Manuel Martín Ventura

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Por Manuel Martín Ventura.

Cuando pretendemos realizar una soldadura por aportación de metales, es importante tener un elemento que en este caso será un soplete, capaz de fundir el metal por aportación, a este proceso se le denomina soldadura.

En instrumentos musicales de viento metal principalmente, así como con elementos metálicos de instrumentos musicales de viento madera, empleamos los sopletes de gas, aunque ya existen en la actualidad soldadores eléctricos, que consiguen una capacidad calórica muy elevada con la que también podemos realizar trabajos de aportación o unión de metales.

Este proceso se suele utilizar dónde existe trabajo seriado, principalmente en fábricas con un porcentaje elevado de trabajo de unión de metales.

El soldador oxidativo o el llamado en el argot técnico TIC, son los elementos avanzados con los que podemos conseguir unir metal con metal sin aportación, o también con aportación de metales. Unos novedosos aparatos que ayudan a los técnicos de reparación en la mejora de los acabados finales en la reparación o restauración de instrumentos musicales.

El soplete más utilizado por los técnicos en nuestros talleres, son un dispositivo que obtiene las mezclas en proporciones adecuadas de gas combustible, ( acetileno, gas ciudad, propano, hidrógeno), con un gas que favorezca la combustión de otras sustancias a estos gases denominado comburente ( aire, oxígeno), son sus principales elementos. Yo utilizo personalmente el soplete Orca.

La mezcla pasará a través de nuestro soplete y produce el quemado , ocasionando la llama deseada y poder realizar la elevación térmica para realizar la unificación de las soldaduras o unificación de metales ( fundición). La temperatura y potencia con relación a los volúmenes combustible/comburente, este es un importante aporte técnico que debemos conocer.

Por supuesto que en cada tipo de unificación de soldaduras, la elevación térmica es diferente.

Con este tipo de sopletes, podemos conseguir u obtener temperaturas de llama azulada de 1000 grados. Con este tipo de sopletes funciona con casi todos los tipos de gases inflamables,( gas natural, gas butano).

Hoy los sopletes han mejorado notablemente y estás mejoras técnicas de los equipos de trabajo hacen que los técnicos consigamos una mejora notable en nuestros acabados de reparaciones de los instrumentos musicales, todo ello debido gracias al llamado Tirril, que es un soplete que realiza soldaduras dónde el aire y el gas se pueden regular con gran eficacia.

Empleando o incorporando oxigeno a presión, podemos conseguir soldaduras o uniones de metales que requieren temperaturas de hasta 1830 grados, esta es una excelente temperatura para realizar piezas que requieren de gran sujeción o unión entre metales.

Por último con estos sopletes realizamos las llamadas soldaduras blandas de estaño/ plata y soldaduras duras de plata.

Para acabar dar las gracias por poder dejar estás aportaciones técnicas a través de la Confederación y decir que en caso de duda recurrir siempre a vuestro técnico de confianza.

Por Manuel Martín Ventura.

Cuando pretendemos realizar una soldadura por aportación de metales, es importante tener un elemento que en este caso será un soplete, capaz de fundir el metal por aportación, a este proceso se le denomina soldadura. En instrumentos musicales de viento metal principalmente, así como con elementos metálicos de instrumentos musicales de viento madera, empleamos los sopletes de gas, aunque ya existen en la actualidad soldadores eléctricos, que consiguen una capacidad calórica muy elevada con la que también podemos realizar trabajos de aportación o unión de metales. Este proceso se suele utilizar dónde existe trabajo seriado, principalmente en fábricas con un porcentaje elevado de trabajo de unión de metales.

El soldador oxidativo o el llamado en el argot técnico TIC, son los elementos avanzados con los que podemos conseguir unir metal con metal sin aportación, o también con aportación de metales. Unos novedosos aparatos que ayudan a los técnicos de reparación en la mejora de los acabados finales en la reparación o restauración de instrumentos musicales.

El soplete más utilizado por los técnicos en nuestros talleres, son un dispositivo que obtiene las mezclas en proporciones adecuadas de gas combustible, ( acetileno, gas ciudad, propano, hidrógeno), con un gas que favorezca la combustión de otras sustancias a estos gases denominado comburente ( aire, oxígeno), son sus principales elementos. Yo utilizo personalmente el soplete Orca.

La mezcla pasará a través de nuestro soplete y produce el quemado , ocasionando la llama deseada y poder realizar la elevación térmica para realizar la unificación de las soldaduras o unificación de metales ( fundición). La temperatura y potencia con relación a los volúmenes combustible/comburente, este es un importante aporte técnico que debemos conocer.

Por supuesto que en cada tipo de unificación de soldaduras, la elevación térmica es diferente.

Con este tipo de sopletes, podemos conseguir u obtener temperaturas de llama azulada de 1000 grados. Con este tipo de sopletes funciona con casi todos los tipos de gases inflamables,( gas natural, gas butano).

Hoy los sopletes han mejorado notablemente y estás mejoras técnicas de los equipos de trabajo hacen que los técnicos consigamos una mejora notable en nuestros acabados de reparaciones de los instrumentos musicales, todo ello debido gracias al llamado Tirril, que es un soplete que realiza soldaduras dónde el aire y el gas se pueden regular con gran eficacia.

Empleando o incorporando oxigeno a presión, podemos conseguir soldaduras o uniones de metales que requieren temperaturas de hasta 1830 grados, esta es una excelente temperatura para realizar piezas que requieren de gran sujeción o unión entre metales.

Por último con estos sopletes realizamos las llamadas soldaduras blandas de estaño/ plata y soldaduras duras de plata.

Para acabar dar las gracias por poder dejar estás aportaciones técnicas a través de la Confederación y decir que en caso de duda recurrir siempre a vuestro técnico de confianza.

Por Manuel Martín Ventura.

Es el instrumento más utilizado en los comienzos en la iniciación musical de los niños, pero aunque su apariencia es muy sencilla, tiene una gran complejidad en su fabricación y en su mantenimiento, debiendo saber que es tan común este instrumento que ha sido el mas utilizado por la mayoría se las civilizaciones.

Su desarrollo como se conoce en la actualidad se fomento en Europa durante la edad media. Fue un instrumento que desempeño el papel de solista por el encanto musical que ofrecía.

La madera que se utiliza para su construcción suele ser de palo santo, ébano, o granadilla e incluso material plástico. La madera debe estar absolutamente seca antes de comenzar a perforar el interior y dar forma al exterior del instrumento. La madera se suele cortar cuando la luna esta en menguante y si se puede al anochecer pues suele ser cuando el árbol contiene menos humedad en la sabia, con ello lograremos un optimo secado y una buena madera para el trabajo en el torno, así como también conseguir que el buen secado nos proporcione menos riesgos de grietas.

La madera se corta en trozos o bloques cuadrados y adquirirá su característico perfil cónico después de pasar por el torno.

El diámetro de la sección hueca se corresponde con el diámetro mínimo del escariador. Después vaciamos el tubo, pero antes de agrandarlo se perforan las secciones de la cabeza y el pie. Cada pieza se perfora por separado con el escariador correspondiente para obtener el calibre adecuado del tubo interior.

A veces algunos fabricantes realizan unas perforaciones previas en la madera y la dejan reposando unos días, logrando que la madera se asiente o corrija alguna deformidad, logrando con ello una optima perforación más perfecta, esto depende también del tipo de madera.

Cuando se ha finalizado el trabajo interior bien calibrado, se trabaja y taladran los agujeros exteriores, puliendo la madera y aplicando varias capas de aceite para nutrir y endurecer la madera.

Los agujeros se realizaran primeramente más pequeños de lo que luego serán, esto es debido a que de esta forma podremos ir poco a poco agrandando el agujero y optimizar la afinación.

Las juntas de las piezas suelen revestirse con corcho natural para obturar perfectamente cada unión. A continuación se procede a la talla de la ventana y el bisel en la sección superior, este proceso es muy complejo y suele hacerse artesanalmente a mano, tras un proceso lento de limado. La rampa o inclinación del bisel, se corta mediante un procedimiento manual. Las junturas se sellan con cinta adhesiva protectora y las secciones tubulares se llenan de aceite hasta que la madera no absorba más.

Por ultimo se inserta el bloc, que al no estar encolado, debe encajar a la perfección entre el canal de la embocadura y el bisel. Para la fabricación del bloc se utilizan maderas que no se hinchen demasiado  pues soportan una gran cantidad de humedad continuamente. También colocaremos el pico mediante una pequeña sierra, luego se pulirá y se le aplicara silicona porosa para la humedad y se procederá a la afinación de la flauta mediante el ajuste de los diámetros de los orificios de la digitación de la flauta.

A veces el artesano, con la ayuda de gubias y formones especiales, realizan figuras decorativas en el cuerpo del instrumento, dándole un tono muy decorativo.

Para dar un tono brillante al exterior de la madera, suele aplicarse ceras vegetales que proporcionan colorido y brillantez al instrumento.

Al ser un instrumento fabricado principalmente en madera, deberemos mantenerlo siempre que podamos seco, pesándole los trapos de secado idóneos  para el interior, y así lograr durabilidad de la madera.

Si observamos que el instrumento ha sido barnizado por el exterior, deberemos secar con paños de algodón toda la superficie de la flauta para que la humedad que pueda quedar en el exterior no dañe el lacado.

Por ultimo decir que caso de tener dudas en la compra o reparación de este u otro instrumento, recurrir siempre a vuestro técnico de confianza para un correcto asesoramiento profesional. Un cordial saludo.

Por Manuel Martín Ventura.

En este artículo conoceremos técnicas para tratar el corcho y averiguar los medios para optimizar este material tan imprescindible en la reparación de los instrumentos musicales.

En primer lugar deberemos saber que es un material que necesita un proceso laborioso para adecuarlo a la actividad artesanal de la reparación y mantenimiento de instrumentos musicales. Primeramente se tala las piezas de corcho en los alcornocales, a pie de obra, seleccionando siempre el árbol que posea las características idóneas para el talado de las planchas, siguiendo unas pautas establecidas como son el espesor del bornizo, y por supuesto las fechas estacionales necesarias para no dañar o desproteger al árbol.

Una vez cortadas las planchas se enviaran a talleres especializados, para desparasitar las piezas, ya que cobijo de infinidad de insectos y parásitos que la celulosa que posee el corcho sirve de alimento y deben ser eliminados. Este trabajo se realizara sumergiendo la plancha talada en el interior de un recipiente metálico lleno de agua caliente siguiendo unas medidas de seguridad e higiene laboral.

La pieza deberá permanecer en el interior de la balsa de agua caliente algún tiempo debiendo dar de vez en cuando la vuelta a la pieza para que la limpieza de este sea total de cualquier residuo y lograr con ello desparasitar el bornizo celuloso que vamos a utilizar en la reparación de instrumentos musicales.

Cuando saquemos la pieza de la balsa de agua caliente lo realizaremos siguiendo las medidas de seguridad laboral establecidas. Acto seguido se colocara la pieza en una plancha rígida aplicándole encima otra plancha que servirá para homogeneizar la pieza y así poder trabajar el corcho con total seguridad, pues para poder cortar el corcho necesitaremos que la plancha de corcho sea lo más plana posible.

Una vez secas  las piezas, estas se volverán a humedecer individualmente pero esta vez solo se realizara mediante vapor, colocando la pieza encima  de un recipiente con agua hirviendo, el agua hirviendo puede llevar una disolución  de desengrasantes, así como plantas aromáticas, dependiendo siempre  para la función para la que se va a utilizar. El vapor pe nitrara por el interior de los poros, ripiándolos en profundidad, y eliminando cualquier insecto que hubiera podido quedar vivo en los interiores del bornizo, con todo este procedimiento lograremos que la pieza de corcho sea más maleable al corte y podamos realizar incisiones sobre el material y conseguir una pieza más precisa.

Ya tenemos limpia, desinfectada y lista para realizar el laminado del corcho, este se realizara con una maquina muy parecida a un cortador de fiambres que hace que podamos cortar la pieza con el grosor deseado, debiendo siempre utilizar las medidas necesarias de seguridad.

Una vez laminada la pieza de corcho procederemos  a humectar las laminas cortadas con alcohol azul o de limpieza, con esto lograremos que  la lamina de corcho que vamos a colocar y cortar para dar forma en el instrumento, tenga una maleabilidad incluso superior, y así poder conseguir que la pieza no se rompa cuando tratemos de darle forma en las piezas de los instrumentos.

Por último deseo que os haya resultado interesante este artículo, pero ante cualquier interés personal sobre cualquier cuestión sobre materiales de utilización en la reparación de instrumentos musicales, no dudéis en consultar con vuestro técnico de confianza. Un saludo amigos.

Por Manuel Martín Ventura.

Ante todo debemos considerar que todos los instrumentos ya sean de metal o de madera, deben ser protegidos permanentemente de cualquier situación que pueda dañar su funcionamiento, estas son:

  • No dejar que el instrumento este directamente expuesto al calor solar, sobre todo en verano.
  • Fuentes de calor o frío, como pueden ser los aparatos de aire acondicionado, estufas etc.…

Esto puede ocasionar una dilatación o contracción que en el instrumento notaremos en su funcionamiento normal.

La humedad es un elemento a tener presente, cualquier fuente de humedad que se establezca en nuestro instrumento podrá ocasionar un desgaste rápido de los materiales empleados en la fabricación o reparación de nuestros instrumentos, por eso mismo debemos evitar en lo posible que la humedad permanezca en el instrumento debiéndolo secar siempre que nos sea posible. También debemos  considerar que antes de empezar a tocar deberíamos lavarnos las manos con agua y jabón neutro, secarnos, utilizar polvos de magnesio sobre las manos espolvoreándonos un poco con lo que conseguiremos que el ácido que produce nuestro sudor se reduzca al mínimo, con ello lograremos que el metal o la madera este mas protegida ante la corrosión que produce nuestro sudor.

Como ya dije en el anterior artículo, el aceite para los instrumentos musicales son de vital importancia, siempre sabiendo que aceite utilizar y para que casos, nutrir, lubricar, abrillantar permanezca en un buen estado, evitando posibles grietas, logrando unas buenas cualidades acústicas.

El carbonato cálcico que etc.…, con ello lograremos que el duramen del que esta construido el instrumento produce nuestra saliva, si se adhiere en las paredes del instrumento de metal puede obturarla e impedir un buen funcionamiento es recomendable que visitemos a nuestro mecánico de confianza  para que realice un buen mantenimiento y lograr que el deterioro sea el menor posible.

Una consideración con respecto al aceite que utilicemos para la madera, nunca  sumergiremos el instrumento desmontado en un recipiente. Solamente nutriremos la madera dándole unas capas superficiales tanto interior como exteriormente. El proceso de una buena absorción puede conseguirse en un par de días logrando que la madera vuelva a tener una buena capacidad acústica.

En cuanto a los materiales que debemos emplear para la limpieza del metal, plata, latón, cobre, lacado etc.…, deberán ser de primera calidad con lo que el resultado y acabado final será el deseado por el músico. Utilizar materiales que no sean los adecuados podría dañar y deteriorar tanto la madera como el metal, y para no dar marcas solo diré que en el metal no se debe utilizar limpiametales abrasivos y en la madera no hay que nutrirla con cualquier aceite sin saber si sus especificaciones son las adecuadas para nuestro instrumento. Como recomendación decir que hemos de consultar siempre a nuestro mecánico de confianza.

Tienes que empezar también a fijarte de manera regular en el mecanismo de tu instrumento, aprende con todos los conocimientos que se te ofrecen en estos artículos u otros de compañeros de la profesión, son de vital importancia, te lo recomiendo.

Estudia el mecanismo, si funciona o no correctamente, los ruidos, holguras, todo esto debes evitarlo realizando ajustes regularmente, piensa que al ser un material muy utilizado sufre un notable desgaste. Cuando una zapatilla este deteriorada cambiarla inmediatamente, si su piel esta endurecida nútrela si puedes con petina de piel o con cualquier material especial para pieles curtidas y tintadas, si no conseguimos que la piel se ablande deberemos cambiarla.

Cuando terminemos de tocar colocar en el interior del estuche del instrumento las bolsitas de sales de absorción de humedad, que nos ayudaran a conseguir que el instrumento este en optimas condiciones, parece una obviedad pero es de gran utilidad para el mantenimiento del instrumento y también debemos saber que los paños que utilicemos en el secado y abrillantado del instrumento deben ser de algodón, ya que estos no dañan el baño de plata, ni la laca de los instrumentos.

Y por ultimo, siempre que tengamos dudas debemos consultar a nuestro gran amigo el técnico de confianza para asegurarnos un buen mantenimiento de nuestro gran tesoro que es tu instrumento.

Por Manuel Martín Ventura.

En este artículo conoceremos una técnica que se suele emplear en algunas de las reparaciones de instrumentos de viento-metal.

El grabado en el metal es una de ellas, aunque parezca una tarea difícil, no lo es  en general si realizas algunas prácticas previas. La grabación es un proceso de corrosión del metal mediante la acción química. Algunas partes del metal utilizado quedan cubiertas por un sistema para enmascarar. Puede ser una pintura bituminosa o a base de resina, un rotulador permanente, una calcomanía que se trasfiera por frotación, o una etiqueta autoadhesiva. Cuando la pieza está sumergida en la sustancia corrosiva normalmente suele utilizarse cloruro férrico, las partes que quedan al descubierto se corroen, mientras que las partes protegidas o enmascaradas quedan intactas.

El grabado de metales preciosos requiere el uso de otro tipo de ácidos mas  agresivos, hidrofilacios y nítricos para corroer. El cobre, latón pueden grabarse usando cloruro férrico, es una técnica y una solución menos agresiva y más adecuada para los trabajos de grabados en instrumentos de viento-metal.Es un proceso de trabajo que bien desarrollado nos puede ofrecer muchas posibilidades creativas.

Las sustancias de grabado con cloruro férrico, suelen venderse en bolitas que se disuelven en agua caliente y la solución sigue funcionando incluso con el agua se enfría. Hay que trabajar en una zona que este bien ventilada , utilizando todas las medidas de seguridad requeridas, guantes de protección, gafas protectoras, mascara etc.…Mezclar la sustancia de grabado en un recipiente fuerte, nunca de metálico, colocándolo en una bandeja de plástico con un cuenco de al lado para poder enjuagar las piezas metálicas, debiendo siempre seguir las especificaciones del fabricante. Cuelgue la pieza de metal de un trozo de hilo eléctrico aislado y suspenderemos la pieza en la solución. El tiempo de exposición en la mezcla dependerá de la fuerza de la solución liquida, la profundidad de corrosión deseada.

Observe la pieza de vez en cuando, cada cinco minutos sacándola de la solución y tras ser enjuagada la pieza, procederemos a quitar todas las piezas autoadhesivas colocadas, o el aislante utilizado, el resultado es sorprendente. Estos procedimientos de trabajo se utilizan igualmente en trabajos de joyería. Espero que os haya gustado esta técnica de trabajo tan especial, pero siempre deberéis seguir las recomendaciones de vuestro técnico de confianza. Un saludo amigos.

Por Manuel Martín Ventura.

Herramientas necesarias:

  • Un tas o yunque metálico
  • Un martillo de madera de bog

Aunque pensemos que puede ser una tarea relativamente fácil de realizar, debemos tener especial cuidado y no desconfiar en el buen hacer. Cuando una llave está abollada, no es fácil eliminar la abolladura, pero debemos repararla ya que tanto estéticamente como acústicamente afectarán a la acústica del instrumento. Si no quitamos la abolladura, la zapatilla no podrá ser colocada con seguridad y estabilidad en la llave.

Recomendaciones para realizar este tipo de reparaciones:

  1. Quite la zapatilla de la llave abollada limpiando con mucho esmero todo el interior de las impurezas de pegamento.
  2. Colocar el tas o yunque en una zona sólida y plana.
  3. Coloque la llave sobre el tas observando visualmente los lugares donde sufre el desnivel el metal.
  4. Ahora con la llave colocada sobre el yunque o tas metálico, baje los puntos de alta, pulsando sobre el borde de la llave. Asegúrese de golpear ligeramente siempre sobre los nervios que posee el metal e ir poco a poco hasta conseguir su nivelación. (Muy importante golpear siempre en los nervios de las llaves e incluso en la pieza de unión central)
  5. Cuando tengamos que sacar una abolladura que esté hacia dentro de la llave, colocaremos bajo de esta una pieza metálica de un mismo diámetro y entonces procederemos a golpear donde se encuentre la abolladura, el golpeteo del mazo contra la llave estando una matriz metálica debajo, alisará la superficie de la llave.

Para completar esta tarea tan sumamente delicada, aplicaremos un poco de calor para que nos ablande el metal, y una vez enfriado podremos dejarlo mucho más liso mediante un repujado. Si fuese necesario puliríamos la pieza para quitar los arañazos ocasionados, y posteriormente lacaríamos o platearíamos la llave, quedando esta nueva y apta para su uso.

Este trabajo es necesario realizarlo siempre que hagamos una reparación completa en cualquier instrumento de viento madera, es una manera de optimizar el estado de la llave.

Si el instrumento se ha caído deberá realizarse este proceso de reparación con mayor motivo y con una minuciosidad considerable en el trabajo, sabiendo que de este proceso de trabajo mencionado dependerá que el instrumento recupere su estado natural.

Todo lo comentado en este artículo parece simple pero es muy importante su realización y muy complicada por eso ante cualquier duda pregunta a tu mecánico de confianza o envíame un e-mail a la dirección siguiente martinmarvent@hotmail.com. Un saludo.

Por Manuel Martín Ventura.

Aceite de lignea o aceite chino de tung

Es un aceite cien por cien natural procedente de la nuez del árbol chino tung. Este árbol ha sido conocido desde hace siglos como el árbol del aceite. El aceite de tung es absorbido perfectamente por cualquier superficie de madera, en las que al secarse se endurece, dejándola perfectamente protegida contra la humedad. El aceite de tung resalta la belleza y el tacto natural de la madera. No obscurece ni cambia el color de la madera. Sirve perfectamente para todo tipo de piezas de madera que hayan sido torneadas, como es el caso de los instrumentos musicales fabricados en maderas nobles, clarinetes, oboes, fagots, etc… Su aplicación puede realizarse con brocha o con un trapo, en las capas que deseemos. También se puede mezclar con otros aceites naturales para conseguir otros efectos. Este aceite seca con rapidez de una a seis horas dejando una superficie mate. Si desea que brille puede pulirla posteriormente con algún tipo de cera.

Aceite de linaza sueco

El aceite de linaza siempre ha sido probablemente uno de los mejores aceites de acabados para la madera, debido sobre todo a su dureza y propiedades para el secado, famoso por su resistencia al agua. Frente a otros aceites de linaza, en suecia  este aceite se extrae prensándolo en frío, para conseguir preservar sus propiedades naturales. La planta del lino tiene en la región nórdica un sesenta por cien mas de ácidos oleicos saturados, lo que significa que el aceite que obtenemos de este lino endurece más rápido y forma una capa protectora mejor. Este aceite preserva cualquier pieza de madera de los rayos solares lo cual es muy importante para los instrumentos que están constantemente  en contacto con luz solar o artificial, es altamente transparente  por lo que resalta la belleza natural de la madera. Su aplicación la podremos realizar con un pincel.

Aceite para el mantenimiento y limpieza del barniz unilin

Este producto es infinitamente bueno para la limpieza, conservación en general de las superficies de madera barnizadas en este caso seria especialmente indicado para el fagot, su aplicación es fácil y sin esfuerzo. Ideal como he dicho para todo instrumento como no también los de cuerda, violines, violas etc… Este producto elimina zonas grises o blancas producidas debajo de superficies barnizadas. Suprime manchas de agua, saliva. Regenera el barniz y proporciona un excelente brillo, conservando la elasticidad que necesitan las superficies barnizadas en los instrumentos.

Titebond liquid

Es la primera  cola animal que se ofrece bajo un formato líquido, listo para usar. Esta cola proporciona una gran resistencia a la tensión superior, presentando unas propiedades de lijado excelentes. No se altera en los acabados .Su sensibilidad a la humedad facilita el montaje de las piezas, una cualidad definitiva  en restauración de antigüedades o en reparación y montaje de tapas de instrumentos musicales.

Cola de pescado lee valley

Con las mismas propiedades que cualquier otra cola de pescado pero con la gran particularidad de utilizarse en frió y no precisar preparación previa.

Se trata de una cola de pescado natural fabricada con la grasa y piel de un bacalao habitante de las frías aguas de alaska… Ideal para la restauración de antigüedades y en la construcción de instrumentos musicales, debido a su reversibilidad  con calor y a que puede mantenerse un largo tiempo abierto sin que pierda propiedades ni se estropee. Puede ser utilizada en madera, piel, cerámica, metal, corcho y papel. Se lija a la perfección y tiene poca resistencia al agua.

Espero que este articulo os haya  servido para tener una orientación sobre los aceites  y materiales que podéis emplear y que existen en el mercado para que el instrumento posea las características precisas y para que sus propiedades nos proporcionen un mantenimiento idóneo con el paso de los tiempos, pero como siempre os diga, caso de tener dudas o desear más información al respecto, confiar siempre en vuestro técnico para que os asesore y os oriente de manera profesional.

Por Manuel Martín Ventura.

Los destornilladores, alicates, cinceles como muchas herramientas en la reparación de instrumentos musicales, pueden fabricarse a partir de varillas de acero con un contenido apropiado de carbón. Este acero, una vez preparado, cortado y dada la forma deseada, debe templarse, es decir, endurecerse modificando su dureza. De este modo, obtendremos un acero más resistente. A este proceso se le llama temple y resulta esencial no sólo para fabricar herramientas, hasta incluso para la fabricación de piezas para instrumentos musicales.

El proceso ha realizar sería el siguiente, se calienta la herramienta hasta lograr un color rojo cereza sin llegar al anaranjado; acto seguido se sumerge en agua, en agua con sal o en aceite, con el objetivo de templarla. El aceite tiene un templado más suave que el agua, lo cual es importante si tenemos un acero muy duro F9 (esto significa que a mayor numeración mayor dureza del acero que vamos a tratar) y precisará un templado más suave o viceversa.

Una vez templada la herramienta o la pieza realizada podemos proceder a realizar el revenido que significa la eliminación de tensiones producidas en el metal por el temple efectuado.

Para proceder al revenido del metal se realiza mediante la siguiente técnica, que es igualmente utilizada en joyería para recuperar metales que necesitan un mejor acabado, la técnica es la siguiente:

Previamente se deberá pulir la pieza para poder observar con claridad el color que tomará cuando le apliquemos nuevamente el fuego. Aplicamos color a unos tres centímetros de distancia de la punta de la llama, a la pieza que deseamos recuperar, hasta que esta pieza obtenga un color azulado, para después sumergirla en agua, es en este momento cuando este metal podrá ser trabajado con las limas de precisión para obtener las mejoras deseadas, debiendo saber que una pieza templada no podemos limarla de ninguna  manera por el endurecimiento que tendrá el acero.

A continuación os daré unas tablas sobre las temperaturas aconsejables para el recocido de los metales:

Metal                                                             Temperatura de recocido en ºC

Cobre                                                                         600 – 700

Oro                                                                            600 – 750

Plata fina                                                                   300 – 700

Plata de ley                                                               sobre 750

El recocido y el decapado para la fabricación de herramientas de trabajo, así como piezas para instrumentos, son dos procesos muy utilizados comúnmente. No existe el uno sin el otro y se suele efectuar varias veces hasta conseguir la pieza y forma deseada.

El trabajo del metal por medio mecánico, conlleva un endurecimiento del mismo que implicará un recocido. El recocido genera una oxidación superficial, que deberá eliminarse con un decapado. Habitualmente el recocido se realiza con un soldador, procurando aplicar el calor de forma uniforme para recocer todo el metal por igual. Es aconsejable recocer sobre una superficie de carbón vegetal, pues se reduce la oxidación y se puedes ver mejor el color rojizo del recocido.

El decapado es el otro de los procesos para lograr un acabado ideal de piezas y herramientas, se trata de trabajar las superficies ya que al recocer una pieza, al contacto con el oxigeno una capa de óxido derivada básicamente del cobre de la aleación, ara quitar este óxido deberíamos sumergir las piezas en una disolución con agua y ácido sulfúrico y podemos calentar esta disolución para agilizar el proceso de decapado.

Comentaros que este proceso es muy peligroso por lo que no se debe realizar si no conocemos la técnica en profundidad.

Para finalizar comentar que con estas técnicas obtendremos unas buenas herramientas para el trabajo en la reparación y restauración e instrumentos musicales, pero deberemos pedir consejo siempre a nuestro técnico de confianza ante cualquier duda que nos plantee.

Por Manuel Martín Ventura.

Te envió este email para que consideres si es de interés para dar forma en algún momento en la elaboración de la futura formación.

Uno de los procesos laborales que suelo realizar es el del calado realizado con una sierra de calar que permite lograr un borde mas pulido o una curva interna en una hoja de metal que se utiliza para adecuar o fabricar piezas, pero es clave para que el trabajo se realice con efectividad la elección de la hoja correcta, la tensión correcta, y la sujeción del mango sin realizar posiciones inadecuadas para la efectividad en el trabajo. También utilizo un bloque de cera de abejas como lubricante, pasándolo por los dientes de la sierra de calar o para calentar el metal que se va a cortar, mediante la frotación sobre la superficie a modo que cree una fina película del producto sobre el metal.

 Hemos de elegir una hoja lo bastante fina para que dos dientes o mas estén en contacto con el borde del metal que deseamos cortar.

La inserción de la hoja en la sierra de calar se realiza apoyando el mango contra el pecho colocamos en un extremo en la parte delantera de la sierra con los dientes de corte hacia nosotros insertamos la parte trasera de la hoja en la clavija unos 3 mm, mediante una ligera presión cerraremos entonces la polea de cierre y lograremos la tensión adecuada de la hoja de corte.

También existe el proceso de perforación  o de hacer agujeros. Para realizar una obertura en el centro en una hoja de metal o en una bomba nueva donde va a insertarse un desagüe nuevo, se realiza una pequeña incisión previa con un sacabocados  de punción directa. Con ello conseguiremos empezar a perforar y evitar que el taladro se deslice y roce la superficie metálica más cercana.

Utilizo el taladro siempre a una velocidad muy baja para obtener un control sobre el trabajo que estoy realizando. Para moldear el metal que pretendo adaptar en una pieza que esta corroída, uso un mazo de cuero crudo  sobre una superficie de madera o metal dándole varias veces para golpearlas en todos sus lados y por las dos caras para igualar la pieza, y si necesito realizar una pieza abombada, utilizare un bloque de acero de ahuecado, utilizando los punteros de forma que nos ayudaran para dar la forma ahuecada a la pieza que queremos colocar sobre la pieza de metal que pretendemos restaurar.

Una de las técnicas que creo que son fundamentales que conozcan los futuros estudiantes del ciclo formativo, es el proceso del temple y tratamiento de los metales, ya que servirá para fabricar sus herramientas, así como para evitar que las planchas de latón u otro metal que vamos a adaptar posean una maleabilidad idónea y aprendiendo con ello a distinguir el cambio de color del metal para trabajar con seguridad.

  La llama que templara el metal deberá ser más suave que la utilizada para soldar, por lo tanto es menos probable que oxide el metal. El tono del metal a la temperatura en que queda templado es un rojo apagado, y es el momento en el que se encuentra completamente ablandado. No debemos calentarlo más o la estructura del metal se podría dañara las llamas de temple se las denomina llama reductora y a las de soldar llama de oxidación. Si queremos soldar metales, el primer paso es que los metales estén limpios, sin rebabas, limpiado el metal alrededor de la juntura para eliminar cualquier resto de grasa u oxido, con limas, lijas etc.

Para la unión de las piezas metálicas mediante soldadura, se utiliza un fundente como ejemplo podría ser el bórax, porque evita que se forme oxido al soldar y permite la rápida fluidez de la soldadura. La soldadura se clasifica según el punto de fusión y son cinco, blanda, extra blanda, media, dura, y esmaltada.

Para soldar limpiaremos las juntas a unir, y con un pincel colocaremos el fundente por toda la juntura, calentando la pieza ligeramente sin llegar a concentrar directamente el calor sobre la juntura para que ambos lados posean una igualdad de temperaturas y posteriormente concentrar el calor  sobre la juntura y aplicaremos la cinta de soldadura que consideremos, para que fluya y una la pieza retirando inmediatamente la llama de calor del punto de la juntura.

La aplicación del fundente es muy importante, si se acumula una película de oxido en la juntura será imposible soldar, el fundente tiene una vida limitada, si le proporcionamos elevadas temperaturas, el metal fundido se deteriora rápidamente y ya no resulta efectivo para la unión de piezas. Si aplicamos poco fundente a la juntura se degradara más rápido que el metal y si aplicamos demasiado se ennegrecerá la pieza. Si calentamos la pieza aparte de la juntura, se produce una reserva de calor que reduce el tiempo necesario para que la zona con fundente alcance la temperatura de fusión. Es importante que el metal que se va a soldar alcance la temperatura necesaria antes de que lo haga la soldadura. No deberemos dirigir el calor directamente al punto de la juntura, si no que lo haremos poco a poco para que el metal obtenga una temperatura adecuada hasta dirigir la llama a las partes que deseamos soldar.

Otro procedimiento que usamos muy frecuentemente es el acabado del metal mediante los procesos de pulido. La consecución de una superficie pulida se consigue usando diversos abrasivos, cada uno de ellos debe ser más fino que el anterior , debiendo mantener los limpiametales abrasivos separados y limpiar a fondo la pieza después de cada paso, para evitar que los limpiametales más finos se contaminen con los mas bastos.