Pepe Cano, compañero de la Banda Titular de la Asociación y fundador de la misma, cumple 77 años en el mundo de las bandas de música.
La entrevista, llena de matices y enmarcada por la pandemia, refleja su amor por la Música, así como numerosos valores y reflexiones sobre la pandemia, gustos musicales, etc.
29 julio, 2021 – Escrito en diapason por Cecilia Ortuño
P: Esta semana, en el programa Diapasón, dirigido por la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, hablamos con todo un referente, un músico yeclano, miembro fundador de la Asociación. Él es Pepe Cano. Lo tenemos al teléfono. Buenas noches, Pepe. Bienvenido.
R: Buenas noches, Cecilia.
P: Vamos a comenzar hablando o, mejor dicho, recordando toda tu trayectoria como músico yeclano. Llevas más de 75 años en el mundo de las bandas de música. A principios de este siglo, podríamos decir.
R: Sí, desde 1944.
P: A lo largo de todos estos años, Pepe, vamos a recordar momentos bonitos, ¿qué te gustaría o qué recuerdas con más cariño de todos estos años?
R: Hombre, primero la ilusión de, después de haber estudiado música, conseguir ya tocar en la banda, cosa que hice cuando tenía solamente 10 años y, claro, la ilusión era extraordinaria y no mía sino lógicamente de toda mi familia. Era algo que yo anhelaba y por fin lo conseguí. Y en diciembre para las fiestas de la Virgen pues ya estaba preparado para salir, pero ese año en Yecla, como tantas veces sucede, no llovía y en noviembre, un mes antes de la Virgen, se bajó al Santísimo Cristo del Sepulcro desde el Castillo para hacer rogativas para que lloviera. Y entonces ya, puesto que lo que se tocaba eran marchas de procesión, las mismas prácticamente que en las fiestas patronales, pues entonces ya salí tocando en una procesión que se hizo con intención de conseguir lluvias por el Santísimo Cristo del castillo por las calles de Yecla.
P: Pepe, han pasado muchos años y la verdad es que la Banda ha tocado muchísimo repertorio de diferentes estilos y un poquito de todo, pero ¿qué se tocaba antiguamente en todas estas actuaciones? ¿Qué obras recuerdas que se tocaran?
R: Sobre todo eran arreglos de zarzuelas. Te podría decir que en el archivo puede ser que estén casi todas las zarzuelas escritas durante el último tercio del siglo XIX y primeros del XX, que fue cuanto más zarzuelas se escribieron, y de todos los autores: del maestro Vives, de Chapí, de Chueca, de nuestro paisano Fernández Caballero, en fin, de todos. Y eran arreglos que se hacían para banda y era lo que más se tocaba porque durante bastantes años a partir del día de San Pedro, día 29 de junio, se empezaba a tocar en el templete del parque; no el que quitaron ahora, no, otro anterior que había que era de hierro, y entonces se empezaba a tocar todos los jueves y todos los domingos en la noche desde junio hasta las ferias de septiembre, o sea, que hacíamos dos actuaciones en el templete semanales, jueves y domingo. Eso sucedió por lo menos hasta el año 53… no, 54, hasta el 54 por lo menos estuvimos tocando de ese modo. Por lo tanto, si hacíamos dos ensayos con la banda en el parque, prácticamente todos los días teníamos alguna actividad musical por la noche, y no parábamos.
P: Si hablamos de gustos musicales, de obras y compositores, ¿qué es lo que más te gusta?
R: Yo soy Beethoviano. A mí me gusta Beethoven como músico. He leído varias biografías suyas y ahora precisamente este año se está celebrando el 250 aniversario de su nacimiento, puesto que nació en 1777, murió en el 1827. Vivió durante 57 años y escribió, bueno, las célebres nueve sinfonías suyas y después incluso una ópera, una sola ópera, que es Fidelio, hizo otra obertura como Egmont, y Concierto para piano y Concierto para violín y orquesta. Ahora estamos disfrutando, yo estoy disfrutando mucho porque los sábados en la mañana en la Segunda Cadena a las nueve hay actuaciones de grandes orquestas, normalmente la de Radiotelevisión Española, y está tocando cada sábado una sinfonía de Beethoven. Empezó por la Tercera, conocida como la Heroica; después hizo la Cuarta; la Quinta; la Sexta, que se conoce como la Pastoral; y la Séptima; la Octava, que es muy bonita, por cierto, aunque no se conoce tanto, y la célebre Novena, que aprovechó la Oda a la alegría de un poeta alemán, Schiller, para incorporarla como coro, y el éxito que tuvo fue algo rotundo. Y casi todos los domingos están haciendo. Incluso este sábado por la mañana otra vez volví a ponerla y entonces mi alegría fue todavía más grande porque me encontré con una orquesta toda de gente joven. No tendrían más de veinte, veinte y algún años, todos los componentes. Era una orquesta de una fundación de la reina Sofía patrocinada por Freixenet. Y esa misma orquesta ya un sábado que lo puse me encontré con la sorpresa de que el trompeta de la banda nuestra, David Pérez.
David estaba tocando, estaba sentado en la orquesta. Y este sábado volvieron a repetir esa orquesta de jóvenes e hicieron la Quinta de Beethoven, la célebre Quinta, que yo no sé cómo este tío, este Beethoven, con tres corcheas y una blanca y un solo cambio de nombre de nota hizo una sinfonía. Algo tan sencillo como eso, tres corcheas y una blanca, con un cambio solo de nombre de nota, ta-ta-ta-tá, y entonces hizo una sinfonía de las más conocidas del mundo entero. Y lo hicieron esto los chavales y lo hicieron de una forma muy digna, muy digna, de categoría todos los componentes. No eran tantos como en la orquesta de Televisión Española, pero, ojo, que sonaban muy bien, muy bien, muy bien. Y ese futuro musical de la gente joven a mí me anima mucho, es algo que yo he estado luchando toda mi vida por conseguirlo y creo que, gracias a Dios, en la nación española hoy día se ha conseguido eso, ya que los jóvenes estén destacando, que estén capacitados como grandes solistas y grandes músicos en España e incluso fuera de España también muchos de ellos.
P: Pepe, vamos a recordar una vez más por qué es importante la música en nuestras vidas.
R: Alguien dijo que la vida sin música sería un error, un gran filósofo, y yo creo que es así. Lo ha dicho mucha gente. San Isidoro de Sevilla ─que no era de Sevilla, que era murciano─ ya dijo que un pueblo sin música no debía ser un pueblo completo porque es incompleto, le falta algo. Yo respeto todas las demás artes porque son todas bellas artes y muy instructivas, y la pintura te demuestran las maravillas que se pueden conseguir con los pinceles, pero, claro, la música para mí está por encima de las demás artes. No quiero desmerecer ninguna de las otras, pero creo que para el mundo es la más importante porque es que se escucha por el oído, pero después la tienes que {albergar} y {salirte} del corazón, tiene que salir desde el corazón hacia fuera, que es cuando la música se convierte en algo más que un arte, en un sentimiento.
P: Por supuesto que sí. A lo largo de todos estos años la Asociación de Amigos de la Música de Yecla y la música en general, te ha traído muchos y buenos amigos. ¿Qué te parece si recordamos a algunos de ellos?
R: Hombre, yo salí en noviembre y en abril ya salió mi amigo el Ñoño, amigo inseparable mío hasta que murió. Y ya cuando no podía andar yo lo recogía de su casa, lo llevaba a los ensayos y lo volvía a llevar otra vez a su casa. Hay otros grandes músicos que no están en la banda, como yo recuerdo muchas veces también a un gran amigo y a alguien que hizo mucho por la banda, aunque actualmente no está, que es Fulgencio Olivares. Trabajó lo indecible por la banda de Yecla e incluso tocaron, sus seis hijos llegaron a tocar en la banda, los seis. Por circunstancias lo dejaron y después, porque es una gran persona, su inquietud ha derivado en otros aspectos y fundó AYAC, la asociación yeclana del cáncer, y ha hecho también una gran labor sobre eso demostrando la gran persona que es. Otros músicos que ya no están pero muy antiguos del todo que empezaron, que estaban ya cuando yo estaba. Un tal Muñoz, que era el clarinete principal, que era bisabuelo del chaval que ahora toca el violonchelo, el que se sienta, se sentaba al lado de mí porque ahora yo no puedo acudir a los ensayos. Y gente como el panadero, el padre de Cayetano y del Chete, que el hombre, que tendría que trabajar por la noche haciendo pan y entonces se trabajaba mucho a mano, y muchas veces ensayando, tocaba el trombón, se quedaba con el trombón en la mano durmiendo porque, claro, él tenía atraso de sueño del horno. Y toda la gente siempre ha sido, las personas que se han dedicado a la música, yo no sé, incluso en el Quijote se dice cuando se oye algo de música, le dice Sancho que se oye algo de música al Quijote y él le dice: “Acerquémonos, porque donde hay música no puede haber cosas malas”. Eso es lo que se demuestra lo que significa la música.
P: Hay que destacar también que estos últimos meses los más veteranos, los más mayores, por precaución y precisamente para protegeros del virus, no estáis acudiendo a los ensayos, pero nosotros nos acordamos también de todos vosotros y, al igual que todo el mundo, la Asociación pasa por una situación delicada, pero precisamente en los momentos más delicados es cuanto más unidos tenemos que estar y seguir remando. ¿Cuál es tu mensaje para seguir hacia delante y desear que esto pase lo antes posible?
R: Mi mensaje es el de la esperanza. Yo creo que sin esperanza no se puede vivir y yo tengo esperanza. Cuando veo al director, a Angelín, para mí Angelín, siempre le digo lo mismo: “Oye, que no me he ido, ¿eh?, que volveré”. (Inaudible 0:13:28) y no estuvo bien, pero que no me he ido del todo porque yo tengo esperanza todavía de ese gran concierto que teníamos puesto en los atriles {mediante} una recopilación de Beethoven y la obra que yo tengo una ilusión extraordinaria de oírla con la banda completa actualmente {conforme} estaba o {conforme} estará, que será mejor todavía, porque se han incorporado miembros nuevos que por desgracia en Santa Cecilia, el día de tu santo, por cierto, fue así un poco desastroso. No se ha podido recoger a los músicos, esa actuación tan emocionante que lleva consigo la recogida de sus domicilios. Pero yo tengo todavía la ilusión de que esa banda de ciento y pico que serán poder tocar esa agrupación de música de Beethoven y después la obra magna de Tchaikovsky como es la Obertura 1812, una obra que se la encargaron a Tchaikovsky y en principio no la quería hacer, porque los artistas {quieren} escribir según les dicte su espíritu, su corazón, pero no por lo que les encarguen. No obstante, la hizo para conmemorar el triunfo de la batalla de los rusos sobre Napoleón y fue en ese año precisamente, en 1812, y es una obra cumbre. Cuando la escribió, estaba tan ilusionado que quería que el final, que es una apoteosis y es extraordinaria, fuera interpretado por las campanas de la catedral de San Basilio que están en la plaza Roja de Moscú y cañonazos de la artillería. No lo consiguió y se lo trasladó a la percusión, pero al final con la percusión, con las campanas y con los timbales y el bombo grande yo me imagino que cuando yo consiga sentarme en un atril y llegar a tocarlo entonces ya {me iría}… no sé qué me podrá pasar en ese momento. Pero tengo esperanza, tengo esperanza de poderlo hacer. Estaba programado un gran concierto con el fin de dar un concierto de agradecimiento al ayuntamiento por habernos concedido la Medalla de Oro de la ciudad, algo muy importante, pero no se ha podido interpretar. Pero, repito, esperanza, yo tengo esperanza de que ese concierto se vuelva a dar y entonces podamos tocar los que ahora no estamos ensayando y quizás, yo estaba sacando el otro día cuentas y puede ser que nos juntáramos hasta 8 violonchelos, que eso en Yecla ni harto de vino se podía uno imaginar cuando yo empecé que esto podía suceder en una banda de nuestro pueblo.
P: Esperanza, sí, esperanza y, como tú dices, todo pasará y podremos llevarlo a cabo y hacerlo realidad. De momento seguimos ensayando y esperando, todo llegará. Pepe, son muchísimos años, son muchísimas anécdotas, ya sabes que es un placer siempre hablar contigo y aprender con todos tus recuerdos y toda tu sabiduría, así que una vez más te agradecemos que nos hayas atendido, esta vez por teléfono, y te deseamos lo mejor y a seguir así de bien y siempre hacia adelante. Y, si te parece, para terminar esta entrevista te voy a pedir una recomendación musical para escucharla a continuación en el programa. ¿Qué obra te gustaría que escucháramos y les quieres recomendar a todos los oyentes?
R: No sé, yo recuperaría alguna zarzuela, que hay algunas zarzuelas que incluso se llegaron a estrenar como óperas, y entonces algún trozo, por ejemplo de Bohemios, del maestro Vives, que hay un brindis que está a la altura del brindis de La Traviata u otros grandes brindis, que se utiliza mucho y se podía interpretar algo de esto. Es verdad que los arreglos que quizás estén en los archivos no sean los más adecuados para los instrumentos que actualmente están, pero sí actualmente por internet con estas nuevas tecnologías se podrá conseguir algún arreglo que sea muy bueno. Yo tengo otra alegría también que es que este domingo, día 27, van a dar un concierto los chavales, la orquesta de iniciación, la banda de iniciación y la juvenil, y van a tocar dos nietos míos: mi nieto Pascual tocará el saxo y mi nieta Carmen, la flauta. Yo no podré asistir, por supuesto, pero para mí es una gran alegría que dos nietos míos estén sentados otra vez bajo la batuta de mi querido director Angelín.
P: Nuevas generaciones. Qué alegría, ver ahí a tus nietos o por lo menos saber que van a estar ahí y pronto los podrás ver en directo, cuando todo esto pase. Pensaremos en positivo, y con este mensaje nos quedamos. Pepe, muchísimas gracias y seguimos en contacto. Cuídate mucho y hasta pronto.
R: Buenas noches y Feliz Navidad.
Cecilia Ortuño Gil.