Sección: Tirando del Hilo
Autor: Justo Soriano Aliaga
Se atribuye como principal iniciador de la trata esclavista con destino al Nuevo Mundo a un navegante inglés, llamado John Hawkins, quién desde 1582 estableció las bases de este comercio humano comprando a cambio de telas y armas a prisioneros de las guerras tribales en las costas africanas, llevándolos a América para trabajar en plantaciones, minas, construcción de casas y barcos, o cómo sirvientes. Con el dinero obtenido en su venta compraba productos apreciados (café, tabaco, azúcar, pieles, etc.) para venderlos a su regreso en Europa, obteniendo enormes beneficios económicos. Fue ascendido a la nobleza inglesa por la reina que además le dio patente de corso. El resto de su vida se dedicó al tráfico esclavista y al pillaje marino. En su escudo de armas luce un esclavo encadenado.
Este tráfico de seres humanos se extendió desde el S.XVI hasta el S.XIX (1860). Durante ese periodo fueron llevados al Continente Americano millones de africanos por traficantes europeos de diversos países.
En el sur de Estados Unidos, fue surgiendo el jazz a finales del S.XIX. Desde las raíces africanas que guardaban en la memoria las generaciones de estos esclavos, llamados “afro-americanos”, fueron conformándose los work-songs (cantos de trabajo), el góspel (cantos religiosos) y el blues (lamentaciones en soledad).
Curiosamente se asocia la prehistoria del Jazz a un espectáculo itinerante llamado genéricamente Black Minstrels, interpretado por artistas blancos que se embadurnaban la cara de betún, parodiando a los negros como vagos y torpes. Con el tiempo los actores fueron siendo los afro-americanos que con destrezas y malabarismos supieron ganarse el reconocimiento del público.
También estaban las bandas de música, formadas igualmente por afro-americanos que tocaban marchas fúnebres en los entierros y al regreso interpretaban ritmos alegres y sincopados para los acompañantes del duelo.
Otro factor fue el Ragtime, estilo musical realizado por pianistas criollos de educación musical europea, que imprimían un tiempo cortado a sus composiciones.
De las bandas de música se formaron conjuntos menores para alegrar fiestas y locales de baile y diversión, dando lugar a un estilo llamado Dixieland. Los pianistas animaban las salas de cine mudo y los burdeles (controlados por las mafias).
En el Sur de EE.UU, principalmente en Nueva Orleans, ciudad multicultural, es donde da sus primeros pasos el Jazz; un género musical capaz de integrar influencias, evolucionar con la sociedad y ser vehículo de expresión de poderosos talentos musicales.
Aunque el Jazz tiene su origen en la música vocal, sus comienzos son instrumentales. El canto se incorpora más tarde, y lo hace imitando el fraseo de algunos instrumentos como el saxofón y la trompeta.
En los tugurios del barrio de Storyville en Nueva Orleans, abundaban los pianistas animando el ambiente como solistas o con pequeños grupos de músicos, interpretando canciones jocosas o picantes.
Entre todos destacó FAST WALLER (1904-1943), virtuoso pianista, prolífico compositor (más de 300 temas), cantante irónico y alegre que ha dejado una huella imborrable en la historia de la música, a pesar de morir con menos de 40 años. Tenemos la suerte de escuchar su Jazz y piano además de verlo en imagen. Un espectáculo.
Quién cambió el estilo inicial en el Jazz primitivo fue LOUIS ARMSTRONG (1901-1971), incrustando en el sonido grupal sus solos de corneta primero y trompeta años después, abriendo el camino del virtuosismo y la imaginación inagotable en las melodías. Sus primeros cantos concretaron el modelo a seguir. Eran la imitación de la trompeta con acentuaciones vocales o sonidos onomatopéyicos (canto en “Scat”).
ELLA FITZGERALD (1917-1996). Es la voz femenina más conocida. Poseedora de un registro que abarcaba tres octavas y una capacidad enorme de adaptación, desde los temas clásicos a los más innovadores, pasando por el “Scat” y la “Bossa Nova”. Su voz trasladó muchos momentos de felicidad a cuantos la escucharon. Es en consecuencia una de las voces que más ha contribuid o a popularizar el Jazz.
Los “locos años 20” significan un crecimiento económico desmesurado en EE.UU para algunos segmentos sociales, rápidamente enriquecidos y ávidos de conductas disipadas. En las grandes ciudades como N. York, aparecieron grandes salas de diversión, una de ellas fue “Cotton Club”.
Allí contrataban a los músicos del Jazz, como nuevo estilo bailable, complementado con grandes espectáculos. Uno de los artistas que actuaban allí era CAB CALLOWAY (1907-1994), director de orquesta, bailarín y comediante, además de cantante de “Scat”, que incluía grandes instrumentistas en su formación.
En los finales de los años 30´s y la década de los 40´s, el Jazz sigue siendo bailable; es la era del SWING. Grandes orquestas dirigidas por excelentes conductores y repletas de talentosos instrumentistas, llenan este género musical de grandes temas. Los cuales son seguidos, bailados y cantados por gran número de público. Algunos músicos se comienzan a sentir encorsetados por una música que sienten repetitiva y buscan caminos nuevos con las “Jam-Sessions”, dando origen al Jazz Moderno, llamado BE-BOP ó BOP.
La emblemática voz femenina del Jazz Moderno es SARAH VAUGHAN (1924-1990). Dueña de una técnica excepcional con gran inventiva armónica, sentido de la improvisación y poseedora de un gran registro vocal. También domina la técnica del “Scat”, cantando impecablemente las baladas clásicas aportándoles un amaneramiento malicioso.
BILLIE HOLIDAY (1915-1959). Hija artística de Louis Armstrong, de quién capta la idea de la voz como instrumento y de BESSIE SMITH (La Emperatriz del Blues), porque hereda el espíritu de su música. Fue apodada por un maestro del Saxofón moderno, LESTER YOUNG como “Lady Day”. Sin duda fue el afecto que le tenía, porque hubiese sido más realista llamarle “Lady Pain”, por el trágico dolor que transmiten sus interpretaciones. Reflejan sus dramas personales y los causados por su condición racial. Nadie a través de sus interpretaciones ha plasmado mejor la esencia del Blues en el Jazz moderno.
FRANK SINATRA (1915-1998). Su estilo fue mezcla de música ligera comercial (easy listening) y de Jazz. Se rodeó de solistas y Orquestas de Jazz, sabiendo mantener siempre un “swing” y una perfecta ejecución jazzística de las baladas. Fue fichado por la discográfica Capitol, en la que fue el primer cantante que dio unidad temática a sus LP’S. El romántico contenido de sus baladas encandiló a muchísimas parejas de enamorados, pero también arrastró multitudes como otras muchas estrellas del pop y del rock.
En el Jazz Moderno (Be-bop) hay dos formas de vocalización características: por un lado el “Scat”, donde las palabras son sustituidas por onomatopeyas (frases sin sentido o sílabas) Uno de sus principales exponentes fue el trompetista y ocasional vocalista Dizzy Gillespie. Por otro lado, la adaptación de textos inéditos a temas instrumentales; o letras escritas sobre improvisaciones de los solistas, cuidadosamente transcritas nota a nota: se llama estilo “vocalese”. Muchos cantantes combinaban ambas formas. Uno de sus principales iniciadores fue BABS GONZALES. En épocas recientes ha conseguido gran reconocimiento JOHN HENDRICKS, procedente del trio LAMBERT-HENDRICKS-ROSS. Es el referente de grandes figuras del Jazz actual como BOBBY McFERRIN, AL JARREAU y el grupo MANHATTAN TRANSFER.
El grupo francés DOUBLE SIX OF PARIS (1959-1965), es uno de los conjuntos de Jazz “vocalese” precursores y más innovadores. Emprendieron la tarea de dar forma vocalizada a temas instrumentales de Jazz Moderno, incluyendo los solos y todas las voces de una orquestación de Big-Band. Sus seis componentes reprodujeron en estudio las doce voces clásicas para la orquestación de una gran orquesta de Jazz. Después de hacer media docena escasa de grabaciones, desaparecieron en 1965.