida como tema acústico en el primer álbum de Simon & Garfunkel llamado Wednesday Morning, 3 A.M. publicado 8 meses después sin pena ni gloria hasta que Tom Wilson, productor de grupos como Bob Dylan, The Mothers of Invention, The Velvet Underground, Cecil Taylor, entre otros, le dio un giro importante añadiendo en una nueva versión guitarras eléctricas, bajo y batería, convirtiéndose en número uno en revistas musicales estadounidenses como Billboard y Cash Box. El 17 de enero de 1966 Simon & Garfunkel la incluirían en el álbum “Sounds of Silence” con el nombre “THE SOUND OF SILENCE” y tuvo un éxito rotundo.
Muchas y diversas son las opiniones sobre los temas que iluminaron a un joven Simon de 21 años a escribir esta canción. La canción fue compuesta tres meses después del asesinato de John F. Kennedy por lo que muchos han atribuido este hecho a la inspiración del compositor, otros a la guerra de Vietnam, o simplemente y como el propio Art Garfunkel definió a“«la incapacidad de las personas para comunicarse entre sí, … emocionalmente, por lo que lo que ves a tu alrededor son personas incapaces de amarse entre sí»
Lo cierto es que forma parte de ese grupo de canciones eternas, aunque David Draiman, cantante del grupo musical de Heavy Metal “Disturbed”, no esperaba que el experimento de incluir una versión de esta canción en su álbum Immortalized (2015) iba a tener tanto éxito.
The Sound of Silence invoca al silencio preferible al ruido exterior.
El ruido de la gente que habla sin conversar, que oye pero no escucha.
En la original mucho más melódica y sencilla, tipo cantautor, este silencio interior se impone llenándolo todo de paz, pero… ¿qué ocurre en la versión de Disturbed? Si escuchar la original te acaricia el alma, en la versión de Disturbed, David Draiman, con su paseo vocal por los graves como Pedro por su casa, te la desgarra.
Toda la canción reposa en tonalidad menor, en una expresión más oscura y triste con una voz poderosa y épica.
El tema empieza con un piano en el acorde de FA#m melancólico y un MI (mayor) con una melancolía muy tristona y muy piano pero con expectativas. La variedad y proyección de los graves de la voz nos seduce en el recogimiento de un olvido tranquilo del resto del mundo.
Pero la sucesión de dos acordes mayores (RE y LA) nos recuerdan que la esperanza es lo último que se pierde y bajamos la guardia, el silencio y la oscuridad ya no nos intimidan tanto.
En esta versión y aunque el tema está en tonalidad menor la composición juega con delicadas subidas de esperanza y profundos bajones de una languidez casi mortal.
Y seguimos andando por esas calles empedradas y oscuras, de manos de una vieja amiga a la que necesitamos contar una visión que tuvimos y de la que no podemos escapar porque se quedó atrapada en nuestra mente profundamente distorsionada en el sonido del silencio.
Empieza a aparecer en la segunda estrofa el dios de neón, sin mostrarse del todo, con una orquesta de cuerdas todavía contenidas. Así como una guitarra acústica en momentos puntuales que le añaden brillantez al tema.
In crescendo… como la ira inflamada en su caja de pandora, la orquesta va hacia arriba y hacia abajo hasta que por fin giro mi cabeza para enfrentarme a lo que huía: el frío y la humedad y ahí es cuando me doy de lleno con la luz de neón.
La voz a pesar de seguir en la misma tesitura, canta más de diafragma en simbiosis perfecta con la orquesta que estalla en la tercera estrofa con un cambio total de tesitura y tonalidad vocal, dejando atrás la oscuridad para rebelarse a una luz desnuda adorada por miles de personas hablando sin conversar, sin escuchar “Personas escribiendo canciones que las voces nunca comparten”, la indiferencia hacia los sentimientos profundos de los otros. La voz en una tesitura media reventará finalmente en una enardecida derrota para alcanzar una tesitura alta que acompañará la orquesta en un salto importante de su articulación. La guitarra acústica apenas si se percibe con un tempo muy lento y rasgueado. Los graves se refuerzan con el contrabajo en el momento mismo en que la tesitura pasa de media a alta para acabar estallando al final de la tercera estrofa y bajar de nuevo para entender que la esperanza sólo era un espejismo.
En la cuarta estrofa disfrutamos de un heavy metal sinfónico que te llega al alma; el momento culmen plasmado como si fuera una pesadilla de la que sólo pudieses salir gritando pero nadie te oye. Entra la percusión orquestal, los timbales conforme a la tonalidad en la que está la canción. Sigue crujiendo la voz que se armoniza en la quinta y última estrofa utilizando mucho vibrato en la voz grave y menos en la aguda con una subida importante
“Las palabras de los profetas están escritas en las paredes del metro”
para finalmente conseguir, en un contraste glorioso y de nuevo, el susurro del sonido del silencio.
“And whispered in the sound of silence”
El final de un camino donde mi vieja amiga siempre espera.
Por Inma Rico.