El amor tiene innumerables formas de manifestarse… tantas como al universo le gusta jugar a inventar milagros;  lo sentía profundamente en el momento mismo que ella salió a escena, le invadió la voz como si fuera la primera vez que hubiese acudido a la ópera.

Un sueño estaba a punto de nacer.

Escrito por diapason – 9 diciembre, 2020

Freddie estaba enamorado de la ópera, siempre le sorprendía, siempre era una experiencia transcendental, su mente y corazón se armonizaban para dar paso a las musas; esa noche pasaría a la historia en su historia; ópera y rock dos corazones que confluirían en una misma emoción: la amistad

Esa noche de 1983 tenía la intención de disfrutar de la actuación de Lucciano Pavarotti  en la ópera “Un ballo in maschera”  en el Royal Opera House de Londres; en un segundo plano estaba ella y en el momento que escuchó su voz se enamoró, se obsesionó, “hasta tal punto de querer ser como ella”¸ una obsesión que se convirtió en anhelo y acabó siendo realidad.

«I LOVE MUSIC AND SHE’S THE MUSIC»

«Cuando entramos en la habitación, tenía las manos muy frías. Las mías también. Pero cuando vi que las tenía frías, pensé: Las tiene más frías que yo. Él también está nervioso, eso es bueno. Cuando la gente está nerviosa significa que esperan algo de la otra persona».

M. Caballé.

Montserrat Caballé y Freddie Mercury se citaron por primera vez en febrero de 1987 en el Hotel Ritz de Barcelona. Él estaba nervioso, muy nervioso y los minutos de retraso de la súper diva le parecieron horas. Sus manos frías fueron presagio para ella de una de las historias más bellas de amistad en la música. En ese primer encuentro, Freddie le regaló un cassette con una grabación que había hecho para ella, sin dejar de mostrarle su admiración y la intención emocionada de lo que podían hacer juntos.

«Sólo una persona muy musical podía acercarse a ella…«

“Exercises in free love”:

 ¿Puedo cantarla el próximo domingo en el recital que tengo en Londres?

M. Caballé.

Y el hielo se rompió

Ese domingo Montserrat Caballé estuvo en Londres promocionando su ciudad con motivo de los juegos olímpicos, con lo que se sentía muy comprometida. Al terminar el recital Caballé dijo que allí se encontraba un gran admirador suyo y lo hizo salir al escenario de la ópera londinense. Esa misma noche se encontraron, luego del recital, en Garden Lodge, nombre de la mansión de Freddie; el lugar donde  Montserrat Caballé escucharía por primera vez la melodía de la canción que representaría a los juegos olímpicos de su ciudad.

Freddie Mercury siempre había sentido debilidad por el Bel Canto y en sus últimos años, cuando supo que tenía SIDA estaba inmerso en este proyecto con Montserrat Caballé. Lo dejó todo para dedicarse de lleno a ello.

El primer disco en solitario de Mercury en el año 1985 incluye una canción en la que imita la voz de Montserrat Caballé.

MÁS QUE UNA CIUDAD, UNA PERSONA. 

Cuando el sueño se hace realidad

 – ¡La tengo! ¡Ya podía salir corriendo que la tenía!

F. Mercury.

Montserrat Caballé fue la última inspiración de Freddie Mercury.

La canción Barcelona fue escrita por Mercury y Mike Moran con Freddy Mercury como cantante principal y Montserrat Caballé de soporte operístico.

Fue presentada extra oficialmente el 30 de Mayo de 1987 en Ibiza y de manera oficial en el Festival “La Nit de Barcelona” a la llegada de la bandera de Seúl. Esta fue la última actuación de Freddie Mercury en directo.

Mundos tan distintos unidos por la música. El mundo de la ópera es muy cerrado en sí mismo pero juntos consiguieron que se distribuyese a través de los canales pop, con lo que gente que nunca había apreciado la ópera comenzó a hacerlo.

¿Qué tenían en común Montserrat Caballé y Freddie Mercury? 

Los dos eran excelentes artistas en lo suyo y los dos eran personas muy disciplinadas.

Los dos eran personas que querían estar felices y esta felicidad se traspasa en su música que es sentida y verdadera.

En palabras de Montserrat Caballé:

“A mí me parece que la creación de Freddie es de una música muy especial, que nace del corazón, para el corazón. Yo creo que por eso llegó a mi corazón

Montsi y Freddy fueron, como dice la canción, “Amigos hasta el final”.

Por Inma Rico.

Alumna de coro de la Escuela de Música de Yecla.