Artículos externos de la Confederación

La relación entre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (a partir de ahora las llamare TIC) y la educación tiene dos vertientes.

Por un lado, los ciudadanos se ven abocados irremediablemente y a fin de no quedarse atrás en la evolución de la sociedad, a conocer e incorporar a su vida las TIC; por otro, es indispensable que todo lo vinculado a su conocimiento y uso se incorpore al proceso formativo que afecta a sus ciudadanos en cualquier edad formativa.

Escrito por diapason . 29 octubre, 2020

Las nuevas generaciones van asimilando de manera natural esta nueva cultura, mientras que para los adultos conlleva muchas veces importantes esfuerzos de formación y adaptación. Las TIC mejoran la eficacia educativa y ofrecen una gran diversidad de recursos de apoyo educativo como material didáctico, entornos virtuales, Internet, redes sociales, blogs, foros, chats de mensajería, videoconferencias, etc. que desarrollan la creatividad, la innovación y, entornos de trabajo colaborativos que promueven el aprendizaje.

Las TIC en la sociedad actual.

Las TIC forman parte de la cultura que nos rodea. Cambian o evolucionan siguiendo el ritmo de los continuos avances científicos y dentro de un marco de globalización económica y cultural, lo que provoca una incesante transformación en las estructuras económicas, sociales y culturales; por eso, tienen un gran impacto en todos los ámbitos de la sociedad y hacen que cada vez sea más difícil prescindir de ellas. El desarrollo de la tecnología está produciendo cambios significativos en el trabajo, la sanidad, la gestión burocrática, la gestión económica, el ocio, la comunicación, las relaciones interpersonales y la educación entre otros.

Sus principales aportaciones giran en torno a la información, es decir, a su uso, acceso, creación, almacenamiento y difusión. Por ello podríamos hablar de las siguientes aportaciones:

  • El fácil acceso a la información. Ya que la información se ha convertido en el eje promotor de cambios sociales, económicos y culturales, uno de los aspectos primordiales a abordar es, obviamente, el fácil acceso a ella. La información es lo primero que se necesita para obtener conocimientos básicos con los que afrontar cualquier situación y hoy en día se puede acceder a todo tipo de información en cualquier formato, ya sea a través de textos, vídeos, audios o imágenes, independientemente del tema del que se esté tratando, concretamente la televisión, la radio e internet están constantemente transmitiendo mensajes y actualizando la información. A pesar de que es una gran ventaja, muchas veces puede convertirse en un inconveniente, ya que en dicha información puede ser falsa y estar manipulada para que actúe precisamente en beneficio de estos medios. Por eso, dependiendo de la edad, el nivel educativo y cultural o el trabajo, las TIC pueden tener un impacto diferente.
  • Canales de comunicación inmediata. La facilidad de acceso a la información es consecuencia del desarrollo de la comunicación. Las TIC permiten una comunicación que traspasa el tiempo y el espacio. Gracias a la comunicación inmediata podemos difundir información y contactar con cualquier persona o institución a nivel mundial a través de la edición y difusión de información online, correo electrónico, servicios de mensajería instantánea, foros, videoconferencias, blogs, redes sociales, etc.
  • La capacidad de almacenamiento de datos. Gracias al desarrollo de la tecnología, no sólo los ordenadores poseen cada vez más capacidad de memoria, sino que además ha dado lugar a pequeños soportes de fácil transporte con los cuáles se puede almacenar gran cantidad de información. Es el caso de los pendrives, discos duros portátiles y tarjetas de memorianubes virtuales, entre otros. Para ser realmente conscientes de la equivalencia, los expertos equiparan un pendrive de 1 Gb con mil libros de cientos de páginas.
  • Optimización en cualquier tipo de trabajo. Tanto ordenadores trabajando en línea en las oficinas y centros públicos, como móviles, tablets, etc. en éstos y demás oficios procesando automáticamente la información siguiendo las instrucciones de unos programas determinados, a través de líneas WIFI o adquiridas desde alguna compañía de telefonía, han cambiado todo tipo de trabajos, facilitando y agilizando que éstos sean más productivos y flexibles, aportaciones como la interactividad mediante videojuegos, programas especializados para procesar textos, editores gráficos, hojas de cálculo, programas de gestión de datos, etc. Hoy en día, tareas o trabajos que nos llevarían horas hacerlos manualmente, pueden conseguirse en cuestión de segundos con ayuda de las TIC.
  • Digitalización de la información. Con la digitalización se puede conservar y almacenar información de todo tipo de forma segura y cómoda. Con el uso del material adecuado se puede captar cualquier tipo de información (textual, sonora, audiovisual, etc.), procesarla y convertirla a cualquier formato para almacenarla o distribuirla.

Todo avance y desarrollo presenta ventajas, pero también inconvenientes.

  • En cuanto a las ventajas a las aportaciones ya aludidas, hay que sumar que facilitan avances médicos y educativos, la rápida comercialización, producen menos costes y menos riesgos, facilitan el progreso, favorecen la cooperación e interacción entre diferentes entidades, permiten una mejor calidad de vida, incrementan nuevas formas de trabajo, permiten facilidad y exactitud en muchas tareas, contribuyen al medio ambiente, entre otras.
  • En cuanto a los inconvenientes podría citar que cada vez hay menos privacidad, son más numerosos los fraudes, pueden crear dependencia y aislamiento en las relaciones interpersonales disminuyendo la realización de actividades sociales, favorecen el sedentarismo, provocan la disminución de puestos de trabajos debido a la sustitución de máquinas por personas, entre otras.

Las TIC están presentes en nuestro entorno, en nuestras actividades laborales, de ocio y vitales, por lo que debemos aprender a convivir con ellas y sacar el mayor provecho y calidad de vida que nos ofrecen. Pero por otra parte no hay que olvidar ni dejar de tener en cuenta que hay otros aspectos negativos que pueden perjudicar y provocar que su uso desmesurado y sin adecuados conocimientos nos afecten de forma directa.

TIC y educación.

Las TIC facilitan que el alumnado sea capaz de obtener información, de transformarla e integrarla en su proceso de enseñanza-aprendizaje, y siempre desde su realidad más cercana. Se trata de enseñar a los estudiantes a aprender y ello exige al profesorado, lejos de proponer una serie de actividades iguales para todos, facilitar al alumnado distintos itinerarios, actividades y medios que resulten acordes a sus capacidades. Por lo tanto, con este tipo de herramientas el profesorado puede personalizar los recursos para que se adecuen a los diferentes estilos de aprendizajes.

TIC y música.

A principios del siglo XX, la posibilidad de realizar grabaciones audiovisuales supuso una verdadera revolución. Inventos como el cine y el Digital Versatile Disk (DVD), así como el gramófono, el casete y el Compact Disc (CD), hicieron cada vez más accesible la música a la sociedad en general, al tiempo que provocaron una revolución anteriormente inimaginable en un arte, la música, que se basa en el sonido como vehículo que une al compositor, la partitura, el intérprete, el instrumento y el público.

En los últimos años, Internet ha permitido buena parte de los más importantes cambios también en el ámbito de la música y en todos los aspectos, ya sea en la educación musical, en la interpretación o en la composición y, por supuesto, en la difusión.

Con la rapidez de esta herramienta, pareciera como si siempre hubiéramos tenido al alcance de nuestra mano todas las versiones de cualquier música que quisiéramos escuchar. Sin embargo, al echar un vistazo a la historia, nos damos cuenta de que antiguamente solo se podía disfrutar de la música en vivo y en directo. Hace solo unos pocos años, los ya antiguos soportes digitales para disfrutar de conciertos grabados tenían menos variedad, el gasto era mucho mayor y el proceso de transmisión de datos era mucho más lento que ahora. Antes se tardaban varios días, e incluso meses en algunos casos, en enviar y recibir un CD o DVD, utilizando diferentes soportes para ello. Actualmente podemos grabar, enviar y recibir al instante un vídeo o un audio, incluso con la misma aplicación, como es el caso de Whatsapp, por ejemplo.

Como consecuencia de todo esto, la industria musical también ha ido evolucionando junto con los avances tecnológicos. Así, se puede comprobar que tanto las orquestas, como los intérpretes o compositores, y en especial en el entorno educativo, se han introducido las TIC de manera natural como herramienta indispensable para su labor y acercamiento a todos los públicos.

A pesar de todo lo positivo que aportan estos avances, surge la siguiente pregunta: ¿podrían las TIC sustituir a la figura del profesor tal y como se entiende en el campo de la música? ¿Seguirán sirviendo de herramienta para mejorar a la dedicación diaria del instrumento y la atención constante por parte del profesor a la evolución educativa del alumno?

Las TIC en la enseñanza de un Instrumento Musical.

La repercusión educativa que han generado las TIC en la enseñanza de cualquier disciplina, a cualquier nivel, es un hecho incuestionable en la sociedad actual. En este marco, el rol del docente se ha visto modificado, pasando de ser un mero transmisor de conocimientos a un mediador dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.

La sociedad actual está fuertemente mediatizada por la tecnología, por lo que el uso de estos recursos en la enseñanza instrumental permite incentivar e ilusionar al alumnado a través de medios que encuentra motivadores y cercanos a su experiencia cotidiana. Se podría decir que ayuda a introducir en su aprendizaje musical ese complemento tecnológico que tanto le interesa y al que está acostumbrado. Además, facilita el acercamiento entre profesor y alumno.

  • Introducción de nuevos conceptos. Se recurre a la búsqueda de diferentes contenidos en internet, permitiendo al alumno explorar, clasificar y seleccionar información para su posterior estudio. De esta manera, se pueden anticipar aquellos conceptos técnicos o musicales que favorecerán una mayor participación, compromiso y autonomía del alumnado. La búsqueda de información sobre las alteraciones, digitaciones o diferentes articulaciones de una escala o pasaje, aspectos concretos sobre la historia del instrumento o recabar documentación sobre el autor, contexto socio-cultural y el estilo de la obra a estudiar, son algunos ejemplos significativos.
  • Personalización de una obra musical. la audición comparada de una misma obra interpretada por diferentes instrumentistas de referencia, potenciará el sentido crítico del alumno; el análisis y comentario razonado de estas versiones, fomentará la capacidad crítica y la posibilidad de decidir qué aspectos musicales son los más adecuados para su posterior aplicación.
  • Trabajo en equipo. La motivación, el intercambio de ideas o el enriquecimiento cultural y social son algunos factores a tener en cuenta en la enseñanza de cualquier instrumento. Programas como la “caza del tesoro”, a través del cual los alumnos investigan y descubren nuevos contenidos de forma dinámica y participativa, o el editor de partituras Sibelius o Band in a Box, con el que se puede realizar una base de acompañamiento para cualquier improvisación o invención, son algunas herramientas muy útiles para atraer más si cabe la atención del alumnado.
  • Evaluación. El uso de dispositivos de grabación de audio y vídeo, resulta muy eficaz en el proceso formativo principalmente por dos motivos:
    • sirve al profesor como un registro anecdótico de seguimiento.
    • es una herramienta muy útil de autoevaluación del alumnado, con una visión más objetiva y real de sus interpretaciones.

Continuará…

Francisco González Hernández.

Siguiendo el recorrido de los compositores de música procesional Farfán y Beigbeder, en esta ocasión vamos a conocer la figura de otro gran músico y compositor como es Pedro Gámez Laserna.

Escrito por diapason 22 octubre, 2020

Pedro Gámez Laserna, nació en el año 1907 en Jódar, un municipio de la comarca de Sierra Mágina, en Jaén, donde comenzó sus primeros pasos en la música dentro de la Banda Municipal de Jódar con un instrumento de la familia de las trompas como es el “Onnoven”, instrumento que nos recuerda a la forma de un bombardino. Posteriormente, con dieciséis años, ingresó como alumno en el Regimiento de Infantería de la Reina nº 2 en Córdoba donde comenzó como trombonista y después se especializó como
trompista.

Su anhelo de llegar a ser director de banda lo llevó a Madrid a principios de 1940 para formar parte de la Banda Sinfónica Municipal, donde siguió formándose. Fue entonces, en septiembre de 1943 cuando obtiene, con calificación de sobresaliente, la primera plaza en las oposiciones al Cuerpo Nacional de Directores de Músicas Militares. Con este logro, estuvo tres meses de prácticas en el Regimiento de Infantería del Inmemorial del Cuartel General del Ejército de Madrid y después se marchó a Córdoba a la banda donde perteneció, ahora con otro nombre, Banda del Regimiento de Infantería de Lepanto nº2 en calidad de director.

Un hecho importante en su carrera fue en el año 1957 cuando se incorpora como director a la Banda del Regimiento de Infantería de Soria nº9 de Sevilla. En la imagen de la derecha podemos ver una instantánea del maestro dirigiendo a la Banda de Soria 9.

Dicha plaza la ocuparon ilustres directores como José Font Marimont, fundador de la saga de los Font o Manuel López Farfán. En esta etapa, tomó un contacto muy fuerte con la Semana Santa de Sevilla naciendo así su inspiración como compositor. Como anécdota, él mismo dijo una vez: “Yo empecé a componer en Sevilla porque así lo quiso la Macarena”.

Sus composiciones tienen un gran carácter solemne y muy lírico, con cierto recuerdo a López Farfán y que recogen la esencia de cada cofradía a la que le escribó. Marchas como “Sevilla Cofradiera”, considerada como la mejor instrumentada, “Saeta Sevillana”, “Cachorro”, “María Santísima del Subterráneo” o la conocida “Pasa la Virgen Macarena” entre otras muchas. En su repertorio de marchas procesionales, su música se concentra en imágenes iconográficas de la Semana Santa de Sevilla y Córdoba, coincidiendo su estancia como director en “Soria 9” y “Lepanto nº2”. En Sevilla dedica marchas al Gran Poder, a la Macarena, Virgen del Patrocinio, La O y en Córdoba a la Virgen de la Paz, a la Hermandad de la Buena muerte o al Cristo de la Caridad, entre otras. Gámez Laserna no solo escribió música procesional, sino que también compuso música tradicional andaluza, música militar, instrumental y vocal. De todo ello podemos mencionar el “Himno de la Cruz Roja”, la Suite “Estampas de nuestra Andalucía”, “Sevilla, yo te canto”, “Impresiones Cordobesas”, entre otras.

En 1967 el maestro Gámez Laserna se retiró de su servicio como director de “Soria 9” dejando el puesto a su tocayo Pedro Morales Muñoz. Falleció en la propia capital hispalense a la edad de ochenta años. Su entierro fue en la Basílica de la Macarena y tras su salida de la basílica, por su propia voluntad, la Banda de Soria 9 interpretó su marcha “Pasa la Virgen Macarena”.

Una vez que escuchas el repertorio de este compositor es difícil destacar o quedarse con una marcha procesional de Gámez Laserna para cerrar este artículo, pero sí que es cierto que la marcha “Pasa la Virgen Macarena” es una de las que más ha trascendido en la música procesional. La compuso en 1957, siendo la primera marcha cuando ejercía de director en “Soria 9” y en la actualidad sigue sonando tras la Macarena en su recorrido de “La Madrugá”.

Desde estas líneas también te invito a escuchar otras marchas como “Sevilla Cofradiera” o “Ante el Gran Poder” y también en su faceta fuera del ámbito de la Semana Santa.

 

Roberto Puche.

Costa de Marfil es el país africano con más estudiantes de español.

Su riqueza cultural, diversidad y paisajes de ensueño lo convierten en un destino diferente, fuera de los habituales y con el que romper acabar con tópicos.

¿Quieres saber qué te ofrece un intercambio cultural con Costa de Marfil? ¡Te lo contamos!

dothegap Team ✔ dothegap News

Costa de Marfil: el país africano donde más se estudia castellano

La APESCI (Asociación de Profesores de Español de Secundaria de Costa de Marfil) es sponsor de dothegap y, gracias a ellos, con su presidente Alla Kouakou a la cabeza, estamos descubriendo un país fascinante.

Según datos de APESCIen Costa de Marfil hay 560.000 estudiantes de castellano y más de 3.000 profesores del idioma; otros 3.000 alumnos de universidades públicas lo aprenden. ¡En todas las ciudades del país hay profesores de español y el nivel de los hablantes es muy alto!

Intercambio cultural con Costa de Marfil: ¡un destino para romper tópicos! - APESCI

Hasta el momento, el contacto entre Costa de Marfil y países de habla hispana ha sido limitado. Por ello, la relación entre APESCI y dothegap abre la oportunidad de realizar intercambios culturales novedosos, fuera de los más habituales, con los que descubrir un país lleno de cosas que ofrecer.

Si ya estás registrado en dothegap o lo haces ahoraaquí puedes ver la propuesta de APESCI, una asociación con la compartimos muchos objetivos, como la promoción de los intercambios como fuente de enriquecimiento lingüístico, cultural y turístico.

¿Por qué realizar un intercambio cultural con Costa de Marfil?

Costa de Marfil es un país sorprendente. Tiene una situación geográfica privilegiada, con hermosas costas, espacios naturales de interior que quitan el aliento, las plantaciones más importantes del mundo de cacao y anacardos y ciudades históricas pintorescas.

En un intercambio cultural con Costa de Marfil, podrás descubrir Yamusukro, la capital administrativa del país. Allí, entre otros muchos puntos de interés, destaca la inmensa Basílica de Nuestra Señora de la Paz, conocida como San Pedro de África.

Intercambio cultural con Costa de Marfil: ¡un destino para romper tópicos! - Basílica Nuestra Señora de la Paz

También en el interior se encuentra Daloa, conocida por su convivencia entre seres humanos y monos, pero también por ser uno de los grandes centros productores de cacao del país.

Estas plantaciones, junto a las de anacardos, café o hevea representan una oportunidad única para aprender sobre cultivos que no se dan en España y compartir conocimientos. ¡Supondrá una visita tan sorprendente y fascinante como enriquecedora para todas las partes!

Otra gran experiencia puede vivirse en Bomizambo, un pueblo donde se mantiene el legado de los tejedores tradicionales del centro de Costa de Marfil. ¡Imagina un intercambio en el que aprender con estos increíbles artesanos!

Intercambio cultural con Costa de Marfil: ¡un destino para romper tópicos! - Collage

Par MAN — Travail personnel, CC BY-SA 4.0

En el oeste, se sitúan las increíbles cascadas de Man, en un entorno montañoso lleno de vegetación. Y es que, hay diferentes zonas a lo largo del país, con la sabana sudanesa en el norte donde viven los elefantes, diversas áreas selvátivas de gran belleza e incluso la ecorregión de manglar guineano, con mangles que pueden superar los 25 metros altura, aves migratorias, manatíes y hipopótamos pigmeos.

Abiyán es la capital económica y la ciudad más poblada del África Occidental francófona. Esta gran urbe está próxima a los 5 millones de habitantes, es moderna y cosmopolita y alberga algunas de las mejores playas del país. Además, a algo menos de 100 km al este, se sitúa la ciudad-balneario de Assinie.

Intercambio cultural con Costa de Marfil: ¡un destino para romper tópicos! - Costa

Puedes ver el vídeo a continuación en el que se destaca la riqueza cultural del país, la hospitalidad y gran diversidad de sus habitantes, pero también su potencial en infraestructuras y economía. ¡Además de sus paisajes, fauna y flora!

¿Te imaginas poder vivir un intercambio cultural con Costa de Marfil? Profesores y alumnos de diferentes países pueden experimentarlo a partir de ahora a través de dothegap y de la manera más económica, sin pagar por la experiencia ya que no intermediamos por lo que puedes vivirlo GRATIS.

Además, como has podido ver, ¡Costa de Marfil ofrece todo tipo de oportunidades! De esta manera, además organizar el intercambio para practicar el castellano y/o el francés, pueden proponerse todo tipo de actividades cross-culturales: aprendizaje sobre cultivos, artesanía local, fauna y flora o del país como ejemplo del desarrollo en el África Occidental.

Si te atrae este tipo intercambio cultural, anímate, regístrate en dothegap y lanza tu propuesta de intercambio para poder interactuar con los usuarios. ¡Nuevas experiencias te están esperando!

 

Si fuera araña… [A propósito de la música de Johann Sebastian Bach]

Rodaba camino al conservatorio cuando escuché una frase en la radio que dilató mis pupilas:

“A las arañas les gusta Bach”.

Llegué tarde pues no alcancé a escuchar su contexto, pero fue inevitable. Inmediatamente mi cerebro, prendado por tan ocurrente máxima, urdió dos hilarantes imágenes en primera persona y en mi tonalidad preferida, do menor.

En la primera imagen sentí el paralelismo entre el tejido de la meticulosa tela y la red polifónica de la fuga BWV 871 en Do menor:

Motivo: tres milímetros; respuesta: dos milímetros ¡Una tela mutante! Un divertimento interno atraerá a las moscas y las dos puntadas perpendiculares que siguen crearán la exposición perfecta. Pero soy una araña muy sensible, dejaré caer un becuadro a modo de guiño, que igual me sale novio.

Sigo tejiendo… sigo tejiendo… dos vueltas en do y una vuelta en fa, esto va tomando forma. Me empieza a rugir el estómago, merezco una pausa para tomar el té al sol. Pero, ¡raudo! Vuelta al trabajo que aún queda mucho por hacer.

¡Qué estrés! ¡qué estrés! Se me estrechan las ideas y los hilos trenzan en entrópica textura: Del derecho, al doble y del revés, y vuelta a estrechar girando como una noria por el círculo de quintas.

¡No pares, no pares! Me increpo y, mareada, vomito desmesurada la seda, con la voz grave y profunda: TRES MILÍMETROS, DOS MILÍMETROS. Soy una araña sensible, que está a punto de caer de culo sobre una digestiva tónica.

No, no he terminado. Se me enredan las hebras, se trenzan, se enmarañan… ¡Sorpresa! ¡Qué bonito diseño! A la primera, a la quinta, a la cuarta, del derecho y del revés, me deslizo de arriba abajo y me quedo suspendida, disminuida, a las siete…

Necesito terminar… de norte a sur arpegio mis sedosas cuerdas invocando sostenida al astro Sol. Creo que hoy he cumplido mi misión. Me sentaré con mi tónica y decidiré si sentirme menor o mayor, pura picaresca.

En la segunda imagen evoqué cómo nuestra amiga teje su tela a ritmo de danza mientras escucha la Partita nº 2 BWV 826, en Do menor:

Calentemos motores, quiero bailar. En un estado grave de concentración, hago mi solemne entrada al salón donde he localizado el lugar ideal para mi nueva tela. Agilizo el paso, mi binario caminar duda entre cuatro pasos rápidos o dos lentos. Al fin y al cabo, en su conjunto las moscas sólo me perciben caminando, aún no tienen miedo, hasta que alcanzo los rayos del sol y salen a la fuga.

*

Johann Sebastian Bach – Partita II c-Moll, BWV 826 – Sinfonia [Glenn Gould, piano – 1959]

*

Comienzo a tejer las progresivas ruedas creando un Todo que es más que la suma de las partes.

Primera rueda: Allemande. Me mantengo firme y decidida, danzo con pasos cortos pero serenos, con la sabiduría de quien trenza armónica polifonía, incluso cuando la presa hace trinar la bella red antes de ser acabada.

*

Johann Sebastian Bach – Partita II c-Moll, BWV 826 – Allemande [Glenn Gould, piano – 1959]

*

Segunda rueda: Courante. Contrasto sonriente en un baile diverso de pisada firme, sinuoso y oscilante entre la agilidad y el sosiego. Un equilibrio que calcula la vibración óptima, muy sensible al titilar que disminuye las penas… Y el hambre.

*

Johann Sebastian Bach – Partita II c-Moll, BWV 826 – Courante [Glenn Gould, piano – 1959]

*

Tercera rueda: Sarabande. Mis patas danzan con rigor y delicadeza, sin prisas, como el calor andaluz. Es sensualmente perfecta para atormentar a las ingenuas presas a la de una, a la de dos y a la de tres.

*

Johann Sebastian Bach – Partita II c-Moll, BWV 826 – Sarabande [Glenn Gould, piano – 1959]

*

Cuarta rueda: Rondeaux. Me siento hedonista girando como una noria, a riesgo de quebrar el peligroso filamento tan necesario para mi subsistencia, saltando arriba y abajo con mis tacones rojos.

*

Johann Sebastian Bach – Partita II c-Moll, BWV 826 – Rondeaux [Glenn Gould, piano – 1959]

*

Quinta y última rueda: Capriccio. Casi he terminado la tela, la adrenalina se refleja en mi rostro que irradia felicidad. Ya no se qué es arriba y qué es abajo, danzo de un lado para otro, bailo de puntillas en ocho cortos pasos en los que en ocasiones reconozco ideas de ruedas pasadas.

*

Johann Sebastian Bach – Partita II c-Moll, BWV 826 – Capriccio [Glenn Gould, piano – 1959]

*

Me siento mareada de tanto girar y girar, con dolor de rodillas de tanto saltar y saltar. Sólo me viene un pensamiento a la cabeza: me merezco otra tónica en el sofá.

Ahora comprendo, sin duda alguna, por qué a las arañas les gusta Bach.

***

Silvia Olivero Anarte

Autor

Situar nuestra vista sobre el siglo XIX implica adentrarnos en los pormenores en cuanto al nacimiento, progreso y afianzamiento de las bandas de música civiles en España se refiere.

En el caso del altiplano de Murcia y el sureste de Albacete, la historia no fue distinta y siguió la evolución, que salvo algunas excepciones, venía estableciéndose en el conjunto del movimiento bandístico del país.

Como agentes sociales y culturales de primer nivel que fueron y que son, todo el desarrollo de las bandas de música durante este siglo se vio influenciado, y de alguna manera incluso articulado, por diversos condicionantes políticos, sociales y económicos.

Fuente: Escrito por diapason 15 octubre, 2020  Por Felipe García Atienzar.

El surgimiento de las bandas municipales de Yecla (Murcia) y Ontur (Albacete) pareció adelantar una tendencia al alza tras la Desamortización de Mendizábal (1836 – 1837) y la Restauración Borbónica de 1874. La instrucción musical, que venía desarrollándose principalmente en torno a los maestros de capilla y organistas de las iglesias, fue asumida y regulada por el estado[1], desembocando de manera progresiva en lo que Ayala Herrera ha denominado como “proceso de institucionalización”[2]. Un procedimiento que originó el nacimiento de la mayor parte de las bandas de música españolas bajo la protección de diferentes estamentos oficiales[3].

Este proceso ya podía verse reflejado en la aparición de la Banda Municipal de Yecla (Murcia) cuando el 24 de septiembre de 1863, Matías Aliaga López, organista y maestro de capilla de la iglesia de la asunción, es autorizado por el ayuntamiento de la ciudad para impartir instrucción musical a los niños y niñas de la población[4]. Matías Aliaga nació en Yecla en el año 1805, yerno del filósofo local José Soriano García, gozó de la protección económica de su suegro hasta la muerte de este en 1857[5]. En 1860 edita en Madrid su Resumen musical en diez lecciones que le vale el nombramiento de la Reina Isabel II para la enseñanza de la música en las escuelas públicas de la capital[6]. El 12 de diciembre de 1862, Matías Aliaga comenzó las clases de música y declamación de la Academia Lírico-Dramática «la infantil»con sede en el local de capellanes de Madrid[7],   anunciándose al efecto las primeras representaciones de los niños y niñas que la componían. La iniciativa de Aliaga, que contó con el apoyo de José Araujo, implicó la puesta en escena de diversas zarzuelas y comedias con música compuesta por el primero[8]. El proyecto de «la infantil» fue exportado, por el propio Matías Aliaga, a diversas ciudades españolas: Cartagena (1865), Hellín (1866), Albacete (1869), establecimientos de beneficencia de Alicante (1871), Lorca (1872), Madrid (1874), Pinoso (1881).[9]

No es de extrañar que el proyecto de «la infantil»fuera desarrollado también en la ciudad de Yecla en el año 1863, originando de esta forma lo que posteriormente sería su Banda Municipal de Música. Directores como Francisco Antonio Martínez Peiró (1867-1885), Jesús Amores Bernardina (1890-1892), Bartolomé Maestre Ortega (1892-1896), Cenón Ortuño Azorín (1897-1925), Blas Jacinto Ortuño Rubio (1925-1927), Juan Francisco Javier Ortuño Rubio (1927-1931) (ver Figura 1), Manuel Fuster Guirao (1933-1934), José Ortuño Ortuño (1935-1955) y Vicente García Lacal (1955-1958)[10], desarrollaron su labor en la agrupación hasta su definitiva disolución en el mes de marzo de 1958[11]. Lejos de ser una institución sólida, experimento diversas etapas de actividad e inactividad, tendencia esta, que también se vio reflejada en bandas municipales como la de Hellín o Almansa[12].

Figura 1. Banda Municipal de Yecla (Murcia) [1928]. Fuente: E: AAMMY

Tras la primera disolución en 1885 de la Banda Municipal de Yecla dirigida por Francisco Antonio Martínez Peiró, fue el profesor Jesús Amores Bernardina el que, el 25 de junio de 1889, comenzó los ensayos de una nueva banda de música que el mismo organizó[13]. Jesús Amores, que había sido alumno de Julián Calvo en Murcia, era profesor de piano en el  Colegio de los Padres Escolapios de Yecla y director artístico de la «Estudiantina Yeclana» con la que estrenó, el 15 de septiembre de 1888, el episodio Cómico-Lírico-Dramático, «Cádiz»[14].

El 6 de mayo de 1890, la banda de Jesús Amores firmó un contrato con el Ayuntamiento de Yecla comprometiéndose a realizar las actuaciones requeridas por este. A cambio, la banda recibió el importe de 550 pesetas anuales para el director y 1100 pesetas para los músicos[15]. La actividad de Jesús Amores durante estos meses fue notable. El 2 de mayo de 1890 ganó, con el pasodoble «Perroti», el primer premio del Certamen Literario de Yecla y el premio batuta de plata del Conservatorio de Madrid[16]. El pasodoble se interpretaría en Murcia el 6 y el 25 de julio de 1890 por la banda de música de Vicente Espada Cánovas[17].

El 5 de septiembre de 1892 el Ayuntamiento de Yecla, alegando su incumplimiento, dio por resuelto el contrato firmado por un periodo de cuatro años con la banda de Jesús Amores[18]. El 8 de septiembre la nueva banda organizada por Bartolomé Maestre Ortega ya realizaba su actuación en la glorieta como banda municipal en sustitución de la de Jesús Amores. En este mismo periodo, la banda de Jesús Amores participó en las fiestas de Caudete celebradas del 5 al 10 de septiembre de 1892[19]. Esta misma banda tomó parte, el 30 de septiembre de 1892, en el Certamen Musical de Yecla junto a las bandas de Villena, Caudete y la Banda Municipal de Yecla dirigida por Bartolomé Maestre. La banda dirigida por Jesús Amores se alzó con el primer premio del concurso[20]. Una de las últimas noticias sobre esta actividad conjunta de ambas bandas la encontramos en El Diario de Murcia, donde el 12 de octubre de 1892 se hizo eco de las serenatas que las dos bandas habían desarrollado hacia sus advocaciones políticas[21].

En el caso de la localidad de Ontur (Albacete), el impulso de su banda municipal vino de la mano de Fructuoso Esquer Ibarra, maestro de instrucción pública nacido en Villafranca (Navarra) y que abordó la tarea de la enseñanza musical tras su llegada en 1855. Consecuencia directa de su magisterio, se constituyó en 1868 su banda municipal bajo la dirección de uno de sus alumnos, Enrique Torres Cebrián[22]. Tras la marcha de Enrique Torres a la población de Tobarra (Albacete), se hizo cargo de la misma Segismundo Cebrián Martínez, alcanzando el tercer permio en el primer certamen musical de bandas que se celebró con carácter provincial el 11 de septiembre de 1882 en la plaza de toros de Albacete. Como obra obligada se seleccionó por parte de Emilio Arrieta[23], presidente del tribunal calificador, la «Sinfonía sobre motivos de varias zarzuelas» de F.A. Barbieri[24].

A comienzos del siglo XX los músicos de Ontur se dividieron en dos agrupaciones, la Banda Municipal que dirigía Segismundo Cebrián y la nueva agrupación surgida tras la vuelta a la población de Enrique Torres Cebrián[25], la «Sociedad Filarmónica» de Ontur. Esta última agrupación participó, el 14 de septiembre de 1902, en una nueva edición del certamen provincial de bandas celebrado en Albacete obteniendo un cuarto puesto[26]. Tras el retiro de Segismundo Cebrián se nombró, el 1 de mayo de 1904, a Enrique Torres Cebrián como nuevo director de la banda municipal. El nombramiento acarreó la fusión de las dos formaciones existentes hasta su fallecimiento el 31 de marzo de 1908, momento en el que la actividad de la Banda Municipal de Ontur entró en un paréntesis. En 1918 se vuelve a reorganizar bajo la dirección de Robustiano Cebrián Ramírez  hasta el fallecimiento de este el 27 de septiembre de 1937[27].

Figura 2. Banda Municipal de Ontur (Albacete) [1920]. Fuente: E: ABMO

La localidad de Jumilla (Murcia) se ha caracterizado por mantener, durante la mayor parte de su historia, la existencia de dos bandas de música en la población. Desde 1880, las bandas dirigidas por Baldomero Santos Orgiles y Pedro Jiménez López participaron, hasta prácticamente el año 1897, en las distintas procesiones de semana santa celebradas en el municipio, así como en su feria de agosto[28]. Las dos bandas citadas, la segunda de ellas dirigida ya por Dionisio García, amenizaron la feria de Hellín (Albacete) de septiembre de 1878 debido a que su banda municipal se encontraba desorganizada[29]. En 1897, Alfredo Santos de la Rosa sustituyó a Baldomero Santos Orgiles en la dirección de su banda y constituyó una nueva, activa hasta 1927 y bajo la denominación de «La lira»[30]. El propio Alfredo Santos de la Rosa también se hizo cargo de la Banda Municipal de Jumilla o del Patronato Municipal «Santa Cecilia», cuya trayectoria discontinua se vio alterada según las disposiciones económicas del consistorio. Tras la muerte de Alfredo Santos de la Rosa sería su hijo, Julián Santos Carrión, el encargado de tomar las riendas de su dirección el 18 enero de 1933. Finalmente la Banda Municipal de Jumilla quedó nuevamente disuelta el 16 de mayo de 1934[31].

Una partida presupuestaria aprobada en pleno el 13 de agosto de 1893 constituye la primera referencia sobre la Banda Municipal de Música de Montealegre del Castillo (Albacete)[32].  En sus inicios fue dirigida por Antonio Galván Flores (1893-98), tenor cómico y clarinetista en la compañía lírica de su hermana, la tiple, Pura Galván Flores. Esta compañía, con un repertorio de treinta y ocho zarzuelas y ocho comedias, desarrolló una gran actividad en el levante español entre 1895 y 1906[33]. Paralelamente a su labor musical y desde el año 1894,  Antonio Galván también regentó un café en la localidad[34]. Tras su  marcha de Montealegre dirigió la Banda Municipal de Molina de Segura (Murcia) desde el mes de marzo de 1898 hasta principios del año 1900[35].

Durante las primeras décadas del siglo XX, y hasta la segunda república, la Banda Municipal de Música de Montealegre del Castillo sufrió numerosas disoluciones y reorganizaciones. Una de estas reorganizaciones fue  promovida por su ayuntamiento el 25 de mayo de 1926, donde se acordó la apertura de un concurso público para “la adquisición de 28 instrumentos, que se considera[rían] necesarios para la banda de música”[36]. En marzo de 1928 encontramos la participación de “los modestos obreros que integra[ban] la banda municipal” en el entierro de un mendigo anónimo[37]. La «Unión Almanseña» sería la encargada de solemnizar tanto los actos celebrados por la «Juventud Radical» el 29 de junio de 1932 con motivo de la fiesta de la bandera, como los acontecidos en agosto de 1933 con motivo de las fiestas patronales[38]. Estos datos apuntan a lo que supuso una nueva disolución de la Banda Municipal y en consecuencia, la baja en el presupuesto del año 1933 de la partida destinada a la plaza de director que ostentaba Alfonso Campos Delicado[39].

 

Desde la aprobación de la Real Orden del 28 de febrero de 1839, por la que se autorizó el derecho de reunión[40], la vida asociativa en España se desarrolló en torno a dos modelos básicos: “el círculo de instrucción y de recreo (de procedencia liberal-burguesa) y la sociedad de socorros mutuos (plataforma societaria que está en el origen del movimiento obrero)”[41]. La aprobación de la Ley General de asociaciones, de 30 de junio de 1887, donde quedaron reguladas las bases para la constitución de asociaciones de tipo religioso, político, científico, artístico, benéfico o de recreo entre otras[42], originó, a finales del siglo XIX y principios del XX, la adopción por parte de las clases populares y obreras del modelo de procedencia liberal-burguesa y la constitución de un gran número de asociaciones culturales que articularon la instrucción y el recreo de las clases sociales más desfavorecidas[43]. Esta nueva ley implicó la creación, por primera vez en España, de un registro de sociedades o asociaciones al establecerse como obligada la presentación de los reglamentos, acuerdos o estatutos de estas entidades ante los gobernadores civiles de las provincias[44].

En esta coyuntura de impulso asociativo tuvo lugar el nacimiento de una nueva banda de música en la ciudad de Yecla (Murcia), la Sociedad Musical «La Primitiva», con alta el 19 de enero de 1910 en el registro de asociaciones del Gobierno Civil de la Provincia de Murcia. Domiciliada en la calle San Ramón nº133, esta institución estaba regida por una junta directiva y se financió mediante la cuota mensual aportada por sus socios[45]. Presidida en sus comienzos por Francisco López, la banda fue dirigida por Marcos Ros Navarro hasta su desaparición en 1932. De su actividad destaca la realización de conciertos mensuales para sus socios y la solemnización de diversos actos y fiestas en los barrios de San Blas, Santa Ana o calle corredera[46].

En Fuente-Álamo (Albacete), el asociacionismo fue clave para el nacimiento, en el año 1911, de la primera banda de música en la población. Bajo la denominación de Sociedad Lírica (ver Figura 2), fue conocida popularmente como «La Primitiva» o «banda vieja» y estuvo dirigida por José García Gandía, Cenón Ortuño Azorín e Iluminado Tárraga Del Egido. La agrupación permaneció en activo hasta el año 1936[47].

Figura 3. Sociedad Lírica «La Primitiva» de Fuente-Álamo (Albacete) [1916]. Fuente: E: AUMF.

Paralelamente a esta agrupación, y en un periodo de poco más de tres años, Fuente-Álamo contó con dos bandas de música. Esta segunda formación fue impulsada por Eliseo García Cerdán, músico local y sacristán de la parroquia de San Dionisio Areopagita. Declarada como Banda de Música Municipal el 9 de abril de 1916, su corta trayectoria concluyó el 25 de marzo de 1919 con la supresión de la plaza de director que ocupaba Juan Tomás Castillo[48].

El impulso de las entidades públicas a mediados del siglo XIX fue un factor fundamental para la aparición de las primeras bandas de música en el altiplano de Murcia y el sureste de Albacete. Esta asunción de la enseñanza musical, su promoción y legislación, fue determinante para consolidar una etapa de gran esplendor en las bandas de nuestro país. Bandas municipales como la de Yecla (Murcia), Ontur (Albacete), Montealegre del Castillo (Albacete), Fuente-Álamo (Albacete) o la del Patronato Municipal «Santa Cecilia» de Jumilla (Murcia), se cimentaron en base a este apoyo. Los vaivenes políticos y económicos fragmentaron este soporte y ocasionaron diversas etapas de actividad e inactividad en las mismas.

Las sociedades privadas se convirtieron en el modelo para garantizar la actividad de las bandas de música en los primeros años del siglo XX, alejándose así de la inestabilidad que el amparo de los ayuntamientos ocasionaba y canalizando el deseo de la población por mantener dichas agrupaciones. Ejemplos como la Banda de Música «La lira» de Jumilla (Murcia), la «Sociedad Filarmónica» de Ontur (Albacete), la Sociedad Musical «La Primitiva» de Yecla (Murcia) o la Sociedad Lírica «La Primitiva» de Fuente-Álamo (Albacete), sirvieron de alternativa a las bandas municipales en su modelo educativo, organizativo y de gestión.

La importancia de las bandas de música en nuestros pueblos fue notable durante el periodo que hemos analizado. En la mayoría de las poblaciones convivieron dos bandas de música, lo que confirma el arraigo que estas formaciones y su enseñanza tuvo para los habitantes de estos municipios. Constituyeron en su mayoría dos modos diferenciados de gestión; uno público y otro privado. Modelos, que se alternaron con el fin de dar soporte y continuidad a las bandas de música.

En nuestras manos queda arrojar luz, a través de la investigación, sobre todo aquello que rodeó a estas bandas; sus directores, repertorio, componentes y espacios de actuación entre otros. Estos elementos nos permitirán valorar la importancia de las mismas a través del conocimiento profundo de su historia, bien como antecesoras de las formaciones actuales, bien como parte esencial de aquellas agrupaciones que se mantienen aún en activo.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Auñón Rodríguez, Ricardo. Fuenteálamo ayer y hoy. Albacete: Julián Gómez Avendaño, 1984.

Ayala Herrera, Isabel María. “Música y municipio: marco normativo y administración de las bandas civiles en España (1931-1986). Estudio en la provincia de Jaén”. Tesis Doctoral. Universidad de Granada, 2014.

Azorín Marco, José Miguel. “La música en Yecla a través de su banda”. En: Yecla: Memorias de su identidad, editado por Francisco J. Muñoz López, 259-261. Murcia: Editum Ediciones de la Universidad de Murcia, 2010.

Cortizo Rodríguez, Maria Encina. “Juan Pascual Antonio Arrieta y Corera”, acceso el 22 de mayo de 2020, http://dbe.rah.es/biografias/8066/juan-pascual-antonio-arrieta-y-corera

García Ruíz, Gregorio. La música en el convento de Santa Clara de Hellín en los siglos XIX y XX. Albacete: Instituto de estudios albacetenses, 2007.

Gallego Morell, Antonio. “Aspectos sociológicos de la música en la España del siglo XIX”. En: Revista de musicología, 14, 1-2(1991), pp.13-32.

Hernández Cutillas, Alfonso. Música y músicos yeclanos. Yecla: Asociación amigos de la música, 2008.

López Megías, Francisco R y Ortíz López, María Jesús. Almansa Toros y música. Almansa: Francisco R. López Megías, 2001.

Manzanares Martínez, Domingo Antonio y Martínez Soto, Ángel Pascual. Historia   social y económica contemporánea.  Murcia: Diego Marín, 1999.

Navarro Navarro, Javier. “Mundo obrero, cultura y asociacionismo: Algunas reflexiones sobre modelos y pervivencias formales”. En Hispania, 63, 214(2003), pp.470-471.

Montes Bernárdez, Ricardo. “Banda Musical de Jumilla”, acceso el 12 de mayo de 2020, https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,56,c,373,&r=ReP-27448-DETALLE_REPORTAJES

Montes Bernárdez, Ricardo. El Teatro en los pueblos de Murcia (1845-1936). Murcia: Azarbe, 2006.

Olivares Valero, Juan. Raíces-Historias viejas y nuevas de Ontur-Vol.1. Alicante: Artes Gráficas Carbonell, 2002.

Ortuño Palao, Miguel. “El músico Aliaga”, En: Homenaje al profesor Juan García Abellán, editado por Juan García Abellán, 263-265.. Murcia: Editum Ediciones de la Universidad de Murcia, 1991.

Pelayo Olmedo, José Daniel. “El derecho de asociación en la historia constitucional española, con particular referencia a las leyes de 1887 y 1964”. En Historia Constitucional (revista electrónica), 8, (2007),  pp.106-112.

Sánchez Huedo, Olga. La actividad artístico musical de Albacete en la segunda mitad del siglo XIX. Albacete: Instituto de estudios albacetenses, 2004.

Sánchez Huedo, Olga. “La banda municipal de música de Albacete: Desde sus orígenes hasta la primera década del siglo XX”. Tesis Doctoral. Universidad de Salamanca, 2008.

V.V.A.A. 150 Aniversario (1868-2018). Banda municipal de música de Ontur. Ontur: Asociación cultural amigos de la música, 2018.

Verdú Fernández, Antonio. “Las bandas de música de Jumilla”. En: Actas. X Congreso de cronistas oficiales de la Región de Murcia: Historia de las bandas de música en la Región de Murcia. (Mula, 27 de Mayo de 2017). Murcia: Asociación de cronistas oficiales de la Región de Murcia, 2017, pp. 349-361.

 

[1] Gallego Morell, “Aspectos sociológicos de la música en la España del siglo XIX”, pp. 14-15.

[2] Ayala Herrera, “Música y municipio: Marco normativo…”, p. 93.

[3] Ibídem.

[4] Azorín Marco, “La música en yecla a través de su banda”, pp. 259-260.

[5] Ortuño Palao, “El músico Aliaga”, pp.263-265.

[6] La Correspondencia de España, XIII (1860), nº802, 20 de noviembre, p.4.; La Correspondencia de España, XIV (1861), nº865, 24 de enero, p.3.

[7] La Correspondencia de España, XV (1862), nº1616, 12 de diciembre, p.2.

[8] Sánchez Huedo, “La actividad artístico musical de Albacete en la segunda mitad del siglo XIX”, p.153.

[9] La Paz de Murcia,VIII (1865), nº2186, 4 de mayo, p.2.; La Correspondencia de España, XIX (1866), nº3093, 2 de agosto, p.2.; Eco de Alicante, VI (1871), nº931, 29 de abril, p.3.; La Paz de Murcia, XV(1872), nº4599, 25 de septiembre, p.1.; El Gobierno, III (1874), nº894, 16 de diciembre, p.3.; Eco de Provincia, III (1881), nº588, 2 de septiembre, p.3.

[10]Hernández Cutillas, “Música y músicos Yeclanos”,  p.37-113.

[11]Ibídem, p. 112.

[12] cfr. López Megías y Ortiz López, “Almansa Toros y Música”. García Ruíz, “La música en Hellín: Historia de la capilla parroquial y de la banda municipal (1580-1966)”.

[13] El Diario de Murcia, XI (1889), nº3771, 25 de junio, p.3.

[14] El Diario de Murcia, X (1888), nº3509, 18 de septiembre, p.2.

[15] La Soflama, II (1892), nº46, 18 de septiembre, p.3.

[16] La Paz de Murcia, XXXIII (1890), nº11072, 6 de julio, p.3.

[17] El Diario de Murcia, XII (1890), nº4069, 6 de julio, p.3.; El Diario de Murcia, XII (1890), nº4085, 25 de julio, p.3.

[18] La Soflama, II (1892), nº46, 18 de septiembre, p.3.

[19] El Criterio Yeclano, I (1892), nº12, 11 de septiembre, p.3.

[20] El Diario de Murcia, XIV (1892), nº5111, 30 de septiembre, p.3.

[21] El Diario de Murcia, XIV (1892), nº5121, 12 de octubre, p.2.

[22] V.V.A.A., “150 Aniversario (1868-2018). Banda Municipal de Música de Ontur”, pp. 5-6.

[23] Juan Pascual Antonio Arrieta y Corera (Puente la reina, 20-10-1821 – Madrid 11-02-1894) conocido con el nombre artístico de Emilio Arrieta, estudió composición en Milán (Italia) con Nicola Vaccaj. Nombrado maestro de canto de la Reina Isabel II en 1848, ejerció como profesor de composición en el Conservatorio de Madrid  y posteriormente como director del mismo en 1868. Caracterizado por un estilo de clara influencia italiana fue, junto a autores como Barbieri y Gaztambide, uno de los grandes exponentes del teatro lírico español a mediados del siglo XIX: Cortizo Rodríguez, “Juan Pascual Antonio Arrieta y Corera”, acceso el 22 de mayo de 2020, http://dbe.rah.es/biografias/8066/juan-pascual-antonio-arrieta-y-corera

[24] Sánchez Huedo, “La Banda Municipal de música de Albacete: Desde sus orígenes hasta la primera década del siglo XX”, pp. 648-656.

[25] Olivares Valero, “Raíces-Historias viejas y nuevas de Ontur-Vol.1”.

[26] Sánchez Huedo, “La Banda Municipal de música…”, pp. 648-656.

[27] V.V.A.A.,“150 Aniversario (1868-2018). Banda Municipal de Música de Ontur”, p. 6.

[28] Verdú Fernández, “Las bandas de música en Jumilla”, pp. 350-352.

[29] García Ruíz, “La música en Hellín: Historia de la capilla parroquial y de la banda municipal (1580-1966)”, p.133.

[30] Montes Bernárdez, “Banda Musical de Jumilla”, acceso el 12 de mayo de 2020, https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,56,c,373,&r=ReP-27448-DETALLE_REPORTAJES

[31] Verdú Fernández, “Las bandas de música en Jumilla”, pp. 352-353.

[32] De Moya Martínez, et al., “Música y músicos del Albacete…”, p. 147.

[33] Montes Bernárdez, “El Teatro en los pueblos de Murcia (1845-1936) “, pp.122-123.

[34] Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (1894), vol. I, p.748.

[35] Montes Bernárdez, “El Teatro en los pueblos de Murcia (1845-1936) “, pp.122-123.

[36] Boletín Oficial de la Provincia de Albacete (1926), nº 65, 31 de mayo, p. 5.

[37] El Diario de Albacete, XLVII (1928), nº14496, 16 de marzo, p.1.

[38] Defensor de Albacete, 35 (1932), nº9244, 05 de julio, p.2.; Defensor de Albacete, 36 (1933), nº9582, 18 de agosto, p.3.

[39] Boletín Oficial de la Provincia de Albacete (1924), nº 29, 7 de marzo, p. 4.

[40] Manzanares Martínez y Martínez Soto, “Historia social y económica contemporánea”, p. 213.

[41] Navarro Navarro, “Mundo obrero, cultura y asociacionismo: Algunas reflexiones sobre modelos y pervivencias formales”, pp.470-471.

[42] Pelayo Olmedo, “El derecho de asociación en la historia constitucional española, con particular referencia a las leyes de 1887 y 1964”. pp.106-112.

[43] Navarro Navarro, “Mundo obrero, cultura y asociacionismo: Algunas reflexiones sobre modelos y pervivencias formales”, pp.471-477.

[44] Pelayo Olmedo, “El derecho de asociación en la historia constitucional española, con particular referencia a las leyes de 1887 y 1964”. pp.106-112.

[45] E:AGRM, Registro de asociaciones  nº 1061-1062 y 1172-1220 de 1909-1910. Leg: 6580/25. p.62v.

[46] Hernández Cutillas, “Música y músicos Yeclanos”, pp. 46-49.

[47] Auñón Rodríguez, “Fuente-Álamo ayer y hoy”, p. 113.

[48] E:AMF, AC Sesión ordinaria del día 9 de abril de 1916. Leg: 9/3, f. 3v.; E:AMF, AC Sesión ordinaria del día 25 de marzo de 1919. Leg: 9/4, f. 79v, 80r.

Desde la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, queremos colaborar en la campaña de apoyo al maestro venezolano Jesús Ignacio Pérez Perazzo.

Debido a su estado actual de salud después de haber sufrido un infarto, necesita  apoyo de todo aquel que lo quiera realizar, sobre todo del mundo de las bandas de música, a las que tanto ha aportado a lo largo de su trayectoria profesional.

Por By Cecilia, 13 octubre, 2020

Jesús Ignacio Pérez Perazzo es un destacado y reconocido músico, tanto en Venezuela como en el resto del mundo, por su importante aporte al patrimonio artístico, cultural y musical de su país.

Fue uno de los referentes de la movida musical de los años 60. Miembro fundador del Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela. Director musical durante más de una década de la Banda Marcial Caracas, y más recientemente fundador de la Banda Sinfónica Simón Bolívar, colaborando además como formador de los alumnos del Conservatorio Simón Bolívar.

Es socio de Honor de la Asociación Nacional de Directores de Banda de España; y de hecho, estuvo en la Escuela de Música de nuestra Asociación en el año 2016, donde impartió la conferencia “El Sistema”, además de participar junto a Carlos Diéguez Beltrán, en la presentación del primer método iberoamericano para bandas juveniles, editado por la Asociación Nacional de Directores de Banda de nuestro país.

Desde la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, deseamos al maestro Jesús Ignacio Pérez Perazzo una pronta recuperación.

A continuación les dejamos el enlace para todo aquel que esté interesado en ayudar. Gracias.

https://www.gofundme.com/…/help-perezperazzo-with-his…

Cuando me propusieron escribir un artículo en esta revista, me surgieron al principio muchas dudas sobre qué debía escribir y contar acerca de mi relación con la música: mi vida profesional, la educación musical en España…

8 octubre, 2020 Escrito por diapason

Al final tras darle muchas vueltas, he decidido escribir sobre las bandas de música amateur, es decir, las formadas por músicos que no son profesionales de la música y que se apuntan a la banda como un hobby. En concreto sobre los problemas y gratificaciones que generan este tipo de bandas, que es donde yo desarrollo mi actividad profesional.

Desde hace 25 años soy director y fundador de la Banda de Sotillo de la Adrada, y desde hace 18 de la Banda de Casillas. Estamos situados en el Valle del Tiétar, en el Sur de la provincia de Ávila, en la Sierra de Gredos. Estas dos bandas empezaron totalmente de cero en ambos pueblos, nunca antes hubo ninguna banda local. Hasta ese momento, los respectivos ayuntamientos contrataban otras bandas de los alrededores para los días de fiesta.

Empezamos con nuestras clases de lenguaje musical e instrumento, y poco a poco fuimos ampliando conocimientos, empezando nuestros ensayos con mucha ilusión y trabajo, con mucho apoyo por parte del Ayuntamiento. Pronto empezamos a actuar en las Fiestas Patronales, conciertos… Como era algo totalmente nuevo en los dos pueblos, todo el mundo tenía mucha ilusión por las Bandas y pusimos todo el empeño del mundo para llevarlo a cabo.

A lo largo de estos 25 años han ido surgiendo pequeños y grandes problemas, que entre todos intentamos ir solucionando poco a poco, aunque he de decir que algunos son difíciles de erradicar.

A pesar de que las escuelas de música están llenas de alumnos, una parte son niños que van obligados por sus padres al considerar la música una habilidad beneficiosa (que lo es), y a los que realmente les interesa tienen otras muchas actividades extraescolares que les quitan tiempo de dedicación. Esto convierte las clases de música en lugar de estudio para unos y en guarderías para otros, sabiendo que el tiempo que están en clase es el único que dedican al lenguaje musical y al instrumento. Por lo tanto, en cuanto las cosas se complican, no pueden seguir el ritmo y abandonan.  Otros pasarán a formar parte de la banda y una vez en ella,  será difícil para algunos mantener el ritmo. Esto hace que surja una diferencia muy grande entre el nivel de unos músicos y otros, que genera más problemas a la hora de elegir un repertorio que se adapte a las características de todos. Aunque con trabajo y tesón vamos consiguiéndolo.

También puedo apreciar al elegir la selección musical en una “banda joven” el desconocimiento del repertorio, que sí tienen otros lugares en los que existen bandas centenarias. Es difícil que el público valore obras que desconoce, más allá de pasodobles y jotas. Después de todas las horas de trabajo que conlleva adaptar el repertorio al nivel y gusto de los músicos y todo el tiempo de los ensayos, hay que lidiar con comentarios del tipo: “¡muy bonito, pero donde esté La Campanera!”. Pero poco a poco, vamos inculcando una cultura musical de banda en nuestros pueblos.

Otra traba, es que una vez que los alumnos están dentro de la banda; muchos no se dan cuenta de que pertenecen a un grupo, y que su estudio o su comportamiento en ensayos y actuaciones no solo repercute en ellos, sino en toda la banda. Hay algunos que lo consideran directamente un hobby que solo practican si se aburren en casa. Otros pasan de ir a ensayar, pero luego están deseando salir a tocar y ponerse el uniforme para divertirse.

Pero lo que más me apena es cuando hay alumnos con buen nivel que funcionan bien dentro de la banda y se tienen que ir a estudiar a Ávila o Madrid, no pudiendo compaginar las dos cosas a la vez. Poco a poco la banda se va quedando con los niños nuevos que empiezan y con los músicos más mayores, con los problemas típicos de la edad: vista cansada, falta de audición, aprendizaje más lento… Esto se intenta suplir con un enorme trabajo y esfuerzo por parte de todos, aunque las risas en los ensayos están aseguradas.

Igualmente, respecto a los problemas ocasionados por el propio comportamiento de los músicos tenemos dos vertientes: los que solo quieren tocar los conciertos y se quejan cada vez que hay una procesión o un pasacalles; y aquellos músicos todoterreno, a los que les da igual lo que tengan que interpretar, y lo que quieren es ir a tocar y pasárselo lo mejor posible, cosa que consiguen al salir predispuestos para eso.

También contribuye a este comportamiento el saturar a la gente con multitud de actuaciones, que también influye en que los alumnos de la escuela quieran llegar a formar parte de la banda. Y son muchos los que eligen otro instrumento que no conlleve la obligación de salir con la banda. Seamos sinceros, a todos nos gusta más tocar un concierto en un auditorio, y recibir los aplausos del público, que no una diana pasando frío por las calles después de haber madrugado, o muchas veces sin haber dormido. Aunque luego suplimos el esfuerzo con un buen desayuno.

Respecto a las instituciones, en muchos casos hemos pasado de recibir una remuneración económica para comprar uniformes o el mantenimiento de los instrumentos a actuar de forma gratuita, única y exclusivamente para que los músicos se motiven y puedan salir fuera del municipio a pesar de tener que pagarnos incluso el autobús para poder tocar en otros lugares. El apoyo de las autoridades es imprescindible para el buen funcionamiento de la banda en todos sus aspectos, tanto económicos como morales.

Pero no todo es negativo. Es gratificante ver la evolución de los alumnos en las clases, pasando de preguntarse: “¿pero cómo va a sonar esto? ¡Si no da ni dos notas seguidas!”, a ver su progresión y cómo gracias al esfuerzo van solucionándose los problemas. A veces hasta demasiado bien lo hacen cuando ves su agenda de actividades extraescolares: música, inglés, fútbol, catequesis, informática… Sin el tiempo necesario y el esfuerzo del alumno es muy difícil llegar a desarrollar estas habilidades.

Aunque al final lo consiguen, y la banda termina tocando y recibiendo los aplausos del público, que es para lo que nos hicimos músicos. Y yendo de fiesta en fiesta, que es como mejor nos lo pasamos. Además de hacer grandes amigos que no solo son compañeros de banda, sino en muchos casos de la vida.

Si he aprendido algo en estos 25 años en los que por mis bandas han pasado multitud de alumnos de todas las edades, condiciones y características, es que la música amansa a las fieras. Y que muchas veces la ilusión y el esfuerzo tienen su recompensa. Aunque hay que ser realistas, tampoco tratamos de ser una banda profesional, y lo que tenemos es lo que suena.

Todo eso hubiese quedado así, si el maldito Coronavirus no hubiese aparecido de repente y hubiese puesto en jaque a todo el mundo, y por ende a todas las bandas y escuelas de música, que han sido de las más perjudicadas en esta terrible crisis. No solo se han quedado sin clases, ensayos y actuaciones, sino que a muchas se les ha quitado la poca subvención que ya tenían. Las que por suerte han podido seguir manteniéndose hasta hoy, han tenido que reinventarse. Tanto con las clases online a pesar de la dificultad, como grabando vídeos para que los músicos no pierdan el contacto y el público no se olvide de ellas. Espero que surta efecto y no seamos las grandes olvidadas.

Eso es lo que hay y así se lo he contado, me podía extender más, pero creo que con esto es suficiente.

Agradecer todo vuestro apoyo a mis amigos yeclanos.

¡Vivan la música y las bandas!

Miguel Ángel Santayana.

Publicado el 

El universo de las sociedades musicales valencianas vivió anoche una de sus jornadas históricas con motivo del cálido homenaje que dedicó al insigne periodista Octavio Hernández Bolín. Era una oportunidad para mostrar el lado más solidario y fraternal  hacia “uno de los nuestros”. Y una vez más, las sociedades musicales han estado a la altura de las circunstancias.

En el marco incomparable del histórico Teatro de la Banda Primitiva de Llíria, los máximos representantes de las sociedades musicales acudieron masivamente a este sencillo homenaje. No faltaba nadie, los que estábamos de manera presencial y los que no han podido asistir pero que han querido sumarse con sus mensajes y testimonios  en estos tiempos difíciles de la COVID19. Como siempre, el presidente de la Banda Primitiva, José Luis Pérez Veses, hizo gala de su conocida hospitalidad y generosidad.

Hay que echar mano de hemeroteca para encontrar un acto al que asisten, fuera de las propias actividades federales, todos los expresidentes de la FSMCV. Allí estaban Vicent Escrig, Santiago Algado, Pepe Almería, Pedro Rodríguez, la actual presidenta Daniela González y el presidente de la Confederación de Sociedades Musicales Españolas Vicent Cerdá. Solo faltaba Ángel Asunción, que si no venido es porque no ha podido porque ganas no le faltaban. Todos unidos y juntos por una misma causa: Octavio Hernández.

Además en Llíria. Emotiva también la presencia del alcalde de la ciudad Manolo Civera que, en el día de su aniversario, ha encontrado un rato para aparcar los compromisos familiares propios de una día así y compartir su tiempo con todos nosotros.

El evento ha tenido de todo: Música de la mejor, una conducción insuperable a cargo de Carles Subiela y una autenticidad fuera de lo común. Casi nada. Uno ha tenido la sensación de asistir a uno de esos actos que jamás se olvidan.

De todos es conocido que Octavio se  merece esto y mucho más, sus aportaciones a la difusión, preservación y dignificación de nuestras bandas de música son insustituibles y de unas proporciones colosales. Ha quedado muy claro, todos lo sabemos y no hace falta insistir en ello.

Octavio, acompañado por su familia, se dirigió a todos los asistentes y no recuerdo a nadie que haya sido capaz de decir en tan pocas palabras lo que son nuestras bandas de música, se nota que se sabe perfectamente la “lección”, porque lo vive y lo siente. Puro magisterio en vena y todo un lujo para los oídos.

La figura de Octavio suscita una adhesión y reconocimiento generalizado. Por dos motivos fundamentales; por su contrastada profesionalidad y por su bondad extrema. Dos cualidades que le convierten en alguien insustituible. Su voz cuenta diariamente nuestras historias, las más grandes y también las más modestas. Posiblemente, el mejor documentado y el conocedor más exhaustivo de nuestro movimiento asociativo musical. Lo sabe casi todo.

Su archivo sonoro, sus artículos y su web son posiblemente nuestra particular Biblioteca de Alejandría. Si quieres saber algo sobre un director, la trayectoria de una banda de la comarca más remota, no hay más que preguntarle y te pone al día en un santiamén.

Como dice Tyrion Lannister, somos las historias que contamos, los relatos son la memoria colectiva de una comunidad, nos permiten saber de dónde venimos y a dónde vamos. Por eso Octavio, es más que nadie,  nuestra memoria, nuestro presente y nuestro futuro.

Al finalizar el acto, solo faltó sacarlo a hombros de la Banda Primitiva de Llíria, ganas no faltaron. Todos los presentes acabaron haciéndose fotos con él como si se tratara de una auténtica estrella de Rock. Por su parte él, estaba feliz y sonriente como siempre. Días así hacen que uno celebre tener amigos como Octavio y pertenecer a la familia de las bandas valencianas.

Enhorabuena Octavio y gracias a todos/as.

Manuel Tomás Ludeña

Todos, o al menos todos a los que nos preocupa un poco la cultura, hemos oído las manifestaciones del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, en las que solemnemente declara que “la cultura es un bien de primera necesidad”.

No podemos más que celebrar estas declaraciones y esperamos con incierta esperanza trufada de cierto escepticismo como se traducirán en medidas concretas que de verdad la conviertan en una realidad futura. Supongo que estaremos de acuerdo en que actualmente tan rotunda afirmación solo constituye, en el mejor de los casos, la expresión de un deseo.  Y aquí está el quid de la cuestión. Cuando el autor es ni más ni menos que el ministro del ramo es razonable que el lector se cree la ilusa expectativa de que quien tiene la capacidad de decidir tenga también la voluntad, si no con carácter inmediato sí en un futuro próximo, de obrar en consecuencia y por tanto de destinar recursos públicos suficientes para que la bendita frase no quede solo en eso. Y claro, si hablamos de gestionar y administrar recursos públicos tenemos que hablar de decidir y de priorizar el destino de esos recursos.

Parece lógico deducir que un bien de primera necesidad ocupará uno de los primeros lugares en el orden de prioridades. Si no es así, y las dudas al respecto son más que razonables, supondría un ejercicio de incoherencia y alguna cosa más.

Desde el inicio de la actual legislatura (después de la larga siesta que se echaron nuestros políticos) la Confederación Española de Sociedades Musicales  (CoESsM) retomó los contactos iniciados en la anterior legislatura con nuestros representantes políticos con sendas reuniones con el presidente de la Comisión de Cultura del Congreso Agustín Zamarrón y con los presidentes de las Comisiones de Cultura Manuel Escarda y de Hacienda del Senado, Cosme Bonet a quienes expuso el enorme colectivo al que representa nuestra entidad y el proyecto de modificación del marco normativo que afecta (en el sentido de menoscabar, perjudicar e influir negativamente) a nuestras bandas y escuelas de música en el ámbito tributario, en el asociativo, en el laboral y el educativo. Ello se traduce en un legislación que trata a nuestras asociaciones como empresas (25% de gravamen a los resultados derivados de realizar la actividad musical que les es propia) la no aplicación del  “IVA cultural” a la compra de instrumentos (gravados al 21%, cuando Francia, Italia y Portugal sí que aplican el tipo reducido o bonifican la diferencia) como si la música no fuera cultura, la nula consideración del voluntariado cultural, el sangrante anacronismo de la actual Ley del Mecenazgo que no tiene en cuenta la vital aportación no monetaria que realizamos los voluntarios y que es la base de la pervivencia de nuestro colectivo, que no debemos olvidar que es el más numeroso de España y que protagoniza el fomento y acceso a  la cultura de base. A todo ello se une el menguante protagonismo de la enseñanza de la música en nuestro sistema educativo; situación que esperamos y que lucharemos para que revierta la próxima ley de educación.

Todas ellas tuvieron una favorable acogida por parte de los representantes políticos que nos aseguraron que mantenían un estrecho contacto con el ministro, a quien, obviamente, la COESsM se las ha hecho llegar, y se abrió un canal de interlocución directo que nos permitía ser moderadamente optimistas. Incluso se trató la posibilidad de presentar iniciativas legislativas consensuadas (como no puede ser de otra manera) con todos los grupos políticos.

Señor ministro de Cultura, le animo a releer nuestras reivindicaciones (todas ellas en la línea de considerar la cultura un bien de primera necesidad) tomarlas en consideración y convocar a la CoESsM Clic para tuitear

Pero desgraciadamente llego la pandemia y casi todo se paralizó. Lo que no se paralizó fue la dedicación de la CoESsM para defender a nuestras asociaciones, a nuestros músicos y a nuestros alumnos. Para ello, remitió sendas cartas al ministro de Cultura al que ofreció su interlocución y participación en las mesas de trabajo creadas para la reconstrucción del sector cultural y al de Sanidad al que pidió que redactara un protocolo basado en el estudio por parte de los profesionales competentes para analizar el comportamiento del virus en el desarrollo de nuestras actividades musicales y educativas, facilitó los estudios llevados a cabo por el Instituto Bernhard Richter de Friburgo y por la Filarmónica de Viena  y redactó un documento con 33 medidas encaminadas a garantizar la supervivencia de nuestras entidades. Asimismo, remitió al ministerio de Educación la misma información  que a los ministerios de Cultura y Sanidad para su conocimiento y solicitó al presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) una entrevista para tratar de que desde esta entidad se coordinara la respuesta de todos los ayuntamientos para atemperar en la medida de sus posibilidades el muy negativo impacto que tiene la cancelación o suspensión de todas las actividades, tanto culturales como festivas, en las que nuestras asociaciones musicales participan o son protagonistas. Aprovecho para agradecer a la presidenta de la FSMCV que le recordara a Rodríguez Uribes algunas de estas reivindicaciones.

Protocolo y medidas de apoyo

Como única respuesta hemos recibido sendas comunicaciones tanto del ministerio de Cultura como de Sanidad en la que cada uno nos remite al otro y se sacude el problema como si no fuera con ellos. Así, el ministerio de Sanidad considera que con la normativa general publicada en el BOE es más que suficiente para que cada uno redacte su propio protocolo. Por su parte, el ministerio de Cultura en el decreto de apoyo al sector cultural obvia por completo al sector asociativo y amateur y se centra única y exclusivamente en el sector profesional, olvidando que la cultura popular o de base es eso precisamente: la base de nuestra cultura. ¿O no es así? Lo único que dice el decreto es que será el INAEM el organismo encargado de dictar una resolución por la que se aprueben las medidas de apoyo a nuestro colectivo. Publicada la esperada resolución por el INAEM, esta no resuelve casi ninguno de los problemas generados por la pandemia. Ni tampoco los anteriores.

Y mientras tanto, nuestras bandas están intentando retomar la actividad que les da sentido y que provee a toda la sociedad de ese bien de primera necesidad que es la cultura. Pero lo hacen con tanto miedo e incertidumbre como ilusión. La ilusión nunca nos la quitará nadie. Pero nuestro miedo es consecuencia, entre otras cosas, de la total y absoluta ausencia de estudio alguno que aporte rigor científico y certidumbre sobre los riesgos que para la salud y para la vida de un musico supone participar en un ensayo o en un concierto.

Con nuestra labor de voluntariado cultural quitamos una parte de nuestro tiempo al trabajo, a la familia y los amigos para realizar actividades de interés general que, según reza la Ley del Voluntariado, es aquel que promueve y defiende el derecho de acceso a la cultura y, en particular, la integración cultural de todas las personas, la promoción y protección de la identidad cultural, la defensa y salvaguarda del patrimonio cultural y la participación en la vida cultural de la comunidad. Creo que esto es exactamente lo que hacemos todos los músicos y directivos de nuestras bandas y escuelas de música.

Señor ministro de Cultura, le animo a releer nuestras reivindicaciones (todas ellas en la línea de considerar la cultura un bien de primera necesidad) tomarlas en consideración y convocar a la CoESsM para debatirlas y analizar la posibilidad de su aprobación con el fin de proteger y mejorar las condiciones de vida de nuestras asociaciones y de sus integrantes. Ello con independencia de la urgente necesidad de que el Gobierno de España destine recursos públicos a proteger la salud y la vida de los miles de músicos de todo origen y condición. Los músicos y toda la sociedad que disfruta de la música lo merecemos y lo necesitamos.

Luis Vidal Domínguez es secretario general de la Confederación Española de Sociedades Musicales.

Cualquier músico de banda ha interpretado o conoce la música de Emilio Cebrián o muy difícil sería que nadie hubiese tocado el pasodoble “Churumbelerías” por ejemplo, pero en realidad no imaginamos la magnitud que ha tenido este extraordinario músico en tan poco tiempo de vida.

Aunque en estos artículos hablemos de la música procesional en general, creo que no sería apropiado dejar atrás la historia de este gran músico en todas sus facetas.

Fuente: 1 octubre, 2020 Escrito por diapason

Emilio Cebrián Ruiz, nace en Toledo en julio de 1900 y ya desde muy joven comienza a asistir a la academia de música del maestro José Blanco, que muy pronto avisa de las aptitudes del entonces niño para con la música. Tras el desacuerdo de sus padres, a los quince años ingresó como alumno en la Banda de Música de la Academia de Infantería de Toledo y muy rápidamente obtiene la plaza fija como “músico de segunda” en la categoría de militar de requinto. Amplió sus estudios musicales con varios maestros como el maestro de capilla de la Catedral Primada de Toledo, D. Francisco Saizar con el que estudió piano y armonía para poder recalar entonces en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. En ese tiempo, también ingresa como clarinete en la orquesta del Teatro Municipal de Rojas. Otro dato que nos asombra es que en 1926, con veintiséis años, fue nombrado director de la Banda de Talavera de la Reina a través de un concurso de méritos para cubrir la plaza de director.

Tras conseguir grandes objetivos como ganar el Concurso Regional de Bandas de Toledo con la banda de Talavera, es cuando la Reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII se interesa por él y su música.

Un hecho de gran importancia en la vida de este músico y que conllevaría otro éxito dentro del mundo de la Semana Santa, fue cuando en el año 1933 quedó vacante la plaza de director de la Banda Municipal de Jaén. Tras un concurso de méritos muy ajustado el maestro Cebrián ganó la plaza, eso sí, siendo el único que consiguió reconocer todos los fallos que el Jurado había colocado a propósito mientras sonaba la banda, como por ejemplo que el fagot no tocaba su propia partitura o que la flauta hacía la voz del requinto.

Es en 1935 cuando Cebrián siendo director de la Banda Municipal de Jaén compone una marcha procesional que ha quedado para la posteridad como es, “Nuestro Padre Jesús”.

“Nuestro Padre Jesús” es una marcha escrita concretamente para la imagen de Nuestro Padre Jesús “El Abuelo” de la ciudad de Jaén, al que vemos en la derecha. El encargo o la idea de hacerle una marcha a la imagen del “Abuelo” le llega a Cebrián a través del “fabricano”, el encargado de los enseres de la hermandad, Antonio Delgado, quien le propuso al maestro que le escribiera una marcha ya que durante la procesión solo se interpretaban dos.

Cuentan los hechos que en el año 1934 durante la procesión del “Abuelo” del viernes santo, el maestro Cebrián portó durante un tramo de la procesión a dicha imagen y que tras terminar este tramo, visiblemente emocionado por vivir la experiencia, se abrazó al fabricano Antonio Delgado, diciéndole que trasladaría lo que acababa de vivir en una marcha procesional.

La composición tuvo buena acogida tanto por parte de los músicos como del pueblo en general y para afianzar esta conexión, Cebrián decidió incorporar algunas estrofas del “Himno a Jaén” que él mismo compuso, con la base de la letra del “Canto a Jaén” de Federico de Mendizábal de 1932. Como curiosidad, la marcha está compuesta para una plantilla de Banda de Música con varios motivos populares andaluces y como acabamos de mencionar, con algunas estrofas del “Himno a Jaén”. Hoy en día, sigue siendo una de las marchas más interpretadas en todo el territorio español.

El 3 de octubre de 1943, el maestro Cebrián se encontraba en Lliria (Valencia) para realizar un concierto con su hermano Francisco. Este día, Cebrián, iba a dirigir la banda de su hermano, la Banda Primitiva de Lliria, al que no había visto actuar profesionalmente todavía, pero desgraciadamente perdió la vida tras caer desde una puerta-balcón, al que había salido a “fumarse un cigarrillo” según cuenta Manuel Vílchez, que no tenía balaustrada y cayó al vacío. Es un final triste para un músico tan importante. En ese concierto que Cebrián iba a dirigir eran nada más y nada menos que “Una Noche en Granada” y el célebre pasodoble “Churumbelerías”.

Aunque para finalizar pongamos el broche con la marcha que nos ha correspondido hablar, no puedo dejar de aconsejar escuchar marchas como “Macarena”, “Jesús Preso” o ya de otro ámbito como la que hemos mencionado “Una Noche en Granada” o algunos de sus grandes pasodobles.

Roberto Puche.