Yecla

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Por José Miguel Ibáñez Lax, AAM Yecla.

Una pregunta compleja y realmente difícil de contestar, porque además de su complejidad, seguro que habría una respuesta por cada una de las escuelas de música; según su tipología, pueden ser públicas o privadas, estar situadas en ciudades grandes o pequeñas, gestionadas por los Ayuntamientos, las sociedades musicales, por los propios profesores, etc.

Yo hoy voy a centrarme en lo que realmente conozco, y de lo que con el paso del tiempo he observado que es beneficioso para el funcionamiento de una escuela de música, puesto que llevo trabajando en una de ellas desde el año 1995.

En primer lugar remarcar que, como ya dije al principio, no hay ningún sistema ni mejor ni peor, sino el método que cada centro por sus propias características se ha ido creando, siempre que por supuesto este funcione.

Dentro de un centro educativo como es una escuela de música nos encontramos con varias partes implicadas: profesores, alumnos, padres, gestores; todos ellos son importantes para que todo se desarrolle correctamente, cada uno tiene su responsabilidad para que el proyecto funcione correctamente, así como sus derechos y por supuesto sus obligaciones.

Para que todo se desenvuelva con normalidad y se obtengan los resultados más óptimos, a las personas implicadas se les debe de dotar de los medios adecuados para que se cumplan los objetivos planteados como fines principales de la escuela de música.

Quizás este es uno de los dilemas más peliagudos con el que nos podemos encontrar, sobre todo si como es nuestro caso somos una “academia” de una sociedad musical. Hay que determinar entre centrar la enseñanza que impartimos en instrumentos específicos para las bandas de música o abrir nuestra enseñanza a otro tipo de instrumentos que no formarán parte de la plantilla de dichas agrupaciones.

Desde nuestra experiencia, y tuvimos la misma duda hace ya algunos años, esto fue lo que se decidió. Pero para entenderlo mejor primero les vamos a explicar cómo está constituida nuestra Escuela. Pertenecemos a una Sociedad Musical que desde el año 1974 hasta 1994 mantuvo una academia en la que se podía estudiar instrumentos enfocados a ingresar en la Banda, asimismo el Ayuntamiento tenía su propia Escuela Municipal donde se impartía piano y solfeo. En el año 1995 y tras conversaciones con el Ayuntamiento, y reconocer que éramos las personas más preparadas para ello, se firmó un Convenio entre ambos por el que ambas escuelas se fusionaron en una que fue gestionada totalmente por nuestra Sociedad Musical.

Desde el primer momento vimos que no podíamos centrarnos en ofrecer solamente la posibilidad de enseñar, además del Lenguaje Musical, instrumentos de viento-madera, viento-metal y percusión, entre otras cosas porque aunque la directrices del centro las marcábamos nosotros ya no era sólo nuestra academia para la banda sino que era la escuela de música de toda la ciudad, y por tanto nos abrimos a otras especialidades que nos demandaba la sociedad, como piano, guitarra, cuerda, y con posterioridad, y debido a la demanda que nos iban solicitando los jóvenes de la localidad se creó el Aula de Música Moderna donde poder estudiar instrumentos como guitarra y bajo eléctrico, batería, teclado, combos, composición de canciones, producción musical…, con sus correspondientes teóricas; y hace algunos años, también tras una fuerte demanda, se implantó la asignatura de canto.

Asimismo desde los inicios nos planteamos que la enseñanza que se ofreciera desde nuestra Escuela, no sólo estuviera enfocada para personas cuyo objetivo fuera dedicarse profesionalmente a la música continuando sus estudios en Conservatorios, sino por el contrario que estuviese abierta a todo el mundo que quisiera acercarse a este bello arte, desde los niños de 3 a 7 años a través de Música y Movimiento, y hasta grupos para Adultos, y por supuesto para cualquier alumno que simplemente deseará aprender música como parte de su formación personal, aprendizaje que como todos ustedes sabrán aporta una gran cantidad de aspectos positivos: disciplina, responsabilidad, trabajo en equipo, solidaridad, respeto, inclusión, etc.

Para conseguir que todo esto llegara a buen puerto necesitábamos varias cosas. Un claustro de profesores motivado e implicado con nuestra filosofía, para lo que desde el primer momento estuvo claro que para conseguirlo lo primero que había que darles era una estabilidad laboral. Todos nuestros trabajadores, profesores y personal auxiliar, han contado desde el primer día con su contrato de trabajo; la mayoría de ellos llevan con nosotros más de 15 años, incluso algunos algo más, lo que les hace estar totalmente implicados en el proyecto. Para su elección, además de su formación, siempre que ha sido posible hemos contado con personas de nuestra ciudad, y en muchos casos los mismos alumnos que han empezado estudiando en el centro han vuelto al mismo como profesores, con lo que damos un gran sentido a nuestro proyecto.

También ha sido prioritario el tema de las instalaciones, tras estar durante varios años en diversos locales no lo suficientemente apropiados, sobre todo por el tema de la acústica y el espacio, y después de años de dialogo con las autoridades locales, y ante el aumento de alumnos que se producía curso a curso, nuestro Ayuntamiento decidió construir una nueva Escuela de Música, para lo cual desde el primer momento contaron con nuestra opinión y consejo para que de esta manera fuera lo más practica y funcional posible. Puesto que para que tanto el profesor como el alumno consigan el mejor rendimiento, necesitan: aulas amplias, aulas de estudio, salas de ensayo para las diferentes agrupaciones (banda titular, banda escuela, orquesta de cuerda, coro, combos, etc.) una sala de audiciones donde poder mostrar a los padres, amigos, familiares, socios, etc, el trabajo que durante el día a día se realiza. Además de esto que suele ser lo más básico e imprescindible actualmente también contamos con vestíbulo, conserjería, cafetería, biblioteca, almacén….

Otro pilar fundamental es el de dar la oportunidad de interpretar su música a los propios alumnos y profesores, para lo cual desde al año 2002 creamos un Ciclo de Conciertos, donde los auténticos protagonistas somos todos, desde los propios músicos que los ofrecen, dándoles una oportunidad de tocar ante el público que en otras circunstancias sería muy complicado; a los demás miembros del centro a los que se les ofrece la posibilidad de asistir a estos conciertos en directo y de forma gratuita; al resto de la sociedad a la que invitamos a asistir a dichos conciertos donde mostramos el fruto de nuestro trabajo.

Por supuesto no todo ha sido un camino de rosas, hemos tenido que probar, improvisar, inventar, fracasar, volver a probar, muchas veces. En definitiva, y volviendo a incidir que cada Escuela es un ente propio y tiene su situación y sus propias circunstancias, me he expresado simplemente desde mi experiencia, yo no soy músico profesional, estoy más relacionado con la gestión, que es lo que nos ha funcionado bien a nosotros.

 

19 febrero, 2020 Escrito por diapason

Vivimos en una sociedad en la que pensamos que cuanto más ocupados y activos estén nuestros hijos, mejor será para ellos, queremos formarles para el futuro, su futuro, olvidándonos muchas veces de que son niños, que tienen la necesidad de jugar, de investigar, ser curiosos con lo que les rodea, dibujar, pintar, correr, cantar…

Desde que me dedico a la docencia como profesora de flauta travesera, y ya va para muchos años, he visto niños de 8 años con la flauta a los que no les ha hecho falta ninguna motivación para estudiar un instrumento, niños que ahora son grandes flautistas, independientemente de si se han dedicado a ello de forma profesional o no, sin embargo, también he visto a muchos niños que lloraban antes de entrar en clase, porque ellos no querían tocar la flauta, ni la flauta ni ningún otro instrumento, porque no les gustaba la música y porque aparte supongo, nadie les había explicado a sus familias, los beneficios que tiene para el cerebro de un niño y para su futuro, estudiar música, beneficios que más adelante veremos.

Debido a este malestar que yo veía en algunos de mis pequeños alumnos, yo siempre me dije que si tenía hijos, nunca les iba a obligar a estudiar música, no quería ver a mis hijos frente a un instrumento con el reloj en la muñeca deseando que terminara la clase para irse a jugar, no quería obligarles a hacer algo que ellos no quisieran por el único motivo de que tanto su padre como yo, nos dedicamos a esto. Y ahora os confieso que, mis hijos estudian música, sí, habéis leído bien, pero seamos sinceros, no lo hacen por tradición familiar, ni por querer conseguir a través de ellos la realización de algo que yo no conseguí, como por ejemplo tocar el saxofón, no, lo hacen porque todos los niños deberían estudiar música, para beneficiarse de todo lo que la música les puede aportar, para ser más felices y mejores personas.

Hablemos ahora de todos estos beneficios y veamos la importancia que tiene la música como ayuda para el crecimiento intelectual:

– Aumento de la memoria, la atención y la concentración: un niño que atiende a una melodía y que aprende la letra de las canciones mientras se divierte, es un niño que aprende a recordar y a memorizar.

– Mejora de la fluidez de expresión: la expresión tanto oral como corporal, se desarrolla al cantar y al bailar. Si el baile aporta capacidad de expresarse con el cuerpo, tocar un instrumento añade una nueva forma de comunicación para el niño.

– Mayor facilidad para la resolución de problemas: el razonamiento del niño aumenta para encontrar soluciones más complejas a problemas matemáticos y de lógica, gracias, entre otras cosas, a la percepción de patrones rítmicos.

– Estimulación de la imaginación y de la creatividad: el reconocimiento de patrones rítmicos en una melodía actúa sobre la región creativa y motivadora del cerebro, impulsando directamente al niño a desarrollar su imaginación.

– Enriquecimiento del intelecto: los recuerdos relacionados con la música, provocan en el niño un mayor desarrollo intelectual. En muchas ocasiones, la creación de memorias, está relacionada con canciones.

– Aumento de la sociabilidad: cuando un niño estudia música, tiene la oportunidad de interactuar con otros niños y adultos. Es así como tienen más ocasiones para desarrollarse en sociedad.

– Mayor control de los estados de ánimo: la música siempre nos evoca emociones, pero no solamente a los niños, a todos en general. Puede relajarnos o activarnos, o incluso ponernos alegres en un momento triste o de estrés.

– Implantación de rutinas: asociando actividades a una música concreta, el niño se habituará a realizarlas cuando escuche de nuevo esa melodía, haciendo que también se vuelva más disciplinado.

– Aumento de la autoestima: conseguir tocar una melodía con un instrumento aporta amor propio mediante una acción divertida y entretenida.

– Mejora de la salud: la música, por si alguno de vosotros todavía no está convencido, tiene el efecto de aliviar el dolor y fortalecer el sistema inmunológico, ayuda a coordinar la respiración y los latidos del corazón, por lo que consigue calmar y relajar.

Como conclusión os diré que la música es un refuerzo positivo y muy poderoso, pero no sólo para los niños, en realidad lo es para todos nosotros. Debemos rodearnos y rodear a nuestros pequeños de más música, acercarles a ella, restringirles el uso de la tecnología a tan temprana edad y a cambio darles la oportunidad de estudiar un instrumento, os aseguro que os cambiará la vida a todos.

                                                                                                              Eva Belda Castillo.

Cuando José Miguel “el Lupi” me propuso que escribiese algo sobre la Escuela de Música, inconsciente de mí, le dije que sí, pues me hacía ilusión. No sabía en qué jardín me metía; ahora no sé muy bien cómo plasmarlo, aunque palabra a palabra algo saldrá.

Parece que fue ayer cuando mi hijo Carlos comenzó con la Escuela en las escaleras del Ayuntamiento y yo me hice miembro de la Asociación de Amigos de la Música. Pero han pasado veinticuatro años… ¡ahí es nada! Por aquellos entonces se fusionó la Escuela Municipal de Música y la Banda. La unión no solo fue un acierto, sino que ha supuesto un fenómeno cultural de primer orden para Yecla. Se pasó de un puñado de alumnos, casi todos de la banda, a las más de novecientas cincuenta solicitudes que tiene actualmente.

En estos veinticuatro años, he vivido momentos entrañables y emotivos.  Recuerdo con mucho agrado cuando la Banda Juvenil hacía actuaciones en los colegios. Otro momento que recuerdo con claridad fue cuando mi hijo salió en la Banda y la ilusión que nos hizo a todos, especialmente a mi padre, pues le encantaba oírlo tocar el clarinete. No se puede expresar con palabras la emoción que se siente cuando ves venir la banda a recogerlo y el director lo coloca en el lugar que le corresponde.

Pasado el tiempo, dejé de ser espectadora y empecé en solfeo con mi amiga Conchi, que conseguía que algo tan árido como el solfeo nos gustara… Recuerdo cuántas veces nos decía: “si sois buenos sin estudiar, imaginaos si estudiarais”. Fue ella la que me animó a cantar.

Seguidamente continué en percusión con Toni. ¡Qué paciencia por su parte!Y, claro, llegaban las audiciones y el miedo escénico con ellas… Desaparecían las notas, los tiempos de espera no se sabía para qué estaban… Ya estaba el follón liado, y él siempre me decía: “uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, yo me calmaré, todos los veréis”. Toni se fue y llegó José Luis, siempre sonriente con la misma paciencia y buen hacer. Creo que lo llevan de serie.

Con la percusión llegó el entrar en la Banda Iniciación, después la Juvenil,dirigidas de forma magistral por Ángel. Fue bonito y enriquecedor tocar en grupo ya que se requiere concentración, partitura, director… Qué envidia me sigue dando verlos tocar.

Empecé la asignatura de canto con José Manuel, a quien he visto crecer. Yo lo he admirado a él como percusionista,“mi timbalero preferido”, y él no se perdía una exposición mía.

Por último, el coro hace que nos lo pasemos bien y que aprendamos. José Antonio, su paciente director, hace que el coro cada vez sea mejor. Se va notandodía a día el buen hacer, el esfuerzo,el trabajo y el entusiasmo que le pone. Sin dudarlo, lo mejor del coro, su mascota “la Marisa”.

En mi opinión, ha sido todo un acierto que haya seguido siendo Escuela de Música y no conservatorio, ya que así puede admitir alumnos de todas las edades, tanto por el gusto de aprender como para una preparación profesional. Dicho esto, gran parte del éxito de la Escuela se debe a la calidad de sus profesionales y al profundo respeto que muestran hacia sus alumnos.

Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes y con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos.

Por último, quiero agradecer a José Miguel “el Lupi” no solo que me haya metido es este berenjenal, sino también su labor en la sombra dentro de la Escuela.

Mercedes García.

Jazz por Pablo Casal Group compuesto por Pablo González Casal, piano; Mateo Albelda Soriano, batería y Pablo Pérez Soriano, saxo.

Yecla, 10 de febrero de 2020

Este próximo sábado 15 de febrero de 2020, se realizará el cuarto concierto incluido en la programación del XVIII Ciclo “Aula de Conciertos” organizado por la Escuela de Música de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Yecla.

En esta decimoctava edición cuenta con el patrocinio de Dúo-Graph, Familia Castaño, Arty-Graph, Iberpiano, Juan Palao Peña, Autobuses Pelotón, Daemon 4, YeclaGrafic, Davó y Visual Rotulación. Y como en otras ediciones anteriores también cuenta con la colaboración de los medios de comunicación locales: Onda Regional de Murcia, elperiodicodeyecla.com, Teleyecla, Onda Cero Yecla, Cope Yecla y Siete Días Yecla.

Este cuarto concierto del Ciclo se realizará en la Sala de Audiciones de la Escuela de Música a las 19:30 Horas, y será consistirá en un concierto de jazz interpretado por Pablo Casal Group, formación integrada por Pablo González Casal, piano; Mateo Albelda Soriano, batería y Pablo Pérez Soriano, saxo.

Pablo Casal Group es un atípico trío que desarrolla un repertorio propio en el que se mezcla el blues, el jazz, melodías rescatadas de la música tradicional y atmósferas minimalistas. De difícil catalogación, su discurso musical se centra en el desarrollo melódico – rítmico que le imprime a sus temas un marcado carácter visual, cinematográfico.

Influencias musicales como Liro Rantala, Avishaí Cohen o Keith Jarret cimientan las bases de este creativo grupo que ha actuado en espacios como la Fundación SGAE, el 16 Toneladas, el Loco Club o el Festival de Artes Escénicas Tercera Setmana de Valencia, el Palau Altea, el Auditorio Infanta Leonor y el Liceo Taoro en Tenerife.

“Viaje a Apoapsis”, el primer CD de estudio de este grupo, ha sido elegido como mejor disco de la Comunidad Valenciana en 2016 por Redacción Atómica y La Gramola de Keith. Ahora presentan su nuevo EP “Infinita entropía”, un trabajo que habla de lo efímero, de lo constante, de lo perpetuo y lo inevitable, de lo logrado en el camino, de la importancia de todo y lo insignificante a la vez

La entrada al concierto es libre y gratuita hasta completar el aforo de la sala.

Cartel del Concierto

Fuente: revistadiapason.com, 5 febrero, 2020 Escrito por diapason

Hola, estimados amigos y lectores:

Soy una de tantas alumnas que forman parte de la Escuela de Música. Afortunadamente, para mí es un privilegio pertenecer a esta Escuela con gran prestigio y cada vez más conocida a nivel nacional, con un gran profesorado y colaboradores tanto humanos como profesionales.

Comenzaré dando unas pinceladas sobre mi vida. Desde muy pequeña me llamó mucho la atención la música. Me gustaba muchísimo cantar, también bailar e interpretar.

Mis comienzos en los estudios de música fueron en el colegio Méndez Núñez. La asignatura de música en aquellos tiempos era bastante limitada, donde el maestro Pedro Rubio, gran músico profesional, se esforzaba por introducir a los alumnos en esta materia. Comencé dando un poquito de solfeo y flauta – por cierto: reconozco que es un magnífico instrumento musical, pero conmigo no encajaba, porque me ponía muy nerviosa, dándome ganas de estamparla contra la pared -. Cuando el maestro decía que teníamos que hacer una obra de teatro se me abrían los ojos como platos. ¡Eso, eso sí me gustaba!

Más tarde se construyó un nuevo colegio, Giner de los Ríos. Decidí trasladarme a él y formé nuevas amistados con un estupendo grupo de compañeras de curso. En la asignatura de música en este centro, impartida por Antonio Galvañ, vi los cielos abiertos. Estudiábamos solfeo y flauta, pero con una particularidad:un nuevo apartado para el desarrollo de la creatividad de los alumnos. Nuestro grupo de compañeras y amigas pronto comenzó a idear y crear obras de teatro escritas y dirigidas por nosotras, sacando de nuestra imaginación todo lo que se nos ocurría. A la vez formábamos coreografías de canciones de cantantes que en ese momento nos llamaban la atención. Exponíamos los trabajos cada trimestre y al terminar el curso lo presentábamos en la fiesta de final de curso.

Cuando salí de E.G.B. pasé al mundo laboral y, a la vez, estudiaba una formación profesional de la rama sanitaria, sacando auxiliar de farmacia en el instituto Ingeniero de la Cierva (Murcia) y después en el instituto José Luis Castillo Puche el título de auxiliar de enfermería, especializándome más tarde en pediatría.

En el período de mi adolescencia tuve una ligera inclinación hacia el mundo del deporte, jugando unos años en un equipo de baloncesto y haciendo algo de atletismo. Por cierto: quedé en primer lugar en una media maratón ganando una pequeña copa.

Más tarde formé mi familia, pero en este tiempo solamente me limitaba a escuchar y tararear las canciones que me gustaban. Cuando trabajaba en una clínica privada de rehabilitación, me hicieron una reducción de jornada. Por otro lado, mis hijos iban creciendo, sintiéndome cada vez más independiente y con más tiempo libre. Un mediodía las noticias de Yeclame enteré de que en la Escuela de Música iban a impartir la asignatura de canto. No dudé en informarme ese mismo día y, a la vez, me apunté con la grandísima suerte de quedar admitida. Entonces comencé a estudiar solfeo y canto, y al siguiente año me incorporé también al coro.

El primer día que asistí a clase de solfeo con la profesora Anto López tuve la sorpresa de que éramos tres adultos y los demás todos niños de entre ocho y nueve años. ¡Madre mía! ¡Soy yo la mayor de todos, incluidos los adultos! ¡Soy la madre de todos!Así, decidí sacar el espíritu de niña y ponerme a su altura en algunos aspectos. También confieso que tuve que ponerme las pilas, porque no recordaba absolutamente nada de solfeo.

Por otro lado, en la clase de canto, el profesor José Antonio Cecilia comenzó enseñándome cómo se debe respirar a la hora de entonar las canciones y, más tarde, una serie de matices que hay que dar en las canciones. Tengo que reconocer que cantar es mi pasión; siempre que podido lo he hecho en algunas fiestas, bodas, etc.

Actualmente formo parte del coro de la Escuela de Música el cual es también dirigido por José Antonio Cecilia. Tengo la suerte de estar con un magnífico grupo de compañeros, porque aprendemos mucho y a la vez nos divertimos. Además, también canto en el pequeño coro de la Iglesia de San José, dirigido por Robert Abad y formado por un grupo de compañeras cuyo único fin es hacer más solemnes las misas de los niños. Llevamos muchísimos años alegrando dichas misas y también participamos en misas de bodas, confirmaciones, comuniones y bautizos siempre que solicitan nuestra presencia.

Colaboro en el grupo de teatro “Arcabuceros de Vinaroz”, dirigido por Pedro Herrero, siempre con fines benéficos.

Al inicio del curso 2018/19 le propuse al profesor José Antonio Cecilia presentarme a los exámenes de la RockSchool, que tendría lugar en julio de 2019. Preparamos los temas y cuando llegó el día, ahí estaba yo esperando a que llegara mi turno. De pronto me vi frente al examinador hablando en inglés y yo no entendía nada, pero el músico y profesor Juan Saurín me traducía. Comencé primero cantando en inglés con absoluta seguridad, dominando perfectamente las canciones. Más tarde el examinador me hizo una serie de preguntasy yo no entendía nada, pero Juan Saurín me hablaba lo justo diciendo que no podía ayudarme en nada. ¡En este momento sí me sentía como un manojo de nervios! Al salir me llamó Juan Saurín y me dijo: “tranquila, que lo has hecho muy bien”. Unos días más tarde me enteré de que había aprobado con buena nota.

Ahora, en este nuevo curso 2019/20, sigo con las mismas asignaturas más una nueva: voy a aprender a tocar el ukelele con el profesor Francisco Ortuño.

Reconozco que la música ha formado siempre parte de mi vida, pero ahora más que nunca. Me siento muy orgullosa de pertenecer a este Escuela, donde tenemos el privilegio de contar con una magnífica banda de música que es reconocida a nivel mundial por ser una de las mejores, dirigida por el músico, profesor y director Ángel Hernández.

La música, un mundo que me traslada a los sueños donde dejo volar la imaginación sintiendo y viviendo como si de una película se tratara, inundando de magia y alegría todo mi ser.

Gracias, gracias, gracias.

P. D. Agradezco a José Miguel Ibáñez Laxque haya pensado en mí para poder realizar este artículo y poder expresar una parte de mis sentimientos. Gracias.

Mª Carmen Martínez Puche,

Alumna de la Escuela de Música de la AAMY

La Asociación Nacional de Directores de Banda (ANDB) realizó el pasado domingo 26 de enero, en el Salón de Actos de la Casa Municipal de Cultura de Yecla, la Asamblea General Ordinaria correspondiente al Ejercicio 2019.

En la misma se procedió a la elección de la nueva Junta Directiva que quedó constituida por los siguientes socios:

– Presidente: Ángel Hernández Azorín

– Secretario: Pedro Ángel López Sánchez

– Tesorero: José Miguel Ibáñez Lax

– Vocales: Manuel Mondéjar Criado y Carlos Diéguez Beltrán

La Asociación Nacional de Directores de Banda es una entidad sin ánimo de lucro, integrada por personas relacionadas con la dirección de banda de diversos ámbitos: profesional, sociedad musical, banda popular, infantil, juvenil, de escuela de música, de conservatorio, municipal, militar…

Así mismo, ofrecemos la posibilidad de pertenecer a nuestra Asociación a todas las personas o entidades relacionadas con el mundo bandístico: compositores, docentes, editoriales, tiendas, marcas de instrumentos, etc…  y que deseen avanzar unidos en este oficio, en esta profesión.

En los estatutos que se firmaron en Yecla en 2009, se establecieron como fines principales de la ANDB los siguientes objetivos:

  1. Dignificar y profesionalizar el trabajo del director de banda.
  2. Fomentar la interrelación entre los directores.
  3. Establecer los vínculos posibles entre directores y las demás entidades y organismos que intervienen en el desarrollo de la actividad de las bandas de Música.
  4. Promover, sugerir y potenciar todos aquellos aspectos que guarden relación con la formación académica y con la situación laboral de los directores.

Para más información: www.andb.es

Ángel Hernández Azorín

Nace en Yecla, en 1974. Inició sus estudios musicales en la escuela de Música de la AAMY ingresando posteriormente en su Banda de Música.

Continúa sus estudios en el Conservatorio Superior de Música de Murcia, con el profesor D. Manuel Miján, finalizando el grado superior con el profesor D. Antonio Salas.

Es diplomado en Dirección de Banda por la escuela de la Vall D’Albaida con José Rafael Pascual Vilaplana, y Titulado Superior por el Instituto Superiore Europeo Bandístico, con Carlo Pirola y Jan Cober.

Actualmente es director de la Escuela de Música y de la Banda Sinfónica de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla labor que compagina con la dirección de la Banda de la Asociación Jumillana de Amigos de la Música de Jumilla (Murcia).

Además, es vocal del I Congreso Nacional de Directores de Banda celebrado en Yecla en noviembre de 2008;  siendo socio fundador de la Asociación Nacional de Directores de Banda.

Más información: https://amigosmusica.com/director/

Yecla, 21 de enero de 2020

Este próximo sábado 25 de enero de 2020, se realizará el segundo concierto incluido en la programación del XVIII Ciclo “Aula de Conciertos” organizado por la Escuela de Música de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Yecla, y que en esta decimoctava edición cuenta con el patrocinio de Dúo-Graph, Familia Castaño, Arty-Graph, Iberpiano, Juan Palao Peña, Autobuses Pelotón, Daemon 4, YeclaGrafic, Davó y Visual Rotulación. Y como en otras ediciones anteriores también cuenta con la colaboración de los medios de comunicación locales: Onda Regional de Murcia, elperiodicodeyecla.com, Teleyecla, Onda Cero Yecla, Cope Yecla y Siete Días Yecla.

Este segundo concierto del Ciclo se realizará en la Sala de Audiciones de la Escuela de Música a las 19:30 Horas, con el nombre de “Un Paseo por la música de los 90”, y será interpretado por los alumnos de la Asignatura de Coro y del Aula de Música Moderna de la Escuela de Música de nuestra Asociación, coordinados por el profesor José Antonio Cecilia Bernal.

Tal y como nos cuenta una de las alumnas de la Escuela:

Los ’90 fueron para mí una mezcla perfecta de música y adolescencia donde todos los sueños encajaban. Sin duda una década llena de pura magia.

Cada canción un recuerdo, un momento vivido con tanta intensidad que a veces hasta duele recordar la despreocupación, la alegría, las amistades forjadas en los bares de copas y como no, nuestros primeros amores… porque primeros eran todos…nada hubiera sido igual, ni nosotros seríamos los mismos sin esa música que nos permitía la locura con sus letras. Nos dejábamos llevar, probar sus límites y ser cómplices del momento con todo el corazón partío, remendado con tiritas y a juego con nuestra inconsciencia; hemos crecido sí y cómo hemos cambiado, pero atrévete a escuchar esa poesía de los 90… y tendrás la respuesta que desde hace unos años buscas ¿quién era yo? Y cuando la escuches de nuevo, te darás cuenta que en tu interior no has cambiado tanto y que no es tan difícil volver a ser quien eras.

«Cuando brille el sol te recordaré si no estás aquí…

cuando brille el sol olvídate de mi…«

Inmaculada Rico Fortes.

Los músicos que participarán serán: Rubén Cecilia, guitarra eléctrica; Alfredo Pérez, guitarra acústica; José Antonio Cecilia, teclados; Daniel Castaño, bajo eléctrico y Jesús Puche “Chechu”, batería

LA LEÑERA: Ramiro Martínez-Quintanilla, voy y armónica; Rubén Sinisterra, guitarra eléctrica; Paco Norte, guitarra eléctrica; Daniel Castaño, bajo eléctrico y Jesús Puche “Chechu”, batería.

El programa a interpretar será el siguiente:

“Mediterráneo”   Cristina Mir

“Cuando brille el sol“   Beatriz González

“Amores de barra”  Natalia García/ Beatriz Ortuño

“Naturaleza muerta” Mari Carmen Palao

“Entre dos mares” La Leñera

“Corazón de mimbre” La leñera

“La flaca” Rubén Cecilia

“Sólo para ti” Beatriz Ortuño

“Soñaré”  Mari Carmen Palao

“Noches de Bohemia” Cristina Mira/ Guitarra Española: Manuel López

“El corazón partío” Alicia Soriano

“Medley Música inglesa” Conchi Silvestre

“Sin documentos” Natalia García

“Resistiré”  Alicia Soriano/ Beatriz González

La entrada al concierto es libre y gratuita hasta completar el aforo de la sala.

Cartel del concierto pdf

Fuente: 15 enero, 2020 Escrito por diapason

Ha existido, desde mucho tiempo atrás, un fuerte vínculo entre estos dos conceptos. La cuestión principal que surge cuando se habla de la relación entre la música y las emociones es la siguiente:  ¿Nuestra cultura  ha creado unos estereotipos musicales que  por costumbre se asocian a  una emoción concreta? O por el contrario, ¿es la propia música la que lleva implícita, desde su origen, características que nos hacen relacionarla con ciertas emociones? Si un bebé recién nacido escucha música de diferente carácter, ¿este logra asociarla desde tan temprano a una emoción en particular?

La posible respuesta a este debate ha de buscarse en el principio de esta relación. Si la música ha sido uno de tantos medios para expresar lo que una persona siente, esta estará desde el principio muy vinculada al carácter de este sentimiento. Por tanto se puede llegar a la conclusión de que la música se crea a partir de la imitación de situaciones o emociones vividas.

La música ha estado al servicio del ser humano, ha sido creada y modelada según las necesidades del hombre. En la prehistoria, el ser humano producía sonidos de alerta para comunicarse con los demás de su raza. Aquí comienza la música como lenguaje, a partir de imitar situaciones  o advertir de peligros mediante el golpe de dos piedras, la  percusión corporal o gritos y gemidos que podrían ir derivando en pequeñas frases y versos, pudiendo formar así pequeñas canciones utilizadas para animar en tareas de supervivencia, celebrar una buena caza o incluso despedir a los difuntos.

El lenguaje de la música ha ido evolucionando desmesuradamente hasta nuestros tiempos, pero el principio de esta relación es el mismo: sonidos por los cuales intentamos expresar o comunicar a otros cómo nos sentimos. Pero el hecho curioso que motiva este ensayo  es  que socialmente siempre se ha asociado un carácter musical con una emoción concreta y, personalmente, no creo que esto sea un mero estereotipo que se ha ido imponiendo sin más.

Por ejemplo: cierta música lenta, con melodías que no se mueven demasiado en el registro o con un  rango dinámico suave es  relacionada  con una emoción de tristeza o melancolía; mientras que una música con ritmo marcado, con melodías muy activas en todo el registro, con un rango dinámico bastante amplio y sonoridad brillante se suele relacionar con alegría o euforia.

A pesar de todo esto, la música es totalmente subjetiva, y si hiciéramos el experimento de tomar una persona de una tribu que nunca ha escuchado nuestra música y le preguntáramos qué sentimiento le inspira cada fragmento musical que le hacemos escuchar, seguramente sus respuestas serían una sorpresa para nosotros. Esto es debido a que la música está muy ligada a la cultura y a la forma de vida  de  cada  civilización. Pero entonces, ¿qué componente básico podría ser el que, desde el origen, ha establecido la relación primitiva entre la música y las emociones? Este no puede ser otro que el ritmo.

El ritmo fue el propio origen de la música y a  partir de él se  plantea  la siguiente hipótesis: ¿Tiene el ritmo musical relación directa con el ritmo cardíaco del ser humano?

Es cierto que cada emoción que vivimos altera por completo el funcionamiento de nuestro organismo, incluyendo el ritmo cardíaco y la presión arterial. El miedo acelera nuestro corazón a partir de la adrenalina que el cerebro libera, para así poder actuar rápido en una situación de peligro. En una situación de tristeza, el ritmo cardíaco se ralentiza y nos sentimos más débiles. La alegría, en  cambio, hace que todos los niveles  del organismo se equilibren, así como el ritmo y la presión cardíaca.

Existen numerosos estudios en los que, mediante experimentos, se demuestra cómo los latidos del corazón de un individuo que está escuchando una música determinada se intentan adecuar al ritmo de esta música. Si la música es lenta, el ritmo cardíaco tiende a descender y asemejarse al ritmo de la canción, y al contrario con música que tiene un ritmo rápido. Siguiendo esta teoría, un bebé podría percibir el ritmo de la música que escucha y que este sufriera una leve alteración cardíaca que le incite un estado anímico concreto.

Todo esto fortalece la idea de que puede haberse creado música con cierto ritmo en relación con el ritmo cardíaco asociado a cada emoción.  Pero, personalmente, no creo que esta sea la única explicación de la relación entre música y emociones.

El ser humano no ha sido consciente, desde el principio, de todas estas alteraciones del organismo. Sin embargo, si se ha percatado  del reflejo de estas en la expresión, sobre todo en la  expresión  vocal.  Sabemos que la música ha estado asociada al lenguaje desde su origen y, de alguna manera, una melodía es semejante a una frase hablada; ambas intentan expresar una idea concreta. Además, siempre se ha tratado de imitar con música lo que queremos decir con palabras.

Podemos establecer, pues, una relación entre la expresión vocal de un individuo y la imitación de sus características (de la voz) en  una  melodía. Tan solo escuchando el tono de voz de una persona que está hablando ya podemos saber en qué estado de ánimo se encuentra.

Si los sentimientos o emociones son reflejados a través del habla, podemos llegar a otra conclusión importante. Mientras el ritmo musical imitaba el ritmo cardíaco causado por una emoción, la  melodía podría ser   el reflejo del tono de voz de una persona con un estado de ánimo concreto. Se podría asociar una voz triste con un tono apagado, con pocas oscilaciones en las alturas, sin saltos bruscos o  movimientos enérgicos.  Por el contrario, una persona que está eufórica mostrará un tono de voz mucho más agitado, más agudo y con un movimiento notable en  su  registro. Y estas mismas características son las que, a la hora de crear música, pueden haber sido tomadas para que la propia música tome este carácter.

A partir de estas relaciones básicas se ha desarrollado un lenguaje mucho más desarrollado a la hora de componer, pudiendo ahondar mucho más en la tarea de expresar estas emociones mediante herramientas de ritmo, armonía, motivos y timbres.

Como conclusión, podríamos encontrar el origen primitivo de la relación entre música y emociones en estos dos conceptos: ritmo  y  melodía. Estos son los que pretenden imitar el ritmo cardíaco y el tono de voz de una persona con un estado de ánimo concreto. Es así que la música ha sido creada por el hombre y ha sido desarrollada y manipulada para  cubrir sus necesidades expresivas.

Sin embargo, la cultura y los estereotipos han tenido un papel fundamental a la hora de identificar ciertos motivos  o  sonoridades musicales con situaciones o sentimientos. Tanto es así que cualquier persona de nuestra civilización daría por acertados estos estereotipos impuestos. Pero, a pesar de esto, un bebé recién nacido que todavía no ha sido “manipulado” por la sociedad, siempre asociará una música de ritmo rápido y grandes saltos en su melodía con la euforia, la  actividad (comenzará a moverse imitando el ritmo) y alegría. Y al contrario con una música de carácter triste o tranquila. Todo esto teniendo en cuenta que el bebé ya ha escuchado las voces de su familia mientras estaba dentro del vientre, aprendiendo inconscientemente a asociar el tono de la voz con la emoción que lo provoca.

David Pérez Giménez.

Yecla, 17 de enero de 2020

I JORNADAS EUROPEAS DE DIRECTORES

Los próximos días 25 y 26 de enero, la Asociación Nacional de Directores de Banda (en colaboración con las asociaciones italiana y holandesa) celebrará  en Yecla, las I Jornadas Europeas de Directores, contando además con el apoyo local de la Asociación de Amigos de la Música y el Excmo. Ayuntamiento de Yecla.

Se trata de unas Jornadas abiertas a participar, para todos aquellos directores, profesores, directivos o músicos relacionados con la música de viento, siendo una gran oportunidad para compartir experiencias, debatir, reflexionar, y entablar nuevas colaboraciones y proyectos de entidades musicales.

Ya se conoce el programa de actividades. El sábado 25 de enero, en la Casa de Cultura de Yecla, se llevarán a cabo cuatro ponencias sobre: La comunicación en las Sociedades Musicales (Cecilia Ortuño, Asociación de Amigos de la Música de Yecla), El oficio de Director en los Países Bajos (Sara Maganzini, Directora, delegada internacional ANDB), la DIBA: Actividades y Proyectos de la Asociación Italiana de Directores de Banda (Andrea Franceschelli y Alessandro Celardi, Directores, DIBA), La Investigación sobre Bandas de Música en el desarrollo de la musicología posmoderna (Nicolás Rincón, Director de Estudios Bandísticos) y la mesa redonda: El oficio de director de banda a debate (Directivos de las Asociaciones Europeas de Directores).

La inscripción es gratuita y se puede realizar en: www.andb.es o directamente en el siguiente enlace: https://forms.gle/SsvdGJS3AAUMRxNZ9

Por último, el domingo 26 de enero se realizará la Asamblea Anual de la Asociación Nacional de Directores de Banda de España para los Socios de la propia ANDB.

AAMYecla, / 

La Escuela de Música de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, informa que el próximo jueves 23  de enero de 2020 finaliza el plazo de matrícula para la realización de los exámenes prácticos de la Associated Board of The Royal Schools of Music (ABRSM), para la convocatoria de exámenes que se realizaran entre los próximos meses de mayo y junio, la fecha concreta aún está por determinar.

Para realizar la matriculación los alumnos/as interesados deben pasar por la oficina de la Escuela de Música en horario de 16:00 a 20:30 horas, hasta el próximo jueves 23 de enero, para poder recopilar toda la información, y poder transferir correctamente toda la documentación a la institución británica.

Para más información pueden dirigirse a la Oficina de la Escuela de Música, Edificio Casino Primitivo, de lunes a viernes, en horario de 16:00 a 20:30 horas.

Para más información pueden consultar el siguiente enlace:

https://amigosmusica.com/abrsm/