Elena Romero fue una artista, intérprete, directora y musicóloga que se comprometió con la República y lucho por la incorporación de las mujeres a la música

Fuente: https://www.lasbandasdemusica.com/ –MANOLI ARACIL – 5 de junio de 2021

Comenzamos una serie de publicaciones de quizás una historia oculta, una historia ignorada, tapada por distintos aspectos, pudieran ser ideológicos o mejor definirlos como consecuencia del contexto histórico-social. El papel de la mujer siempre ha sido secundario en cualquier aspecto cultural. Se sabe que muchas de ellas tenían que firmar con seudónimos para que sus obras fueran admiradas y no rechazadas. Estos seudónimos solían ser nombres masculinos e incluso de sus propios maridos o familiares.

Como primera protagonista tenemos a Elena Romero Barbosa, una mujer que pudo disfrutar del mundo de la música gracias a su entorno social, pues hemos de tener en cuenta que una mujer dedicada a la música como hoy en día conocemos era algo inusual. Los grupos musicales o bandas de música se centraban prácticamente en los pueblos y se enfocaban a las celebraciones populares, circunstancia que todavía lo convierte en una mayor dificultad para una mujer destinada a las labores y quehaceres del hogar.

Elena nace en Madrid en 1908, en el seno de una familia acomodada, por lo que siempre estuvo rodeada de un buen entorno cultural. Su padre era un buen periodista y a su vez diputado de las Cortes Generales. El hecho de pertenecer a una familia de buen nivel social le permitió que su educación, al igual que la de su hermana Rosario, fuera muy esmerada en la práctica de la música, especialmente con el piano, instrumento fiel dentro de estos círculos sociales.

La gran destreza de Elena le hizo desarrollarse de tal forma que a los 12 años ya realizó su primer concierto en Madrid y de esta forma pudo ser respaldada por integrantes de la alta sociedad comenzando también sus estudios de composición.

Para continuar su perfeccionamiento en el aprendizaje, se traslada a Barcelona ingresando en una de las Academias más prestigiosas, la de Frank Marshall. En aquella época, España se encontraba en una situación política complicada. Monárquicos y republicanos establecían sus diferencias y ella, influida por su profesor Salvador Barcarisse,se decanta hacia el lado republicano, chocando de esta forma con la posición de su familia, aunque su padre siempre se mantuvo en una posición neutral.

Cuando estalla la Guerra Civil Elena se encontraba en Valencia en plena actuación de conciertos en la radio, por lo que regresa a Madrid, pero sus pensamientos ideológicos le hacen regresar convirtiéndose en una gran colaboradora del Ministerio de Propaganda gracias a sus conocimientos, acompañada siempre de su profesorBarcarisse. Sus ideas republicanas engrandecen sus conciertos en los campos colectivos.

Poco antes de acabar la guerra regresa a Barcelona. La academia de Marshall había desparecido, sin embargo, permanece en esta ciudad, es entonces cuando contrae matrimonio con el revolucionario Agustín Fernández. Sus padres se encontraban en Madrid y mueren en la penuria sin poder despedirse de ellos, hecho que le acompañará el resto de su vida.

Acabada la guerra, Marshallreabre la academia y ella vuelve a retomar los estudios de violín y más profundamente de composición. Una época en la que Elena sufre grandes desgracias como la muerte de su hija y varios abortos, a lo que se le une la temible enfermedad de la época: la tuberculosis;por lo que tiene que cambiar de ambiente y clima regresando a Madrid en donde comienza una nueva etapa de su vida. En 1944 nace su primer hijo varón y tres años después el segundo.

Es en esta etapa cuando se dedica totalmente a la composición con profesores como Joaquín Turina, al cual le dedica tras su muerte “Canto a Turina”una de sus composiciones más representativas de su carrera. Posteriormente continuará los estudios con Julio Gómez.

Su gran vocación le hace avanzar mucho más en sus estudios no conformándose solamente con la composición y es entonces cuando se lanza a la dirección de la mano de Ataulfo Argenta. Comienza así toda una aventura, ya que al ser profesión exclusivamente de hombres, se convierte en la primera mujer directora de orquesta en España. Se la ha llegado a definir como una pionera que logró quebrantar la desigualdad social.

Su gran carrera continúa combinando todos sus aprendizajes: composición, interpretación pianística y dirección. Es en esta etapa cuando aparecen sus mejores composiciones, recibiendo grandes premios, una de ellas es el Ballet Títeres, otorgándole el Premio Pedrell.La BBC premia igualmente sus canciones sudafricanas y viaja hasta Alemania y Francia para grabar algunas de sus obras. Por su fama de directora es reclamada en las orquestas del momento, realizando a la vez conciertos de piano y grabaciones radiofónicas. Todo ello lo compagina como crítico musical en la revistaRitmo.

El éxito y la fama habían llegado a su vida, pero la fulminante muerte de su marido le destroza de forma emocional, además de que era su propio mánager y representante. Queda así sola al cuidado de sus dos hijos y con la impotencia de administrar su propia agenda.

Su siempre profesor Barcarisse le anima a trasladarse a París, sin embargo, la preocupación por sus hijos por trasladarse a otro país, hace que su carrera caiga en decadencia y se dedique solamente a la enseñanza.

Llegados los años 70, Elena comienza a interesarse por el vanguardismo español de la época. Estas nuevas tendencias le incitan de nuevo a componer, gracias a los encargos que María Luisa Ozaita le realiza. Esta era la directora de la Asociación de Mujeres en la Música, una asociación creada en esta década y en la que le brindan la oportunidad de realizar actos y conferencias.

La carrera de Elena vuelve a resurgir con nuevas composiciones, proyectos y continuando con sus trabajos en la enseñanza hasta que muere en 1996. Desaparece así una de las mujeres más luchadoras de un tiempo nuevo en un mundo cambiante; una mujer que como cualquier artista se enfrentó a sus adversidades, pero sin olvidar que por su condición de mujer le resultó todavía más controvertida. Su carácter rebelde y rompedor dio lugar a una mujer de gran personalidad que supo luchar sin perder en ningún momento el amor por su tierra y su familia.

Gracias a la información que hemos recogido a través de la autora Blanca Alfonso Salasen la publicación de la revistaColario, sabemos que gran parte de su obra se encuentra inédita y manuscrita, depositada casi en su totalidad en la FundaciónJuan Marchy buena parte de ella en la Asociación de Mujeres en la Música, además de algunas piezas cedidas por la familia a esta esta misma autora. También se pueden escuchar grabaciones de algunas de sus obras. Blanca Alfonsonos informa que en 2003 y sin ninguna ayuda institucional se pudo sacar a la luz con mucho esfuerzo la Integral de su obra para piano. A pesar de ello todavía queda mucho por difundir de esta gran artista.

El ejemplo de Elena Romero ha sido muy significativo en el mundo de la música, por ello se han realizado investigaciones y trabajos sobre su figura. Entre muchos de ellos, destacamos el de Pilar Suárez Guaita, valenciana afincada en Madrid, el cual llevaba como título “La musa invisible”, característica que dice mucho de esta importante figura.