Jueves, 14 febrero 2019 vía https://blogs.laverdad.es/febandasrmurcia/

Califica esta Ley Regional a la música en nuestra querida Murcia como una riqueza cultural que nos distingue y nos posiciona con identidad frente a otros territorios, que debe ser garantizada, mantenida y puesta en valor, impulsando medidas para que estas afirmaciones puedan ser una realidad, constituyendo un patrimonio inmaterial que pueda ser legado, como una herencia cultural, a las generaciones actuales y venideras, gracias a la labor de nuestros músicos y compositores. Considera también a la música como un tesoro común y recurso indispensable del patrimonio material e inmaterial, a la vez que motor social, educativo y económico de primer orden.

El gobierno regional, o mejor dicho la mayoría de nuestros representantes políticos, ya que esta nace con el apoyo de todos, han diseñado una Ley que me gustaría presentar como un compromiso real con todos los ciudadanos/as de esta Región, y en especial con todos aquellos músicos amateur y profesionales que con mayor o menor acierto han sentido la llamada de la música y han dedicado parte de su vida al estudio y a la interpretación de este arte, y digo con mayor o menor acierto porque el futuro inmediato para nuestros músicos, sobre todo para los que han elegido terminar estudios profesionales o superiores de música, no es muy halagüeño en nuestro país, si lo comparamos con el resto de nuestros vecinos europeos.

La LOMCE ya desafinó suficiente con su aprobación, desentendiéndose el gobierno de la nación de la formación musical, desoyendo las recomendaciones internacionales (de la UE o de la UNESCO, por ejemplo), perdiendo peso entre el resto de asignaturas y dejándola en manos de las comunidades autónomas y su voluntad para impartir esta disciplina. Es decir, en este país puede suceder que un alumno termine su escolarización obligatoria sin haber estudiado música en ningún curso.

Como dijo lamentablemente un ministro, refiriéndose a la música, “hay asignaturas que distraen”. Quizás, desde su ignorancia, este señor nunca escuchó que está suficientemente demostrado que, cuando una persona estudia música, la actividad cerebral que genera hace que mejore claramente su capacidad cognitiva y que así mismo mejore en el resto de asignaturas. Además de que se considera un elemento fundamental en la primera etapa del sistema educativo, siendo el mejor vehículo para trasmitir cualquier tipo de aprendizaje de forma lúdica.

Pero examinado el malogrado panorama nacional, como se suele decir “ahora jugamos en casa”, y aunque esta Ley no recoge todas las propuestas presentadas por la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia, hay que centrarse en lo positivo de la misma y en los ilusionantes contenidos con los que se alumbra esta iniciativa regional, porque para nosotros no se culmina un trabajo realizado durante años de elaboración de propuestas, reuniones con todos los grupos políticos y otros muchos sinsabores, sino que se inicia un nuevo camino para el reconocimiento y protección de la música, un marco legal en el que poder seguir trabajando desarrollando esta Ley y cómo no, exigiendo que la misma se traduzca en un compromiso real de futuro para todos nuestros músicos amateurs y profesionales.

Vaya por delante la cautela debida en cuanto somos conscientes que esta Ley, a día de hoy, constituye una intención, pero como se suele decir y si no lo digo yo “no solo de intenciones vive el hombre”, ahora habrá que exigir que esta tenga una dotación presupuestaria acorde con los principios que se aprueban en la misma, y seguir trabajando para que el desarrollo de esta suponga un verdadero avance para todos los músicos de nuestra Región.

La Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia estará ahí, donde siempre ha estado, defendiendo a nuestros músicos, trabajando y realizando propuestas para impulsar el desarrollo de la misma y rogando, defendiendo y luchando porque la tradición bandística de nuestra región sea ya de una vez considerada como bien de interés cultural inmaterial.

Ricardo Moreno Camacho.